Bueno Bueno, aquí estamos otra vez, entrando poco a poco en la historia Y espero que esto ayude a entender un poco la tristeza de Bill y los celos de Tom, y más pues trataré de subir capítulo entre viernes y sábado.
Desde ya muchas gracias!
Capítulo 2: Gioia Tauro
En el silencio de los pasillos, la alta y regia figura de Bill se deslizaba callada y rápidamente, y cuando pasaba por los ventanales, los rojizos rayos de sol arrancaban destellos luminiscentes de las esmeraldas que adornaban su corona, enviando un chisporroteo verde que danzaba enloquecido en las paredes.
No se detuvo hasta llegar a las cabellerizas, donde pidió amablemente a su caballo y en menos de un minuto iba a todo galope atravesando el campo de tiro como una flecha. Todo estaba sumido en el silencio, el sol seguía muriendo lentamente en el horizonte, derrotado ante la masa púrpura de nubes de la tormenta que avanzaba, y los animales estaban quietos, temerosos de la tempestad o quizá sorprendidos, como si la visión de la silueta alta y delgada, inclinada gallardamente sobre el caballo negro les robara el aliento. El príncipe menor no se detuvo y siguió hasta perderse por el sendero de piedras cubiertas de arena blanca que llevaban hasta el puerto de Gioia Tauro.
Al príncipe Tom no le hizo falta pensar mucho para saber en donde estaba Bill, siguió sus pasos a las caballerizas, ya que en el aire aun flotaba la estela de su suave y fresco aroma de menta, madera preciosa y brotes de cardamomo.
Tom caminaba rápido, y disfrutaba con sus sentidos. En los establos fue grande su sorpresa al darse cuenta que Bill se había llevado a su caballo, a su amado Aquiles, y lejos de molestarle, aquello le agradó, era una señal de que Bill quería sentirlo cerca, aunque hubiese huído así.
Con una sonrisa muy leve de autosatisfacción, Tom se enfrentó cara a cara con la nívea mirada del caballo blanco de Bill.
No se toleraban en absoluto, pero al menos se entendían ya que los dos amaban a la misma persona. Segundos después, montado sobre el pálido lomo del corcel, se detuvo en el lindero que separaba el camino principal del palacio del campo de tiro. El animal olisqueaba delicadamente el aire húmedo del atardecer mientras se movía incómodo bajo el peso del jinete que sentía ajeno, y Tom lo observaba, impaciente.
—Vamos, llévame con Bill…
Tan solo un par de segundos después de decir aquello, Tom tuvo que sostenerse de las bridas con fuerza cuando el caballo salió disparado hacia el puerto, a donde Bill se había dirigido minutos antes. No le hizo falta buscar mucho, el caballo blanco caminó en línea recta hacia su amo, y Tom escuchó un suave relincho mas adelante.
Bill debía estar ahí, y ahí lo encontró sentado en la orilla de una puntiaguda roca negra, con el sol iluminando su pálida figura. Bill parecía fulgurar en aquel atardecer, su corona tenía vida propia, brillaban el oro y las piedras preciosas en todo su esplendor, contrastando de manera perfecta con la negrura de su sedoso cabello y la palidez de su piel. Tenía la mirada perdida y el rostro quieto, pero no en paz.
Tom desmontó en silencio, con una mueca distorsionando su apuesto ceño, y se acercó, con la capa de su hermano descansando en su brazo.
—Cuando era pequeño… —dijo Bill, sin mirar a Tom — mi madre… Constanza… me cantaba…, veníamos aquí y ella cantaba para mí cuentos maravillosos, cuentos sobre el mar, sobre un castillo que esta en el fondo del océano hecho de oro macizo, con techo de aguamarina y calles de corales y perlas, cantaba con una voz de seda Tom, y decía que el Rey de ese castillo era como yo…
Tom se había maravillado con lo que Bill acababa de decirle, y deseó poder haber escuchado ese cuento en la voz de Constanza.
— Te cantaba eso porque ella lo sabía, ella sabía quien eres tú, y que ya tienes un castillo Bill…no es de aguamarina sino de mármol pero es tuyo… — dijo Tom, en el mismo momento en que sus dedos largos ataban cuidadosamente la capa negra al cuello de Bill.
—Lo se —respondió con su voz baja y miró a Tom, sonriéndole con la boca y con los ojos, pero esa sonrisa estaba teñida de melancolía.
El príncipe mayor perdió nuevamente el aliento, como le sucedía siempre que estaba con su hermano. Lo contemplaba en silencio. La brisa había humedecido su negra cabellera, que se agitaba rebelde con el viento, su cuerpo era como marfil blanco, y sus ojos semejantes a topacios negros fulguraban, y cuando Bill alzó la cabeza hacia él, Tom vio fuerza en su rostro, fuerza, necedad y una resignación que jamás debería haber marcado un rostro tan hermoso.
—Dime, ¿Por qué te siento que eso no te llena?
—Simplemente porque por momentos no lo creo, o me parece que ha habido una equivocación.
—¿De qué hablas? ¿Qué equivocación?— el joven príncipe no entendía nada, y comenzaba a desesperarse, pues sentía la esencia de su hermano a kilómetros de ahí.
—Me cuesta pensarlo Tom… —Bill miró a su hermano ladeando apenas la cabeza, ladeándola de tal manera que el sol rojizo y casi moribundo reveló sobre su rostro el espantoso trazado de relieves de las cicatrices que estarían para siempre marcadas de una manera muy dolorosa en su piel y en su memoria.
Tom reprimió una convulsión al pensar en todo el dolor que Bill había sentido, pero Bill sonreía, dulce y melancólico, su voz de oro puro competía con el brillo escarlata del sol y con su mirada tranquilizaba a Tom, que estaba desolado al mirarlo.
— Mírame ahora… — Bill estiró sus brazos, delgados pero fuertes, envueltos en el más fino y fresco algodón blanco, las muñecas con los brazaletes de platino, los dedos con anillos de oro, se miró el chaleco de terciopelo negro, bordadas sus iniciales y el escudo de armas de Calabria con florituras de hilo de oro sobre su amplio pecho, la capa de terciopelo, negra y pesada, forrada de seda verde brillante y botones de oro, las botas lustradas como espejos rematadas con puntas y espuelas de oro, todo exactamente idéntico a lo que portaba Tom — recuerdo hace no mucho, cuando sólo era un nadie… vestía harapos mugrientos, andaba descalzo, me metía al mar por horas seguidas y dormía en la arena después…
— Bill…tú nunca has sido ningún nadie.
— Aquí te conocí Tom — interrumpió— aquí en esta misma playa. Desde entonces llevas salvándome la vida y yo no te he dado nada a cambio…
Tom, desesperado, miró a su alrededor, la arena blanca y quieta, las olas rompiendo ruidosamente contra la cresta de rocas, el cielo rojizo y dorado reflejado en el horizonte de agua, huyendo de la masa de nubes que parecía perseguirlo, los dos magníficos corceles atados al tronco de un árbol. Si cerraba los ojos y se concentraba, podía ver nuevamente la escena cuando conoció a Bill, su hermano, tirado en la arena, lleno de golpes, delgado, hambriento, débil y vulnerable, y con el terror ardiendo en los ojos, y su valiosa sangre pura, goteando espesa y oscura, desperdiciándose… y decidió que no quería pensar en el pasado, ni volver a ver en sus recuerdos a un Bill roto y lleno de sangre. Suficiente tenía con los sueños que le atormentaban cada noche.
— ¿A qué viene todo esto? Eso es pasado Bill, entiéndelo es pasado y ya pasó, y no vuelvas a decir que me debes nada.
— Pero a veces el pasado es un cuchillo afilado y cortante… me cuesta aún, Tom, pensar en mí como lo que soy ahora…
— Un príncipe…
— Ajá
— No te costaba nada cuando Magnus te nombró príncipe heredero de Italia — repuso Tom con un dejo de amargura.
Bill no replicó.
— Era diferente…
— Y un demonio, a mi no me evades más Bill, yo no soy estúpido como Georg o blandengue ante ti como cualquier persona que te conoce, yo puedo saber incluso lo que piensas a veces.
— ¿Y que estoy pensando ahora, genio?
— Piensas en que es irreal lo que te pasa, y piensas en que el futuro que nos espera es una mierda, e incluso piensas en dejarme para casarte con la boba esa de Ambrosía para tener un bello bebé que salve nuestro maravilloso reino de azúcar y caramelo — repuso ácida y cínicamente, y Bill solo miró al frente, con el ceño fruncido.
Pues que demonio, si sabía mas o menos que era lo que estaba pensando.
— Solo sé que debemos encontrar una solución. El Rey Magnus ha enviado casi una docena de cartas.
— Que envíe todas las docenas que quiera. Tú eres mío.
— Tuyo… — replicó Bill, paladeando, pasándose la palabra por la lengua y cada una de las neuronas, podría decir que no era suyo, pero eso sería algo muy superficial, ya que de alguna extraña manera, la vida de Tom y la suya estaban entretejidas y eran una sola desde el mismo instante en que habían sido concebidos — …tuyo… quisiera cosas Tom, no cosas materiales, solo paz, poder estar contigo y ya, sin ver en los ojos de…— le costaba mucho todavía poder llamar a los Reyes simplemente mamá y papá- los Reyes… esa expectativa en sus rostros, no lo sé…
Y para Tom no hacia falta que Bill dijera nada más, todas esas cosas él ya las había sentido antes; la desesperación de saber comprometida su vida, sin sueños ni esperanzas, atado a un destino que no había pedido, y si antes aquello le había lacerado, ahora era mil veces peor, porque su amado pelinegro, siempre alegre y chispeante, se había vuelto un joven melancólico y callado, con la pesada responsabilidad que Tom cargara ahora en él. Y quizá porque sabía que Bill había sido educado en la mas correcta rectitud, siendo fiel a sus principios y creyendo en sus convicciones, quizá si lo convencerían de casarlo para perpetrar el trono y el linaje real, quizá la pequeña princesa cumpliría su cometido y terminaría por quitárselo… y si sucedía aquello, Tom no sabía que iba a ser de él, saldría sobrando, como cualquier noble más, sería relegado con algunas tierras y su tan ansiada libertad, pero sin Bill aquello sería nada. Se sentía devastado, porque si aquello sucedía, no habría nadie a quién culpar.
Bill suspiró, recordando su antigua vida. Se sentía muy perdido… muy perdido, y el mar que reventaba contra las rocas era cada vez más ruidoso, más salvaje.
La tormenta estaba llegando, con su monstruosa enormidad. Entonces tuvo una idea, que le atravesó la mente como un relámpago. Se levantó, desatándose la capa, se quitó las botas a patadas, el chaleco y la camisa quedaron abandonados sobre la puntiaguda roca negra y los pantalones de lino negro sobre la arena. Hacía tanto que no se metía en el mar… y no le preocupaba que alguien a parte de Tom lo viera, ya que bien sabía que cuando llegaban tormentas como aquella, todos los los habitantes de la ciudadela se encerraban a piedra y lodo.
Tom lo miraba como si se hubiese vuelto estúpido, con los ojos desorbitados y las manos a los lados, en guardia, anonadado, mientras alternaba la vista entre su hermano y el gélido mar.
—¿No iras a meterte ahí, o sí?
— No, como crees, solo me quité la ropa para ver que decías — respondió el menor, irónico, y los ánimos de Tom se encendieron, sus manos se volvieron puños.
— No te hagas el gracioso conmigo Bill— Y Bill no respondió, las respuestas ácidas le quemaban la garganta, pero no quería herir a Tom.
Se encaminó a trote limpio hacia la playa, sonriéndole al mar, mientras Tom miraba hacia el mismo lugar con el terror dibujado en sus aristocráticas facciones.
Las olas eran gigantescas, enormes crestas color brea que se reventaban una a la otra en la marejada oscura, ¡y Bill iba directo hacia allá! Su cuerpo blanco, esbelto… desnudo…
Su bajo vientre quemaba.
El príncipe mayor ni se lo pensó, se lanzó encima de su hermano y ambos cayeron en la arena, pringándose en el acto.
— Suelta — Bill forcejeaba — ¡Suéltame Tom! — aulló.
— Y una mierda Bill. ¿Es qué quieres morirte o qué?
Tom era muy fuerte, pero Bill era muy ágil. Rodaron muchas veces sobre la arena, apretándose. Tom estuvo encima de él muchas más veces, en las que Bill se retorcía como una anguila, como un pez que acababa de ser atrapado.
—¡Te digo que me sueltes! — siseó Bill, molesto, y en un movimiento rápido y certero, su rodilla se hundió levemente en el estómago de Tom, dejándolo momentáneamente sin aire, momento que aprovechó para echar a correr al mar, hundiéndose de inmediato en el agua mas bien fría que lo aguardaba. Creyó escuchar su nombre a gritos, en la voz enardecida de Tom pero no le importó demasiado. El agua lo refrescaba, se sumergió totalmente en ella, disfrutando de la sensación helada que envolvía su cuerpo y sus cabellos. ¿Y si pudiera quedarse ahí por siempre? Yacer en el frío mar, volverse espuma y reventar contra las rocas incansablemente.
Pero no podría. En su mente se dibujó el rostro apuesto y preocupado de Tom. Su hermano, su amante, su vida. Lo había dejado furioso en la orilla, bañado en arena. Y para su sorpresa, el rostro maternal de la Reina, apareció al lado del de su amado hermano. No podía hacerles eso y nadó de regreso.
Tom no sabía nadar muy bien, no era partidario de hacer esa clase de locuras, pero en esos momentos no se detuvo a pensar nada más. El viento helado y lleno de sal le azotaba el rostro dejándoselo adolorido, agitando sus negras trenzas que se movían como serpientes furiosas, y sólo atinó a desatarse bruscamente la capa y tirar las botas a un lado, antes de lanzarse por su hermano al negro mar.
Continuará…
Podriamos decir que Bill está loco, Pero no, sólo se siente acorralado y Tom… Pues es Tom, iría a cualquier lugar para salvar a su hermano…
Espero haya gustado y no vemos la próxima semana! Y espero Como siempre sus comentarios y puntos de vista y lo que sea
Hasta pronto 😛
Amo tu historia es tan iwbshwvsushsw es más no solo amo esta historia sino que tu forma de escribir me fascina tbn :3 te comente en la otra página de fics :3 pero lo haré de nuevo porque enserio amo todo lo que escribes :3 y se que a las escritoras:v les ayuda mucho una review y unas palabras de aliento , porque lo último que quiero es que esto quede incompleto :v así que siempre estaré aquí esperando una actualización tuya :3 , y hablando de eso que dijo bill (no pude evitar pensar en mpreg) aksbajsbjs jajajajaja pero bueno aún no termino el cap :”v no pude aguantar las ganas de comentar asi que aquí estoy 🤣🤣 , las cosas están tristes 🙁 pero bueno espero que todo mejore 🙁 qunque presiento que por el momento solo decaeran un poquito más 🤣😅
Ufff no sabes lo que es un review para una escritora, es saber que vas por el camino correcto haciendo algo que te sale del alma en verdad y muchas gracias por tus palabras incluso antes de leer, por ti y por todas mis lectoras como tu es que no dejo ni dejaré las cosas a medias y verás verás y lo único que lamento decirte es que no habrá mpreg jaja ya sería demasiado y me gusta escribir pegada a la realidad, además que es más dramático así jojo miles de gracias en verdad!¡¡
Ya termine de leer , supongo que bill esta muy dañado por los problema y su futuro “ya planificado” o planificado por terceros para no pensar mucho en tom al respecto, piensa nada más en los problemas queblo conllevan o que tiene que aguantar por se príncipe pero no veo que meta mucho a tom en estos pensamientos, lo mucho que este se afectaría si este consigue engendrar un bebe con ambrosía:v (dime que no será asi que me muero :”v alv #vamosasufrircontom) pero por otro lado comprende que este confundido supongo que a la vez no quiere “decepcionar” a su pueblo y a sus padres
Es exacto como lo pones, Bill está abrumado tanto por su futuro como por su pasado, y las heridas que trae consigo y Tom también, digo no es algo fácil ver como se muere casi el amor de tu vida jejej, pero no creas que deja a Tom de lado, vamos en el comienzo así que verás verás y, si en este capi seremos teamTom porque el pobre sufrirá mucho…
Soy mala jojo en fin nos vemos en el siguiente y de nuevo mil gracias!!!!
Los pensamientos de Tom dejaron creo bastante claro todo (por lo menos hasta ahora) Bill ha sido criado y educado con rectitud, con una educación (y quizá moral «correcta» ) sobre hacer lo correctamente moral, justo y si sabe que su reino puede diluirse sino se perpetua su linaje pues.. y ahí está, preocupado por su futuro, el de su reino, su familia, vale, el de Tom pero. ..caray, eso de los herederos, ni modo, sabemos que es algo irremediable. Me dará una tristeza cuando llegué el momento de la separación y si el heredero que llegué no será motivo de rencillas entre ellos. Ambos están enamorados del otro, solo que Tom es más pasional, le hierve la sangre y Bill más analítico. Cryyyyyyy, eso no me gusta.
Lo último me pareció como una analogía de lo que puede pasar y no me gusta u.u y pues soy #teamTom XD ni idea de lo que vaya a hacer en un futuro pero como siempre, hasta el confío en Tom (mi favorito¿Qué le hago? ) entonces si mi visión de él me falla en ser objetiva,culpa a mi «amor» por él xD
Una duda. En el banner muestra una imagen de ellos diferentes a las de este capítulo narradas ¿llegarán a esa apariencia en algún punto de la historia? (Por cierto, eso de las trenzas de Tom como serpientes endurecidas me pareció más que acertado. Lo imaginé como una especie del mítico monstruo medusa dispuesto a convertir en piedra a todo aquel que ose entrar a su territorio).
Ahora si, muchas gracias por tus respuestas y pero por supuesto que aquí me tendrás puntual cada semana para comentar! 🙂
De nuevo aciertas, Tom es puro fuego y Bill se está mostrando más ecuánime pero no por mucho ya verás porque.
En cuanto a los herederos pues si es algo irremediable, digo del aire no se van a formar y claro que habrá un heredero y a ver si no me odian jaja espero que no.
En cuanto al banner, si llegará el momento porque irán creciendo a la par de la historia, y quizá luego haga otro banner porque este no me gusta y perdí uno que me hizo luminous 😭
Y lo del mar, siempre pescas lo que más me gusta escribir, yo también lo imaginé Así, como un monstruo mitológico enfurecido y dispuesto a todo por su amor…
Gracias por tu comentario, espero verte en el.siguiente capítulo que será laaaargo e interesante jojojo
Todo el comportamiento de Bill grita depresión y me dan miedo las consecuencias que eso provoque, y no me refiero a suicidio (como sugirió su arrebato en el mar) si no a que esa tristeza y angustia sean las responsables de desiciones viscerales.
A pesar de que son los primeros capítulos, siento que cada palabra confirma el matrimonio entre Ambrosía y Bill, lo que me hace reflexionar en lo que pensó Tom sobre qué pasará con él si ese compromiso se llega a concretar. Estoy cada vez más segura de que el sufrimiento es inminente y dejaré claro que cuando llegue (sobre todo lo relacionado con la concepción del heredero) te odiaré un poquito jaja XD
De hecho si está muy deprimido, ha pasado cosas duras, osea toda su vida de carencias, luego se entera que su mama no es su mama y que es príncipe y el mismo día que se entera lo tortura su propia abuela y ahora está entre la espada y la pared osea es Tom o el reino y pobre con esa carga pues tuvo un arrebato, y no me odies por lo que haré jojo
Besos guapa
Entiendo a Bill, pero no me parece bien que se dedique a sufrir incluso antes de empezar a sufrir de verdad…
Es decir, ya se que ese peso sobre sus hombros no lo deja en paz, pero no ayuda que se comporte de esa manera con Tom cuando todavía lo puede tener a su lado.
Después va a llegar la separación real y toda va a ser peor…
Tu comentario me hizo reír, ya ves como es Bill de mártir jajaja
Debería en realidad preocuparse menos pero luego así pasa, no se da uno cuenta que el verdadero problema.llega y no aprovechamos lo que teníamos, es muy triste
Mil gracias por déjarme tus comentarios, los he extrañado en las más recientes actualizaciones donde la verdad me siento algo perdida😥 Ojalá pueda leerte pronto otra vez
Un abrazo