CAPÍTULO 81: VOY A ESTAR BIEN

Morgana se encontraba preparando la comida para Adam y ella, cuando desde la ventana de su cocina vio un auto negro detenerse, frunció el ceño al no reconocer el auto, a su mente llego que podía ser algún amigo de su marido, que venía hacerles una vista, pero cuando la puerta del vehículo fue abierta y lo primero que salió fue un enorme perro color miel, que ladraba emocionado, supo que Sofia se encontraba en el interior.

Se limpió rápidamente las manos con el mandil que llevaba puesto y salió de la cocina, para dirigirse a la puerta principal, la cual abrió rápidamente, solo para ver a su sobrina bajar del coche, llevando en brazos a Milk, su rostro se encontraba oculto tras unas gafas y una enorme sudadera gris con capucha.

Por un momento le parecía que había retrocedido catorce años y frente a ella aparecía una niña rubia de nueve años, completamente rota y desolada, vio como le dirigía una sonrisa de lado a un hombre al que reconoció rápidamente como Sakí, quien sostenía una maleta en su mano.

Eso hizo que todo le pareciera más extraño, quería acercarse y averiguar que estaba sucediendo, pero algo le decía que lo mejor era mantenerse en su lugar y darle unos minutos a su sobrina, que hablaba con él hombre.

Había estado al tanto de las noticias, todos los periódicos y programas del corazón, quienes habían hecho eco de la separación, intento comunicarse con su sobrina, pero había sido ignorada y sabía que forzar a Sofia, no era lo mejor y ahora se daba cuenta que tal vez, debió haberlo hecho. Vio como despedía al hombre y tomaba la maleta y se dirigía hacia ella.

Hizo lo mejor por poner un rostro neutro y no uno que gritara que odiaba al hombre que estaba con su sobrina, por haberle roto el corazón, ahora que la tenía más cerca podía ver las huellas de las lágrimas impregnadas en su piel.

Hola cariño—dijo sonriendo levemente a la chica.

Hola tía.

Adam apareció el momento correcto y sin decir una palabra tomo la maleta que sujetaba la rubia y desapareció escaleras arriba, Morgana rodeo a sobrina por los hombros y la condujo a la cocina, tomo al gato que estaba dormido de los brazos de la rubia y lo coloco en el suelo.

Sofia se quitó la capucha, los lentes y miro a su tía, quien no se contuvo y la abrazo fuertemente, dándole ese consuelo, que a leguas se veía que necesitaba, por su cabeza solo paso un solo pensamiento y era arrancarle el corazón a Bill y lanzarlo al fuego.

¿Puedo quedarme una temporada contigo?

Puedes quedarte el tiempo que quieras, no tienes que preguntar eso.

Gracias, voy a mi habitación — se puso de pie y tomo al pequeño gato, llamo a Lucas y subió las escaleras.

Morgana hizo puño sus manos y deseo salir de su casa, solo para buscar a Bill, pero primero necesitaba saber que había sucedido entre ellos, la última vez que los había visto, eran la imagen perfecta de una pareja enamorada, eran incluso como siameses, se movían al mismo tiempo y no había nada de espacio entre ellos, incluso podía decir que ambos celaban el espacio que quedara entre ellos.

Salió de la cocina y subió las escaleras, sin llamar entro en la habitación que siempre le pertenecería a su sobrina, solo para encontrarla acostada en la cama abrazada a una almohada con la mirada perdida, mientras las lágrimas caían.

¿Qué sucedió? —pregunto sentándose junto a ella, comenzó a pasar los dedos por los mechones rubio de su sobrina, de niña cuando solía tener crisis provocadas por las pesadillas, era lo único que la calmaba y hacia remitir las lágrimas.

Nos … nos separamos—dijo con la voz cortada.

¿Por qué razón?

Tía, no quiero hablar de eso—cerro los ojos y se dio la vuelta—me dejas sola, por favor. Me duele la cabeza.

Claro, si necesitas algo estaré abajo—se puso de pie y antes de salir de la habitación entro en el baño y lleno un vaso con agua y tomo una pastilla del botiquín detrás del espejo—te dejo un vaso con agua y una pastilla para el dolor de cabeza—le dio un beso en la cabeza y dio una última mirada a su sobrina, viendo como los hombros le temblaban, debido al llanto.

Voy a estar bien, tía—dijo.

Lo sé cariño—respondió y finalmente dejo la habitación, con el corazón estrujado y con una rabia recorriéndola de pies a cabeza.

¿Te dijo que sucedió? —pregunto Adam, quien se encontraba apoyada en la pared, frente a la habitación de la rubia.

Solo que se separaron, pero no me dijo más.

Adam la abrazo por los hombros y la condujo hacia las escaleras.

Sabía que iba lastimarla y me mordí la lengua mucho tiempo y recé para que no fuera cierto, pero no fue así.

Tal vez es solo un bache, antes de lo que imagines él estará ahí afuera y arreglaran sus problemas, la maleta tampoco es tan grande—dijo intentando darle ánimos a Morgana.

¿Qué si no es así? Sofia merece ser feliz.

Bill no es un mal chico, puede ser arrogante y frio, pero ambos hemos sido testigos de cómo se preocupa por nuestra sobrina.

En este momento lo único que yo entiendo, es que Sofia está arriba rota de dolor y no me importa lo que hemos visto, me basta con verla ahora para saber que yo tenía razón.

***

Al otro lado de la ciudad Bill se encontraba sentado en el suelo de la sala de la casa que solía compartir con Sofia, con una botella de whisky frente a él, un vaso lleno del licor y un cigarrillo encendido, la casa comenzaba a sentirse fría, sin la presencia de la rubia y las dos mascotas de ella, dio una mirada a pumba quien dormía ajeno a lo que estaba sucediéndole a él.

De nuevo estamos solos—le acaricio el lomo al perro, le dio una calada al cigarrillo.

¿Qué demonios está pasando? —la voz de Tom resonó en el silencioso lugar, Bill le miro por unos segundos antes de volver su mirada a la nada—Bill, ¿Qué está pasando? Markus me dijo que Sakí, llevo a Sofia a casa de su tía y su coche tampoco está, ¿dime que está pasando?

Sofia se fue, eso está pasando.

¿Es todo lo que me dirás?

¿Qué quieres que te diga, Tom?

¿Qué sucedió, eso quiero que me digas?

Llegamos a un punto de no retorno.

¿No, retorno, eso que significa?

Que lo dejamos.

No te entiendo, pasaste meses investigándola, siguiéndola, hiciste cosas que nunca habías hecho por nadie, solo para tenerla y ahora simplemente la dejas ir, así de fácil. Por dios, no soy tan imbécil, como para creer eso.

Entonces cree, lo que te dé la gana, olvidaba que tú lo sabes todo, ¡Oh Tom, todo poderoso!

Tom sintió una increíble necesidad de levantar a su hermano del suelo y darle una paliza, había visto muchas facetas de su hermano, pero nunca lo había visto tan abatido seria la palabra para describir a lo que estaba viendo.

Se sentó junto a su hermano y observo la botella que milagrosamente se mantenía llena, según lo que Markus le había dicho, hacía tres horas que Sakí había salido con Sofia, quien llevaba una maleta y a sus dos mascotas.

Sofia encontró esto—le paso los cuadernos con los dibujos de Sarah.

¿Por qué aun conservas esto? —estaba asombrado de ver los cuadernos, siempre pensó que su hermano se habría desecho de ellos, pero al parecer no.

Ella pregunto lo mismo y no pude darle una respuesta, solo ponerme a la defensiva.

¿A mí me dirás porque los guardas?

Bill tomo el vaso y lo vacío de un solo trago, sintiendo el ardor del licor bajar y golpear con fuerza su estómago.

Para recordarme que ninguna mujer valía lo suficiente, como hacerme perder de nuevo la cabeza, me había prometido a mí mismo, durante el tiempo que estuve en la correccional, que encontraría a Sarah y me las pagaría, pero también que nunca volvería confiar en nadie.

Hasta que ella apareció.

Al principio no creía que ella… ella fuera a ser algo realmente importante en mi vida, era como una obsesión que sabía terminaría olvidando o de la que terminaría aburriéndome, como siempre pasaba con las mujeres que me gustaban.

Pero eso no sucedió. Las cosas no salieron como esperabas.

Me equivoque, Sofia se volvió mi vida y lo que más me molesta es que le dije que la protegería, pero no pude cumplirlo, Sarah, esa puta está empeñada en lastimarla solo por hacerme daño y…. y yo ciegamente pensé que lo que hacía era lo mejor, pero no lo fue—dejo su cabeza caer contra el sillón.

¿Va a volver?

Bill giro el rostro y enfoco su mirada vacía en Tom, quien sintió un nudo en el estómago—No lo sé, tal vez esto es el inicio del fin.

¿Qué vas hacer con esto? —levanto los cuadernos—yo los quemaría, pero eso es algo que yo haría, no creo que lo hagas tú.

No en eso tienes razón, voy a usarlos para atraer a Sarah.

¿De qué rayos hablas?

Se dónde está, se muchas cosas.

Espera, explícame eso, ¿Cómo que sabes dónde está? ¿Cómo lo descubriste?

Llama a Georg, esto también le concierne a él, tenemos un plan que poner en marcha, tal vez nunca recupere de nuevo mi relación con Sofia, pero me voy asegurar que esas dos putas, me recuerde hasta cuando volvamos a vernos en el infierno, por todo lo que le han hecho pasar.

¿Me adelantaras algo antes de que llegue Geo? —pregunto sacando su teléfono y buscando entre sus contactos el número de su amigo.

Espera a que llegue Georg, así no tendré que repetir todo dos veces.

Me dirás que hiciste y donde estuviste durante la semana que no supimos nada de ti.

Sí, pero solo cuando este Geo aquí, si vas a golpearme por no decirte algo, espero que al menos este alguien, para que pueda detenerte antes de que me mates, espera—le sujeto la mano—que traiga a Gustav y también localiza a Andreas.

¿Andreas?

Es por si olvido algún detalle, recuerda que él viajo conmigo.

Tom asintió y presiona la tecla de llamado, momento que Bill aprovecho para subir a la habitación que compartía con Sofia y buscar los sobres que le había entregado el investigador, ni siquiera le dio una mirada a la habitación ahora vacía, donde horas atrás, estuvo con ella.

Tomo lo que buscaba y salió de la habitación cerrando la puerta quizás para siempre, mientras bajaba las escaleras había tomado una decisión y no habría vuelta atrás.

Dejo los dos sobres sobre la mesa de centro y se sentó de nuevo en el suelo, llenando de nuevo el vaso que había vaciado anteriormente y encendió un nuevo cigarrillo, Tom le acompaño esta vez con otro vaso y un cigarrillo.

Los chicos estarán aquí en un rato—le dijo, dando una calada a su cigarrillo, Bill asintió—imagino que lo que vas a decirnos está dentro de esos sobres—señalo la mesa.

Sí, todo está ahí.

No voy a negar que muero por saber que ahí dentro, sin embargo, tengo otra pregunta que hacerte.

Lo imagino.

¿Te vas a quedar aquí, tu solo?

No—respondió dejando escapar un suspiro—Me mudare de nuevo con Simone y Gordon, ¡dios eso sonó patético!

Puedes mudarte conmigo, si tengo esa enorme casa, fue solo por seguirte a ti.

Gracias, pero quiero estar lejos de aquí.

¿Qué piensas hacer con la propiedad, ¿vas a alquilarla? ¿venderla?

La casa no me pertenece, es de ella, planeo enviarle los documentos en la semana. Puede hacer con la propiedad lo que le plazca, mandarla volar hasta los cimientos, creo que eso le gusta—sonríe de lado.

¿No vas hacer nada por intentar recuperarla?

No.

¿De verdad? ¿te rendiste tan rápido?

No es que me haya rendido, Tom, es simplemente que no puedo volver a verla como hace unas horas, la imagen de una Sofia drenada de todas sus fuerzas, rota de dolor por mi culpa es lo peor que he visto, soy consciente que he sido un cabron antes con las mujeres, he golpeado putas y me he burlado del dolor de otras, pero con ella…

Duele lastimar a la persona que amas, no lo entiendo, porque a diferencia de ti yo nunca he sentido lo que tú por ella, pero imagino que debe ser …. Como un golpe en los huevos.

Peor que eso.

Así que volvemos al nido, por un cuarto round con mamá—le empujo.

¿Volvemos?

¿De verdad piensas que vas a volver tu solo? Cuantas veces tengo que recordarte que siempre y cada maldita vez que me necesites voy a estar contigo.

Eres un buen hermano, gracias por todo.

Te lo debo y si ya sé que me vas a decir que no es así, pero siempre te lo voy a deber.

Un rato después el sonido del timbre les dijo que los chicos habían llegado, Tom se puso de pie y fue a recibir a los demás.

¿Preguntar que hacemos aquí, es una idiotez? —se escuchó la voz de Gustav, quien venía encabezando el grupo—¿Qué tal tu viaje?

Productivo.

¿Por qué estamos aquí? ¿Dónde está Sofia? —pregunto Georg, reparando por primera vez en la habitación que se encontraba casi a oscuras, la mirada vacía del rubio que estaba sentado en el suelo, con una botella frente a él.

Se marchó.

¿Se marchó? —preguntaron los G’s, Andreas prefirió no decir nada, algo de eso se imaginaba.

Sí, chicos, Sofia se marchó, lo nuestro se terminó—respondió con voz ruda.

Es un bache, seguro lo arreglan—comento Georg, con tono de voz conciliador.

Tal vez este sea el fin de nosotros.

¿Después de todo lo que hicimos? —pregunta de nuevo el ojiverde con incredulidad.

Sí, Georg, despues de todo, por el momento no estamos juntos, no sabemos si vamos a volver, así que fin del comunicado. No hice que Tom los llamara para sentarnos hablar como si fuéramos un montón de niñas.

Asumo que está de malas—murmuro Gustav sentándose y llenando un vaso con whisky—pero ya que estamos aquí, ¿Qué es eso tan importante que tienes que decirnos?

Iré directo al grano, viajé dos días a Estados Unidos y despues volví, estuve en el departamento de Andreas —el nombrado se encogió en sillón al sentir todos los ojos puestos en él, era obvio que lo atacarían una vez que terminaran de hablar—Yo le dije que no le avisara a nadie, así que dejen de verlo así.

Solo aclárame una cosa—exigió Tom—¿Por qué te escondiste?

Porque necesitaba pensar como dar con Sarah, disculpen, pero hemos estado caminando en círculos y ya estoy harto de esto, así que contraté un investigador, mientras estuve escondido, como dices, pensé que como acabar con ella.

¿Supongo que ahora vas a contarnos?

Supones bien Gustav, en estos sobres—señalo los sobres en el centro de la mesa—está todo lo que necesitan saber, hay uno en especial que te concierne Hagen.

Tom, tomo uno de los sobres y el otro fue tomado por Georg, mientras, el mayor de los Kaulitz veía los documentos, Bill comenzó a hablarles de lo que había descubierto el investigador, mientras transcurría la conversación, los chicos no contuvieron ningún insulto para las tres personas cuyos nombres estaban en los documentos, Tom y Gustav, tuvieron que salir tras un furioso y nada racional Georg, cuando este leyó lo que Otto le estaba haciendo a las finanzas no solo de él, sino de sus padres, el ojiverde echaba humos y cuando Bill, le dijo que quería hacer, para asegurarse de tener en sus manos a Tabatha, y que les entregara a Sarah, no lo pensó dos veces al aceptar.

***

De vuelta al nido, fue bueno mientras duro—dijo Tom, entrando en la casa de sus padres.

Dio una mirado a su hermano quien había permanecido callado, durante todo el camino, sus ojos estaban ocultos tras unas gafas negras, su cabello estaba todo alborotado y siendo honestos lucia como mierda, despues de que los chicos se marcharon la noche anterior, se llevó con él a Bill, solo para asegurarse de que no hiciera una locura, ahora que se encontraba solo, su hermano se había desplomado en uno de los sillones de su sala, y cuando llego el amanecer lo había encontrado ahí, sentado con la mirada perdida.

¿Estas bien?

Lo estoy—respondió con voz mecánica, Tom frunció el ceño, la actitud que estaba mostrando Bill, era una que no había visto nunca

Buenos días joven Tom, joven Bill—les saludo Alfred, saliendo a su encuentro para llevar el equipa de ambos chicos a sus antiguas habitaciones.

Hola Alfred, es bueno volver a verte.

¿Simone está en su estudio? —pregunto el rubio.

Sí, joven Bill.

El rubio asintió y se dirigió al estudio de su madre, sin darle una mirada a su hermano, que le miraba preocupado. La actitud de su hermano comenzaba a preocuparle, decidió ir tras él, solo para asegurarse que su madre, no hiciera sentir a su hermano, más mierda de lo que se veía.

Vio a su hermano entrar sin llamar al estudio y por suerte la puerta quedo entre abierta, así que se asomó lo justo para ver a su hermano sentarse frente a su madre, quien parecía muy ocupada escribiendo, como para siquiera notar al menor de sus hijos.

Asumo que le contaste a Sofia que lo que dice la prensa sobre ustedes es cierto—comento, desviando la mirada de lo que estaba haciendo y fijo sus ojos castaños en su hijo, torció los labios en una mueca de preocupación.

Lo hice, así que ahora estamos separados.

¿Estás bien? —la preocupación en la voz de Simone resultaba extraña para Bill, pero teniendo en cuenta, que durante los últimos días que había estado desaparecido para todos, no lo había estado para ella, ya habría tenido tiempo de acostumbrarse.

Lo estaré.

Cuando termines con Sarah, podrás volver a retomar tu relación con Sofia.

Si es que aún queda alguna.

Confía en mí, es una buena chica y me costó bastante admitir, que en el fondo ella era la respuesta a mis oraciones, para ti. Así que, estoy segura de que tendrás una relación cuando todo esto llegue a su fin—sujeto la mano de su hijo y le dio un suave apretón.

Esto es extraño—murmuro.

Lo es, pero es tiempo de pasar página, ya he lamentado mucho todo el daño que les he causado a ti y Tom, es tiempo de repararlo.

¿Has hecho algo más, además de filtrar mi separación a la prensa?

Tom no pudo contenerse al escuchar eso ultimo e irrumpió en la habitación, Simone dirigió la mirada a su hijo mayor, mientras que Bill solo cerro los ojos, estaba seguro de que su hermano, estaba a punto de gritar.

¡¿Qué demonios hiciste?!

Hola cariño—saludo Simone, sin inmutarse por el exabrupto provocado por Tom.

¿Bill? —llamo a su hermano, ignorando el saludo de su madre.

Ya lo escuchaste, Simone, fue quien filtro la noticia.

¿Por qué?

Por qué yo se lo pedí. Si te lo hubiese pedido a ti, te habrías negado, necesitaba que fuera alguien cercano y ella se encargó. No podía hacerlo yo, porque tenía que fingir sorpresa, si hubiese salido de mi boca, lo habría filtrado la prensa. Sé que suena estúpido, pero tú me enseñaste, como manejar estas cosas, recuerdas tu noche de compromiso.

Yo me estaba deshaciendo de una arpía, tú en cambio lastimaste a Sofia, con eso.

Lo sé, pero también necesitaba alejarla, sacarla del radar de esas zorras.

Tom miro a su madre y despues a su hermano, se sentía herido con el segundo, comenzaba a preguntarse qué otras cosas, le estaría ocultando.

Solo fue eso, no hay más mentiras, el resto lo sabes.

Seguro, estaré en mi habitación, búscame cuando me necesites en tu siguiente movimiento—dijo y salió de la habitación dejando a su hermano y a su madre solos, estaba molesto, herido y confundido, Bill nunca había actuado a sus espaldas y ahora no sabía que pensar de eso.

Tengo el comunicado de prensa, si deseas hacerlo oficial—le entrego el documento que acababa de terminar de escribir, justo cuando entrara Bill.

Gracias—dijo tras leer el documento y regresárselo.

Hablaste con Sakí de la seguridad de Sofia.

Lo hice, retirara a Leo y Wali, pero mantendremos la seguridad tal como está, puede que por ahora no estemos juntos, pero sé que esas putas, aun así, van a buscar como atacarla, ahora que se vea vulnerable.

De acuerdo, las cosas se harán como lo hablamos.

Sí, Tom y los chicos ya están enterados.

Bien, ahora solo tengo que hablar con Gordon, sé que no estará contento con lo que planeas hacer, pero me encargare de convencerlo al igual que con tu padre.

¿Necesitas saber algo más? Estoy cansado y necesito dormir.

De hecho, lo hay, sé que ya lo pregunté y me diste una respuesta, pero quiero estar segura, ¿estás bien?

Voy a estar bien—Simone suspiro, pero acepto su respuesta y vio cómo su hijo menor salía de la habitación y la dejaba de nuevo sola, por unos segundos.

Exijo que me digas todo lo que Bill, me está ocultando—demando Tom, sentándose en la silla que ocupara anteriormente su hermano.

Lo imagine, pero tú me vas a decir, ¿Cómo ves a tu hermano? Y cierra la puerta.

por administrador

Publico con autorización del autor

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