Boda 79: Te casaste conmigo para que sea perfecto

Fic de Zarlina. Traducido por MizukyChan

Capítulo 79: Te casaste conmigo para que sea perfecto

Después de unas horas de sueño, Bill logró convencer a Tom para que volviera a la ciudad a almorzar. Pasaron caminando por delante de un pequeño restaurante la última vez que estuvieron allí que quería visitar y, aunque no era un lugar que Tom normalmente elegiría, había aceptado intentarlo. No era tan elegante como a él le gustaba, pero el servicio estaba bien, aunque no era digno de más que una propina decente, que Tom dejó sólo porque Bill se lo pidió y, en general, Tom pensó que estaba bien. No era un lugar que elegiría si se lo pidieran, pero tampoco odiaría la idea si Bill quisiera regresar allí.

Al joven obviamente le había gustado mucho. Tenían bastantes opciones vegetarianas para elegir y le había tomado bastante tiempo decidirse por una, porque le habían gustado la mayoría de ellas y cuando finalmente les habían servido la comida, logró terminar todo el plato. Eso, en todo caso, era raro cuando se trataba de Bill. Él no comía mucho, a pesar de que siempre intentaba –aunque fallaba– comerse todo, para no tener que tirar nada, y verlo prácticamente vaciar su plato, claramente significaba que le había gustado mucho.

De algún modo, a Tom le había hecho feliz verlo y había hecho una nota mental para pedirle a Andreas o a Gustav que llamaran al restaurante y obtuvieran la receta, para que Emeril pudiera preparar el plato cuando Bill lo quisiera.

Después, habían vuelto a caminar por la ciudad y en un momento, Bill había visto una tienda de cosméticos. No había dicho nada al respecto, pero Tom había notado la forma en que había estado mirando y sugirió que entraran. Para su sorpresa, Bill sólo objetó una vez, luego de que Tom insistiera, Bill sonrió y asintió, y veinte minutos después, siguieron avanzando lentamente, deteniéndose y comparando cosas que Tom no tenía ni idea cómo usar, sin importar lo mucho que lo intentara.

—Lo siento, te estoy aburriendo —murmuró Bill de repente, levantando la vista de los dos lápices negros o lo que sea que había estado mirando—. Deberíamos ir a otro lugar.

—¿Ya has encontrado algo que quieres? —Preguntó Tom, sin responder lo que Bill acababa de decir. Era cierto que estaba un poco aburrido, pero sí disfrutaba la forma en que Bill miraba las cosas. Como si aún no pudiera creer que estaba en una tienda con marcas que ni siquiera habría soñado poder comprar y, de alguna manera, esa expresión en sus ojos era algo que a Tom todavía le resultaba divertido—. Sería una pérdida de tiempo haber caminado por aquí durante media hora y luego no comprar nada.

Bill se mordió el labio inferior un momento, mirando los artículos en el estante otra vez y, con una risita baja, Tom se acercó a él, envolviendo su brazo alrededor de la cintura de Bill mientras seguía su mirada.

—¿Cuál es la diferencia entre ellos? —Preguntó—. ¿Por qué es tan difícil elegir uno?

—Bueno —Bill sostuvo uno—, ambos son delineadores, por lo que se usan para lo mismo —explicó—, pero este es… más fácil de usar. Es como… mucho más fácil de aplicar.

—Está bien —asintió Tom, tratando de entender.

—Pero este —Bill tomó el otro—, se ve condenadamente bien si tienes tiempo de aplicarlo correctamente. Te puede llevar siglos, si tienes mala suerte, porque algunos días es una verdadera putada aplicarlo, pero si logras hacerlo, se ve increíble.

Tom asintió de nuevo, sin ver la diferencia entre ellos, sino simplemente asumiendo que Bill sabía de lo que estaba hablando.

—Entonces… ¿puedes elegir entre que sea fácil de aplicar o que se vea más atractivo?

—Sí —Bill se encogió de hombros—, entonces debería ir por el segundo.

—¿Porque te gusta más ese?

Bill le dio una mirada y Tom no pudo leer completamente la expresión en sus ojos.

—Porque por eso te casaste conmigo —respondió finalmente—, incluso si lleva más tiempo, el segundo se ve increíble. Requiere mucho más trabajo, pero no te casaste conmigo para ser rápido —se encogió un poco de hombros—. Te casaste conmigo para que sea perfecto.

Tom frunció un poco el ceño. Por un momento, casi se había olvidado de eso. De algún modo, los últimos días no le había importado tanto que Bill fuera perfecto, porque a su manera ya lo era.

—Bueno —comenzó Tom lentamente, tratando de elegir las palabras correctas—, cuando se trata de tu apariencia, ya eres perfecto —dijo, conteniendo una sonrisa ante la forma en que los labios de Bill se contrajeron—. Quiero decir, no te sacaría si te vieras algo menos que hermoso.

Las palabras sabían mal en su lengua, pero lo ignoró.

—¿De qué tipo usas ahora?

—Uno simple —Bill frunció el ceño—, pero podría hacerlo mejor.

Tom asintió lentamente. No tenía idea de la diferencia que supondría usar otro lápiz, pero si Bill decía que podía mejorar, entonces Tom supuso que podría. Sí parecía saber lo que estaba haciendo cuando se trataba del maquillaje, después de todo, así que lo que sea que dijera, Tom le creería.

—¿Entonces, tal vez, podrías comprar el simple para los días normales y el otro para las ocasiones especiales?

Bill lo miró, parpadeando por la sorpresa.

—Te acabo de decir que este —sostuvo el segundo— podría mejorar mi apariencia, ¿y aun así quieres que use el normal? —ladeó un poco la cabeza—. ¿No preferirías que me vea… no lo sé, lo más bonito que pueda?

Tom se encogió un poco de hombros—. No es necesario cuando estamos sólo nosotros dos, o cuando estamos fuera así —dio un paso para poder mirar a Bill a los ojos, aunque al instante extrañó la sensación de abrazarlo—. Ya te ves hermoso, Bill —dijo, dándole a su esposo una sonrisa amable—, pero si quieres tener algo diferente para ocasiones especiales, lleva los dos.

Bill lo miró un momento, luego sus labios formaron una sonrisa suave y asintió en respuesta.

—Está bien —dijo—, entonces compraré los dos.

—¿Así de simple? —Tom soltó una risita, dándole una sonrisa coqueta—. ¿Sin discutir sobre qué desperdicio es? ¿Ni siquiera vas a pretender que no quieres gastar mi dinero?

Bill le devolvió la sonrisa, negando con la cabeza—. Creo que puedes permitirte consentirme un poco —bromeó—. Soy tu marido, después de todo.

Tom rió, luego vio a Bill poner los dos objetos en la canasta pequeña que llevaba, antes de girar a mirar a través de los estantes.

—¿No has terminado todavía? —Tuvo que contener un gemido.

Bill rió suavemente, negando con la cabeza otra vez—. Pronto —dijo—, sólo necesito una cosa más.

—¿Y qué sería eso?

—Un cepillo.

—¿Un cepillo?

—Mhm —Bill sonrió de lado, mirando a Tom con esa expresión coqueta aún en sus ojos—. Para mis cejas.

—Necesitas un cepillo —comenzó Tom lentamente—, ¿para tus cejas?

Bill rió de nuevo, asintiendo—. Sí —respondió—. Quiero decir que podría prescindir de él, un lápiz es lo suficientemente bueno, pero quieres que sea perfecto, ¿verdad? —Bromeó.

Tom rodó los ojos, pero luego asintió en señal de derrota—. Bien —suspiró—. Pero vas a tener que compensarme más tarde —murmuró, tan bajito que casi esperaba que Bill no lo hubiera escuchado, ya que rápidamente se dio cuenta de lo mal que aquello sonó.

Sin embargo, Bill lo escuchó, porque se dio la vuelta, pero en lugar de esa expresión de preocupación que Tom temía ver en sus ojos, todavía estaba la expresión coqueta, y tenía una pequeña sonrisa en los labios cuando se acercó a Tom.

—¿Sabes qué? —Murmuró en voz baja, aún con una sonrisa coqueta mientras ladeaba la cabeza para permitir que sus labios se encontraran, dándole a Tom un suave beso, mordiéndole tentadoramente el labio inferior, haciendo que Tom se estremeciera un poco donde estaban parados, en medio de la tienda, con la cajera mirándolos curiosamente—. Creo que lo haré.

& Continuará &

OMFG es que no puedo creerlo, ¿quién es este Bill coqueto y qué ha hecho con mi Bill tímido? ¡Aaahh! Estoy que me arranco el cabello con este final. Me voy a traducir el siguiente capi al tiro.

Gracias a todos por venir y los invito a estar atentos a la actualización, porque esto se pone bueno. Ah, y no olviden dejar su amor a Zarlina en los comentarios, porque ella los lee y responde.