«Believer» Fic TWC de MizukyChan

Hacen planes astutos contra tu pueblo y juntos conspiran contra tus protegidos.

(Salmos 83:3)

Capítulo 15: Conspiración

Tom no quería cerrar los ojos, pues cada vez que lo hacía, venía el rostro de Bill acercándose al suyo, hasta que sus labios se rozaban.

Esto no puede estar pasando. No puede pasarme a mi. Soy un hombre de Dios.

Sentía la frente perlada de sudor y la boca seca, pero no quería moverse de la cama, todavía le dolía la cabeza y sentía que las nauseas se intensificaban, aunque dudaba que ahora fueran producto del veneno, sino más bien, de la batalla que libraba su mente con la carne de su cuerpo.

Esto está mal. Está muy mal.

Un golpe en la puerta, lo sacó de sus pensamientos—. Adelante —dijo con voz rasposa.

Padre Kaulitz, ¿está usted bien?

Tom abrió los ojos, apretando el ceño y miró al visitante, vestido de uniforme—. Mm, sí.

Disculpe, mi nombre es Rick Sullivan, soy el guardia asignado a su pasillo.

Oh, no sabía que había un guardia aquí —dijo, apretando más el ceño, tragando pesado.

El oficial pareció notar su malestar y se acercó a la mesita a su lado para poner agua fresca en un vaso y lo acercó al sacerdote—. Tome, esto le hará sentir mejor.

Gracias —dijo Tom, aceptando el vaso, permitiendo que el frescor del líquido bajara por su garganta—. Las nauseas no me dejan recibir más que agua.

El policía asintió y tomó el vaso una vez que el padre terminó—. Fue usted muy valiente, Padre.

Tom bufó y negó con la cabeza—. Fui un tonto que se dejó envenenar.

El hombre sonrió—. Eso no le resta méritos a su acción, Padre. —Tom volvió a apretar los ojos y puso una mano en su frente—. ¿Está bien, Padre? Entré porque lo vi mal. ¿Necesita algo? ¿Quiere que llame a alguna enfermera?

Tom no apartó la mano de su cara, pero contestó de todas formas—. La verdad es que sí necesito algo.

Lo que sea, Padre.

Una biblia. El único que puede ayudarme ahora es Dios —Tom alzó la vista y miró al hombre con ojos suplicantes. Su expresión pareció calar en el corazón del policía, quien asintió.

Deme un momento, Padre.

Salió de la habitación dispuesto a ayudar al sacerdote, pero cuando llegó al ascensor y las puertas de éste se abrieron, su colega lo saludó con una enorme sonrisa.

Hey, Rick

Buen día, Lockman —respondió el saludo, arrugando el ceño. Se suponía que no debían abandonar sus estaciones de vigilancia y su expresión mostró exactamente su desaprobación—. ¿Qué haces aquí?

Traigo a la señorita Sheppard a saludar a su salvador —respondió, sin despintar la sonrisa de su rostro.

Buen día, señorita —Rick saludó a Mandy, quien sonreía de vuelta, desde la silla de ruedas que el otro policía empujaba.

Espero que no le moleste que salude al Padre Kaulitz —dijo la chica con inocencia.

Supongo que no, pero no se ve muy bien. Parece estar adolorido —respondió el oficial, girando sobre sus pasos para caminar con ellos hasta la habitación C35.

Rick abrió la puerta, pero observó con detalle la expresión del sacerdote, si había algo que le mostrara que no se sentía bien, sacaría a su colega de ahí en un parpadeo, pero no sucedió tal cosa, el Padre Kaulitz se veía feliz de ver bien a Mandy, así que decidió dejarlos hablar un momento.

¿Peter, vienes un segundo? —Pidió, sacando al otro policía de la habitación, cerrando la puerta cuando ambos salieron al pasillo.

¿Qué sucede, Rick?

El Padre Kaulitz me pidió una biblia —explicó—. ¿Podrías quedarte con él mientras consigo una en recepción?

Por supuesto —respondió con una sonrisa—. Además, no puedo dejar a la señorita Sheppard fuera de mi vista.

Gracias.

Cuando se iba a retirar, un grupo de chicos se acercó hasta ellos—. ¿Podemos ver al Padre Thomas? —Preguntó el joven de cabello castaño.

Sullivan achinó los ojos, dudando, pero su colega habló—. Está bien Rick, ellos son Corbin, el hermano de Mandy y sus amigos, Ben, Tamara y Jennyfer.

Rick asintió y permitió que el grupo entrara en la habitación, pero luego sujetó el brazo del otro oficial con firmeza—. No les quites los ojos de encima, ¿está bien?

Peter arrugó el ceño—. Son adolescentes, Rick, ¿qué mal podrían hacer? No seas paranoico.

Mandy y el Padre fueron envenenados, Lockman. El asesino todavía está suelto y el sheriff tuvo que pedir ayuda a Annona, perdóname por querer hacer mi trabajo —terminó con sarcasmo.

Peter bajó la mirada, avergonzado—. Está bien, entiendo. Ve por la biblia. Yo vigilaré a los niños.

Gracias.

Afortunadamente, a Rick no le fue difícil encontrar una biblia, ya que las recientes muertes habían despertado un fervor religioso en la tranquila comunidad y más de una persona portaba el libro sagrado, ya fuera para un paciente ingresado en el hospital, o para usarlo como protección contra los malos espíritus en el lugar de trabajo.

Cuando Sullivan regresó al tercer piso, fue directo a la habitación C35, encontrando menos personas allí—. ¿Dónde están los demás? —Preguntó a su colega.

Jennyfer y Ben fueron por algo de beber —respondió Lockman con calma.

Oh —fue lo único que dijo y procedió a dejar la biblia sobre la mesita de noche del sacerdote, quien le sonrió y le ofreció un gracias silencioso.

Al salir de la habitación, vio como la rubia venía diciendo algo que hizo sonrojar al chico castaño que cargaba una bolsa de papel y una pequeña bandeja con cuatro vasos de café. Ella también sostenía una bandeja desechable con cuatro vasos más, pero no parecían ser de café, sino de jugos naturales.

Hola, oficial, trajimos café para los hombres y jugos para las chicas —dijo, mostrando una sonrisa coqueta.

Gracias, pero estoy bien —respondió el hombre, intentando no rodar los ojos a la chiquilla.

Vamos, oficial —insistió Ben, sacando un vaso de su bandeja—. Este es para usted, también trajimos uno para su compañero.

Viendo que los adolescentes no lo dejarían en paz, apretó los labios y asintió—. Está bien. Gracias.

Espero que le guste dulce —dijo la chica—. Le puse crema y azúcar —le guiñó un ojo y procedió a entrar en el cuarto.

Ben repartió los cafés y Jen entregó un jugo a cada chica y le dio uno al Padre Kaulitz.

No creo que deba aceptarlo, no me he sentido muy bien del estómago —dijo el sacerdote.

Es por culpa del veneno —comentó Mandy—, me pasó lo mismo, pero después de volver a comer, todo pareció calmarse —para probar su punto, le dio un gran sorbo a su bebida—. Créame, Padre Thomas, le hará bien.

Tom no pudo menos que sonreír y asintió, dejando escapar un gemido de gusto al sentir el sabor de su jugo—. Mmm, durazno, mi favorito. Gracias.

Ben sonrió y se sonrojó. Corbin miró a su amigo y no pudo evitar sonreír también.

Mientras tomaban sus bebidas, Mandy explicó al Padre todo lo que recordaba del ataque, todo lo que le contó al sheriff y Corbin agregó datos de la llegada del sacerdote semi inconsciente al hospital, cosa que salvó la vida de su hermana.

Resumiendo, ¡es un héroe, Padre Thomas! —Exclamó Corbin, con ojos brillantes.

Tom sonrió, pero no pudo evitar que se escapara un bostezo, que rápidamente cubrió con su mano.

Peter notó el cansancio en las facciones del paciente y se acercó a la puerta—. Creo que ya es hora de que salgamos y dejemos descansar al Padre Kaulitz.

¿Puedo regresar caminando? —Preguntó Mandy.

No, señorita —respondió el oficial—. Ya sabe que la política del hospital dice que debe usar la silla de ruedas hasta que le den el alta.

Pero estoy bien, deberían enviarme a casa —se quejó la chica.

Soy oficial de policía, señorita, no médico —se defendió el hombre, obligando a todos a dejar el cuarto, para empujar la silla de Mandy hasta salir al pasillo.

Todos se despidieron del Padre Kaulitz, agitando la mano, lo mismo hicieron con el oficial Sullivan y regresaron al segundo piso.

Rick miró por la ventana de la puerta del sacerdote y sonrió al ver como se quedaba profundamente dormido.

Un piso más abajo, los hermanos Sheppard hablaban en voz baja.

Mandy, creo que tú también deberías descansar —dijo Corbin, ayudándola a subir a su cama.

Nah, yo me siento bien —respondió la chica.

Bueno, yo me voy —dijo Jen, dando un beso en la mejilla a su amiga—. Se hace tarde y tengo toque de queda. ¿Tamara, quieres que te lleve?

No, mi madre vendrá a buscarme —dijo, sacando su teléfono para enviar un mensaje a su madre—. Debo estudiar para el examen de mates.

Mierda, ojalá todavía esté aquí para no darlo —dijo Mandy, haciendo reír a sus amigas.

Yo también debo irme —anunció Ben, chocando los puños con su amigo, como saludo de despedida—. Cuídate, Mandy, no hagas enojar a las enfermeras.

Al salir al corredor, se despidieron del oficial Lockman, inclinando la cabeza y Jen miró su reloj, diciendo en voz baja—. El laxante debió hacer efecto hace unos instantes. Tendrás al menos veinte minutos, Ben.

Bien, vamos por las escaleras.

Al llegar al tercer piso, la rubia miró por el corredor, asintiendo al verlo totalmente despejado, no estaba el guardia, ni había enfermeras.

Yo te cubriré —dijo, dando un piquito en los labios al joven.

Te compensaré más tarde.

Sé que lo harás.

&

Fuera del hospital una figura cubierta con una capucha negra, miraba con ojos entrecerrados y una expresión de furia en el rostro. Todos los pecadores deben pagar.

& Continuará &

¿Qué conspiración tienen preparada Ben y Jen contra el Padre Kaulitz? Creo que ustedes ya saben la respuesta a eso, pero… ¿podrán salirse con la suya?

Publicaré la continuación en esta misma semana, porque estos dos capítulos van muy unidos >///< y muero de ganas porque vean un poco de acción de Bill. Muajjajajaja, me salió la risa maligna.

por Mizuky

Escritora y traductora del fandom

10 comentario en “Believer 15: Conspiración”
  1. Ese Ben >:| Me caen muy mal. Que bueno que ya vaya a aparecer Bill de nuevo, me encantan los fics donde Bill es «malo».
    Besos!

  2. Tengo una idea muy clara de lo que Ben quiere hacer con Tom, pero algo me dice que el que Bill sera un impedimento para lo que este en la mente del adolescente, más ahora qur Bill esta furioso.
    Nos leemos en el proximo, saludos

  3. Vale, quiero que pillen al pervertido de Ben, y a su amiguita.
    Aunque quiero que Bill le enseñe una lección, no estoy muy segura de que quiero que lo mate, es mejor que alguien más se de cuenta de las cosas enfermas que ese crío quiere hacerle al pobre Tom.

  4. No los dejes Bill. Lo único que temo es lo que podría hacerles a esos torpes adolescentes :/ … Realmente quiero saber del reencuentro de B y T.

  5. Y yo muero de ganas de saber de bill me caen mal los niños todos en realidad :vvvvvvvsiemto que le quitan protagonismo a mis dos principales vamos bibi tu puedes al menos aquí defiende lo que es tuyo

  6. Adolescentes hormonales inmaduros que creen que al hacer sus cosas para lograr que el Ben pueda manosear a Tom está bien….
    Y pésimos los policías por aceptar bebidas y que Tom también la tomará… creo que van a rodar cabezas en el sentido literal y figurado.

  7. Esta historia me gusta tanto, que cada capítulo se me vuelve muy corto. Quiero saber qué pasará. Como es que Bill se enteró de los planes de Ben? Porque eso de poner laxante al guardia es algo muy malo. Me muerdo las uñas por saber.

  8. OMG !!!!! ya quiero seguir leyendo …. que se traerán estos dos ? ojalá Bill los detenga pero antes que Tom se de cuenta de lo que son capaces. Gracias por actualizar !!!! continua porfisss !!!!

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