«As the lights go down» Temporada I
Capítulo 31
Birmingham, Inglaterra
“You are the dancing queen
Young and sweet
Only seventeen
Dancing queen…”
– ¡Oh, por Dios! Denle los puntos para que se calle – se burló Tom entre risas de Georg, quien cantaba a todo pulmón y apasionadamente en el centro del escenario
El público rompió a reír, al igual que la presentadora del programa y los chicos de Easy, una banda danesa la cual había compartido sello discográfico con Tokio Hotel en Londres, fueron muy buenos amigos en ese entonces, por lo cual esa noche de reencuentro había sido muy amena para ellos.
“You can dance
You can jive
Having the time of your life, oh…”
– ¡Cincuenta puntos para los chicos japoneses! – gritó la mujer haciendo que la música se detuviera – ¡Muy bien, Georg, excelentes habilidades vocales!
– ¡Gracias, gracias! – rio el bajista haciendo una reverencia al público – Aun no sé por qué no me han dejado como cantante de la banda
El público estalló en carcajadas nuevamente. Georg volvió a la mesa donde estaba sus compañeros, en uno de los extremos del set y esperaron ansiosamente la siguiente canción.
– Bien, entonces tenemos a los chicos de Tokio con cuatrocientos puntos y a Easy con trescientos cincuenta, la próxima canción tiene un valor de 100 puntos, así que definirá al ganador de esta noche – anunció la presentadora
Los siete chicos se acomodaron mejor en sus asientos y colocaron sus manos sobre el pulsador, el público se quedó en silencio también esperando la siguiente canción.
“I’ve made it through the wilderness
Somehow I made it through
Didn’t know how lost I was until I found you”
La reconocida canción sonó y todos hicieron amago a presionar el pulsador, pero ninguno se atrevió a terminar la acción.
– ¡Mierda! Me gusta esta canción, pero no me sé completamente la letra – lloriqueó Jason, el cantante de Easy
Por otro lado, Tom giraba en la silla en la que estaba sentado, con una sonrisa ladina mientras jugueteaba con sus piercings. En su mente, recordaba la ocasión en la que Bill le hizo un sexy striptease al ritmo de esa canción.
El guitarrista presionó con ganas el pulsador y se levantó de su silla dejando a todos sorprendidos. Caminó hasta el centro del escenario y tomó el micrófono para empezar a cantar.
“Like a virgin,
Touched for the very first time
Like a virgin
When your heart beats next to mine…”
El público femenino gritó escandalosamente al escucharle cantar y verle intentar moverse sensualmente contra la base del micrófono como si fuera un tubo de table dance. En ese momento, uno de los chicos de la otra banda, se levantó y caminó hasta Tom, el guitarrista le bailó mientras dejaba que le pusiera un billete en la pretina de su pantalón, luego lo separó de un codazo, haciendo que todos los presentes se carcajearan.
– ¡Mucha ropa! – gritó Gustav
– ¡Hazme un hijo! – agregó Georg
– ¡Próximamente, desde Berlín “Tokio Night Club”! – rio Jason
– ¡Basta, basta! – rio la presentadora – Este programa también lo ven niños – la música se detuvo y con ella los movimientos de Tom
– Creo que ya sé a qué dedicarme si dejo la música – bromeó el guitarrista dejando el micrófono en su lugar
– No sé cómo carajos te sabes esa canción, pero ha sido genial – rio Gustav
– Es fácil hacerlo cuando tienes un hermano al que le encanta bailarte… – se detuvo de golpe al darse cuenta lo que estaba diciendo – Cantar… cantar canciones de Madonna
– Pues eso ha servido esta noche, tenemos a nuestra banda ganadora – anunció la mujer
Tom y los G’s celebraron, la otra banda se puso de pie y felicitaron a los chicos mientras el público gritaba y aplaudía. Después de recibir un reconocimiento y anunciar que el dinero sería destinado a una fundación contra el maltrato animal, se despidieron y dieron por finalizado el programa, no sin antes prometer que volverían pronto.
&
Berlín, Alemania
Al ser las 11:50pm, Bill se encontraba sentado en la cama de su hermano con la portátil, leyendo los comentarios que hacían los fanáticos sobre el programa en el que había estado la banda hace un par de horas. Todos se habían divertido viendo los chicos, sobre todo con “le grand finale” que hizo su hermano. Él también se había divertido mirándolo y no pudo evitar emocionarse con la cara que había puesto el mayor al escuchar la canción. En ese momento pudo adivinar lo que pasaba por la mente de su gemelo, aquella noche londinense llena de pasión desenfrenada en la que su hermano estaba atado a la cama mientras él se desnudaba al ritmo de Madonna.
Dio un bote en la cama cuando el típico sonido de videollamada entrante le hizo salir de sus pensamientos, vio que era Tom quien llamaba y su corazón comenzó a latir incontroladamente. Se pasó sus manos por el cabello y alisó un poco la camiseta que llevaba como pijama.
– ¡Hola, hola, gatito! – saludó un alegre Tom que aún no aparecía en la pantalla
– ¡Tomi! – chilló Bill cuando al fin pudo verlo – Tomi… – repitió con tono sensual cuando miró con más atención
Su hermano estaba en una tina de baño con el agua cubriéndole apenas un poco más arriba del ombligo, llevaba el cabello suelto y mojado, una completa delicia para el pelinegro.
– ¿Cómo estás en la tina con…? – preguntó el moreno intentando hallar una manera en la que Tom estuviera metido allí con su portátil
– ¡Oh! Hay un amplio borde allí – señaló detrás de la pantalla – Creo que este lugar ha sido diseñado para esto – sonrió alzando las cejas insinuantemente
– ¡Eres un exhibicionista! ¿Lo sabías? – rio el pelinegro
– ¿No te gusta lo que ves? – preguntó el mayor, pudo saber la respuesta inmediatamente ya que su gemelo no dejaba de relamerse los labios – A mí sí me gusta lo que veo
– Y aún no has visto nada – sonrió el menor
Se puso de pie y movió la portátil para que su hermano pudiera verle modelar la escasa pijama que llevaba puesta.
– ¡Mierda, Bill! – exclamó Tom acercándose a la pantalla para ver mejor – Te ves…
El pelinegro andaba una de sus viejas y anchas camisetas, era de color verde manzana con unos estampados al frente, apenas le tapaba una cuarta de los muslos. El menor comenzó a moverse sensualmente y dio un giro contoneando las caderas ganándose un silbido por parte del mayor.
– ¿Andas algo debajo de ella? – preguntó el guitarrita de forma coqueta
Bill soltó una risilla traviesa y levantó un poco la prenda, dejándole ver al otro que eso era lo único que andaba.
– ¡Vaya, vaya! – dijo Tom con voz ronca – Lo que te haría si estuviera allí
El pelinegro volvió a reír y dejó la prenda en su lugar, se sentó en la cama nuevamente y ajustó la pantalla para que Tom tuviera una buena vista suya.
– Y… – carraspeó el mayor intentando que su voz no sonara excitada – ¿Qué te pareció mi sensual baile, te gustó?
– ¡Oh, Tomi! – rio Bill por lo orgulloso que era su hermano – Ha sido lo más sexy que he visto en mi vida
– Bueno, es que tengo el mejor maestro – sonrió guiñándole un ojo
El menor sintió como sus mejillas se tenían de color rojo intenso y desvió la mirada de la pantalla mientras una sonrisa tímida adornaba su rostro.
– Te ves jodidamente adorable cuando te sonrojas – dijo el mayor enamorado
– ¡Ya basta, Tom! – sonrió el moreno tontamente
– ¡Oh, ahora eres tímido! – se burló Tom – ¿Dónde está el Bill que no para de gemir y gritar cada vez que yo…?
– ¡Tom! – chilló el pelinegro avergonzado
– ¡Ok, ok! No diré ninguna obscenidad – rio el mayor débilmente
– Gracias – susurró Bill – Volviendo al tema… muy graciosito ese chico poniéndote billetes como si fueras una puta
– ¡Ja, ja, ja! Sabía que te ibas a poner celoso – rio Tom escandalosamente – ¿Qué esperabas, amor? Soy irresistible
– ¡Ajá, claro! – dijo el moreno rodando los ojos
– ¡Vamos, mi amor! Es solo un viejo amigo, no te enojes – sonrió – Tú sabes que mis sensuales movimientos son solo para ti y ya sabes a cuáles me refiero – dijo mordisqueando sus piercings
Bill levantó una ceja y se mordió el labio inferior, esas palabras fueron a parar directamente a su entrepierna la cual estaba un poco endurecida. Con solo saber que Tom estaba desnudo y la manera tan intensa en la que lo miraba le hacía sentirse excitado.
– Tom… – susurró desviando la mirada
– ¡Mírame! – le mandó el mayor – ¡Y quítatela!
El moreno tragó grueso y luego levantó la mirada, sonrojándose al ver como la mano de su hermano se movía de arriba abajo debajo del agua.
– ¡Qué guarro! – se burló el menor
– ¡Vamos, Bill! ¡Quítate la camiseta! – le pidió con voz cargada de lujuria – ¡Déjame verte!
– ¡Calma, Tomi! – sonrió el moreno arrodillándose sobre la cama – Ni siquiera he hecho nada y ya te estás tocando
– Sabes… que podría venirme con solo mirarte – jadeó aumentando la velocidad de su mano – ¡Me encantas!
– ¡Eres un pervertido! – rio el pelinegro – jugueteando con el dobladillo de la camiseta
– ¿Yo? Apuesto que te estás poniendo duro con solo saber que me estoy tocando por ti – se burló el mayor con dificultad
– Pues… –
– ¡Tócate! – le mandó Tom
El pelinegro le miró indeciso, no sabía muy bien por dónde empezar ya que nunca había participado en cibersexo. Era muy diferente tocarse frente a una pantalla que estando frente a frente con una persona, pero su hermano parecía no tener problemas con eso.
– Yo… nunca he hecho esto – dijo un poco avergonzado
– ¡Anda, gatito! Tócate cómo te gusta que yo lo haga – dijo el mayor dulcemente – Solo imagina que soy yo quién te está tocando
El pelinegro sintió un tirón en su entrepierna y obedeció a su hermano. Soltó un largo suspiro y comenzó a acariciar su cuerpo imitando en la manera que Tom lo hacía cada vez que hacían el amor. Comenzó tocando su pecho, bajando por su abdomen hasta llegar a su creciente erección. Cerró los ojos al escuchar como su gemelo decía unas cuantas palabras subidas de tono sobre lo que estaba viendo.
– ¡Dios, Bill! ¡Quítate la maldita camiseta, quiero verte, joder! – gimió entre dientes
El moreno sonrió y comenzó a levantar la camiseta lentamente, dejando descubierto su delgado y pálido cuerpo, para deleite de su hermano.
– ¡Santa mierda! – exclamó Tom con un hilo de voz – Eres tan perfecto…
– ¿Te gusta, Tomi? – preguntó el menor acariciando su pecho, haciendo énfasis en sus pezones
– No tienes idea – susurró
El pelinegro se acostó a lo ancho de la cama y alejó la portátil para que su hermano tuviera una vista completa de su perfil. Tom abrió la boca para hacer un comentario obsceno, pero sus palabras murieron en sus labios cuando vio como el pelinegro jugueteaba con uno de sus pezones y comenzaba a masturbarse. La timidez inicial había quedado en el olvido haciendo que el guitarrista dudara sobre la inexperiencia del menor en el cibersexo.
– Me vas a matar, Bill – jadeó el mayor acariciando su miembro con más rapidez y rudeza
– Tom – gimió el menor con los ojos cerrados
– ¡Sigue así, gatito! – le animó Tom – ¿Se siente bien, no?
El pelinegro asintió frenéticamente mientras aumentaba la velocidad de su mano y con la otra, pasaba sus uñas suavemente por todo su torso.
– ¡Oh, Tomi! Si estuvieras aquí – jadeó
– ¿Qué? – preguntó el mayor – ¿Qué te gustaría que te hiciera? –
Bill no contestó, Tom solo pudo ver como su mano libre viajaba hasta su boca y en ella metía dos dedos para lamerlos de la manera más erótica que jamás había visto. El mayor se relamió los labios y mordió el inferior haciendo un esfuerzo sobre humano para evitar correrse en ese instante.
– ¡Oh, mierda, Bill! – casi gritó cuando vio como el moreno se volteaba un poco dejándole ver su trasero, pero como si eso no fuera suficiente, llevó sus húmedos dedos allí
– ¡Oh, Tomi! – gimoteó el menor cuando presionó uno de ellos contra su entrada – Tomi, Tomi… – jadeó desesperando al aludido
– ¡Maldita, jodida, mierda! – maldijo el mayor acercándose lo que más podía a la portátil, nunca antes había deseado tanto poder teletransportarse
– Uhm… sí – susurró el pelinegro mientras movía sus dedos dentro de él y se masturbaba lo más rápido que podía – Se siente tan… bien
– Cuando te tenga… Bill – jadeó Tom – Cuando te tenga… ya verás
– ¿Tomi? – gimió el moreno
– Dime, dime lo que quieras, gatito – susurró
– Está caliente… y apretado – susurró el menor mientras su cuerpo se sacudía de placer – ¿Te gustaría… estar dentro?
– ¡Claro que sí, joder! – gruñó el mayor
– A mí… ¡Dios! – gritó Bill cuando sus dedos alcanzaron su punto – A mí también… me gustaría tenerte
– Pronto, gatito, muy pronto – susurró Tom sintiendo que no aguantaría más
El pelinegro gimió fuertemente cuando el orgasmo le golpeó intensamente, su espalda se arqueó y los dedos de sus pies se curvaron mientras su mano se manchaba de su propia semilla.
– ¡Dios! – gimió el mayor colapsando él también dentro del agua
– Tom – jadeó el menor sintiendo su cuerpo estremecerse por el placer que aún le recorría
El mayor no pudo decir nada, estaba recostado en la bañera con los ojos cerrados intentando calmar su agitada respiración y hacer que su cerebro volviera a la normalidad, en ese momento no podía pensar en algo que no fuera su orgásmico gemelo colapsando sobre su cama.
– ¿Tomi? – le llamó el menor de nuevo acomodándose sobre sus codos al ver que no reaccionaba
– Aquí estoy – susurró Tom aun con los ojos cerrados – Sigo vivo
– Ya me estaba preocupando – sonrió Bill – Eso fue… interesante
– Exquisito, diría yo – dijo el mayor con una sonrisa de satisfacción – Eres tan erótico, Bill… sin siquiera esforzarte
– ¿Te gustó? – preguntó el pelinegro curioso
– No podré sacarme esas imágenes de mi mente nunca más – sonrió abriendo los ojos
Bill sonrió coquetamente sintiéndose orgulloso de saber que su hermano no podía formular más de dos frases en ese momento por su culpa, al igual de que tuviera las mejillas encendidas y una sonrisa de gusto plasmada en su rostro.
Luego de que sus cuerpos dejaron de temblar e intercambiar unos cuantos halagos, Tom salió de la bañera y se preparó para irse a la cama mientras Bill limpiaba el desastre que había hecho en las sábanas y se colocaba de nuevo la camiseta. Una vez, ambos en sus respectivas camas, bien acurrucados con las sábanas, siguieron conversando por un rato sobre cómo les había ido ese día. El pelinegro le contaba animadamente al mayor, que estaban a unos tres días de finalizar la grabación del álbum y también que David le había propuesto que “Für Immer Jetzt” fuera parte de él, pero que tendrían que grabar una versión en inglés.
Al cabo de unos cuarenta minutos, ambos bostezaron al mismo tiempo y después de reírse por eso, decidieron que lo mejor sería irse a dormir ya que los dos tenían cosas que hacer el día siguiente desde la mañana. Con besos, sonrisas y cursilerías, se despidieron y finalizaron la videollamada, cada uno se fue a dormir con una enorme sonrisa en el rostro, esperando y deseando que la noche siguiente llegara pronto, para poder verse de nuevo y tal vez repetir lo de esa ocasión.
Continúa…
Jajaja, era obvio que conseguirían una manera para desahogarse aunque estén a kilómetros de distancia.
Gracias por leer y comentar!
Besos!
eso de hacer sexo web fue de gênio
en serio quedo como algo real
porque muchas parejas que lo hacen
pero lo mas gracioso jajaja xD
fue imaginar a tom bailando esta musica
de madonna jajajaja xD
Y claro la cantando de una forma sexy jijiji xD
ame este cap…aun estoy un poco perdida
com los cambios en la pagina pero
aqui estoy 😉
Yo también me reí mucho mientras escribía la escena de Tom cantando así, aunque sería muy gracioso verlo en la vida real, no crees?
Gracias por leer y comentar!
Besos!
Bill haciendo un baile sexy al ritmo de Madonna si que sería una visión interesante 😏
Sobretodo like a virgin, lol
Que sexy capítulo 🙈
Esas videollamadas sin duda van a ayudarles mientras están lejos.
El programa al que fue la banda me pareció una idea muy original XD Ojalá pudiéramos ver algo parecido en la vida real 😂