Fic TWC de lyra

Capítulo 6

Se dejó subir sin desviar la mirada de su hermano, que le miraba desde abajo. A cada metro que se separaba de él, sentía una opresión en el pecho y que le costaba respirar. Era como si pensara que iba a pasar algo y esa fuera la última vez que le viera.

Separó los labios dispuesto a llamarlo, pero de ellos solo salió un sollozo incontrolado.

Te amo…—susurró llorando.

Llegó al borde del pozo y sintió unas manos que la cogían por los hombros y le alzaban hasta dejarlo tumbado sobre el prado en el que estuvo paseando minutos antes…o tal vez horas, no lo sabía, había perdido la noción del tiempo.

Ayudad a Tom—pidió entre lágrimas.

David escuchó el miedo en su voz y le quitó el arnés lo más rápido que pudo, lanzándolo de nuevo al pozo.

¿Dónde te has hecho daño?—preguntó Gustav arrodillándose a su lado.

Ayúdame a levantarme—pidió ignorando su pregunta.

Gustav asintió y ofreciéndole su mano tiró de él con suavidad. Vio que cojeaba al andar y se apresuró a sujetarle por la cintura con firmeza.

Cuidado, no te vayas a caer de nuevo—bromeó Gustav tratando de calmarlo.

Se le veía muy nervioso. Llegaron al borde del pozo y sintió que se soltaba para arrodillarse en el suelo y mirar en busca de su hermano. Pero fue inclinarse y aparecer Tom en ese momento. Sus caras casi se rozaron, y juraría que hasta sus labios…

¡Tom!—llamó Bill entre lágrimas.

Estoy bien—murmuró Tom jadeando.

David se apresuró a ayudarlo a salir del pozo y quitarle el arnés suspirando aliviado de que todo hubiera al fin terminado.

En la gasolinera han llamado a una ambulancia—explicó recogiendo la cuerda—No tardará en llegar.

Regresemos al autobús y allí la esperamos—intervino Gustav.

Todos asintieron y antes de que pudieran moverse, Tom se adelantó e inclinándose cogió el mismo a su hermano en sus fuertes brazos.

Tom, déjame que estarás cansado—se ofreció David al momento.

Pero Tom negó y empezó a andar hacia la gasolinera, sonriendo al sentir como su hermano enterraba la cara en su cuello suspirando. Sabía que estaba llorando, sentía las lágrimas mojarle la piel y como sus labios temblaban contra él.

Bill, ¿por qué lloras?—preguntó sin poderse contener

Tengo miedo—contestó Bill enterrando más la cara en su cuello.

No lo tengas, ya estas a salvo—murmuró Tom acomodándole mejor en sus brazos.

Sabía que no lloraba por eso, pero se estaban acercando a la gasolinera y había mucha gente esperando su regreso. Tendría que esperar a estar a solas y preguntarle el verdadero motivo de sus lágrimas.

A lo lejos escucharon el sonido de la ambulancia y minutos después su hermano descansaba en una camilla mientras que le vendaban el tobillo que se había torcido.

¿No sería mejor llevarle a un hospital?—preguntó David muy preocupado.

Es un simple esguince, y el golpe de la cabeza no reviste gravedad—explicó el médico que le atendía—Es una pequeña contusión sin importancia. Pero si se quedan más tranquilos…

Quiero irme a casa—intervino Bill en voz baja.

Primero debemos asegurarnos de que estás bien—insistió David.

Ya me siento bien, no me mareo y el tobillo cada vez me duele menos—explicó Bill mirando fijamente al productor.

Aún nos queda un largo viaje por delante…—empezó a decir David cediendo.

Yo cuidaré de él—se ofreció Tom—Si veo que algo va mal, paramos de inmediato y nos lo llevamos directo a un hospital.

Créanme, lo peor ha pasado—intervino el médico—De todos modos, cuando lleguen a casa que le vea su médico personal.

Lo hará—afirmó David.

Procura no mover el pie y mantenerlo en alto—explicó el médico mirando al cantante—Tu médico te recomendará unos días de reposo y luego como nuevo.

Bill asintió suspirando. Lo que más deseaba en esos momentos era estar a solas en su cama poniendo en orden sus pensamientos. Esperó pacientemente mientras le vendaban el tobillo derecho y una vez le dieron permiso para levantarse, se halló en los brazos de su hermano de nuevo que entró con él ante las miradas de sus compañeros.

Que se tome un anti inflamatorio—explicó el médico guardando las cosas en su maletín de nuevo—Y si le duele la cabeza, un analgésico pero si empieza a marearse o tiene fiebre, busquen un hospital de inmediato.

Asi lo haremos, y muchas gracias por todo—se despidió David del médico.

Estrecho su mano y luego haciendo una señal al resto del grupo que esperaban fuera del autobús, entraron en el y minutos después se ponían en marcha de nuevo. Lo primero era comprobar que el cantante estaba bien acomodado y todos subieron a comprobarlo.

Le encontraron recostado en su cama, con el pie vendado apoyado en dos almohadas y cubierto con una manta. A su lado estaba su hermano, que tras haber mojado una toalla limpiaba su cara de lágrimas y suspiraba.

Me has dado un susto de muerte—le reñía en voz baja.

A todos—se unió David cruzándose de brazos muy serio—Te pedí que no te alejaras del autobús por una buena razón, de noche y en un sitio desconocido…

Lo siento—murmuró Bill bajando la mirada—Me puse a andar perdido en mis pensamientos y cuando quise darme cuenta estaba cayendo y todo se volvió negro.

Sintió el miedo en su voz y se mordió los labios. Había sido algo duro con él, su primera impresión tras saber que se había perdido fue reñirle en cuanto le viera, pero se le veía muy arrepentido y asustado. Sabía que tras lo pasado, la próxima vez tendría más cuidado.

No pasa nada…vamos, que te dejamos descansar—dijo David haciendo una señal a Georg y Gustav.

Los chicos asintieron y bajaron todos al piso inferior, conscientes de que había una conversación pendiente entre los dos hermanos.

Bueno, esto ya está—murmuró Tom terminando le limpiarle la cara—¿Te duele algo? ¿Necesitas algo?

Que te quedes a mi lado—contestó Bill sin pensarlo.

Tom asintió de inmediato y tras descalzarse se metió en la cama al lado de su hermano. Le atrajo a sus brazos sin decir nada, sonriendo al sentirle acomodarse contra su cuerpo y enterrar la cara suspirando en su cuello.

Al poco le sintió ponerse a llorar de nuevo y le abrazó con más fuerza él también suspirando.

He pasado tanto miedo—sollozó Bill contra su cuello.

Yo también…me desperté con un terrible dolor de cabeza y la sensación de que te había pasado algo…—explicó Tom sintiendo que él también se había puesto a llorar—Luego vi que no estabas y me dio un vuelco el corazón…

Bill asintió cerrando los ojos, su corazón daba un vuelco en su pecho cada vez que su hermano le miraba o sonreía…o como en esos momentos, estrechándole con fuerza en sus brazos para que dejara de temblar.

Pero no lo podía evitar, ya no temblaba por lo que había pasado, si no por el miedo que sentía a eso nuevo que estaba viviendo. Ahora que se le estaba pasando el dolor de cabeza, tenía los recuerdos algo más claros en su cerebro, y sabía con certeza que ese beso había sido tan real como lo que sentía por su hermano sin poder evitarlo.

Separó los labios y emitió un hondo suspiro antes hablar.

Tengo miedo de esto que nos esta pasando…de amarte tanto como lo hago…—confesó en un susurro.

Esperó en silencio, que su hermano le riñera por decir esas palabras, o simplemente las confirmara…

Yo también te amo, y no puedo evitarlo—susurró Tom también.

Porque era verdad, desde que se despertara sintiendo que le faltaba algo y luego comprobara que era su hermano, que no estaba a su lado…desde entonces supo que entre los dos había algo muy fuerte que no se podía hacer desaparecer con un simple gesto de la mano. No, era amor y contra el no había nada que hacer, solo dejarse llevar.

Como en esos momentos, en que su hermano alzó la cara para mirarlo y él se apoderó de sus temblorosos labios, besándolos como ya hiciera cuando estaban en el pozo y los dos lo deseaban con toda su alma…..

EPILOGO

Dos días después, el cantante descansaba tumbado en el sofá del apartamento. Había visitado el día anterior a su médico y le confirmó que el golpe de la cabeza no era grave y debía guardar reposo absoluto por varios días hasta que el esguince se le hubiera curado del todo.

Desde entonces, su hermano no se separaba de su lado. Le cuidaba como nunca había hecho, atento a cada uno de sus movimientos y si necesitaba algo se desvivía por hacer realidad el más mínimo de sus deseos.

Él se lo agradecía con una amplia sonrisa en los labios, de los que se apoderaba su hermano cuando estaban solos en su habitación o como esa tarde lluviosa, en la que tumbado en el sofá con la cabeza en su regazo se dejaba besar mientras gemía y suspiraba sin poder evitarlo.

Sus amigos habían salido a dar una vuelta y les había pillado la lluvia, así que disponían de unos minutos para ellos antes de que entraran por la puerta y les separar….como ocurrió un minuto después de que sus labios se separaran para poder recuperar el aliento robado.

¡La que está cayendo!—gritó Georg entrando por la puerta.

Gustav le siguió empapado hasta los huesos al igual que él, y no era el único que entró por la puerta.

Bill, tienes visita—anunció Gustav sonriendo.

Se incorporó en el sofá con ayuda de su hermano y sonrió tímidamente al ver al productor entrar tras sus compañeros, que se dirigieron a sus habitaciones a ponerse ropa seca mientras que el productor saludaba a los hermanos.

Tú no te has mojado—comentó Tom sentándose mejor en el sofá.

Se sentía algo incómodo con su hermano recostado de esa manera contra él habiendo gente presente, así que le ayudo a sentarse y acercó el puf sobre el que descasaba su pie aún vendado cuando se cansaba de estar tumbado.

Tienes mejor cara—comentó David mirando al cantante fijamente.

Me ha venido bien estos días de descanso, los necesitaba con urgencia—confesó Bill—Es la primera vez que duermo toda la noche de un tirón, antes no podía…tenía muchas cosas en la cabeza y me pasaba el tiempo pensando en ellas….

Tom le apretó la mano con disimulo, sabía que en parte era culpa suya pues ocupaba la mente de su hermano pensando si esos sentimientos eran correspondidos o era mejor olvidarlos.

Sus compañeros se reunieron con ellos y en vista de la hora que era pidieron unas pizzas para cenar y mientras esperaban hablaban de la agenda que David les tenía programada.

Como ya te dije—empezó a decir dirigiéndose al cantante—Todo se ha pospuesto, más ahora que tu tobillo aún no ha curado. También he hablado con tus padres y quieren que paséis unos días en casa…

Me espera una buena—cortó Bill resoplando.

He hablado con tu madre y suavizado las cosas, no fue culpa tuya que tuvieran mal tapado ese pozo —dijo David negando con la cabeza.

Eso es verdad, la gente del pueblo debería tapiarlo o poner un cartel enorme avisando del peligro—apuntó Gustav.

Al parecer, hay gente que se opone a taparlo—explicó David—Dicen que era un antiguo pozo de los deseos.

¿De los deseos?—repitió Bill con un hilo de voz.

¡Que chorrada!—rió Georg—Lo único que consiguen así es que la próxima vez se caiga alguien se abra la cabeza…o sea un niño…

Todos estuvieron de acuerdo con él, lo mejor que se podía hacer era taparlo o señalizarlo mejor. Aunque los hermanos no estaban de acuerdo con ellos, se miraron y asintieron entre lazando sus manos. Ellos había estado dentro, pidieron un deseo y se les fue concedido…deberían restaurarlo y poner un cartel bien enorme que advirtieran del peligro que existía, pues si uno cerraba los ojos y lo pedía con fuerza, haría realidad su más oculto deseo…y serían felices por siempre jamás.

F I N

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por lyra

Escritora del fandom

2 comentario en “Deseo FIN”
  1. Awww, ha sido adorable!!
    Me quedé con las ganas de más acción 😏 (no me estoy quejando, pero se les veía tan por la labor) pero supongo que con Bill así no podían hacer mucho.
    Y la bronca (fuerte o ligera) que le espera a Bill nadie se la quita!
    Lo del pozo ha sido un toque bonito, aunque yo no me tiraría a él solo para que se me cumpla un deseo 😂😂

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