Boda 76: Háblame

Fic de Zarlina. Traducido por MizukyChan

Capítulo 76: Háblame

—¿He hecho algo para molestarte?

Bill estaba sentado en la cama, mirando las imágenes de su teléfono, buscando una nueva que postear, y alzó la vista ante el sonido de la voz de Tom.

—¿No? —murmuró—. ¿Por qué?

—Estás actuando de forma extraña —respondió Tom, mientras aflojaba algunos de los botones de su camisa, poniéndose más cómodo ahora que estaban de vuelta en la suite. Habían salido a cenar, a un lugar pequeño pero costoso que el hotel les había recomendado y ahora, que estaban de vuelta, Tom claramente se estaba preparando para ponerse uno de sus atuendos de vacaciones—. Ni siquiera has mencionado la mala propina que dejé.

—Bueno —respondió Bill, volviendo a su teléfono—, ya vimos cómo salió eso la última vez —murmuró—. Pensé que decirte que eres un idiota no sería una buena elección.

—Aún así, pensé que expresarías tu opinión al respecto cuando volviéramos aquí.

Bill negó con la cabeza, tocando la pantalla mientras trataba de inventar una frase, para la foto de la cena que había tomado un par de horas antes.

—No vale la pena el riesgo —murmuró.

Por el rabillo del ojo, pudo ver a Tom fruncir el ceño, luego se sentó en la silla junto al escritorio, sus ojos nunca dejaron a Bill.

—Háblame —dijo—. Sé que te dije que no deberíamos hablar sobre cosas personales, pero ignora eso y cuéntame qué pasa.

Bill suspiró, luego publicó la foto y alejó su teléfono, antes de levantar la mirada para ver nuevamente a Tom.

—No has hecho nada —dijo con suavidad—. Yo sólo estoy… preocupándome por cosas estúpidas. No es tu culpa que mi cabeza sea un desastre a veces y no es tu culpa que no esté hablando con lógica.

Tom frunció el ceño otra vez, luciendo como si al menos estuviera tratando de entender, aunque probablemente no entendía.

—¿A qué te refieres? —Preguntó—. ¿Qué te está diciendo tu cabeza?

Bill suspiró otra vez, sacudiendo un poco su cabeza—. Me lo has dicho… bueno, todos me han dicho que soy diferente. ¿cierto?

Tom asintió.

—¿Y que me tratas de manera diferente a los demás?

Tom asintió de nuevo.

—¿Qué pasaría si…? —Bill comenzó, luego dudó, mordiéndose el labio por un momento—. Quiero decir, digamos que por alguna razón, de verdad te empiezo a gustar.

—¿A gustar, cómo? —Tom preguntó rápidamente—. No voy a…

—No importa cómo —lo interrumpió Bill—, sólo… ya sabes, tal vez de alguna manera no te sientas completamente indiferente a mí. Como con los demás, como si no importara. En absoluto.

—Creo que es seguro decir que ya hemos cruzado esa línea —respondió Tom lentamente—. Me preocupo por ti de una manera que no me han importado los demás, pero no significa nada.

—Lo sé —respondió Bill—, pero digamos que sí termino gustándote, de alguna manera… —tragó—. ¿Esto seguirá siendo así, verdad? ¿Será solamente este año?

—Por supuesto —Tom parecía confundido—. No planeo quedarme contigo por más de un año.

—Y no vas a querer… pedir que me vuelva a casar contigo, ¿verdad? No importa cuánto más que los demás te guste. ¿Esto seguirá siendo así, verdad?

—No… —Tom dijo lentamente—. Quiero decir, no, no te pediré que vuelvas a casarte conmigo. ¿Por qué lo haría?

—No lo sé —Bill suspiró—, es que… rayos, no quiero sentir que no puedo decir que no. No otra vez.

—Oh —Tom parpadeó, luego su rostro se suavizó un poco y le dio a Bill una sonrisa—. No trataré, de ninguna manera, de obligarte a que te cases conmigo de nuevo —dijo gentilmente—. Te dejaré ir cuando el año termine, lo prometo.

—¿Sin amenazas de hacerme perder todo o que Georg no pueda mantener su empleo?

—¿De verdad crees que te haría eso? ¿Obligarte a quedarte un año más?

Bill suspiró, luego negó con la cabeza. En realidad no lo creía, pero había una pequeña parte de él que no se callaba y necesitaba que Tom dijera las palabras, que hiciera que su mente dejara de inventar escenarios desastrosos que nunca sucederían.

—En realidad no —murmuró—. Yo sólo… —suspiró de nuevo, sin estar seguro de qué decir.

—Estás asustado —dijo Tom y se levantó de su silla, sólo para agacharse al lado de Bill y extendió su mano, frotando suavemente la rodilla de Bill—. No voy a tratar de obligarte a quedarte conmigo —dijo—. Tienes mi palabra. Cuando este año termine, habremos terminado el uno con el otro. No más juegos, no más sonrisas falsas, no más contratos. Se habrá terminado y tú y yo probablemente nunca volveremos a vernos.

Bill sintió un extraño nudo en el estómago, pero decidió ignorarlo y convocó una débil sonrisa.

—Lo siento —murmuró—, no quiero que pienses que no confío en ti, pero…

—Bueno, no puedes confiar en mí, ¿verdad? —respondió Tom, sus ojos se endurecieron un poco—. Quiero decir, este matrimonio no se trata de confianza y todavía queda mucho tiempo para que cometas errores. No podemos saber con certeza qué sucederá a fin de año.

Se encontró con los ojos de Bill.

—Pero puedo darte mi palabra de que no importa lo que pase, permanecer casados o volver a casarnos no es algo de lo que tengas que preocuparte.

Bill dejó escapar un largo suspiro, asintiendo. Eso era todo lo que necesitaba saber. Mientras no hubiera riesgo de quedarse atrapado con Tom por más que este año, sin importar los sentimientos que Tom terminara teniendo por él, podría hacerlo. Podía pasar su tiempo con el hombre sin preocuparse y estaba convencido de que, una vez más, podría relajarse en su compañía.

Sí lo disfrutaba, después de todo, pasar tiempo con él. El hombre podía ser terriblemente frío cuando lo deseaba y algunas veces, era la persona más arrogante que Bill había conocido, pero también era amable y dulce cuando quería, y esa parte le gustaba a Bill. La parte cálida, a Bill le gustaba mucho, y no le importaba en absoluto estar con él cuando era así.

En esos momentos, incluso le gustaba, y mentiría si decía que no había empezado casi a disfrutar la forma en que Tom lo tocaba, o el sabor de sus labios cuando lo besaba.

—¿Estás bien, entonces? —Preguntó Tom, su voz cálida otra vez—. ¿Hay algo más que te moleste?

—No —respondió Bill, dándole una sonrisa a cambio, una verdadera, esta vez—. Estoy bien —dijo—, sólo estaba siendo estúpido. Lo siento.

—No lo estés —dijo Tom, extendiendo la mano para acariciar la mejilla de Bill—. Sé que esto es confuso para ti. Pero si algo te molesta… dime. Si es algo que puedo arreglar, lo haré.

Bill ladeó la cabeza, confundido por las palabras, pero luego asintió, sonriendo de nuevo.

—Okey —murmuró—. Lo haré.

—Bien —respondió Tom con una sonrisa propia—. Entonces, ¿quieres ir a nadar antes de ir a la cama? ¿Ya probaste la piscina?

—No lo he hecho —Bill sonrió—, pero sí, creo que me gustaría.

—Está bien —Tom sonrió, inclinándose para darle un beso rápido, antes de levantarse nuevamente—. Entonces cambiate. Nadar en jeans no es para nada cómodo.

Bill rodó un poco los ojos, levantándose también y mientras buscaba un traje de baño entre su ropa, miró por encima del hombro y le sonrió a Tom sacándose la camisa.

—Hey, Tom —dijo, haciendo que Tom girara para mirarlo con leve sorpresa—. Gracias.

Tom soltó una risita, asintiendo como respuesta.

—De nada, Bill—, dijo en voz baja—. De nada.

& Continuará &

Aaaawwww, ya no sé qué pensar. Primero creo que Bill está enamorado, pero no sabe cómo es el amor, pero luego hace esos comentarios y waaaaa, sufro. De verdad creo que este par terminará completamente enamorado y por estas promesas van a sufrir un montón a fin del año u.u Aaawww, bueno, los dejo a todos invitados a enviar su amor a Zarlina en los comentarios. Recuerden que ella pasa a leerlos.