39: ALGO ESCONDEN
Gordon, estudia cuidadosamente el comportamiento de Bill, después de que la chica, que le presentara como su novia, se marchara en compañía de Andreas, los amigos de sus hijos también habían declinado la oferta de quedarse a cenar con ellos, ahora estaba en la mesa en compañía de sus hijos y Dunja, quienes estaban enfrascados en una conversación que variaba, desde lo hermosa que era Sofia y la exposición de Bill, mientras esperan a que se les una Simone, quien aún no regresaba a casa, pues se encontraba en una de sus tantas reuniones de caridad, lo que ciertamente lo molesta, ya que hacia solo unas horas, Bill había sido dado de alta, después de su ataque y posterior cirugía y en verdad esperaba, que se evento, fuera la llamada de atención que su mujer necesitaba, para recapacitar, sobre su forma tan fría de tratar a Bill, pero lamentablemente, las cosas no habían sucedido de esa manera, Simone continuaba igual de distante con su hijo menor.
Y como si esa situación no fuera suficiente, Tom había adoptado con mayor fuerza, su rol de hermano protector, llegando a tal grado de no dejar solo a Bill, en compañía de Simone y eso también, llamaba su atención, usualmente Tom, era un espectador, más de la animadversión que se desarrollaba entre su madre y hermano, como él, ¿Pero ¿qué había pasado en realidad entre esos tres, para que ahora Tom, cuidara a Bill de esa manera? ¿En realidad había sido un accidente?
—Disculpen, el retraso, pero las damas, del patronato no lograban, ponerse de acuerdo, con nuestra anual, cena benéfica, del próximo viernes—Simone, dijo entrando al comedor familiar, sentándose al lado de su marido, después del rápido saludo a los presentes.
— ¡Oh! Simone, si hubieras estado aquí, habrías conocido, a la adorable novia de Bill—conto Dunja, con la voz, llena de emoción, apretando una mejilla del rubio, que está ligeramente pálido, Simone mira a Bill, esperando a que diga que es una broma, pero la forma en que después su palidez, cambia a un ligero sonrojo, es la confirmación.
— ¿Una Novia?
—Una chica adorable, muy bella—Interviene Gordon—Estudiante de medicina, ¿En qué año dijiste que esta Bill?
—En cuarto, se gradúa este año.
—Vaya, es una noticia que no esperaba, escuchar. —Sonríe ligeramente, para dar por terminada la conversación.
— ¿No, te alegra, escuchar que nuestro Bill, por fin sentó cabeza? —Gordon, mira a Simone en espera de una reacción más afectiva hacía la noticia.
—Cariño, es Bill, que tanto le puede durar el gusto, más si es una chica que tiene una carrera—Gordon, boquea ante la respuesta, no estando de acuerdo con ella, mira a su mujer, como si fuera un ser extraño. —Pero, me alegro, claro que si—coloca su mano, sobre la de su marido, para contentarlo, les sonríe a sus hijos—Dunja, hay que organizar, mi cena benéfica del próximo viernes.
— ¿El próximo, viernes? —Dunja, frunce el ceño.
—Sé que es algo, precipitado, pero necesitamos hacer la recaudación, para enviar a los niños de áfrica.
— ¿El próximo, viernes? ¿Hablas en serio, mamá? — Bill, pregunta, su voz es una ligera mezcla entre rabia e incredulidad.
—Claro, ¿Por qué, la pregunta?
—Ese viernes, es la exposición de Bill—Gordon, le aclara a Simone, que mira a Bill, después a Dunja y de regreso a su marido— ¿En verdad, lo olvidaste?
—Creí, que cancelaria el evento, después de lo que le paso.
—Típico, de ti Mamá—Tom, responde negando—Pero no te preocupes, puedes dar tu evento, está claro que lo que mi hermano, haga te importa menos que nada—dijo, mirando a Bill, que tiene la mirada, puesta en el plato de pescado, que sigue intacto.
—Tom, yo jamás, he dicho que lo que Bill, haga no me importa, me importa, es solo que yo creí que—se pasa la mano, por la frente y suspira—Lamento, haber pensado de la manera en que lo hice, hablare con las damas del patronato y moveremos la cena a otro día. No te preocupes estaré, ahí, como ya lo habíamos planeado.
—No, tienes que asistir, si no lo deseas—Bill, empuja su silla hacia atrás, poniéndose de pie—Si, me disculpan, me voy a mi habitación, me siento cansado, buenas noches.
—Bill, espera—le llama Gordon—No puedes irte sin terminar de cenar.
Bill, mira a Gordon y a Tom este último, hace el intento de ponerse de pie, niega sacudiendo su cabeza, para que su hermano no abandone su lugar, vuelve sobre sus pasos y regresa a su lugar, pero aleja el plato de su vista, que rápidamente es retirado, por una de las empleadas que siempre está al tanto de la mesa—Tengo el estómago revuelto, tráeme un té—pide sin mirar a la chica, que rápidamente le entrega el plato a otra y repite la orden.
—Tal vez, tenemos que llamar al médico—Simone, comenta esta vez, dice con la voz llena de preocupación.
—Estoy bien.
— ¿Estás seguro, Bill? —preguntan Tom y Gordon, Dunja tiene el teléfono en la mano, esperando la orden.
—Lo estoy, el té está bien, sigan cenando.
Gordon y Tom, no están muy de acuerdo, con la respuesta, pero hacen lo que les ha pedido Bill, que ahora da cortos sorbos al té. Mientras todos se sumen en un silencio apabullante.
***
Bill hojea uno de sus cuadernos de dibujo, aún está en pijama y con el desayuno a medio comer, en la mesita sobre su cama, Tom, ha salido hace unos segundos, después de asegurarse que se tomara sus pastillas, el golpeteo de la puerta lo hace levantar la mirada del cuaderno, pero no responde y vuelve a mirar sus dibujos.
—Hola, Bill—La voz de Gordon, lo hace levantar la mirada—Puedo pasar.
—Claro.
—Veo que aún no has decidido levantarte—bromea al verlo a un pijama y con las sabanas revueltas, Bill solo el intento de encogerse de hombros, pero no resulta—Tampoco has terminado el desayuno—Bill desvía la mirada al plato de fruta a medio comer, el vaso de jugo a la mitad y el pan con queso untable a medio comer—Aun continuas con el estómago revuelto.
—No, tengo mucha hambre esta mañana—responde con la mirada de nuevo en sus dibujos—Aun había algunos que me habría gustado pintar de nuevo, para la exposición.
—Tal vez, puedas usarlos en tu próxima.
—No estoy seguro de eso.
—Bill, estoy seguro que tu primera exposición, será todo un éxito, eres muy bueno pintando.
—Tú lo dices, porque eres mi padre—Gordon, sonríe, al escuchar que Bill, lo llama papá lo hace cada vez que uno de los chicos lo hace— pero ya has escuchado a Mamá.
—No, lo digo, porque he visto, lo que haces, es maravilloso—Bill, hace una mueca parecida a una sonrisa—Gracias.
— ¿Gracias? ¿Por qué? — le mira sin comprender a que vienen las gracias.
—Tom, me entrego un pequeño boceto que tu hiciste para mí, me conto lo que paso con el original—Bill siente un nudo en el estómago.
— ¿Q…Qué te conto?
—Que el ladrón, estaba arriba y cuando forcejearon y te ataco, caíste sobre ella, dañándola—Le contesta, estudiando las reacciones Bill, cuando Tom le conto, no le miro a los ojos, y Bill estaba pálido, hasta que le conto eso, lo que significaba que ambos mentían, pero no estaba seguro en que parte estaban mintiendo.
—Lo siento, debí entregártela cuando estuvo lista y no querer aferrarme a presentarla junto con las demás, pero me pareció una buena idea.
—No, tienes porque disculparte, cuando estés mejor, puedes volver a intentarlo.
— ¿Entonces te gusto?
—Bill, no tengo palabras para agradecértelo—Se inclina sobre el muchacho y lo abraza, cuidando de no lastimar el brazo que aun esta vendado—Gracias, mi muchacho.
—Gordon, tú sabes que lamento mucho, lo que sucedió.
—Bill, sabes que yo jamás te he culpado, fueron accidentes, que se salieron de nuestras manos.
—Pero yo estuve ahí, las dos veces.
—Bill—le toma del hombro y con la otra mano, le toma firmemente del mentón—Escúchame bien, no fue tu culpa, que tu estuvieras ahí, no significa que fuiste el responsable. —Se pone de pie y suspira—Dejemos ese tema, donde pertenece, no vamos a cambiar lo que paso. Doy gracias a dios, todos los días por que aun los tengo a ustedes.
—Gracias, Gordon, por todo.
—No, tienes nada que agradecer, lo único que me gustaría, es que Tom y tú confiaran más en mí.
—Confiamos en ti.
— ¿Entonces qué paso realmente, Bill?
—Ya te lo dije, sorprendí un ladrón. No sé qué más esperas escuchar, porque eso fue lo que paso.
—Bien, te creo, así que será mejor dejar esto también atrás, y concentrarnos en los eventos más importantes de esta familia, tu exposición de la próxima semana y el anuncio del compromiso de Tom, en tres semas—Gordon le sonríe—Dios, esta casa estará llena de ajetreos durante dos semanas.
—Dunja se va a volver loca.
—Créeme esa mujer, adora arreglar eventos para ustedes, además tu madre, está muy emocionada con lo de Tom.
—Lo sé—responde, haciendo una mueca.
—Tal vez, si le pides ayuda, también acepte colaborar contigo.
—Kate, Dunja e Ivonne, ya tienen casi listo todo, Simone se sentirá incomoda, tal vez para la próxima.
—Si tal vez—mueve la cabeza afirmativamente—Bueno, solo pasaba para saber si estabas bien, y si necesitas algo, nos vemos más tarde.
***
Bill camina junto a Dunja, con Tom y Kate pisándole los talones, dan una mirada al nuevo lugar donde será la exposición de Bill, ante la sorpresa de las dos mujeres que se habían encargado de escoger una de las más prestigiosas galerías de arte de Berlín, ahora estaban, en una bodega del centro, que era utilizada para diferentes eventos, esa mañana Bill, había llamado a Dunja para decirle que iban a cambiar el lugar de su evento, le tomo a la mujer cerca de media hora, cancelar el lugar e inventar un sinfín de excusa, para que el nombre de la familia Kaulitz no se viera envuelta, en una demanda, por la tan precipitada cancelación a solo siete días de la fecha planeada, pero Andreas, le había tomado solo diez minutos encontrar un lugar que a Bill, le encantaría, ahora se encontraban, caminando por el lugar para ver que les podía ofrecer.
—Es un lugar, bastante amplio—comenta Dunja, observando el lugar, gris de apariencia industrial.
—Es perfecto—Bill, le responde a la mujer a su lado, que solo mira con horror el lugar.
—Tendremos mucho trabajo que hacer mucho, si queremos dejar esto presentable para tu evento, Bill—Kate, explica al ver la cara de Dunja que asiente, de acuerdo con la rubia.
—Pero es algo que ustedes dos pueden hacer—le resta importancia, caminando hacia Andreas, que está hablando con el tipo de bienes raíces.
—Tom, tu hermano se volvió loco, este lugar necesita más trabajo que el que se puede hacer en siete días—se queja Kate, exteriorizando el mismo pensamiento de Dunja.
—Pero tú haces milagros, amor—Tom, le sonríe a la rubia, que se sonroja, mientras Tom suspira—confió en ti, —le toma de la mano—Vamos, es un pequeño reto que tú puedes lograr, tener esto listo para este viernes
— ¿Cuánto vamos a gastar? —Interrumpe Dunja, viendo claramente como Tom, está tratando de manipular a la rubia, para que cumpla el capricho de Bill, que al final, todos van cumplir.
—Lo que haga falta—Dunja, pestañea a la simple respuesta—De acuerdo, Jörg dijo que entre cien y doscientos mil, es lo que piensa pagar.
—Una cifra un poco baja, para lo que hay que hacer en este lugar.
—Gordon pondrá otros cien y si hace falta, yo te lo doy, todo con tal de que Bill, tenga lo quiera.
—Como siempre—responden ambas mujeres, viendo como Tom, se aleja para reunirse con su hermano y amigo, que están firmando el contrato del lugar.
Las dos mujeres se reúnen con los tres chicos, para comenzar a escuchar las ideas de Andreas, sobre como lograran que esa bodega ahora, luzca como la mejor galería de la ciudad, pero lo más importante que la exposición de Bill, sea el evento del año.
***
Dunja suspira cansada antes de llamar a la puerta de la oficina de Gordon, recompone la sonrisa, para que su amigo y jefe, no vea la cara de frustración y cansancio que le ha generado, el nuevo capricho de Bill, no es algo difícil de lograr, si el chico hubiera dicho las cosas con tiempo, ahora sabe que no va a dormir, pero por esos gemelos, que conoce desde niños, si le piden la luna y una estrella, sabe que no dudara en entregárselas, con tal de verlos, contentos.
— ¿Qué tal estuvo todo?
—Cansado, el lugar va a necesitar mucha ayuda, pero Kate ya se puso en contacto con la diseñadora de interiores y créeme Gordon, ese lugar va a quedar más que perfecto.
—Me alegro, Bill, estaba muy emocionado, cuando me dijo que quería montar su propia galería y que mejor que inaugurarla con su exposición.
— ¿Sera su galería? —pregunta sorprendida.
— ¿Qué no te lo dijeron? —Dunja, niega y Gordon, se encoje de hombros—Ayer se liberó una parte del fideicomiso de Bertram y digamos que los chicos, ahora tienen más dinero y Bill decidió invertirlo en una galería, una idea brillante.
—Vaya, Simone está de acuerdo con que los chicos o mejor dicho Bill, decida usar de esa manera parte de la fortuna que su padre le dejo.
—Es el dinero de los chicos, Simone, no tiene por qué estar molesta por lo que ellos hagan con la herencia que sus abuelos les dejaron, aunque si te soy honesto, me parece ridículo, que las clausulas se abran cada cierto tiempo, y con ellas se abran nuevas cuentas bancarias a nombre de los chicos, a este paso, tendrán cientos, con millones.
—Eres un exagerado—se ríe, contagiando al hombre.
—Al menos, sirvió para relajar el ambiente, para hablar de un tema delicado.
—Tengo el informe completo, sobre Sofia Sacks—Le muestra una carpeta gris, Gordon suspira, Dunja le extiende el folder, pero Gordon, se niega a leerlo y le indica que lo haga ella—Sofia Elizabeth Sacks, nacida el 20 de octubre de 1992, en Dresde—hace una mueca, antes de continuar— Tienen un pasado, bastante difícil—Le da una mirada al hombre, que le indica que continúe —Su padre, murió cuando tenía cinco años, en un accidente de coche, se llamaba Bastián Sacks, era arquitecto, quedo al cuidado de la madre Rachel Stevens, creo que es su nuevo apellido, la cual perdió la custodia, cuando se le acuso de abuso infantil—Levanta la mirada de los papeles, al sentir un nudo y observa a Gordon, que está en las mismas condiciones—fue violada por el segundo esposo de su madre, por un periodo de dos años, hasta que una vecina llamo a la policía informando de la situación— Dunja, en ese momento solo quiere vomitar y Gordon, solo piensa en sus hijastros y en la infancia tan diferente que tuvieron ella y Bill—Tuvo un mejor futuro, su custodia quedo en manos de sus tíos, Dimitri y Morgan Koch, Dimitri lamentablemente murió víctima de cáncer de pulmón, hace algunos años, Sofia, se matriculo en Medicina gracias a sus buenas calificaciones, incluso tiene una beca y ostenta el mejor promedio de su generación, se perfila entre dos especialidades, pediatría u oncología, hay varios maestros que dicen que sea la especialidad que elija, será una de las mejores—da una breve leída a la información extra sobre el trabajo de Sofia, meditando si leerlo o no.
—Con eso me basta Dunja, quema el informe, no necesito saber nada más sobre la vida de Sofia Sacks. —La mujer asiente y cierra la carpeta, se pone de pie y enciende la chimenea de la oficina, lanzando los papeles, suspirando aliviada, de no tener que leerle a Gordon, que la chica, trabaja como barman, en el dichoso bar, que se ha convertido en el dolor de cabeza de su jefe, la chica es alguien con futuro que, además, ha logrado que Bill, cambie bastante.
—Bien, no es alguien de quien debamos preocuparnos, gracias a dios, no es una Sarah, en potencia.
—Estoy feliz, de escuchar eso, sobre todo porque al verla, no puede evitar sentir un Déjà vu, rubia de ojos verdes y extremadamente hermosa y ver a Bill, casi como un manso cordero, encendió mis alarmas.
—Pero afortunadamente, la chica es alguien tranquila e inteligente y Bill, solo tiene que cuidarla y mantenerse por ese buen camino que ahora está siguiendo, o lo van a mandar a volar—ríe, Gordon solo chasquea y rueda los ojos, pero termina sonriendo y de acuerdo, Dunja está por salir, de la oficina, pero la mirada de Gordon, la hace volver a su lugar— ¿Qué sucede ahora?
Gordon, suspira, sabe que esa mujer es más difícil de engañar que su mujer—Estaba, repasando el accidente de Bill.
— ¿No, crees que fue un accidente?
— ¿Tú, que crees que paso, en realidad?
—Sinceramente, no sé qué pensar, los chicos dicen que fue un robo, pero…—frunce el ceño y mira al hombre frente a ella y niega.
— ¿Pero? Continua, Dunja, dime que piensas.
— ¿Quién pude ser tan estúpido, para atacar a Bill Kaulitz? Lo hubiese entendido, si se tratara de un simple chico, pero estamos hablando de tu hijastro, y el hijo de uno de los empresarios más importantes del país, algo no me cuadra, discúlpame Gordon, pero creo que tus hijastros, están escondiendo algo.
—También, creo lo mismo, esos dos algo esconden.
— ¿Pero ¿qué? Y ¿Por qué esconder algo?
—No, lo sé, pero lo voy a averiguar, Dunja, hace años, cometí el error de ignorar, lo que pasaba bajo mis narices, y Bill, termino en una correccional y esta vez, no voy a dejar que algo así o más grave vuelva a pasar.
— ¿Por eso investigaste a la chica?
—No, se te escapa una—asiente—cuando la vi, pensé que se trataba de la mismísima Sarah, pero al ver a Tom, tan calmado, me di cuenta que no, así que eso me tranquilizo un poco, pero estamos hablando de Bill y con él siempre hay que tener la alarma encendida.
—Lo que me extraña, y Gordon, me vas a tener que disculpar, pero las cosas entre Simone y los chicos, cada vez están más tensas, yo pensaba que ella, estaría volcada en atenciones a su hijo, hubo un tiempo que fue su prioridad.
—Pensé lo mismo, pero para Simone, es como si Bill, hubiera tenido un simple raspón y no un ataque, que pudo matarlo—se pasa las manos por el rostro, frustrado—Dunja, en este momento estoy comenzado a creer que no conozco ni a mi mujer ni a mis hijos.
— ¿Simone, alguna vez vio un especialista, después de lo que paso?
—No, se encerró sola, incluso no habla de eso, para ella es como si nunca hubieran existido—traga el nudo que comienza a formarse en su garganta—Bill, me entrego esto—se pone de pie y mueve de una repisa, varias fotografías, familiares, toma con cuidado, el pequeño dibujo, ahora puesto en un marco de plata, regresa con Dunja y le muestra el dibujo.
— ¡Oh, por dios! — Exclama cubriéndose los labios, con los ojos llenos de lágrimas—Go…Gordon, son—balbucea.
—Minna y Kay—responde, también con los ojos velados en lágrimas—Son mis niños Dunja, Bill, los pinto para mí.
—Ese chico es increíble.
—Lo es, mi muchacho es asombroso y por esa razón necesito saber que ocurrió en realidad, no me puedo dar el lujo, de esperar un ataque si fue lo que, en realidad, paso, esta vez no voy a poder otro hijo, si puedo evitarlo, así que necesito pedirte otro favor, dile a Jost, que se encargue de averiguar exactamente qué sucedió en el departamento de Bill, es mi hombre de confianza y si esos chicos no me quieren decir que sucedió, no me queda más remedio que averiguarlo por mi cuenta.