70: EN MEDIO DE UNA VENGANZA
Bill camina como león enjaulado dentro de la habitación que comparte con Sofia, los chicos se habían marchado hacia un par de horas, Tom fue el último en dejarlo después de preguntarle exactamente ¿qué era lo que iba a contarle a Sofia?, cuando había respondido todo, el rostro de su hermano se descompuso, intento averiguar que sería lo que él hablaría sin embargo no obtuvo una revelación de ello.
Encendió lo que sería el décimo cigarrillo de la tarde o mejor dicho de la noche, observo la hora en el reloj de su muñeca percatándose de que ya pasaban de las nueve y Sofia aún no estaba en casa, estaba comenzando a pensar que tal vez la perra de Sarah, la había encontrado y le había contado alguna mentira para ponerla en su contra y a eso se debía su retraso.
Las manos le estaban sudando y está comenzando a ponerse histérico, tomo el teléfono y llamo a Sakí, exigió saber dónde estaban Leo y Wali, pero sobretodo porque Sofia aún no estaba en casa. Él hombre le informo que estaban en camino, corto abruptamente la llamada, esa información no logro tranquilizarlo.
Tenía ahora más dudas debido al retraso, tomo su teléfono y presiono la tecla de llamado rápido de Sofia.
—Ya casi llego—fue lo primero que escucho en cuanto la llamada fue descolgada.
—¿Estás bien?
—Si—escucha como maldice y frunce el ceño.
—Te espero entonces—termina la llamada.
No pasan más de quince minutos cuando escucha las pisadas de Sofia, suspira porque sabe que el momento de la verdad ha llegado.
—Hey—dice entrando en la habitación, Bill la observa tiene las mejillas ligeramente rojas y sus pupilas están un poco dilatadas—lamento el retraso.
—¿Estás ebria? —pregunta al verla como se tambalea ligeramente.
—Un poco— se rie.
—Pensaba que ibas a ver a Morgana.
—Así fue, vengo de con ella, nos invitó a cenar y Adam quiso celebrar que acaba de cerrar un trato muy importante para su constructora y creo que me pase un poco con las copas—camina hasta el sillón más cercano de la habitación y se deja caer.
—Justo hoy—murmura
—Mi tía te manda saludos y como no fuiste Andrew te envió una caja con pastel de frutas, lo guarde en el refrigerador—comenta mientras lucha con las botas que lleva puestas, pero no puede sacárselas, Bill se arrodilla y le ayuda a sacarlas—¿Sigues enojado? —le toma el rostro, Bill suspira.
—No estoy enojado.
—Hace un par de horas estabas de malas.
—Tengo muchas cosas en la cabeza—besa delicadamente sus labios, por lo que el ataque de Sofia sobre sus labios lo toma por sorpresa, tiene que empujarla de regreso al sillón, ya que casi lo tumba—Tenemos que hablar—le informa deteniendo sus manos, que en esos momentos se encuentran en los botones de su camisa.
—¿Ahora? —pregunta fastidiada.
—Si ahora, antes de que me arrepienta.
Sofia gruñe —Hablemos despues—vuelve a besarlo y por segunda vez él la separa, aunque con lo insistente que esta, está por dejar el tema para despues y darle lo que quiere.
—Sofh—aparta los mechones de su cara sonrojada—no me estás haciendo esto fácil—ella tuerce los labios fastidiada.
—¿Qué tengo que hacer para que me lleves a la cama y me hagas el amor?
—Créeme que, en estos momentos, es lo que más deseo, pero lo que tengo que decirte es importante.
Sacude la cabeza en un intento de que el efecto del vino se aleje un poco de su cerebro y la deje conectarse con el presente, la expresión seria de Bill, comienza a ponerla nerviosa.
—¿Qué es?
—Es sobre… Es sobre… Sofh—se pasa las manos por el rostro, frustrado—Escucha, antes de conocerte, mi vida era un desastre, yo era un desastre, todo el tiempo estaba enojado, me drogaba, bebía todo el tiempo y era un adicto al sexo, una mujer diferente cada noche, solo para hacer enojar a mi madre, tu mejor que nadie sabe que nuestra relación no ha sido la más sana del mundo.
—¿A dónde quieres llegar con esto?
—A que hubo una época en la que me convertí en un verdadero dolor de cabeza para mis padres, ellos no sabían cómo controlarme y yo no les estaba haciendo el trabajo fácil, un día me escape de casa, estaba molesto por que Jörg se había llevado a Tom de vacaciones, dejándome a mí con Gordon y Simone, se suponía que estaba castigado, había golpeado a un chico, no recuerdo que dijo, el punto es que si mi hermano y los chicos, no hubieran entrado al baño de la escuela, yo realmente lo habría matado y creo que no hubiese sentido remordimiento alguno por eso—los ojos de Sofia se abre grandemente ante esa confesión y un jadeo escapa de su garganta—los abogados de mis padres llegaron a un acuerdo con los de su familia y nadie presento cargos, la escuela no armo un alboroto y yo fui suspendido por un par de días, pero eso no impido que Jörg me castigara, en realidad me importaba una mierda su castigo, pero de nuevo se llevó a Tom y yo me quede, así que ese día en particular cuando Tom se marchó de vacaciones con él y su nueva novia, yo hice de las mías.
—¿Por qué es relevante todo esto? —pregunta insegura si es buena idea escuchar el resto de la historia.
—Porque ese día conocí a la persona que arruino mi vida.
Sofia le mira desconcertada—a la persona que arruino tu vida—repite—¿de qué estás hablando?
—Estoy hablando de que en las últimas semanas te he mentido.
—¡Lo sabía! —se pone de pie —sabía que me estabas ocultando algo, ¿Por qué?
—Por estaba intentando protegerte.
—¿Protegerme? ¿protegerme de qué?
—¿De quién?, mejor dicho, Sofia, el día que me escape de casa.
—Sí ya me dijiste, conociste a la persona que arruino tu vida, ¿Qué tiene que ver eso conmigo? ¿Quién es esa persona?
—Déjame continuar por favor, esto no es nada fácil de hablar—pide, Sofia acepta, aunque no de muy buena gana —bien, tenía dieciséis años, cuando conocí a esta chica, al principio no llamo mucho mi atención, pero eventualmente caí en sus redes. Ella fue quien me mostro otros tipos de drogas, no que no las hubiera probado, digo un porro alguna vez con los chicos y mi hermano porque estábamos aburridos, pero nada más allá de eso—observa como el rostro de Sofia comienza a perder todo rastro de emociones y ahora es una expresión vacía y fría la que lo cubre, duda por un segundo en seguir continuando, pero ahora que ya comenzó no es momento de echarse atrás—nuestra relación se basaba en drogarnos juntos, tener sexo y molestar a mi madre, ella era dos años mayor que yo, así que estar involucrado con ella y aprender lo que me enseñaba era lo mejor que yo creía que podía haberme pasado, el punto es que ella supo cómo envolverme y manipularme y yo jamás me di cuenta, cuando Tom la conoció supo que yo no estaba seguro con una mujer como ella, pero no me importo estaba molesto con él, aunque habíamos arreglado las cosas, eso no dejaba de lado que aun sintiera ese pequeño sentimiento de molestia hacia mi hermano, así que cuando él dijo que ella no era buena para mí, yo lo atribuí a que estaba celoso, porque ella era hermosa, pero era horrible por dentro y yo no lo sabía aun, el punto es que tampoco tenía idea de que además de acostarse conmigo lo hacía con otro idiota—camino hacia la mesa de noche y tomo la botella de whisky que había subido, la llevo directo a sus labios, sintiendo el cálido y embriagante sabor del licor, bajar por su garganta—Una noche, ella me cito en su casa, sabía que no era para hablar, era para tener sexo, así que fui como un estúpido cordero esa noche fui directo al matadero, no imaginaba lo que esa noche me aguardaba, tuvimos bastante sexo.
Sofia frunce los labios en una mueca de asco por unos segundos antes de volver a su expresión vacía y fría.
—En un momento ella abandono la habitación, unos segundos despues escuche su voz, estaba discutiendo con alguien, así que me vestí, lo más rápido posible y baje a averiguar que sucedía, cuando iba bajando las escaleras, escuche una detonación, entre al lugar de donde provino el ruido, la encontré a ella con el rostro magullado y la ropa que vestía rasgada llorando histéricamente, en su mano estaba una pistola y a sus pies se encontraba un chico en un charco de sangre, yo corrí abrazarla y no se en que momento yo tome la pistola, pero ella se separó de mi justo cuando entraron sus padres, lo demás fue un caos, yo fui arrestado y llevado a prisión, en el juicio ella dijo, que su novio y ella estaban viendo una película cuando yo entre, le dispare a él y trate de violarla, que de no ser por sus padres, me habría salido con la mía, la muy zorra dijo que yo siempre la molestaba, que si habíamos salido un par de veces pero que despues ella, rompió conmigo y que yo no pude soportar el rechazo ¡Fue una mentira! —grita, sus ojos se llenan de lágrimas de rabia y Sofia siente una punzada en su pecho, pero se mantiene en su lugar.
—¿Qué sucedió?
—¿Conmigo? —Sofia asiente
—Me declararon culpable pase un año en prisión, mis padres se encargaron de que estuviera aislado dentro de ese lugar.
—¿Te declararon culpable por asesinato?
—Sip, el fiscal me odiaba así que hizo lo imposible para encerrarme, además de que esa noche di positivo a las drogas, pero no pudieron probar que yo disparé.
—¿Qué sucedió con ella?
—Salió libre de toda culpa, quedo como la víctima.
Sofia duda en preguntar quién es ella, aún tiene que asimilar todo lo que Bill le ha dicho, como para querer conocer el nombre de esa mujer.
—Escucha todo esto que te he contado, es por una razón, hace unas semanas esta chica apareció, con la estúpida idea de vengarse de mi —le sujeta las manos.
—Bill ¿Quién es ella? —está comenzando a perder la paciencia, siente que él solo le está dando vueltas al asunto y no ha terminado de revelarle la verdad.
—Es… Es… —enfoca sus ojos caramelos sobre los ojos verdes de ella—Sarah—pronuncia con odio.
Sofia siente que la habitación se sacude a su alrededor cuando escucha el nombre, su mente trabaja rápidamente y de pronto hace clic, pero se niega a creer que es la chica que conoció la noche anterior.
—¿Sarah? ¿Qué Sarah? —pregunta en un intento de que Bill le diga que se trata de otra mujer.
Bill le mira desconcertado por la pregunta —¿Cómo que, que Sarah? Te estoy hablando de la zorra y víbora que conociste ayer—finalmente deja escapar el insulto que ha estado conteniendo desde que comenzó a contarle la verdad.
Sofia solo parpadea, asimilando finalmente todo, la idea de saber quién era esa chica, que papel había tenido en la vida de él, Bill solo puede mirarla esperando a que diga algo más.
—¿Porque no me lo contaste antes?
—Porque tenía miedo de contarte mi historia con ella, mi pasado con Sarah, no es algo digno de recordar, ella arruino mi vida, mientras yo pase un año siendo la burla de los guardias y escuchando como esos mismos guardias violaban chicos de mi edad por la noche, ella estaba afuera.
—Lamento mucho lo que te paso Bill, pero eso no justifica que me ocultaras eso, yo jamás te he mentido, te he contado toda mi vida y yo no pude recibir lo mismo de ti.
—No, no estas entendiendo Sofh.
—Entiendo perfectamente, ahora quiero que me digas exactamente, ¿Por qué me estas protegiendo de ella?
—Sarah está loca, es una psicópata narcisista que culpa a todos por lo que le ha pasado, culpa a mi familia de que la suya se fuera a la ruina y de la muerte de su padre.
—¿Ellos no tuvieron nada que ver?
Los hombros de Bill se hunden, está cantando como canario, pero ya que importa—Mis padres, Jörg y Simone, se encargaron de que su familia se fuera a la quiebra, no recuerdo a que se dedicaban, pero ellos se encargaron de que nadie hiciera negocios con ellos, si no deseaban tener problemas con los Kaulitz.
—Así que tus padres, se vengaron de ella de esa forma.
—Pues sí, la idea fue de Simone, ella fue quien no se quedó tan tranquila, creo que fue su forma de demostrarme su amor.
—Vaya forma, despues de saber esto ¿Qué tengo que ver yo en todo este lio?
—¡¿Es que aún no lo entiendes?! —exclama exaltado—Sofia tú eres mi punto débil, eres la persona más importante de mi vida, ella sabe que tú y Tom son lo más importante que tengo, pero no es tan estúpida como para enfrentarse a él, tú no la conocías y para ella eres el blanco ideal.
Sofia deja escapar una risa irónica —Estoy en medio de una venganza con la psicópata de tu ex novia—su voz está llena de molestia, rabia e impotencia ante lo que está pasando—Solo por eso me lo cuentas.
—Te lo habría contado—responde, sujetándole el rostro.
—¡Mentira! —se suelta—no me lo habrías contado—Se lleva las manos a la cabeza enredando sus dedos en sus mechones de cabello—Ahora entiendo, todo—su voz sale temblorosa, sus ojos se llenan de lágrimas, pero estas no salen de ellos.
—¿Entiendes qué?
—Por qué querías sacarme de la cuidad esta mañana, porque de pronto pase de tener a Leo a tener a Wali y quien sabe cuántos más me cuidan la espalda, no estabas aterrado de que Rachel me hiciera daño, estabas aterrado de que esa mujer se me acercara—cierra los ojos para alejar de nuevo las lágrimas que se arremolinan en sus ojos—¡Pues adivina que, pedazo de idiota! ¡Ella se acercó a mí! Me hizo creer que era una persona agradable, estuve a punto de presentarle a mis amigos, me habrías hecho quedar como una estúpida frente a ellos, si se hubiera presentado y peor la habrías dejado que me tomara una vez más por una estúpida que no tenía idea de quien era ella.
—No, eso jamás.
—¡Si claro, no te creo, ya no te creo!
—Ella no se iba a presentar hoy, Sakí y Markus estaban apostados en la entrada del bar, ellos me avisaron cuando llegaron y la enfrente. Quiero que entiendas que todo lo que hecho lo hecho por ti, en las últimas semanas he estado paranoico porque he tenido miedo de que ella te lastimara.
—Estoy cansada, quiero dormir— camina hacia su vestidor, Bill sabe que la conversación ha terminado.
***
Sofia maldijo al escuchar el sonido el juguete chillón de Pumba el cual parecía estar siendo masacrado por el cachorro, gruño ante el molesto ruido.
—Buenos días—su cabeza salió de debajo de la almohada, aparto los mechones rubios que le dificultaban la visión de Bill—¿Qué tal dormiste?
—Tuve una horrible pesadilla—se giró en la cama, parpadeando para acostumbrarse a la claridad de la habitación—Soñé que tu tenías un pasado oscuro con Sarah, la chica que conocí en la… no era un sueño—chasquea la lengua.
—No, lo siento, todo es verdad—dirige la mirada hacia Bill, quien se encuentra en el sillón blanco junto al ventanal, con Lucas y Pumba a sus pies, junto a él hay dos tazas de café humeantes— Sofh… en verdad yo—se calla cuando ella levanta la mano, en señal de que guarde silencio. abandona la cama enredada en el cobertor azul eléctrico, camina hasta él y para su sorpresa se sienta en sus piernas, toma una de las tazas y da un sorbo.
—Escucha, estoy … en realidad no sé cómo sentirme Bill, supongo que molesta y un poco desilusionada de que me ocultaras algo como esto es como me debería sentir, pero aun no logro asimilar todo lo que sucedió anoche.
—Lo entiendo, aunque lo dudes, mi intención al ocultarte esa parte de mi vida, no era lastimarte, era solo que no quería que conocieras al monstruo que una vez fui— le mira fijamente, sus ojos luces feroces a esas horas de la mañana.
—¿Qué otra cosa me estas ocultando? —Bill apoya su frente en el hombro cubierto por la manta, dejando escapar un suspiro de derrota—¿Bill? Si quieres que me quede a tu lado, será mejor que hables.
—¿Recuerdas la primera vez que te vi?
—¿Cuándo me llamaste puta? Por qué me negué a salir contigo—Bill se rasca la nuca y sus mejillas se tiñen de rojo.
—No—rie—me refiero a la primera vez que te vi sin el antifaz, cuando curaste a Gustav, por ese incidente causado por Andreas en el bar—Sofia siente—bueno, digamos que me di a la tarea de buscarte, pero Nina era bastante difícil de encontrar, sin embargo, los chicos se dieron a la tarea de buscar a la bella doctora que nos salvó el culo a todos, esa noche, hasta que te encontramos.
Sofia le mira desconcertada—Me investigaste, es lo que me estas queriendo decir.
—Sí, te investigue, averigüe donde estudiabas y por una casualidad te encontré en ese hospital, no llegue ahí por obra del destino, llegue ahí, porque moví mis influencias al final era un ganar-ganar para todos, el hospital, mi familia, pero sobre todo para mí, te vería ahí y con un poco de suerte lograría conquistarte. Me gustaste desde la primera vez que te vi.
—Sabes que eso se llama acoso.
—Lo sé, pero de no haberlo hecho, estaríamos aquí ahora, llevaríamos casi un año de relación, ¿Te has puesto a pensar, donde estaríamos?
—No.
—Yo sí, yo estaría haciendo pendejadas como de costumbre y tu tal vez estarías con Lemir.
—¿Con Lemir? —le mira desconcertada.
—Sé que lo quieres y no dudo que, si yo no me hubiese metido a la fuerza en tu vida, estarías con él, seguramente feliz y sin estar en peligro.
—¿Cuan peligrosa es ella? —decide cambiar de tema.
—No lo sé, sin embargo, sé que no debemos subestimarla, odio que quedarás en medio de esta venganza, pero ella no va tocarte, sé que me vas a odiar por decir esto, pero si tengo que matarla, lo voy hacer.
—No digas estupideces.
—No lo son, tú eres lo más importante y yo te prometí protegerte, no voy a dejar que nadie te dañe, ni siquiera si ese alguien soy yo.
Sofia está por responder, pero el sonido del teléfono los interrumpe, abandona el regazo de Bill y camina hacia donde está el móvil el estómago se le revuelve al ver el remitente. Era un mensaje de Sarah, que se disculpaba nuevamente por haberle fallado el día anterior.
—¿Quién es? —pregunta al ver el rostro molesto de la rubia.
—la psicópata de tu ex novia.
—No es mi ex novia, solo era una … disculpa mi francés Sofia, pero era una puta a la que me cogía, ¿Qué quiere?
—Se está disculpando, por no haber asistido ayer al bar.
Continuará…