58: Te quiero Sophie

58: TE QUIERO SOPHIE

Sofia despierta de un sobresalto lleva su mano a su pecho sintiendo los latidos acelerados de su corazón resonar contra su caja torácica, su frente esta perlada en sudor y los ojos le arden al ser consciente de que está conteniendo las lágrimas, al igual que el nudo en su garganta que está conteniendo las ganas de gritar. Un fuere pitido se instala en sus oídos y un fuerte dolor de cabeza presiona contra sus ojos, haciendo más dolorosa e insoportable la situación.

La habitación se encuentra tenuemente iluminada por los primeros rayos del sol, levanta la mirada hacia el techo de cristal parpadea y gira el rostro hacia la mesa de noche junto a ella, toma el reloj de Bill entre sus manos son las seis de la mañana, vuelve la mirada al techo parpadeando para alejar las lágrimas, estira la mano hacia el lado contario de la cama, encontrándola vacía y fría, arruga la frente, justo cuando dos lagrimas caen de sus ojos, resbalando por sus sienes y perdiendo ese en su cabello alborotado.

El sonido del agua invade el silencio de la habitación, se gira aun enredada en las sabanas cálidas que envuelven su desnudez.

Le toma unos minutos salir de su turbación, se pone de pie aun con las sabanas enredadas en su cuerpo camina en dirección al baño, es recibida por una capa de vapor que envuelve toda la habitación, se detiene en el marco de la puerta esperando a que el ambiente sea más visible, tras unos segundos de espera la visibilidad es mejor, da una mirada rápida al lugar, Bill está en la ducha dándole la espalda, con la cabeza  y los brazos apoyados en la pared mientras el agua cae sobre él, Sofía recorre el cuerpo desnudo de su novio con la mirada y deja caer la sabana, da cortos y rápidos pasos hasta detenerse frente a la puerta de cristal que los separa la cual abre suavemente, Bill continua en la misma posición al parecer no ha notado al invasor detrás suyo, Sofía se humedece los labios acorta la distancia entre ellos, rodea su cintura y descansa su frente contra su espalda, dejando escapar una suave exhalación, sintiendo el calor que emana de él envolverla, se pone de puntas y deja un beso su cuello.

Hace el intento de retirar sus manos de su cintura, siendo detenida por Bill que ha envuelto sus manos con las suyas.

¿Qué haces despierto tan temprano? —pregunta con su voz amortiguada al tener los labios contra su espalda.

Tengo que ver a mi padre en un rato, ¿Qué haces tú despierta tan temprano? ¿creía que era tu día libre?

Mmm—murmura dejando besos contra la piel mojada —la cama estaba fría sin ti—pasa su lengua por espalda obteniendo un gemido de Bill que la hace sonreír—tengo el día libre, iré a ver a mi tía y tengo que pasar al departamento a ver cómo están mis bebes y tengo que ir a la universidad más tarde a dejar un trabajo.

Bill se gira y envuelve sus brazos en la pequeña cintura de Sofia, se inclina un poco sobre ella para capturar sus labios, labios que ya lo esperan separados, ambos gruñen cuando sus labios se enredan por obtener el mando, Sofía lleva sus manos al cabello rubio de Bill que se pega a su cabeza tira de los mechones que logra sostiene entre sus dedos, mientras se hunde más en la boca de Bill y su pecho está completamente pegado al torso de él.

Las manos de Bill abandonan su cintura y se posan en su trasero levantándola un poco, el agua que corre entre ellos, hace las cosas más húmedas y resbaladizas, ambos saborean el agua y la saliva en sus labios, Sofía se separa un poco girando el rostro para escupir el agua que ha llenado su boca, Bill le besa la mejilla descendiendo por su mentón hasta llegar a su cuello, el cual besa y muerde con ahínco, Sofía jadea y entierra sus uñas en los antebrazos de él, hecha la cabeza hacia atrás, dejándolo expuesto a su antojo, los besos continúan bajando hasta su pecho, Bill besa un seno y succiona un pezón, acción que repite contra el otro, una de las manos de Sofía, baja por la cadera de él hasta detenerse en su miembro, al cual comienza acariciar .

Despertamos un poco hambrientos esta mañana—murmura Bill con la voz ronca contra su cuello, enviando sacudidas a todo el cuerpo mojado que se presiona contra el suyo—espera un segundo aquí—la aleja con renuencia y abandona la ducha, Sofia gruñe y se mete debajo del chorro de agua comprobando que esta helada, pero eso no parece tener efecto contra lo caliente que se siente, a Bill le toma solo unos segundos regresar con un paquete negro entre sus dedos, que deja sobre la banca que hay la ducha —¿Dónde estábamos? —pregunta tomándola por la cintura, Sofia pone sus brazos alrededor de su cuello y volver a apoderarse de sus labios  en un beso suave y sensual, Bill mordique el labio inferior y lo succiona, sus cuerpo se balancean rítmicamente, la mano que no está sosteniendo a Sofia por la cintura, baja por su cadera y se cuela entre sus piernas, el beso se irrumpe de vez en vez, por los jadeos que escapan de la garganta de la rubia, las piernas le tiemblan a Sofia, cuando Bill se vuele a separar.

Le toma un momento ponerse el preservativo y volver a abrazarla, esta vez levantándola de las caderas para poder entrar en su interior, las piernas se ellas se enganchan fuertemente a su cintura, arquea la espalda al sentir el frio de las baldosas contra su piel, acción que aprovecha Bill para apoderarse nuevamente de uno de sus pezones, las manos de ella se sostiene con fuerza de sus hombros, cierra los ojos dejándose envolver por las embestidas y el agua cayendo sobre ellos, creando sonidos húmedos.

Entra y sale a un ritmo lento, Sofia murmura palabras ininteligibles, sus caderas bajan cada vez siente que él va a salirse, sus piernas se resbalan, pero él la sostiene con una de sus manos, mientras con la otra se apoya firmemente de la pared mojada contra ellos. baja nuevamente el rostro para besar a Bill, quien le deja tomar el mando Sofía encantada por esa acción acuna entre sus manos el rostro frente a ella, rompe el beso y le mira con la respiración entre cortada, besa sus labios suavemente solo con pequeños toques, besa las comisuras donde se encuentran las perforaciones jala el labio inferior, lame el agua en ellos y vuelve a besarlo hambrienta, las estocadas se vuelven más rápidas, Sofia lo abraza y baja el rostro hasta recostarlo en su hombro y su cuello, jadeando incontrolablemente, mientras Bill sale una y otra vez más rápido de ella.

Cuando el orgasmo la golpea intensamente, hecha la cabeza hacia atrás la cual pega contra la pared y deja escapar un grito ahogado, siente el cuerpo laxo y resbaladizo pero aun siente a Bill sosteniéndola fuertemente, mientras el continúan entrando y saliendo en busca de su propio orgasmo que le toma un par de envestidas antes de alcanzarlo, Sofía apoya su frente contra la de él y sonríe bobamente, desenreda las piernas y lentamente siente a Bill salir de ella, apoya de nuevo la frente el hombro mojado de él y lo besa, abandonándose a ese momento.

Te quiero—murmura contra su cuello, Bill la envuelve en sus brazos y le besa el cabello.

También te quiero Sophie—la separa de su cuerpo y le sonríe, aunque la sonrisa de la rubia es más grande, adora cuando Bill la llama de esa forma—ahora será mejor que tomemos un baño, hemos jugado mucho con el agua—dicho eso toma el jabón y lo pasa por el vientre plano de Sofia, deteniéndose en un pequeño moretón en su cadera, es imposible que lo haya hecho él hace unos momentos—¿Qué te paso aquí? —acaricia la zona.

Me caí—le sonríe, pero Bill no le regresa la sonrisa—no me fije bien, cuando bajaba del ring, me resbale y me golpee con la orilla de la plataforma.

¿Eso fue ayer?

Si.

No recuerdo haberlo visto anoche.

Estabas ocupado en otras cosas, para haberlo notado—le arrebata la barra de jabón y comienza a pasarlo por el torso ligeramente marcado y tatuado.

¿Vas a contarme que más hiciste ayer? —pregunta entrando en la cocina ya vestido, están más interesado en la respuesta, que no se percata de la expresión del rostro de la chica, al reparar en su atuendo completamente blanco, Sofia aprieta con fuerza la taza de café en su mano a la cual le da un sorbo antes de entregársela, solo para alegar la imagen de Su Bill siendo desnudado por la puta de Tabatha—Leo estaba molesto porque lo enviaste de regreso a donde sea que tuviera que ir—repite las palabras que ella le dijera a su sombra, para correrlo diplomáticamente.

Estaba con Lemir y Ed, no necesitaba una sombra para estar con mis amigos.

¿Qué hacías en edén? porque anoche me engatusaste para llevarte a la cama y no responder a mi pregunta—le recuerda con una sonrisa, pasando su dedo por la piel que queda descubierta entre la blusa y el pantalón que está usando.

Fui hacer unas revisiones a las chicas, cosas de rutina, que hago cada tres meses o cuando Harry cree que es oportuno—vi a Tabatha—dice en voz baja, pero como Bill la tiene abrazada la escucha perfectamente, sus ojos verdes miran fijamente los ojos castaños claros frente a ella, que le devuelven una mirada tranquila—Me felicito por ser tu novia —ríe—como si yo necesitara su felicitación.

¿Qué más te dijo?

Tonterías, que hacía mucho que no te veía—lo último lo dice lentamente—Espero sea verdad.

Me costó mucho convencerte para que fueras mía, no voy arriesgarme a perderte por una puta barata.

Sofia le pasa las manos por la camisa blanca, deseando que fuera de otro color y no de la de su maldito sueño—júramelo—su voz es firme.

Te lo juro— responde en el mismo tono firme y tranquilo que ha conservado desde que comenzaron hablar de edén.

Más te vale cumplir con tu palabra o—levanta el dedo índice que toma Bill y se le muerde—Auch!!

Lo se me vas a matar.

No, jamás arruinaría mi vida por ti, de esa manera, simplemente me iría de tu vida y aunque me doliera jamás nos volveríamos a ver.

Mensaje captado—le besa—se hace tarde y tengo que verme con el gran señor, te dejo con Morgana.

¿Por qué blanco?

Porque me veo sexy de blanco—responde restándole importancia, nota el ceño arrugado de su novia—¿Qué?

No nada, te vez bien de blanco.

 

***

Andrew levantan la mirada del libro de recetas que está hojeando cuando escucha el sonido de la campanita de la puerta, gira la mirada a la pared de cristal y ve el auto de Bill irse.

Hola Andrew.

Buenos días Sofh, Morgana no ha llegado aún.

Sofia hace una mueca y da una vuelta a la barra situándose junto al castaño—le dije que vendría temprano, tenemos muchas cosas que hacer.

Seguramente se le olvido, esta con Adam.

Seguramente así fue—coincide y deja escapar un suspiro de cansancio que no pasa desapercibido por el chico—¿Todo bien en Kaulitzlandia?

Sofia se ríe por la última palabra de la pregunta—Si, todo bien en Kaulitzlandia.

¿Entonces porque la cara larga? No me digas, no está rindiendo en la cama, ¡como antes—recibe un golpe en el brazo —¡¡¡Auch!!! Que agresiva.

Las cosas en la cama nos van bastante bien—su rostro se torna rojo al recordar la ducha de esa mañana, gesto que no pasa desapercibido por el curioso Andrew.

¿Cuenta? Con detalles por favor.

¡Andrew! —dice sorprendida.

Bueno los detalles calientes.

Lo hicimos anoche, tres veces—se muerde el labio—y una esta mañana.

A eso le llama ganas, pero no es nada, yo no puedo sentarme—hace una mueca—me dieron duro anoche, aunque yo también lo hice—Ambos ríen—Me alegro que las cosas entre tú y él estén bien, si alguien merece ser feliz eres tú.

Gracias.

Mmm, esas gracias lleva implícito un, pero ¿Qué sucede? Sabes que puedes contarme y no le diré a nadie, además soy neutral.

Tuve una pesadilla y no he podido sacarme esa incomodidad de encima—apoya sus codos sobre la barra de madera escondiendo su rostro entre sus manos.

Andrew le acaricia la espalda—Cuéntamelo.

No me hagas decirlo en voz alta.

Si no lo dices, te vas a quedar con ese mal sabor en el cuerpo.

Soñé a Bill con Tabatha.

¿Bill y Tabatha? —Sofia asiente—¿Haciendo?

Estaban en el departamento de ella y discutían por mí y Nina —siente como se le cierra la garganta—Bill volvía hacerla su amante.

Solo fue un sueño Sofh, ese hombre te ama.

Sé que fue solo un sueño, pero era tan real, las cosas que decían, incluso mi cerebro mezclo escenas de una película que estábamos viendo a noche, le pregunte a Bill si alguna vez había golpeado a una mujer.

¿Por qué lo hiciste?

Lemir.

¿Ahora que dijo?

Dijo que era bueno, que aún no hubiera perdido mi habilidad para dar golpes, puede que algún día Bill necesitara un par de ellos.

¿Por qué dijo eso?

No lo sé.

¿Qué te dijo Bill? —Sofia golpea sus dientes entre sí, dudando en responder—Sofia, ¿Qué te respondió?

Que lo hizo una vez—murmura en voz baja, siente a Andrew tensarse a su lado—dijo que estaba drogado y borracho, que estando consiente no lo haría.

¿Tú le crees?

Parpadea meditando la pregunta antes de responder—Le creo, es solo que.

¿Qué? —la ínsita a continuar.

Ver a Tabatha ayer, me hizo comenzar a cuestionarme si soy suficiente para él, yo no soy tan extrovertida en la cama como supongo que lo es ella, nunca le he dado sexo oral.

¿Te lo ha pedido?

No, jamás lo ha hecho, en mi sueño a Tabatha se lo ordenaba, incluso la amenazaba con quitarle todo lo que tenía si no hacia lo que le pedía, Andrew, el hombre que soñé, no se parece en nada al que conozco.

Bueno tal vez sea tu cabeza jugándote malas pasadas, las cosas entre ustedes han estado tranquilas por casi siete meses, tu nunca has estado tan feliz con alguien como con él, mi consejo es que no te estreses por un sueño desagradable como el que tuviste, habla con Bill sobre todo lo que está molestándote, pregúntale si está a satisfacción con la forma en que funciona su relación sexual, si quiere algo nuevo o diferente y si responde con que quiere algo nuevo y diferente, explícale tu sentir, pero no quedes con ello dentro.

Hablaré con él esta noche.

Al mal paso darle prisa y otra cosa, no dejes que Lemir comience a joder esa cabeza tuya, va hacer un gran psicólogo, pero eso de que este aprendiendo a manipular mentes, no me agrada, tú eres muy vulnerable a sus consejos, mira lo que ha hecho, soñar que Bill te engaña con esa puta de quitan,

Bill también la llama así.

Tiene razón en llamarla así, aunque él también fue un puto de quinta por meterse con esa zorra.

Tu siempre me haces reír.

Te voy a dar una rebana de pastel de chocolate, el chocolate es bueno para hacer olvidar malos tragos—se dé la vuelta y entra en la cocina, dejándola sola.

Sofia mira hacia la cocina, asegurándose de que Andrew no la vea, le envía un mensaje de texto a Morgan quien lo responde de inmediato, está por llamar al número que recibió en el mensaje, cuando Andrew entra de nuevo con el plato y una rebanada de pastel.

Gracias—toma el tenedor y toma un gran trozo de pastel, que lleva directo a la boca—¿Por qué esta tan muerto esto? —señala con el tenedor hacia las mesas vacías.

Aún es temprano—señala el reloj frente a ellos—recuerdo que esto se abre a las nueve y aún son las ocho y media, ¿Me vas ayudar?

Seguro, así dejare de pensar en tonterías.

Esa es la actitud.

Mientras terminas de arreglar todo, voy a llamar a Pier, para preguntarle por mis bebes.

Tú y Bill deberían vivir juntos.

¿Vivir juntos?

Sí, vivir juntos, ¿Cuánto tiempo estas en su departamento y viceversa?

Bastante, pero aún es pronto.

Matt y yo ya vivimos juntos, tenemos menos tiempo que ustedes dos, o tal vez, deberías esperar, si mejor espera, olvida lo que dije.

Sofia camina entre las mesas, tomando ordenes de los pocos clientes que se encuentran en ese momento, justo cuando Morgana entra, saluda a sus clientes regulares y algunos nuevos.

¡Cariño! —estrecha entre sus brazos a la rubia —Perdón, pero Adam me entretuvo con algunos detalles de la casa.

Tranquila tía, Andrew me conto algo sobre tu retraso.

Y veo que también te puso, hacer mesera—toma el borde del mandil negro.

No esa fue mi idea, estaba algo aburrida y decidí ayudar.

Deja eso y vayamos a la oficina tenemos muchas cosas de la boda que hablar.

Sofia le entrega su mandil y la libreta con la última orden que tomo a Andrew, camina detrás de Morgana.

La oficina de su tía es un caos completo, lleno de revistas de novia, ojea algunas carpetas sobre el escritorio encontrados con más revistas sobre vestidos, salones de fiesta, músicos y otras cosas típicas de una boda.

Pensaba que, hasta alturas, ya tenías todo listo.

Así es, pero una nunca sabe, ya te llegara él día cuando Bill te pida matrimonio—observa a su sobrina sonrojarse—Aunque para eso, aún falta que ustedes se conozcan más y termines por completo tu carrera.

Creo que primero deberíamos vivir juntos, antes de dar el gran paso.

¿Vivir juntos?

Sí, es lo que todo mundo hace ahora—por la expresión de Morgana está claro que ella, no está de acuerdo con esa lógica—Pero es algo que tenemos que hablar y esperar un tiempo, como has dicho.

¿Cómo van las cosas con él?

Estamos bien tía, tenemos algunas diferencias, pero es normal.

¿A qué se deben esas diferencias?

A tonteras, tía, no le tomes importancia.

Me gustaría saber cuáles son esas tonterías, la última vez que ustedes dos discutieron, lo hicieron en grande, no olvides que fue en mi casa.

Tía, fue un mal entendido, lo arreglamos en ese momento.

Después de ambos se gritarán, escucha, Bill me agrada, sé que te quiere y te procura, pero no me gusta que te cele, solo porque te vez con Lemir, tiene que entender que ustedes son amigos, ¿Qué él no tiene amigas?

Natalie, es la única chica que conozco—Morgana se cruza de brazos y levanta una ceja, dándole una mirada suspicaz—Ok, ya entendí, pero Lemir disfruta molestándolo.

Tu novio tiene una mecha muy corta.

Podemos hablar de otra cosa—hace una mueca, Morgana suspira y ambas comienzan hablar sobre los planes de boda de la mujer.

***

Sofia sale de la cafetería con las llaves del auto de su tía y una orden de cupcakes que han ordenado de una fiesta, Morgana tenía que entregarlos en persona, pero Andrew ha tenido que salir de emergencia y no había nadie que se quedara al frente.

Guarda las bolsas en la cajuela y tras guardarse la nota con la dirección del lugar, entra en el coche, enciende el auto y se enfila en el tráfico.

Llega al lugar donde entregara las bolsas con los cupcakes, por suerte solo tiene que dejarlas con la organizadora de la fiesta y no tiene que ocuparse en ayudarle a colocarlas en su lugar.

Regresa al coche y nuevamente se une al tráfico, solo que en lugar de regresar a la cafetería se dirige a una dirección en particular, el vecindario luce alegre y seguro, cuando estaciona el coche, da un suspiro y desciende del coche.

Camina intentando no pensar demasiado en lo que va hacer, tal vez debería hablar con Bill primero sobre su estúpida pesadilla, en el tiempo que llevan juntos él no le ha dado ningún motivo para que desconfié de él, pero ella está haciendo todo lo contraria al entrar en ese lugar, se detiene frente a una puerta y toca suavemente, tras escuchar una voz al otro lado que le invita a entrar, se introduce en la habitación, saluda al hombre que está detrás del escritorio, él hermano de Morgan, Sofia le cuenta lo que necesita, aunque claro su amigo ya había llamado a su hermano y lo había puesto al tanto, tras ponerse de acuerdo ambos chicos, Sofia deja el lugar y regresa al coche.

***

Sentado en la barra Bill y Tom escuchan entretenidos y riendo de vez en cuando la historia que Andrew les está contando, Sofia camina hasta situarse junto a Bill, que al sentir su presencia se gira y se pone de pie, para besarla.

Tardaste mucho—la reprende Andrew.

Me encontré con Morgan y nos pusimos a platicar y le entregué mi borrador del discurso.

Creí que ya lo habías terminado—dice Bill, abrazándola.

Lo hice, solo que necesito que le dé el visto bueno, ya sabes con las bromas, que tú no entendiste—le da un golpecito en la nariz.

Oye, no todos entendemos términos médicos—se defiende, Tom se burla de su hermano y ambos comienzan a discutir sobre quien es más inteligente de los dos, para diversión de Sofia y Andrew. La discusión termina cuando Morgana sale de su oficina, ambos chicos la saludan y ambos continúan escuchando la conversación, Bill de vez en cuando besa a Sofia en la cabeza, lo que la hace sentirse mal, por lo que acaba de hacer. Tal vez debería decirle al hermano de Morgan que lo olvide, pero ya es tarde.

Publico con autorización del autor

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