68: MALA IDEA

Bill se encontraba repasando los hechos de unas horas atrás aun no podía creer que había tenido a la puta de Sarah a unos metros de distancia, sus manos habían picado como hacía tiempo no lo hacían y por un corto periodo solo vio todo rojo, que sensación que se incrementó,  cuando contemplo la estúpida y arrogante sonrisa que le había dirigido, si Sofia no hubiera estado en el mismo lugar, le habría importado una mierda el resto del mundo, se abría abalanzado sobre esa escoria y con la única intención de apretarle el cuello hasta que sus ojos sangran y el aire dejara de pasar por esos podridos pulmones, pero lamentablemente eso no pudo ser, aunque era consciente de que ese no sería el primer encuentro que tuviera con aquel ser que le repugnaba en demasía.

Ahora que ella había dado el primer paso se iba asegurar de que el suyo fuera el último y certero, se aseguraría de que esa sufriera por haber convertido su vida en un infierno, pero para eso tenía que mantener a Sofia fuera del alcance de las garras de esa, que Sarah se presentara directamente con su chica había sido una clara señal de que iba atacar por ese lado, se había prometido protegerla y lo iba a cumplir.

Su mente era un caos en ese instante, quería salir de su casa y poner patas arriba Berlín si era necesario para dar con ella, pero actuar de forma precipitada solo le traería problemas, lo que en ese momento no estaba contemplado en sus planes.

Cómo si no tuviera suficiente con que lidiar, tenía que encontrar una forma de desviar la atención de Sofia, acerca de ¿Por qué habían abandonado el evento antes? Que la hubiera dejado fuera de juego despues del sexo, solo le estaba confiriendo un par de horas, sabía que no se tragó el cuento, de que se había puesto cachondo con el atuendo que llevaba puesto y que no tenía intenciones de esperar hasta que el evento terminara para arrancarle de encima lo que llevaba. En las ultimas semana la había notado más pendiente de sus movimientos, incluso los de Tom, era más que obvio que estaba sospechando que algo le estaban ocultando.

Abondo la cama tras asegurarse de que Sofia se encontraba completamente dormida, una vez vestido por completo salió sin hacer el menor ruido de la habitación cerrando la puerta tras él.

**

Sofia abrió los ojos tras escuchar el conocido “clic” de la puerta al cerrarse, estiro su mano hacia la mesa de noche, para encender la lámpara y comprobar la hora. Frunció el ceño al darse cuenta de que eran las tres de la mañana, ¿a dónde había ido Bill a esa hora? Salió de la cama y camino hasta su closet, donde tomo un short una blusa y una sudadera gris y se calzo las pantuflas, dejo la habitación, sus pies la llevaron hasta la habitación que Bill usa como estudio, pero como siempre se encontró con que la puerta estaba cerrada con llave, pego la oreja tras la puerta para escuchar algún ruido, pero la habitación estaba en silencio.

Fue hasta la puerta principal, peleando con Pumba y Lucas, ya que ambos se habían despertado e iban tras ella, estaba por abrir la puerta cuando esta se abrió de golpe.

Sofia se llevó la mano al pecho y ambos perros ladraron—¿Señorita, está todo bien? —pregunto Sakí, al verla.

Sí, ¿Qué haces aquí?

Escuche ruidos.

Oh, claro, ¿has visto a Bill?

Esta con Tom, ¿quiere que lo llame?

Ah, no—sonrió, estaba por inclinarse a recoger al cachorro, pero Sakí lo hizo por ella—Gracias—sonrió levente apretando al perro contra su pecho, el hombre asintió—¿Está todo bien con Tom?

Sí, señorita.

Ok, buenas noches Sakí.

Buenas noches—dijo tras cerrar la puerta, Sofia volvió a la habitación con Pumba en brazos y con Lucas tras ellos.

***

¿Qué más te dijo? —Tom suspiro, le había contado a Bill, lo sucedió con Sarah, como desapareció como si se la hubiera tragado la tierra, despues de que fueron interrumpidos por Lila.

Eso, Bill, que quiere hablar contigo, Sarah, no se anda con rodeas, está dispuesta arruinarte por lo que le hizo mamá y Sofia es su objetivo, insisto deberías hablarle de ella.

No.

Cuéntale Bill, es mejor que lo sepa por ti a que se entere por alguien más.

¿Alguien más? ¿Cómo tú por ejemplo? —le mira molesto, Tom suspira.

Sabes que jamás te traicionaría, pero también eres consciente de que no apoyo el que le ocultes esto, tu no hiciste nada malo, ella disparo, ¡Por el amor dios, tú no mataste ese imbécil!

¡Fui yo quien paso un año de su vida, encerrado en ese infierno! ¿crees que me va a creer? Con el historial que tengo.

Está contigo, ¿no? Claro que va a creerte, te ha creído todo, el que por casualidad llegaste al mismo hospital que ella a cumplir con tu servicio, el que no mandaste a golpear a Jake—se cruza de brazos al decir lo último, Bill le mira sorprendido, pero recompone su gesto a uno de indiferencia—¿Crees que no lo sabía? —el rubio se encoje de hombros—Andreas no es muy bueno guardando secretos, también sé que te pasabas horas metido en su antiguo departamento, dejando rosas blancas, ¿Qué tenías en la cabeza, al actuar como un psicópata, haciendo eso?

Solo quería conocerla y Jake se lo tenía merecido, por meterse con lo que es mío.

Bill—le toma fuertemente por los hombros—haz hecho muchas pendejas por tenerla, así que, por primera vez, en lo que llevan juntos, se honesto con ella, háblale de Sarah, estás haciendo una tormenta de arena y por desgracia nosotros te estamos ayudando, la vas a perder si ella le cuenta su versión. Sabes tan bien como yo, que esa bruja puede convencer a cualquiera.

Bill frunce el ceño, pero no responde, Tom sabe que se ha cerrado y no habrá manera de hacerlo cambiar de opinión. Sakí entra en la sala, llamando la atención de los dos hermanos.

Bill, deberías volver a tu casa—dice el hombre deteniéndose frente a ambos.

¿Paso algo?

Sofia está buscándote.

Dijiste que estaba dormida.

Eso pensé—responde— Sakí, llama a mi padre y dile que necesito su avión. —Sakí asiente y se retira.

¿Para qué quieres el avión de papá?

Para llevarme a Sofia.

Bill, ¡Cuéntale de Sarah! ¡Deja de estar dándole vueltas al asunto!

¡Ya basta, Tom! —grita—No te metas en esto, ayúdame a encontrar a esa perra, que de Sofia me encargo yo.

Tom lanza el vaso donde estaba bebiendo whisky cuando escucha que la puerta principal ha sido azotada.

**

Bill entra en la habitación que se encuentra tenuemente iluminado, ya que Sofia dejo encendida la lámpara de la mesita de su lado, Pumba está dormido en su lado de la cama y Lucas a los pies de ella, suspira y camina hacia su vestidor.

Empuja con cuidado a su perro y acomoda junto a Sofia que abre los ojos al sentir como la cama se hunde ligeramente.

¿Dónde estabas? —pregunto con la voz adormilada.

Estaba con Tom—responde rápidamente— se encontró con Kate en la exposición y eso lo puso mal, aun no supera lo que hizo—pasa un brazo por sus hombros para acercarla más a él.

Sofia mueve la cabeza y se acomoda mejor contra a él —No te creo, ni una palabra—le besa el mentón y vuelve a cerrar los ojos, dejándolo estupefacto.

Cuando la mañana llego, Bill palmeo el lado de su cama, encontrándolo vacío y frio lo que le hizo abrir rápidamente los ojos, los cuales volvió a cerrar al sentir el sol dando de lleno en la habitación, Sofia ha dejado abierto la persiana del ventanal, lo que dejaba que la luz entrara en todo su esplendo en ese lugar.

¿Sofh? —toco la puerta del baño que estaba cerrado, al no obtener respuesta abre la puerta, encontrándolo solo.

Sale de la habitación y revisa las habitaciones del piso de arriba, pero no encuentra a Sofia, baja al primer piso, donde se encuentra con la señora que les ayuda a realizar la limpieza.

Buenos días Martha, ¿has visto a Sofia?

Buenos días señor, está en la piscina.

Gracias—sonríe suavemente y sale en dirección al jardín—Hey— dice para llamar la atención de la rubia, que está sentada al borde de la piscina, mientras Lucas y Pumba juegan dentro de la misma.

Hey—responde, sin desviar la mirada de los perros.

Saliste antes de la cama.

Sofia se encoje de hombros—No podía seguir durmiendo.

Bill se muerde los labios, mete la mano al pantalón antes de sentarse junto a ella, encontrando sus cigarros, del cual saca uno y lo enciende, le da una calada, estira la mano y se lo ofrece, Sofia lo toma y le da una suave calada, antes de regresárselo.

En unas semanas, comienza tu internado, ¿cierto? —Sofia mueve la cabeza afirmativamente—¿deberías tomar unas vacaciones? —da otra calada al cigarro.

Sofia se gira a verlo al escuchar esas palabras—¿Vacaciones?

Sí, unos días de descanso, en alguna playa.

¿Yo sola?

Eventualmente me uniré a ti en unos días.

¿Cuántos días despues?

Bueno tengo asuntos que atender, pero tengo todo arreglado.

Tienes todo arreglado—repite—puedo saber, ¿Por qué te urge deshacerte de mí?

Bill se atora con el humo del cigarrillo, por sus palabras—¡Por supuesto que no!

Enviarme a unas vacaciones sola, me da entender que prácticamente no me quieres cerca, lo que me hace volver a lo que lleva semanas dándome vueltas, ¿Qué me estas ocultando? No me salgas con que es nada, porque eso ni tú mismo te lo crees.

Mi amor— le toma la mano—no te estoy ocultando nada, solo quiere que estés relajada para lo que se te viene.

Sofia aprieta fuertemente los labios, lo que no consigue mantener por mucho tiempo, ya que rápidamente comienza a reír, Bill no entiende que le causa gracia.

Mi amor—le sujeta el rostro y repite en el mismo tono meloso que él lo dijo—Si no me dices que estas ocultando, no me voy a ir, ni sola, ni contigo, así que comienza hablar.

¡Ah, que terca eres! —eleva la voz, pero Sofia no se amedrenta ante ese cambio de voz y actitud—¿Por qué no entiendes que solo quiero lo mejor para ti?

¡¿Cuándo vas a entender, que lo mejor para mí es que tu confíes en mí?! no me voy a ir a ningún lado, así que habla.

Confió en ti, pero no se quieres de mí, Sofia.

No es verdad, no confías en mí y lo sabes.

Estas actuando como una niña, yo lo único que deseo es que estés relajada antes de que comiences el internado, pasar unos días alejados de todos.

Eso no fue lo que dijiste, tú me ofreciste unas vacaciones, donde tú me alcanzarías despues, en ningún momento dijiste que nos iríamos juntos, así que eso me hace desconfiar de tus buenas intenciones.

Está bien, vámonos juntos, Tom puede encargarse de todo, mientras estamos fuera.

Pues ahora no quiero—se lanza al agua

Bill suspira y se aprieta el puente nasal, ante la frustración que está sintiendo, se pone de pie y abandona el jardín, Sofia entrecierra los ojos molesta.

**

Bill está sentado en la sala enfurruñado, con Tom y sus amigos en ella, los G’s habían estado preocupados por lo que había sucedió en la presentación de la galería, Andreas estaba por llegar, se había retrasado, ya que se reunión con la organizadora del evento, necesitaba la lista de invitados para saber con quién había asistido Sarah, ya que la única forma de entrar era con invitación.

Hola chicos—saludo Sofia entrando en la habitación.

¡Hey Sofh! —saludaron alegremente.

¡Qué guapa! —alago Georg, Bill gruño y los demás rieron, aún era divertido molestar a Bill, con eso.

Gracias Georg.

Tranquilo Bibi, es toda tuya—dijo Gustav, palmeando la espalda del rubio, cuando se puso de pie y paso por su lado.

¿Qué estas tramando? —pregunta, dejando a todos callados.

¿A qué te refieres? —pregunta Tom.

Sofia les mira confundida—Solo era una pregunta, ¿Tom estas mejor? —el castaño parpadea al no entender la pregunta—Bill, dijo que no estabas bien anoche, por eso fue a verte.

Ah, sí claro, gracias por preguntar Sofh—sonrió cálidamente, pero había una mirada en los ojos verdes de la rubia, que le indicaba que no se tragó el cuento—¿Entonces que planean hacer?

Nada especial, tal vez jugar algunos video juegos, prometemos no hacer mucho ruido—Dice Gustav regresando con unas cervezas.

Oh, no gracias, se me hace tarde.

Tarde ¿A dónde vas? —pregunta Bill, reparando en que estaba demasiado arreglada para estar en casa.

Voy a reunirme con Sarah—responde, revisando el interior de su bolso, asegurándose de que lleva todo con ella, sin percatarse de la mira de los demás.

¿Qué vas a dónde? —pregunto Bill, poniéndose de pie.

Voy a tomar un café, con Sarah, la chica que conocí ayer en la exposición, ¿recuerdas?

¡Oh, no claro que no vas a ir!

Sofia se rio y le dio un beso—Si, si voy a ir.

No, Sofia, no vas a ir a verte con esa.

Esa tiene nombre, Bill, se llama Sarah Ulrich además ¿se puede saber porque no? —le miro retadoramente.

Por qué no la conoces—Sofia resopla molesta

Por eso voy a tomarme un café con ella, pero no te preocupes, que no voy sola, Lemir y Eva estarán ahí, adiós, chicos— se da la vuelta y sale de la casa, Bill va tras ella, al igual que Tom.

Voy contigo—dice Bill tomándola de la mano.

Perfecto, entonces vamos, ya es tarde y Lemir se va a molestar, odia que siempre llegue retrasada—su sonrisa es grande.

Lémur, no tiene por qué enojarse contigo—se burla Bill.

Bill, deja de llamarlo así—le reprende.

Disculpen tortolos, lamentamos interrumpir, su discusión acerca de cómo llamar al marsupial ese, pero no les importa si nos unimos, ¿cierto? —interviene Tom.

Se llama Lemir, y no es un marsupial—responde, molesta, pero solo obtiene que Tom se encoja de hombros—Pero son bienvenidos—toma de la mano a Bill, para conducirlo a su coche, pero él la desvía hacia la camioneta donde Sakí y Markus ya están esperando.

Si vamos con tus amigos, vamos bajo mis reglas—le dice.

Siempre es con tus reglas, mi amor—le sonríe, pero aun así sube al coche, Bill aprieta los puños y cierra la puerta, para rodear el vehículo.

Bill—le llama Tom, antes de entre al coche—Esto es una mala idea.

¿Crees que no lo sé? Pero no voy a dejarla ir sola.

Bien, pero compórtate, lamento decirte esto, pero ella ya no confía nada en nosotros—Bill desvía la mirada hacia el coche, pero la ventanilla polarizada le impide ver hacia el interior.

Tom no voy a dejar que Sarah, diga o haga algo que lastime, solo para que ella pueda disfrutar de su venganza—El Kaulitz mayor asiente.

Esta va hacer una larga tarde—dice Gustav preocupado, caminando al coche de Tom.

Es una mala idea, que esos tres estén en la misma habitación—dice Georg.

Estoy de acuerdo, he intentado convencer a Bill, de que le cuente la verdad, pero no sé porque se niega.

Miedo—responde Gustav.

¿Miedo a qué? —pregunta.

A perderla Tom, Bill nunca había estado tan tranquilo en años, supongo que eso es lo que lo hace aferrarse a esconderle todo lo malo que ha hecho y ha pasado en su vida.

Va a perderla Gustav, si él no habla y ella logra hacerse su amiga y envenenarla en su contra.

Esperemos que eso no pase, pero dejémosle claro a esa perra, que Bill no está solo y Sofia tampoco—la voz de Georg es firme, los otros dos asiente y se ponen en marcha.

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