Mimiis, Ady, Aurora, Julie, este capítulo va para ustedes. Muchas gracias por su apoyo, sus comentarios es la fuerza que me anima a seguir publicando el fic. Que emoción.
«Believer» Fic TWC de MizukyChan
“Serán atrapados en los artificios que han ideado” (Salmos 10:2)
Capítulo 27: Pistas
—Hay más de un asesino aquí. Thomas, tú eres el único que puede ayudarme a detener esto, a parar estas muertes.
Los ojos abiertos de Thomas se llenaron de lágrimas y sacudió la cabeza, intentando componerse, parpadeó, para evitar que las gotas cayeran y preguntó—. ¿Qué puedo hacer?
—Responder algunas preguntas de tu vida —contestó la mujer, dejando perplejo al sacerdote.
El joven asintió y se aclaró la garganta—. Está bien.
Mary Ann tomó su cartera y acercó la silla a la cama de Thomas, sacó el celular y abrió unos archivos, buscando lo que necesitaba.
—¿Qué edad tenías cuando ocurrió el incendio que se llevó a tu familia? —Comenzó la mujer.
Tom parpadeó y ladeó un poco la cabeza—. ¿Qué tiene que ver eso con…?
—Sólo contesta las preguntas, Thomas, por favor —pidió la rubia—. Al final, te explicaré las razones de todo esto, o lo que creo que está ocurriendo.
—Okey. Tenía seis años.
—¿Tu familia consistía en: padre, madre, Bill, tu hermano gemelo y tú? —Fue la segunda pregunta.
Thomas no pudo evitar tensarse ante la mención de Bill, pero respondió de todos modos—. Sí, éramos cuatro en total. ¿Cómo lo sabe?
—Se hizo un reporte después del incendio.
Tom quería preguntar qué había pasado con Bill, cómo es que nadie se dio cuenta que estaba vivo.
—¿Qué pasó contigo cuando quedaste huérfano? ¿Por qué no te enviaron con servicios sociales? —Preguntó Mary Ann, mirando de frente al joven.
—Ahora que lo menciona —reflexionó Thomas, arrugando el ceño—, nunca vi a nadie de servicios sociales. Como era tan pequeño me dejaron en la parroquia y ahí, John se hizo cargo de mi.
—¿Por qué John? —Insistió la mujer.
—No lo sé, recuerdo que John era el padre más joven de la parroquia, había dos más allí, pero eran mayores que él —respondió el joven.
—¿Te acuerdas de los nombres de los otros sacerdotes?
Thomas negó con la cabeza—. John no me dejaba mucho a solas. Cuando salí del hospital, él estaba conmigo todo el tiempo, supongo que temía que colapsara o algo así, por eso no compartí con los otros sacerdotes.
—¿Cuándo te mudaste a Arlington? —Preguntó la mujer, aunque ella tenía todos los datos anotados en su teléfono celular.
—Mhm… creo que tenía diez años, o algo así. Fue por el traslado de John a otra de las parroquias.
La mujer asintió y continuó con el interrogatorio—. ¿Cuánto tiempo estuviste en Arlington?
—Muy poco, creo que sólo un año, hasta que llegó otro sacerdote a hacerse cargo de esa parroquia —respondió, sin tener idea qué relación tenía todo aquello, con el caso actual.
—¿Viviste en Dallas? —Preguntó Mary Ann, levantando la vista de sus anotaciones, para fijarla en las facciones del chico, que se tornaron tensas repentinamente.
Thomas asintió, pero no dijo nada, apretó la mandíbula y desvió la mirada. Tenía muchos recuerdos de ese lugar, muchos que no eran nada gratos.
—¿Qué pasa, Thomas?
—John pidió el traslado a Dallas para que yo pudiera tener una buena educación —respondió el joven, bajando la mirada, jugando con sus dedos—. Yo ya le había pedido ingresar al Seminario, pero él dijo que debía ver el mundo antes de elegir renunciar a él, por eso escogió esa ciudad tan grande.
—¿Pasó algo más en Dallas? —Insistió la mujer.
Asintió—. Tenía trece años cuando llegué a esa escuela, conocí a Justin allí, él se volvió mi mejor amigo, pero luego… él…
—Se quitó la vida —la mujer terminó la oración, notando como el sacerdote apretaba sus manos, volviéndolas puños.
—Yo no quedé muy bien después de aquello —instintivamente tocó su muslo cubierto por las mantas, recordando cuando comenzó a usar el cilicio.
—John pidió el traslado entonces, ¿verdad?
—Sí, nos fuimos a Irving y luego a Oakwood, donde ingresé al Sacerdocio.
—¿Qué edad tenías?
—Dieciocho.
—¿Cuánto tiempo estuviste allí? —Continuó la oficial.
—Un par de años. No estoy seguro, pero creo que ya había cumplido los veinte cuando me dieron mi primera asignación. Me enviaron a Howe.
La mujer arrugó el ceño—. ¿Cómo es que has tenido tantos cambios, Thomas? Los sacerdotes generalmente se establecen en un lugar y se quedan allí por mucho tiempo.
El chico se alzó de hombros y sonrió—. John solía decir que yo era un joven especial y que Dios me enviaba a diferentes partes para compartir su luz.
—¿John se fue contigo también a Howe?
—No, desde ahí comencé a vivir solo, aunque John siempre venía a visitarme, tanto a Howe, como a El paso —respondió el joven con una cálida sonrisa en los labios—. John ha sido como un padre para mi.
—¿Y cuándo llegaste a Avery?
—Hace dos años, tenía 26 cuando llegué aquí —respondió ladeando la cabeza.
Mary Ann se pasó una mano por la cara y respiró hondamente antes de levantar su celular—. Todos los datos que me has dado están aquí.
Thomas arrugó el ceño—. No lo entiendo, ¿por qué tiene esa clase de información?
—Porque en cada lugar donde has vivido han ocurrido crímenes como los que están pasando ahora, en Avery —respondió la mujer.
—Es… eso es imposible —Thomas abrió grandemente los ojos.
—Quiero que pongas mucha atención a lo que voy a decir, Thomas, porque necesito saber si recuerdas algo de lo que voy a mencionar.
El sacerdote estaba confundido y preocupado, pero de todos modos asintió.
—Cuando llegaste a la parroquia de John, tenías seis años y un incendio acabó con la vida de tu familia.
Thomas asintió.
—A los diez años, estabas en Arlington —Thomas volvió a asentir y Mary Ann leyó el encabezado de un reporte—. Incendio destruye a familia completa, mueren los padres y sus dos hijos.
El joven abrió grandemente los ojos—. ¿Qué?
La mujer no lo dejó continuar—. Familia muere en extrañas circunstancias en Laredo. Milagrosamente, una de las hijas se salva, pero días después muere atropellada.
—Estuve allí. Lo recuerdo, tenía once años —dijo Thomas.
—Cuando recién te mudaste a Dallas, hubo un extraño caso, donde un John Doe* fue encontrado, con una mano y un pie mutilados.
Thomas había comenzado a sentir náuseas—. No es posible.
—Y no fue sólo eso…
—El cementerio —dijo Thomas, sorprendiendo a la mujer. Recordó su sueño con Bill, del alboroto del cementerio, pero él nunca supo qué había ocurrido—. Tenía catorce cuando algo pasó en el cementerio, los adultos estaban muy alterados.
—Hubo un gran escándalo cuando se descubrió la profanación de tumbas en el Cementerio General de Dallas.
—¿Profanación de tumbas? —Thomas no podía creer lo que escuchaba.
—Encontraron varias tumbas sin cuerpos, Thomas, robaron los cuerpos —explicó la mujer.
Thomás pasó la mano por su cada vez más espesa barba y suspiró.
—Cuando estuviste en Oakwood, hubo otro incendio extraño.
—¿Hubo sobrevivientes? —Preguntó sin poder evitarlo.
La oficial asintió—. El hijo mayor se salvó. En ese mismo lugar, hallaron el cadáver de un hombre al que le faltaba un ojo. Nunca encontraron al asesino, ni el motivo porque el que lo asesinaron.
Thomas jadeó, sintiendo que le faltaba el aire y la mujer se detuvo—. ¿Estás bien?
El joven negó con la cabeza y la oficial bajó su teléfono, dándole tiempo para reponerse.
—¿Quieres que me detenga?
—No, por favor.
—En la fecha en que estuviste en Howe, hubo otro incendio misterioso, aquella vez, el fuego se propagó a la casa contigua. Ninguna de las dos familias sobrevivió.
—Oh, santo cielos.
—En ese mismo lugar hubo un crimen sin resolver, encontraron el cuerpo de un hombre completamente calcinado. El forense fue incapaz de reconocer la identidad de la víctima, porque los restos fueron bañados en azufre.
—El lago de fuego y azufre —agregó Thomas, haciendo la señal de la cruz.
—¿Mencionaste que estuviste en El Paso, verdad?
—Sí.
—También hubo un incendio allí, pero las dos pequeñas hijitas se salvaron de milagro.
—Sí lo recuerdo, hicimos unos eventos de caridad para sepultar a los padres y proveer para que la hermana de la difunta, se quedara con las niñas.
—También apareció un cadáver sin identificar en aquella localidad —agregó la oficial—. Y eso nos lleva a terminar aquí, en Avery, donde las diferentes muertes son muy similares a las que ya he mencionado. Cuerpo mutilado, cadáver sin ojo, el posible cuerpo calcinado…
—Los videntes —recordó Thomas, con los ojos muy abiertos.
—Exacto.
—Pero, entonces, ¿qué significa todo esto?
—Significa que estas muertes están más ligadas a ti de lo que parece —respondió la rubia, bajando su teléfono.
—¿Me está acusando? —Preguntó Thomas, por si acaso.
La mujer sonrió—. No creo que hayas provocado el incendio que se llevó a tu familia, a los seis años, Thomas.
—¿Entonces?
—Creo que el responsable de ese incendio… está ligado a la Mano de Dios.
Si yo era un niño, Bill también lo era, es imposible que él haya estado detrás de esas muertes e incendios. Pensó Thomas, con el ceño apretado.
—¿Pero qué hay de Ben, Jennyfer y Samantha? Ellos no eran pecadores. ¿Por qué los han asesinado?
—Es porque no fueron asesinados por la misma persona, Thomas. La Mano de Dios ha planeado esto con mucho tiempo de antelación, la muerte de Jennyfer y de Samantha Ferris, ocurrieron por accidente, por estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Ben no está muerto, está gravemente herido, pero aún vive.
—No entiendo nada de esto —dijo el sacerdote, dejándose caer sobre las almohadas, de pronto se sentía agotado.
—Hay una conexión entre todas esas muertes —dijo Mary Ann, con cuidado—. Una persona…
—¿Yo? —Thomas bufó—. Lo acaba de decir, yo era un crío, además, ni siquiera estaba al tanto de todas esas desgracias.
—No eres tú, Thomas. Hubo alguien más quien estuvo en todas esas localidades y tenía edad suficiente para haber…
—¿Quién? —Interrumpió el chico, sintiendo una ola de pánico formándose en su pecho.
—John Morgan.
& Continuará &
Chan, chan, chan… ¿Será posible que John esté detrás de estos asesinatos? Pues tendrán que seguir leyendo para averiguarlo. Ay, esto se pone emocionante y cada vez estamos más cerca de la verdad.
PD: *John Doe es el nombre que se da en EEUU a los cadáveres desconocidos. En mi país les dicen los NN
OMG … ! ahora que lo pienso …. todo se relaciona … John estuvo en todos esos lugares que nombró …. y quien otro podría ser el asesino ? gracias por actualizar mi bellisima Mizuky ! es un placer leerte … amo a éste fic …. besos … muakkk ! feliz fin de semana.
Me algro mucho que te guste esta historia, porque también se ha convertido en uno de mis bebés favoritos. MUAK
Solo resultará q el tipo fuera pedofilo y haya tenido una fijación insana por Tom desde pequeño! Quizá quería dejar a Tom huérfano para poder quedarse con él o quizá una alucinación de Tom siendo algo importante para la obra del «señor»( quizá hasta fanático religioso es) aunque no entiendo porque repetir patrones de asesinato. .pero Cómo Bill se daría cuenta o mejor dicho¿qué fregados es Bill? Porque si él es la mano de Dios está igual de loco que el sacerdote. ..rayos Tom, mejor aléjate de ese par XDD.
No tienes que atardecer nada Clau, un placer comentar! ♥
Mi querida Ady, no puedo afirmar o negar nada de tu comentario, pero ahora nos queda confiar en la policía, porque hasta el momento Mary Ann es la única que ha investigado «más allá» de lo que aparentan ser las cosas. Chan, chan, chan…
Muchas gracias igual, mi Ady, porque los ánimos que me dan cada vez que veo sus comentarios, me dan mucha más fuerza, me digo ¿ves Mizu, no eres la única a la que le gusta el misterio? así que igual se agradecen los comentarios, mi niña. MUAK
Me he quedado impactada con las ultimas palabras de Mary Ann, nunca se me paso por la cabeza que John fuera quien estaba detras de las muertes, pero ¿porque lo hace? Ya quiero leer el siguiente.
Saludos y bonito finde 😊
Bueno, como en toda historia policial, para que haya un asesinato, debe haber un motivo. Y eso es lo que tendrán que descubrir para que todo calce. Ay, estoy super emocionada, de verdad, así que gracias por seguir aquí y acompañarme en esta búsqueda… «la verdad está ahí afuera» jajajaja, como los X-files
Al principio de este capitcap empecé a sospechar de John hay pero será cierto? Hay ya quiero saber qué pasa! Muchas gracias por la dedicatoria 💕
Exacto, linda, en una historia policial, no se puede juzgar a nadie al 100%, hay que desconfiar de todos hasta el final, cuando toda la evidencia esté sobre la mesa y los rostros de los responsables estén a la vista, para asignar a cada uno la culpa que merece. Así que te invito a seguir leyendo. Y te mando un besote, gracias por seguir aquí. muak.