Notas: Hola, Hola!
Espero que estén muy bien. Les traigo un capítulo más de mi historia para que se alegren el día. Disfruten!
4.Dragons, Princesses and Tears
— ¿¡Ah, pero qué mierda!? — refunfuñaba Bill revolcándose en su cama
El reloj apenas marcaba las 5:50am y el celular del pelinegro sonaba estrepitosamente indicando que alguien había tenido la maravillosa idea de despertarlo a esas horas de la madrugada.
— ¿Qué? — contestó el moreno enojado
— “¡Buenos días, bebé!” — saludaron del otro lado del teléfono
— ¿David, acaso tú no duermes, imbécil? — le reclamó
— “Sí, estoy bien, gracias” — respondió David sarcásticamente — “¡Qué humor!”
— Faltaban 10 minutos para despertarme — decía Bill furioso
— “Ya, escucha” — le mandó el representante — “Tienes una sesión fotográfica a las 7:30am con Gaultier”
— Pues dile que no podré ir — dijo el modelo
— “¿Por qué no?” — preguntó David
— Porque tengo la mañana apartada para mi hijo, debo llevarlo al jardín de niños — explicó el pelinegro
— “Dile al chofer que lo haga” — opinó el hombre
— ¡Claro que no! — negó el moreno molesto — Mira David, Collin saldrá en una presentación de la escuela y no me lo perderé por nada, así que dile a Jean Paul que si me quiere en la sesión que la haga después de la 1:00pm, ¿Ok? — exigió el pelinegro
— “Pero Bill…” —
— Arréglalo, tú eres el representante después de todo — le interrumpió terminando la llamada
Dejó caer el celular en la cama e intentó desperezarse, se rascó los ojos mientras daba un largo bostezo, se levantó y se dirigió a la habitación de su hijo para despertarlo. Al entrar lo vio dormido en su camita, bien acurrucado en sus cobijas, le daba pena despertarlo pero hoy era un día muy especial y esperado por el pequeño, se acercó a él y vio que el niño no estaba tan dormido después de todo. En su rostro se asomaba una sonrisa traviesa y luego abrió un ojito para “espiar”.
— Collin — rio Bill — Pensé que estarías dormido
— Bueno… — bostezó el niño sentándose en la cama — No podía dormir bien, estoy muy nervioso y me duele la barriga — explicó
— Pero pequeño — sonrió su padre sentándose a su lado — No tienes por qué estarlo, todo va a estar bien, eres el mejor dragón que he visto en mi vida — finalizó abrazándolo
— ¿Estarás ahí, cierto? — preguntó Collin abrazado al cuello de Bill
— No me lo perdería ni aunque ocurriera un apocalipsis zombie — rio el moreno abrazando más fuerte a su pequeño
— ¿Me lo prometes? — pidió el niño mirando a su padre con ojos suplicantes
— Te lo prometo — sonrió Bill
— Entonces, será mejor que me vaya a preparar — rio el niño corriendo hacia el baño de su habitación dejando a un Bill confundido por su cambio de ánimo
El pequeño ni siquiera buscó ropa para ese día, así que su padre se encargó de hacerlo para luego dejársela en el baño. Volvió a su habitación dando un largo suspiro, escuchó su celular sonar como loco de nuevo, seguramente era David de nuevo para rogarle que hiciera la sesión.
— Hola — contestó de mala gana
— “Bibi ¿Cómo que no harás la sesión?” — preguntaron con tono alarmado
— Hola Jean… Y no, no dije que no la haría, le dije al incompetente de mi representante que no podía en la mañana porque debo ir a una presentación de mi hijo — explicó de nuevo el modelo
— “Pero querido, esta sesión es muy importante” — casi lloraba el diseñador
— Mira, Gaultier – explotó Bill molesto – No confeccioné un disfraz de dragón, ni actué como hada madrina, príncipe azul o como damisela en peligro para perderme a mi hijo en su obra
— “¿Damisela en peligro?” — rio Jean Paul
— Mi hijo necesitaba practicar su guion ¿algún problema? — se defendió altivamente
— “No, pero vamos Bill, en verdad te necesito” — rogaba el hombre
— ¡Que no! — gritó el moreno ya enfadado — Mi hijo me necesita también, le he prometido que iría aunque fuera el fin del mundo, se ha esforzado tanto en su papel y escúchame, no me lo perderé por nada ¡adiós! — dijo finalizando la llamada
¿Cómo se atrevían a pedirle que faltara a la presentación de su hijo? Faltaría a cualquier entrevista, sesión de fotos, desfile o Fashion Week si su hijo lo necesitaba, él estaba sobre todas las cosas. Su teléfono comenzó a sonar de nuevo, miró la pantalla y era su “jefe” otra vez.
— ¿Qué? — contestó
— “¿A las 2:30pm te parece?” — preguntó el hombre suplicante
— Está bien — resopló el modelo — Nos vemos
El chico comenzó a buscar su atuendo, tenía bastante trabajo por delante y ya su Jefe y representante le habían hecho perder mucho tiempo; escogió algo sencillo pero glamoroso y luego se metió al baño para ducharse rápidamente, no se lavaría el cabello ya que sería una eternidad secar sus rastas. Al cabo de 20 minutos ya estaba completamente vestido y empezaba con su laborioso maquillaje, cuando termino con este siguió peinando un poco su cabello para luego dignarse a bajar al comedor y desayunar.
— Hola familia — saludó entrando al comedor
— Buenos días — saludaron los demás
— Tom — dijo en forma de saludo sentándose al lado de su hijo
— Buenos días — respondió el otro sin mirarlo
— Aquí viene el desayuno — cantó la cocinera entrando al comedor con un carrito
— ¡Huele delicioso, Gema! — sonrió Gordon palpando su barriga
— Hoy les he preparado un sabroso desayuno — dijo la mujer sirviendo los platos
— ¡Gracias, Gema! — dijeron los Kaulitz empezando a comer
— Papá — llamó Bill
— Dime, hijo — respondió el hombre
— Supongo que has cancelado todos tus pendientes del trabajo para ir a la presentación de Collin — dijo el modelo escogiendo que comería primero
— Claro — sonrió — No me perdería ver a mi nieto en acción por nada
— ¡Súper! — rio el niño
— Muero por verte en ese traje de dragón — suspiró Andrej — Ya tengo mi cámara lista
— Te vas a ver hermoso, cariño — decía Simone
— Sí, ya quiero ponérmelo — dijo Collin emocionado — Papi hizo un buen trabajo ¡Te luciste papi! — sonrió
— Gracias, mi amor — sonrió Bill orgulloso
— ¿Tú irás con nosotros, Tom? — preguntó Gordon de repente
— ¿Qué? — gritó el pelinegro — ¡Por supuesto que no!
— Bill — le riñó su madre — Somos una familia y Tom es parte de ella, si él quiere ir no hay problema
— ¡Pero mamá! — lloriqueó el modelo
— ¿Irás tío Tom? — preguntó el niño con ojitos llenos de ilusión
— Collin — volvió a lloriquear Bill, pero al ver la ilusión que le hacía a su hijo que su “tío” fuera no le quedó más que aceptarlo, miró a Tom y este parecía que no contestaría
— Yo… no lo sé — respondió y al instante recibió una patada de Bill por debajo de la mesa más una mirada fulminante — Está bien, iré — sonrió
Tom miró a Bill y este le dio una media sonrisa. Se emocionó al saber que hoy participaría en la primera actividad de su hijo, si quería empezar a hacer las cosas bien, tendría que ganarse la confianza y el amor del pequeño y tal vez así arreglar las cosas con Bill, aunque ya se había dignado a sonreírle ¿Ese era un avance no?
Al ser las 9:40am ya los Kaulitz estaban sentados en sus lugares en el auditorio del Jardín de Niños, excepto Bill que estaba terminando de preparar a su hijo con el traje de dragón “tras bambalinas”. Al verlo listo, tan hermoso y feliz sintió un nudo en la garganta, había valido la pena todas esas noches que se desveló confeccionando el traje.
— ¿Cómo me veo, papi? — preguntó el pequeño
— Te ves hermoso — dijo Bill al borde del llanto — Dame un abrazo, mi temible dragón — dijo arrodillándose para abrazar a su hijo
— “A todos los invitados les pedimos que tomen sus asientos para dar comienzo al acto de hoy” — anunciaron
— ¡Buena suerte, mi amor! — dijo separándose de su hijo — Ya sabes, estaremos ahí apoyándote
— Gracias papi, aplaude mucho — pidió
— “Por favor señor Kaulitz, podría ir a su lugar” — le mandaron por el micrófono
— Ya voy, ya voy — refunfuñó Bill caminando entre las personas sentadas buscando su asiento
El moreno tomó asiento en la segunda fila junto con sus familiares, para su desgracia le tocó al lado de su gemelo. El modelo rodó los ojos y se sentó pesadamente.
— “¡Buenos días! Sean todos bienvenidos, les agradecemos que nos acompañen hoy y esperemos que disfruten las actividades que sus niños han preparado con tanto entusiasmo y cariño” — decía una de las maestras — “Primero tendremos un baile por parte de los niños del grupo A”
Y así empezaron las presentaciones de los niños, primero un baile, canto, poesías y por último la dramatización del grupo del pequeño Kaulitz. Se trataba de unos jóvenes que se enamoraban pero sus padres no aceptaban la relación y encerraron a la muchacha en una torre custodiada por un temible dragón, todo un cliché.
— ¿Cuándo aparece Collin? — preguntó el primo rubio
— ¡Cállate, Andrej! Ahí viene — dijo Bill emocionado
— “Tú no vas a pasar” — decía el niño — “Deberás vencerme primero, príncipe de pacotilla”
— Oh no, un dragón ¿Ahora qué haré? — decía Bill al mismo tiempo que “el príncipe”
— ¿Bill quieres callarte? No me dejas escuchar — lo regañó Tom
— ¿A ti que te pasa, imbécil? — reclamó el modelo
— Pues, has estado diciendo los diálogos de toda la obra y no me dejas apreciar a los niños — susurraba el de rastas
— Pero… —
— Shh, ya Bill — le calló su madre
El pelinegro se acomodó mejor en su asiento y terminó de ver la presentación de su hijo en silencio. Al terminar todos se levantaron y aplaudieron los más fuerte que pudieron y Bill no pudo evitar que se saliera una que otra lágrima.
— ¡Bravo! — sollozaba el modelo
— ¿Estás llorando? — preguntó Andrej
— ¡Claro! ¿No viste que genial fue? — decía Bill aplaudiendo más fuerte
— ¿Me viste papi, me viste? — preguntaba el niño llegando al lado de su familia
— Sí mi amor, estuviste grandioso — dijo Bill estrechándolo en sus brazos
— Lo hiciste genial — sonreía su abuelo
— “Con esto nos despedimos, espero que hayan disfrutado de la actividad, los esperamos pronto” –
&
Tom se encontraba en la sala de estar de la casa tocando su preciada guitarra, era músico, se dedicaba a hacer colaboraciones o producir la música para otros artistas, de repente escuchó un fuerte golpe, seguido por un “Auch” proveniente del estudio. Caminó hacia el lugar y se encontró a Collin en el suelo cerca del enorme librero.
— Collin — llamó corriendo hacia su “hijo” — ¿Estás bien?
— Auch, sí jejeje — rio el niño sobándose la cabeza — Solo me caí de ese banco
— ¿Te duele algo? — preguntó Tom preocupado ayudando al pequeño a ponerse de pie
— No — sonrió el niño sacudiéndose la ropa — No me pasó nada, tío Tom
— Bien — suspiró el rastudo aliviado — ¿Pero qué hacías subido en ese banco? — preguntó confundido
— Oh… yo solo quería tomar este álbum de fotos — dijo mostrándole a su “tío” lo que tenía en su mano — Quiero poner las fotos que tío Andrej tomó hoy ¿Me ayudas?
— ¡Claro! — sonrió Tom
Ambos se sentaron en el sofá del estudio y empezaron a colocar las nuevas fotos, riendo por algunas que eran graciosas.
— Ya vuelvo — dijo Collin saliendo del lugar corriendo
Tom empezó a ojear las demás fotografías, la mayoría eran del niño desde que era un bebé hasta ahora, había una de Bill estaba acostado en la camilla del hospital con Collin en brazos, recién nacido, el modelo se veía cansado pero con una enorme sonrisa y la que más le llamó la atención fue una de Bill desnudo, solo con una manta tapando sus partes íntimas, acostado en posición fetal besando con los ojos cerrados la cabecita de su pequeño que estaba dormido contra el pecho de su padre siendo abrazado delicadamente por él.
— Esa foto la tomaron cuando yo tenía 3 meses de nacido — comentó Collin sacando a Tom de su burbuja — Creo que fue para una portada de una revista de papá, eso dijo él
— Oh, está hermosa — sonrió Tom
— Sí, es la favorita de papá — suspiró el niño — Pero, bueno he traído la cámara instantánea de tío Andrej, debemos tomarnos una foto para ponerla aquí — sonrió
— Ok — sonrió el rastudo
Tom tomó la cámara y esperó a que su hijo se acomodara a su lado, ambos sonrieron, estaba a punto de tomar la foto pero fueron interrumpidos.
— ¿Qué haces, Tom? — dijo Bill que estaba de pie en el marco de la puerta
— Papi, volviste — sonrió el pequeño corriendo a los brazos de su padre
— Si amor, volví — sonrió el modelo besando la frente de su hijo
—Tío Tom y yo estábamos viendo fotos e íbamos a tomarnos una foto pero ya que volviste ¿podrías hacerlo tú? — preguntó el niño
— ¡Claro! — sonrió Bill, falsamente — Dame esa cámara, inepto — le dijo a Tom
Tom se levantó y le entregó la cámara — Aquí tiene, su alteza — se burló
Collin y él se acomodaron de nuevo en el sofá, el modelo tomó la foto y luego esta salió por la ranura.
— Listo — dijo Bill sacudiendo la foto
— ¡Genial! — chilló el niño recibiéndola — ¡Mira, qué cool, tío Tom!
— Perfecta — sonrió el de rastas
— Iré a enseñársela a la abuela — dijo Collin dejando solos a sus “padres”
El niño se fue y Tom estaba a punto de irse también pero Bill lo tomó del brazo bruscamente e hizo que se sentara en el sofá de nuevo y luego cerró la puerta con un sonoro portazo.
— No creas que solo por haber ido al recital de Collin tendrás el derecho de comportarte como su padre — masculló el pelinegro
— Es mi hijo, Bill — se defendió Tom
— ¿Desde cuándo? — rio el modelo — Por favor Tom, tú nunca has estado con él, te has perdido todos esos momentos especiales; su primer sonrisa, sus primeras palabras, sus primeros pasos; todo Tom, no lo conoces, no lo has visto crecer, aprender ni llorar — decía Bill con odio — ¿Sabes por qué llora? Porque sus compañeritos se han burlado de él muchas veces solo porque su otro padre lo abandonó — se le empezó a quebrar la voz — Eso nunca te lo perdonaré, Tom
— ¿Le has dicho que su padre lo abandonó? — preguntó el de rastas sorprendido
— ¿Qué querías que hiciera cuando me preguntara? ¿Decirle que había sido un milagro divino? ¿Que su padre había muerto? Es mejor hablar con la verdad, Tom — sollozó el modelo — No quiero que te acerques a él ¿entiendes? ¡Ahora que ya ha crecido no vengas a querer ser el padre que nunca has sido! — gritó Bill llorando saliendo del estudio.
Notas Finales:
Ay, este Tom solo meter la pata y pobre… tener que lidiar con los berrinches de Bill.
No se pierdan la continuación!
Gracias por leer y comentar!
Besos!
