CAPITULO 23 BESO DE AÑO NUEVO
Sofía observa a su tía revolotear por la habitación lanzando prendas hacia la cama, que ella toma y dobla con cuidado para guardarla en una pequeña maleta. Esta tan nerviosa que sigue lanzando cosas sin percatarse de que la maleta está casi llena, con la ropa necesaria para un fin de semana.
—Tía, ya para que me estas mareando, ¿Por qué estás tan nerviosa? —Morgana suspira y se detiene frente a ella, desvía la mirada hacia la fotografía de su mesa de noche, Sofía sigue su mirada y siente un nudo agolparse en su vientre—El tío Dimitri, estará feliz de que estés intentando rehacer tu vida, han pasado muchos años.
—Lo sé, pero no deja de parecerme irreal que yo a mis años este temblando como una chiquilla enamorada, cuando deberías ser tú, quien este así— se pone de pie y abraza a Morgana.
— Sabes que te quiero y lo que más deseo es verte feliz, tal vez este año que está por comenzar sea mejor para ambas, tú al lado de Adam y yo…— ¿junto a quién? Se pregunta, Morgana la contempla esperando a que termine de decir algo.
—Encontraras un chico dulce y tierno que te amé por la gran chica que eres.
—Mejor, termina de hacer tu maleta, recuerda que tengo que estar en Berlín antes de las seis, hoy es una gran noche en Edén.
— ¿Es que ese lugar nunca cierra?
—Cerraron en Navidad, no lo olvides, tuviste una guerra de poder con Angela por la cena, Lemir y Andrew arruinaron tu tapete favorito, Adam y Harry convirtieron el resto de la noche en una noche bohemia y yo termine enferma por comer el resto del pastel de chocolate, que me negué a compartir con Lemir.
—Vaya noche que tuvimos, por un momento pensé que tendríamos que llevarte a emergencias cuando no parabas de vomitar.
—Eres una exagerada, iré guardado las maletas en el coche y subiendo a Lucas y Milk en el coche, no te tardes.
Sofía observa su teléfono, hace una mueca al ver el número de teléfono de Rachel, elimina nuevamente la llamada, en cuanto llegue a Berlín, le pedirá a Lemir que bloquee ese número o tendrá que cambiar a uno nuevo, su mirada se posa sobre la llamada que recibiera en navidad de Bill, la única llamada que tuvo de él y que la dejo con ganas de recibir otra, pero él no volvió hacerlo y eso realmente la dejo frustrada.
Hogar dulce hogar, piensa Sofía en cuanto abre la puerta de su apartamento Lucas parece estar de acuerdo con eso, corre emocionado por todo el lugar, Milk corre hacia la planta que está ubicada en la ventana se hace bolita quedándose dormida rápidamente, Lucas corre tras Sofía, que entra en la habitación, observa su reloj de pulsera, son las cuatro y media, tiene que estar en Edén dentro de tres horas, se desnuda y camina hacia el baño, toma una ducha rápida, para poder tomar una siesta antes de irse a trabajar, esa noche es de las más pesadas de Edén, la fiesta de noche vieja y por lo que le había contado Lemir por WhatsApp, esa noche el lugar estará a reventar, está segura que esa noche Bill estará ahí, solo que aún no está segura de cómo lidiar con él dentro de ese lugar, no por miedo a Tabatha esa mujer no es un gran problema para ella, su problema se llama Lemir, intentar no lastimarlo cada vez que lo rechaza es demasiado doloroso para ambos, sobre todo ahora que existe una tercera persona, Eva realmente parece estar interesada en él y solo espera que Lemir no arruine las cosas.
***
Cuando entra a Edén es Nina quien lo hace, Lemir la observa caminar en su dirección, lleva su usual uniforme de leggins y su blusa de mangas largas que deja al descubiertos sus tan bien trabajados abdominales, botas de tacón corrido, una chamarra de piel, su cabello cae suelto en ondas, lleva su antifaz, no puede evitar pensar en lo jodidamente hermosa y sexy que se ve, Ed lo codea al percatarse en la forma en que la mira.
—Hola Nina—saluda Ed— ¿Qué tal pasaste tu navidad?
—Estuvo bien, ya sabes lo usual una aburrida cena con la familia—se encoje de hombros—El lugar luce bien.
—Esta noche todos seremos como tú— dice Ed, recibiendo una mirada de confusión.
—Mi madre decidió que todos usaremos antifaz, para darle más misterio a la noche, ya sabes para cuando den las doce y sea el momento del beso.
Nina asiente y pasa al otro lado de la barra, pone sus cosas debajo de esta— ¿Crees que haya las suficientes chicas para besar a los clientes?
—Habrá un sorteo de besos algo así, ya sabes que mi madre está loca.
—Yo te voy a besar—Ed sonríe, recibiendo una carcajada de Nina—aunque te rías rubia, esta noche, tendrás la oportunidad de recibir uno de mis besos.
—En mi contrato no figuran los besos de año nuevo, en mis tres años jamás lo hecho y esta noche no será la excepción.
—No estés tan confiada—responde alejándose.
—Besaras a Eva.
—Al menos que quieras que te bese a ti, puedo decirle a ella que es parte de nuestra tradición.
—Te respondo lo mismo que a Ed.
— ¿En verdad no tienes curiosidad por saber que se sentirá que yo te bese?
—Seguro harás que me tiemblen las piernas, pero es algo que tú y yo jamás sabremos.
—Es una lástima, en fin iré por el resto de las botellas.
—Lemir—le toma el brazo—es lo mejor para ti y ambos lo sabemos.
Lemir se inclina hacia ella, tomándola por el mentón— Si tú lo dices.
Nina suspira y se apoya en la barra viéndolo desaparecer rumbo a la bodega.
—Y me llamas zorra a mí, pero si tú eres peor.
Nina cierra los ojos, hace puño las manos antes voltearse y encontrarse con Tabatha.
—Tabatha, no te confundas, Lemir y yo somos amigos —sonríe—si tu pequeña y ridícula rabieta es por Bill, bueno no es mi culpa, que esté interesado en mí.
—Bill es mío, así que aléjate de él.
—Tabatha—se inclina un poco sobre la barra—Bill es tuyo hasta que yo lo decida y como me sigas molestando, eso se te va a acabar—ambas se retan con la mirada, esperando a que la primera ataque.
— ¿Todo bien? —ambas desvían la mirada.
—Todo bien Ian—responde Nina, retomando su lugar, Tabatha los mira con indiferencia antes de girarse y caminar hacia su camerino.
—Si no llego, estoy seguro que ambas se habrían arrancado las extensiones.
— ¿Quiénes? —Lemir deja sobre la barra una caja con whisky
—Nina y Tabatha—Lemir mira a Nina que se encoje de hombros—será mejor que regresemos a nuestros labores, gracias Ian, ya me encargo de Nina.
Ambos esperan a que Ian se aleje lo suficiente como para que no escuche de que hablan.
—Sofh—murmura tomándola del brazo y llevándola a una esquina de la barra donde nadie pueda oírlos— ¿Qué paso?
—Nada Lemir, Tabatha estaba siendo solo la perra que sabemos que es.
—Y tú también ladraste.
—Que esperabas que me quedara callada—Lemir se pasa las manos por el rostro.
—Supongo que fue por Kaulitz.
— ¡Hola Lemir! —ambos se gira, Eva está sonriendo apoyada contra la barra, una radiante sonrisa se forma en el rostro de Lemir, que camina hacia la barra, se inclina besando rápidamente a Eva, quien parece estar sonrojada, los chicos silban burlándose de la nueva pareja.
—Ya lo ves rubia, es a mí a quien vas a besar, a media noche—Ed se acerca a la barra, solo para burlarse.
—Edward, los cerdos van a volar antes de que eso pase—se burla—Hola Eva—saluda a la morena que esta embelesada contemplando a Lemir.
—Oh, hola Nina, que tal estuvo tu navidad.
—Aburrida—mira de reojo a Lemir.
—Que mal—responde, su mirada se pasea por el cuerpo de Nina, y su cabello ondulado y lo intenso que lucen sus ojos a través del antifaz negro—Esta noche luces muy guapa— agrega después de contemplar la mirada divertida que recibe de Nina.
—Gracias—responde, palmea la espalda de Lemir, cuando pasa por su lado.
Harry, Angela y Otto están en el centro esperando a que todo el personal este reunido, y Lemir y Nina hayan colocado una mesa con copas de champagne para el brindis de año nuevo, que tendrán antes de que se abran las puertas de Edén, en menos de una hora.
—Esta noche es una muy especial—Harry toma la palabra— celebraremos el fin un año de buenas y malas rachas, gracias a todos los que aún permanecen aquí a pesar de los momentos difíciles que tuvimos, gracias a las nuevas personas que se han unido, en nombre de mi familia, les agradezco por todo y espero que el año que está por iniciar sea mucho mejor para todos, que les traiga nuevos bríos.
Cede la palabra a Otto que observa al personal—En nombre de mi cliente, les deseo un feliz año y muchas gracias por acoger de tan buen agrado los cambios que se han hecho. Espero sigamos trabajando de la misma forma que se ha hecho hasta el día de hoy.
— ¡Bueno dicho todo, feliz año chicos!—Harry levanta su copa y todos imitan su gesto, chocan las copas y se desean un feliz año, Angela termina de beber su copa, comienza a repartir los antifaces, que usaran esta noche.
Nina observa el antifaz de Lemir antes que este se lo coloque.
—El próximo año deberíamos ambientar el lugar como si se tratara del carnaval de Venecia.
— ¡Nina! —gritan los chicos de seguridad.
—Solo era una sugerencia.
—Que es bien recibida—aplaude Angela feliz, provocando más risas.
— ¡Vamos gente! —Aplaude Harry—Es hora de volver a sus puestos, esto se abre en cinco minutos, Lemir y Nina recojan esto, chicas a sus lugares.
Los clientes están disfrutando de los bailes de esa noche, Eva esta por presentar su baile, Lemir tiene la mirada puesta sobre la chica que acaba de subir al escenario y sobre Nina, que está rechazando al que parece ser el décimo tipo que pide ser el afortunado del beso de media noche, las luces del escenario bajan un poco hasta iluminar solamente a Eva que se mueve de forma sensual sobre el escenario. Nina se gira y observa a Lemir embelesado viendo bailar a su chica y no es el único, la barra se ha despejado, todos los clientes están pendientes de la hermosa morena.
Nina aprovecha ese momento para limpiar un poco la barra que está sucia por las bebidas que se han derramado.
—Hoy estás hermosa—la aterciopelada voz de Bill se cuele en sus oídos.
—Gracias. Whisky doble ¿cierto?
—Veo que ya te sabes mis gustos.
—Es mi trabajo—responde tomando un vaso y buscando la botella de whisky—pides siempre lo mismo.
—Veo que soy predecible, eso no es bueno—hace una mueca que solo provoca que Nina ría, llamando la atención de Lemir.
—Deja ya me encargo yo, creo que es hora de que tomes un descanso—dice tomando la botella de las manos de Nina, llenando el vaso que le entrega a Bill.
—Gracias Lemir—responde—Pero me gusta más el servicio de Nina.
—Bueno Kaulitz esta noche te atenderé yo, si decides quedarte en la barra.
—Ya basta Lemir —murmura tomándolo del brazo, la mira por un segundo antes de volver su mirada a Bill.
—En ese caso, será mejor que vuelva a mi mesa, gracias por la bebida Lemir, Nina siempre es un placer para mi vista verte.
Ambos ven a Bill desaparecer entre la gente, antes de mirarse.
— ¿¡Qué demonios fue eso!? Lemir no estaba en apuros y aunque no estuviera no necesito tu protección, me has enseñado como defenderme y ese era un cliente.
—Si claro, Kaulitz estaba a nada de saltar a la barra y follarte.
—Tu novia es esa que viene por haya—señala a la chica que se abre paso por entre la gente, Eva le sonríe a Lemir, quien a duras penas puede sonreír antes de dejarla pasar al otro lado de la barra, Nina atiende a un cliente que se acerca y llena la bandeja de una de las chicas.
—Nina, Lemir, Harry quiere verlos en su oficina ahora—Ian tiene un rostro serio, lo que preocupa ambos—No está de buen humor, así apresúrense.
—Solo espero no tener que volver a coser—murmura Nina pasando por un lado de Eva para salir, que la observa confundida, Lemir le sonríe, le hace una seña a Ed, para que se acerque a la barra, le pide que los cubra un momento y sale de la barra, para caminar detrás de Nina.
Harry está sentado detrás de su escritorio con una mueca de fastidio decorando su rostro, Otto está en el sillón y su rostro es una clara señal de que se está conteniendo de explotar de rabia, presiona fuertemente el teléfono en su mano.
—Ian dijo que querías vernos—Nina es la primera en romper ese incomodo silencio, Otto y Harry se miran, el primero chasque a la lengua y el segundo solo suspira apretándose el puente de la nariz.
—Estoy a punto de salir hacer el conteo de año nuevo y me entero que hicieron enojar a un cliente, ¿¡Qué demonios tienen en la cabeza!?—grita, haciendo que Lemir y Nina den un brinco del susto.
— ¿De qué estás hablando Papá?
—Está hablando de Bill Kaulitz, al parecer tuvo un mal servicio—interviene Otto en la conversación, Nina y Lemir se miran un segundo, antes de volver la mirada a Harry, que está cruzado de brazos.
—Escucha Harry, fue un mal entendido.
—Eso no fue lo que dijo Tabatha.
— ¿Tabatha? —Nina frunce el ceño—No has hablado con Kaulitz.
—No, es obvio que no vamos a molestarlo, ahora que me han dicho que un mal entendido, en este momento no me interesa saber, porque tengo que salir, pero ustedes dos, me van a esperar una vez que cerremos y me van a decir que dé se trató ese mal entendido, de acuerdo— ambos asienten—Bien ahora regresen a su lugar, Nina lleva dos botellas de Champagne a la mesa de Kaulitz, dile que son cortesía de la casa, por cualquier inconveniente que le hayamos hecho pasar.
—Yo puedo llevarlo, el malentendido fue conmigo.
—He dicho que será Nina, tú encárgate de la barra. Ahora fuera de mi vista los dos.
— ¿Todo bien chicos? —Ed mira preocupados a Nina y Lemir que regresan con la mirada baja. —Si—responde Nina—dame dos botellas de champagne y ¿Cuántas personas hay en la mesa Kaulitz?
—diez, bueno nueve Kaulitz fue llevado al camerino de Tabatha, hace como una hora, tal vez ya este de regreso.
—Como sea dame diez copas.
—Yo llevare el servicio.
— ¡Lo llevare yo, ya me has metido en suficientes problemas Lemir!
— ¡Te estoy protegiendo!
— ¿¡Cuando vas a entender que no necesito que me cuides de él, puedo hacerlo sola!? —Ed, se pone entre ambos, su pequeña y murmurada discusión está atrayendo las miradas de varias personas.
—Ok, vamos a calmarnos, Nina toma el servicio, Lemir ve a la bodega, ya no tenemos whisky, Eva y yo nos encargamos.
Nina toma la charola y se abre paso entre la multitud, siente a Ian caminar detrás de ella, algo que agradece, pues algunos clientes están bastante ebrios y aún faltan unos minutos para la media noche, pronto llegan a la mesa de Bill, donde como Ed dijera antes, solo hay nueve personas.
— ¿A qué horas sale Tabatha a Bailar? —gira un poco el rostro para que Ian escuche su pregunta.
—Después de media noche—esa respuesta no le agrada, se pasa la lengua por los labios antes de retomar su paso hacia la mesa.
Deja la charola en manos de Ian, para colocar las copas y las botellas en el centro de la mesa, siente la mirada de todos puesta sobre ella, no es una sensación que le agrade, pero tener a Ian, de su lado la hace sentirse segura.
—Cortesía de la casa—repite las palabras de Harry.
—Gracias Nina—responde Tom, que da una rápida mirada al lugar—Te quedas a brindar con nosotros.
—No puedo, pero gracias—Tom se abalanza y la toma por la muñeca cuando se gira, Ian se gira rápidamente, coloca su mano sobre la de Tom, esa noche los hermanos Kaulitz han acudido con su pequeño sequito de seguridad, quien rápidamente se coloca junto a Tom, tomando a Ian por el brazo.
—Suéltame, si no quieres perder tu trabajo.
—Ian, suéltalo—pide, el chico mira a Nina y después a Tom, hasta finalmente soltarlo.
—Buen chico—responde Tom y le sonríe a Nina—entonces Nina, una copa no hace daño.
—Nuevamente gracias por la invitación, tengo trabajo que hacer— se gira rápidamente y comienza a caminar seguida de Ian, que luce molesto—Lo siento Ian.
—No te preocupes, esto Juniors creen que por tener dinero pueden hacer lo que quieran, ¿no te lastimo verdad?
Nina niega, siguen caminando cuando una chica la detiene, tiene problemas para abrir una botella, la observa y es claro que la chica esta ebria, le pide a Ian que la saque del lugar, si Harry la ve en ese estado se va a poner furioso, camina hacia la mesa donde hay dos chicos, que también lucen un poco bebidos, abre la botella con la que parecían tener problemas, llena los dos vasos, los chicos le dan las gracias e incluso uno saca una gran propina que intenta colocar en la cinturilla de su pantalón, pero ella le toma la mano y le quita el billete con una sonrisa, las luces comienzan a parpadear en el escenario principal donde Harry con micrófono en mano aparece junto a Angela, Otto y Tabatha, camina hacia un costado del escenario casi cerca de la barra para poder ver la cara de asco que tiene Tabatha, dicha mueca es la confirmación de que ella va a besar a Otto, no es que el tipo sea mal parecido, ronda los cuarenta, es guapo, claro si te gustan los meniques piensa Nina.
Harry da las gracias por asistir esa noche, detrás de ellos aparece la cuenta regresiva, mira hacia la barra buscando a Ed que está sirviendo unas bebidas, lo que la hace suspirar de alegría, Lemir está también sirviendo con ayuda de Eva. Busca a Bill, pero no lo encuentra seguro debe estar en el camerino de Tabatha o escuchando los detalles del pequeño altercado con Tom e Ian. Los números siguen cayendo, algunas chicas comienza aparecer cerca de los clientes, para dar el beso de año nuevo a los afortunados, camina hasta colocarse detrás de una columna donde puede ver perfectamente el escenario y la barra sin ningún problema.
Mientras los números se acercan al cero, ella sonríe divertida ante la cara de Tabatha, sin notar a la persona que se colocado a su lado y no lleva antifaz, una mano se desliza por su antebrazo girándola, una mano se posa en su mejilla y sus labios son secuestrados por otros, se queda paralizada siendo víctima del miedo, hace años que no es tomada por sorpresa, las luces están parpadeando y no logra identificar a la persona que la está besando, finalmente logra reaccionar y lleva sus manos al pecho de esa persona y hace presión para alejarlo de ella.
—Feliz año Nina—murmuran contra sus labios, jadea en busca de aire, siente los ojos arderle por las lágrimas que se le han acumulado por culpa del miedo, se aleja lo suficiente para ver el rostro de Bill de una de sus manos cuelga el antifaz, Bill le sonríe y ella en respuesta lo abofetea, el ruido parece no ser escuchado por los gritos y la música, Bill le mira aturdido por el golpe, lleva una mano por inercia a su mejilla, una mueca de dolor aparece en su rostro, provocando en Nina una de alivio, toma la mano de Bill y coloca la suya en su lugar, se acerca nuevamente a él y esta vez es ella quien lo besa, causando el asombro de Bill, que toma su rostro entre sus manos y responde el beso, con pasión, deja que su lengua invada el interior de su boca, el pirsin de su lengua acaricia su paladar, su saliva sabe a dulce de cereza y se mezcla con el sabor a mentol del cigarrillo que estaba fumando fuera antes de que recibiera el mensaje de Tom, de que había intentado que Nina se quedara a beber con ellos. La música es diferente, los vitoreó de la celebración se siguen escuchando, pero ellos están sumergidos en su burbuja, sin percatarse de las mirada llena de rabia de Tabatha y la mirada dolida de Lemir, que hace puño sus manos.
—Feliz año Bill—murmura contra sus labios, deja un beso suave antes de separarse—Gracias por mi beso de año nuevo.
& Continuará &