Fic Toll de Miss Anunnaki

Capítulo 48

Y el gran día había llegado, hoy era que el chico de rastas debía abandonar al pelinegro, faltando dos meses para el otoño, faltando poco para cumplir un año de haberse conocido, él debía dejarlo por el estúpido trabajo. Se encontraban en el aeropuerto internacional, Bill había decidido acompañarlo y ahora estaban despidiéndose, se abrazaban y se besaban. El hermano mayor de los Leto también estaba ahí, el chico de rastas le había pedido que fuera.

—Vamos, jovencito. Hay mucho por hacer. —le dijo su jefe, entonces la pareja se separó. El viejo se marchó detrás de unas puertas y no se lo volvió a ver nunca más. El pelinegro se contenía de no llorar frente a su chico pero le era imposible, no quería separarse de él. Habían estado viviendo juntos por varios meses y semanas que ahora le iba a costar un montón.

—Te llamaré cuando llegue y todos los días. —le dijo para reconfortar la separación, Bill no se contuvo y se tiró entre sus brazos una vez más. Ahogó un sollozo contra la sudadera de su novio y mordió sus labios al tener que despedirse de él. Sintió que los brazos de Tom lo estrujaron y él apretó más sus párpados, sintió la respiración profunda de Trümper y quería estar así para siempre. Sabía que le iba hacer tanta falta, no era lo mismo tenerlo cerca que recibir llamados todos los días preguntando si estaba bien. Lo iba a extrañar mucho.

Por los parlantes del lugar se escuchó la voz de una mujer que anunciaba el arribo de su viaje, entonces tuvieron que separarse, el chico de rastas besó la frente del pelinegro y él frunció el entrecejo, luego se le dibujó una sonrisa y se miraron a los ojos. Los del pelinegro estaban aguados y el maquillaje se le estaba corriendo, las yemas de los dedos de Tom le limpiaron esas lágrimas y estiró sus labios haciendo una sonrisa, pero era una apenada, no le gustaba la idea de alejarse de su chico.

—Ya verás, antes del otoño ya habremos ido de vacaciones y la pasaremos muy bien —dijo para animarle. Bill relamió sus labios y asintió. Se dieron el último beso. Al separarse, Tom se acomodó su mochila al hombro y afirmó contra su mano el bolso mediano oscuro, le dio una mirada a Shannon y ambos asintieron, estaban dando por iniciado el pacto que habían creado entre los dos: el de proteger y cuidar a Bill.

Comenzó a caminar rumbo al abordaje del avión, el pelinegro puso una mano sobre su pecho y lo oprimió, tenía esa angustia y el nudo en la garganta le impedía decir adiós. Lágrimas brotaban de los ojos por su cuenta y él no hacía nada por apartarlas, sintió que le tomaron del hombro y miró rápido; Shannon tragó saliva y suspiró. Sus miradas se cruzaron y el pelinegro pudo entender el mensaje: él le estaba diciendo que todo iba a estar bien, y que el tiempo pasaría volando. Volvió a asentir y miraron hacía donde Tom se había dirigido, él les saludó con la mano en alto y luego desapareció tras unas puertas corredizas.

Se quedaron hasta ver el avión abandonar la plataforma, entonces el pelinegro observaba con detenimiento como el amor de su vida lo dejaba por trabajo, pero todo era por el bien de los dos, sin dinero no podían ir ni a la esquina, y si querían unas vacaciones lujosas entonces tenían que hacer ciertos sacrificios.

—Te llevaré a casa. —le dijo Shannon en un tono suave, lo abrazó por el hombro mientras que el otro se encontraba cruzado de brazos y se limpiaba las lágrimas. Con la mano restante Leto le tendió un pañuelo de tela y le agradeció, entonces se sonó la nariz.

Caminaron hasta el estacionamiento, el pelinegro debía superarlo, por Tom debía ser fuerte. Esos días pasarían muy rápido y cuando quisiera darse cuenta ya habrían pasado y vería a su chico nuevamente a los ojos. Se subieron al auto de Shannon y él dio marcha hacía el departamento que el pelinegro tenía junto a su novio.

En el trayecto, él miraba por la ventana y recordaba la conversación que había tenido esa mañana.

El próximo otoño cumpliremos un año de conocernos —le dijo serio, caminaba tras de su chico mientras que él recogía cosas para meterlas a su mochila. —Pensaba que, tal vez, por conocernos en el otoño pasado podríamos ir de viaje, como luna de miel.

Yo estaba pensando en que podríamos ir al Caribe de vacaciones, ya sabes, allí no hace frío, siempre es cálido. —Tom tomaba sus bóxers y los metía dentro del bolso mediano.

Voy a extrañarte. —El pelinegro se apoyó en el umbral de la puerta, el chico de rastas exhaló el aire mientras cerraba su bolso y luego se puso derecho y observó a su novio.

Estás haciendo que esto sea más difícil. —dijo algo molesto, pero no por el pelinegro, sino por haber aceptado ese trabajo que tanto deseaba. Si hubiera sabido que debía hacer viajes extensos de trabajo, hubiera pensado mejor antes de insistir para ingresar en la compañía. Se acercó rápidamente a Bill y lo tomó por la cintura, estampó un beso sobre los labios del pelinegro y él lo abrazó, tenía las cejas fruncidas y sentía que iba a llorar en ese momento.

Segundos después se separaron y se miraron a los ojos.

Volveré antes del otoño, nos iremos de vacaciones de verano, y luego en esa fecha especial haremos un viaje pre-aniversario. —le dijo con una sonrisa radiante. Volvieron a unir sus labios en un profundo y apasionante beso.

El pelinegro sonrió al recordar aquello, irían dos veces de vacaciones, y eso le ponía un poco más alegre. Por lo menos ya tenía por sentado que iban a disfrutar juntos el descanso tan merecido que iban a recibir.

— ¿Puedo hacer algo por ti? —preguntó Leto, él volteó a mirarle y notó que Shannon tenía los ojos centrados hacía adelante. —Sabes que cualquier cosa que tengas para decir estoy para ti.

—Solo recordaba, Shann. —le dijo casi en un susurro y se acomodó en su lugar. —Descuida, estoy bien.

Miró la pantalla de su móvil, se trataba de una imagen realmente tierna. Era la foto que se habían tomado en el balcón del departamento, hacía frío entonces Tom se encontraba con la sudadera y Bill tenía una de él que había tomado prestado, estaban abrazados y el que tomaba la foto era el pelinegro. Trümper tenía su cabeza apoyada sobre la cuerva del cuello de su novio y sonreía sin mostrar los dientes, en cambio, el pelinegro sacaba la lengua y se notaba el maquillaje corrido. Eso les daba la clara señal de que la fotografía había sido tomada durante la mañana.

Shannon miró de reojo esa misma imagen y se quedó pensando. ¿Cómo soportaría estar cerca de él y no poder hacer algo? ¿Cómo podía estar cerca de Bill si aún lo seguía amando? Pero mucho no podía hacer, ya que el pelinegro le había dejado en claro que su relación había quedado en el pasado, y que jamás saldría de allí, que solo iban a tener una relación de amigos y nada más. Pero, al mismo tiempo, estaba ese instinto fraterno por protegerlo de cualquier idiota que quisiera meterse con el chico de su nuevo amigo; tenía que cuidarlo, porque si alguien estaba al acecho, entonces Shannon debía procurar que no se acercara bastante, de lo contrario, el pobre infeliz desconocido lamentaría haberse cruzado con el pelinegro.

Continúa…

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por MissAnunnaki

Escritora del Fandom

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