Fic de lyra

Capítulo 12. La fuerza del destino

Tuvo que permanecer en comisaría unas horas más, las que necesitó la madre de Ryan para denunciarle por su hijo, que desde la cama del hospital relató su propia versión de los hechos, dejando la de Bill por los suelos.

Le leyeron los cargos que se le imputaban. Por suerte David movió unos hilos y la discográfica le consiguió un abogado que se puso con rapidez manos a la obra para trabajar en su caso. Quedaría en libertad condicional tras que su madre pagara la fianza, y no le permitían abandonar la ciudad hasta que se hubiera celebrado el juicio. Le acusaban de haber propinado una paliza a Ryan sin haber un motivo justificado, ya que había no había pruebas suficientes para demostrar que lo que le había pasado a Bill había sido una violación en toda regla.

Eso era lo que más le jodía, que el muy bastardo se iría de rositas mientras que su hermano había quedado marcado de por vida. La policía le entendía, pero sin pruebas no podían hacer nada. A pesar de ver el miedo en los ojos de Bill, de ver como temblaba cada vez que se lo recordaban…

Lo peor fue cuando se encontró con su padre. Estaba recogiendo sus cosas personales, Gordon se había llevado a Bill al coche al verle en mal estado y le ayudó a tumbarse en el asiento de atrás mientras que su madre firmaba los papeles necesarios y pagaba su fianza. Sus miradas se cruzaron, pero su padre no dijo nada. Solo frunció el ceño y se volvió hacia Carol, ayudándola a caminar. Se la veía en muy mal estado, preocupada por lo que le había pasado a su hijito.

No se lo pensó dos veces y salió tras ellos. Los alcanzó en el parking y se dirigió a Carol eludiendo a su padre.

Tom, ni se te ocurra acercarte—gritó Jörg al ver cual era su intención.

Dígale a Ryan que no lo olvidamos—dijo Tom mirando a Carol.

Has hecho mucho daño a mi hijo, no sabes cuanto te idolatra y mira donde le has mandado—lloró Carol.

Su hijo ha violado a mi hermano—estalló Tom—Sé que no me quiere creer, pero basta que mire sus ojos, llenos de miedo….debió pasarlo muy mal cuando su hijo forzaba su cuerpo, llorando por no poderlo evitar…

Tom, ya basta—intervino Jörg—Si tu hermano se ha acostado con Ryan y ha salido escarmentado, no vengas ahora inventándote esas cosas.

¡No quieres verlo!—gritó Tom—Siempre has odiado a Bill por ser como es, sin ver que es especial, que necesita que alguien como yo le proteja ya que su propio padre reniega de él. Desde siempre, desde que era muy pequeño y vistes que era diferente.

Dejó de hablar, las lágrimas se lo impedían. Se las secó con rabia con una mano y dio la espalda a su padre mirando fijamente a Carol.

Sé que mi palabra ahora mismo no vale nada, pero espero que se haya hecho una idea de cómo es de verdad mi padre. Y su hijo…espero que no tenga que forzar a nadie más para que usted abra los ojos a la verdad.

Dio media vuelta y echó a andar en dirección contraria. El coche de su padrastro estaba en la otra punta del parking. La puerta estaba abierta y desde donde estaba podía ver a Bill. Seguro que le había escuchado, pero no le importaba. Siempre le defendía de las crueles palabras de su padre, y esa vez no iba a ser diferente.

Intercambió una silenciosa mirada con su padrastro y se sentó al lado de Bill. Le atrajo a sus brazos sin decir nada, sonriendo con esfuerzo al escucharle suspirar contra su cuello.

Esperaron a que su madre se les uniera y regresaron al apartamento. Bill necesitaba descansar y no estaba en condiciones de hacer el viaje de vuelta tan pronto.

&

Se dio una larga ducha mientras que su madre le ayudaba a acostarse, dejando que su padrastro explicara a sus amigos todo lo ocurrido. Cuando salió de la ducha no le sorprendió que llamaran a su puerta.

Ajustándose mejor la toalla a su cadera, abrió y dejó entrar a sus amigos, que se sentaron en su cama sin decir nada, esperando a que él hablara.

Bill está muy mal—empezó a decir Tom.

Ha debido pasar por un infierno, no logro hacerme una idea—comentó Georg.

Estaba pensando…—empezó a decir Gustav—Aquella noche que me pareció ver a Ryan, parado en mitad de la noche con la que estaba cayendo…debió de ser después de…

Yo también lo he pensado—dijo Tom suspirando—Si hubiéramos pasado minutos antes, podíamos haberlo evitado. Veríamos a mi hermano y le haríamos entrar en el coche antes de que le hubiera tocado ese bastardo.

Ya es tarde para lamentarnos. Lo que más me jode es que su denuncia no sirva para nada—gruño Gustav.

Hablé con su madre, tal vez entre en razón y pueda hacer algo—dijo Tom sin mucha esperanza.

¿Y el asunto ese de iros a vivir con vuestro padre?—preguntó Georg en voz baja.

De momento parado, está claro que ni yo ni mi hermano viviremos bajo el mismo techo que Ryan—explicó Tom—Y mi padre….si se quiere casar con Carol, tendrá que renunciar a nosotros, y no creo que le cueste demasiado.

Ahora solo debemos pensar en Bill—dijo Gustav con firmeza—Que vea que le apoyamos al cien por cien, y que nadie le va a volver a hacer daño.

De eso ya me encargo yo—aseguró Tom—Por favor, no comentéis nada delante de mi hermano, que crea que no lo sabéis. Al menos de momento, bastante le ha costado sincerarse con la policía.

Sus amigos asintieron y salieron de su habitación, dejándole vestirse. Solo entonces bajó Tom a la cocina, donde su madre preparaba una rica comida casera para todos. Decidieron quedarse esa noche en el apartamento, Tom les cedería su habitación y dormiría con Bill, como cuando eran pequeños.

Trataron de disfrutar de la comida, Bill se reunió con ellos sin muchas ganas, no sabía cuando sería el día en que volvería a sentirse como antes. Pero lo que sí sabía era que gracias a la ayuda de sus amigos y sobre todo la de su hermano, lograría superarlo aunque jamás olvidarlo.

Llegada la noche y tras una ligera cena, de la que tampoco pudo probar bocado todos se fueron pronto a la cama agotados por el largo día. David les había dado un par de semanas más de descanso, el largo viaje había hecho que el cantante se resintiera un poco en su estado y al día siguiente si estaba con fuerza regresaría a casa a seguir descansando.

Tom esperó a que su madre arropara y diera las buenas noches a Bill. Mientras, él se ponía el pijama sin apartar los ojos de la cama que compartirían esa noche. Era algo más grande que la de la casa de su madre, pero conociendo tan bien como lo hacía a Bill, y sabiendo que esa noche estaría muy necesitado, sabía con certeza que pasaría la noche en sus brazos.

Se despidió de su madre con un beso en la mejilla, prometiendo avisarle si Bill la necesitaba. Cerró tras ella la puerta y apagó la luz. Caminó hasta la cama y se metió bajo las sábanas. Bill estaba tumbado de espaldas, pero al sentir su presencia corrió a refugiarse en sus brazos.

Le dejó acomodarse, apoyar la cara en la curva de su cuello y suspirar dejando en el su cálido aliento. Le abrazó con fuerza sonriendo, y cerró los ojos suspirando.

Si te molesto, puedo dormir en el suelo—logró bromear.

Sintió como Bill sonreía contra su cuello. Por nada del mundo permitiría que le dejara solo en esa gran cama, con lo mucho que le necesitaba en esos momentos…

Le sintió moverse en sus brazos, llevar una mano hasta la suya que tenía vendada por lo pasado en la paliza. Dejó que se la cogiera con cuidado y se la llevara a los labios, besándosela con suavidad.

Aún no te he dado las gracias por lo que has hecho—le escuchó suspirar.

No tienes porque hacerlo, soy tu hermano y es mi deber…

Hacerme ver que me estoy equivocando—terminó Bill la frase por él.

No le soltó la mano, la cogió con suavidad entre las suyas pensando que si hubiera reaccionado antes, Bill no hubiera tenido que pasar por eso. Salir en busca de venganza,…pero tenía mucho miedo, aunque no tanto en esos momentos que descansaba en sus brazos.

Se quedaron en silencio, escuchando la respiración de su contrario, pensando en como iba a cambiar sus vidas en los próximos días. Se hablaría de la pelea, puede que trascendiera algo de la violación…pero los dos eran fuertes para soportarlo, y si uno de los dos tenía un momento de flaqueza, el otro le ayudaría a ponerse en pie y mirar al futuro con la cabeza levantada.

&

Pasadas unas horas, Tom sintió que Bill dormía plácidamente en sus brazos. Bajó la cabeza y le besó en la frente antes de caer él también dormido…y ser despertado cuando sintió que le rozaban los labios…

Arrugó la frente, pero no abrió los ojos. Se quedó muy quieto mientras sentía como le besaban con suavidad, suspirando contra sus labios, sollozando contra ellos porque se habían dado cuenta que el amor verdadero, lo que llevaba buscando tanto tiempo estaba justo delante de sus ojos y él sin saberlo.

¿Por qué no me haces ver que me estoy equivocando?”—pensaba Bill mientras le besaba—“¿Es que sientes lo mismo, y te da miedo decírmelo? ¿Me lo dirás algún día, o tendré que esperar a que estés dormido para robarte otro beso de tus labios?”

Pero no tuvo que seguir pensando así…

Él era su amor verdadero, desde que sus ojos se encontraron por primera vez ambos lo supieron. ¿Quién si no libraría sus batallas por él? Solo alguien que le amaba con toda su alma, que le estrechas en sus brazos cuando veía que temblaba de miedo sin poder evitarlo…que le devolvía ese fantástico beso porque sentía lo mismo que él, y también tenía de miedo de expresar esos sentimientos…

A veces, el destino era muy caprichoso cuando quería. Lo había tenido que pasar muy mal para darse cuenta de que mirara donde mirara…hiciera lo que hiciera, Tom siempre le guardaría las espaldas, y le amaría con toda su alma…aunque no encontrara el valor suficiente para decírselo a la cara…

Continuará…

Así de confuso e incompleto era el ultimo cap del fic, hoy repasandolo me di cuenta que faltaba el desenlace, no debi dejarlo en el aire asi que le he escrito un cap final merecido, porque esta claro que el fic no puede terminarse de esta manera.

por lyra

Escritora del fandom

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