Spring Nicht

Fic TWC/TOLL de lyra

«Spring Nicht»

—¡Bill! ¡No lo hagas, por favor!

El grito resonó en la oscura noche. Un grito cargado de angustia, de miedo. Eso era lo que ahora mismo sentía Tom Kaulitz al ver a su hermano allí arriba subido, con la mirada fija en lo que había bajos sus pies. No sabía si no le escuchaba o no quería hacerlo.

—No tienes porqué hacerlo, no tienes que probarme nada.

Pero seguía sin obtener ninguna respuesta de aquellos labios que hace unos momentos le besaban tiernamente. ¿Qué dijo para llegar a esa situación? No recordaba de que hablaban, solo se concentraba en responder a ese beso de igual manera, poniendo su corazón en el.

Puso un pie en las escaleras, quería estar a su lado, intentar detener lo que sabía que iba a hacer, tratar de impedir que saltase y terminase con todo eso de una vez.

—No te acerques, es mejor si lo hago solo—susurró Bill entre sollozos con los ojos cerrados.

—Por favor, no te hagas esto a ti mismo. Es una tontería, es mejor olvidar el pasado.

Abrió los ojos y miró a su hermano que ya casi estaba a su lado. Una lágrima resbaló por su mejilla, cayendo más abajo, perdiéndose en la fría noche.

—Para mí no es una tontería, es muy importante. Quiero dejar de tener miedo, y esta es la única manera de conseguirlo. Tengo que afrontar mis miedos por una vez en mi vida.

Se quedaron mirándose en silencio. Tom no se atrevía a pronunciar ninguna palabra, a decir algo que le hiciera más daño, que le obligase a saltar a ese abismo que se extendía a sus pies.

Bill comenzó a temblar. No era por el frío, eran los nervios. Sabía que si no lo hacía pronto el poco valor que había reunido se le iría, o su hermano diría las palabras correctas que le hicieran cambiar de opinión.

Miró hacia delante y respiró profundamente. Cerró los ojos y levantó un pie del suelo…

—¡NO!

El grito de Tom de nuevo resonó en la noche, llegando a escucharse multiplicado por cien a través del eco que levantó. Corrió a su lado y llegó a tiempo de cogerle del brazo. Le giró y le miró con dolor en la cara.

—No lo hagas, por favor—suplicó—Perdona lo que te dije. No eres ningún cobarde, eres la persona más valiente que jamás he conocido.

—No, es mentira. Nunca tendré el valor que me hace falta si no hago esto.

—Claro que tienes valor, lo tuviste para decirme lo que sentías por mí. Me dijiste que me amabas sin saber si yo te correspondía. Allí no fuiste para nada cobarde. El único cobarde fui yo, por no habértelo dicho antes, por dejarte sufrir tanto tiempo que podíamos haber pasado junto.

Hizo una pausa y le tomó la cara entre las manos. Besó esos labios húmedos por las lágrimas que no cesaban de caer hacia ellos.

—Tenemos que recuperar el tiempo perdido. Tenemos toda una vida delante de nosotros. Olvida estos recuerdos, céntrate en la idea de vivir a mi lado, de no separarnos nunca más.

—Por favor—suplicó Bill en un susurro—Déjame ser valiente, solo una vez.

Tom le miró y asintió con la cabeza con gran pesar. Si eso es lo que quería, si necesitaba demostrarse a sí mismo que podía ser valiente, él se lo permitiría.

—Lo haremos juntos—dijo cogiéndole la mano con fuerza.

—No hace falta que lo hagas por mí, puedo hacerlo solo.

—Es necesario que lo haga por ti. Porque te quiero mucho. Porque quiero compartir contigo tus sonrisas, tus lágrimas, tus miedos.

—Pero….

Le puso un dedo en los labios y no le dejó terminar la frase.

—Si nada de lo que te digo te va a detener, entonces saltaremos juntos, saltaré yo por ti.

Bill asintió y le permitió limpiar su cara de lágrimas.

Miraron hacia el frente. Cerraron los ojos y dándose un apretón fuerte en las manos levantaron los pies y saltaron en la oscuridad de la noche. Notaron el viento silbar en sus oídos, envolver sus cuerpos haciendo que cayeran con más rapidez. Querían que todo acabase de una vez, llegar cuanto antes a ese destino cruel….

Y lo consiguieron. Sus cuerpos se sumergieron en el agua templada que había bajo ellos. Fueron hacia el fondo y tras tocarle se impulsaron con los pies hacia arriba sin soltarse de las manos. Salieron a la superficie tosiendo y jadeando. Se miraron a los ojos y riendo se abrazaron fuertemente.

—¡Lo has conseguido!—dijo Tom lleno de alegría.

—Por fin superé mis miedos, fui valiente.

—Perdóname por lo que te dije. Jamás te debí llamar cobarde. Si tienes miedo a las alturas no debí empujarte a hacerlo.

—Hiciste lo correcto. Tenía que enfrentarme a este miedo, superar mi maldito vértigo de una vez.

—¿Quieres que te haga sentir vértigo de verdad?—preguntó Tom sonriendo mientras le estrechaba más fuertemente en sus brazos.

—¿Aquí? Nos puede ver alguien—contestó Bill con una amplia sonrisa en los labios.

—No creo que nadie baje a darse un chapuzón en la piscina a estas horas. Son las 2 de la madrugada.

—Nosotros lo estamos haciendo.

—Pero eso es porque estamos locos, locos de amor.

Tras decir esto se apoderó de los labios de su hermano, tirando de él hacia abajo. Se besaron protegidos por el agua que les rodeaba, se abrazaron fuertemente, nadaron en contra de la corriente para no salir a la superficie.

Así sería siempre toda su vida. Ir en contra de lo que estaba dictado. Amarse a escondidas para que nadie en la superficie viera que dos hermanos se querían más de lo que debían…que se querían hasta la muerte…

F I N

Escritora del fandom

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