«Fic TOLL de lyra»

Capítulo 10

Solo le dejó hacer una maleta que él mismo supervisó quitando cosas innecesarias como su neceser de maquillaje y secador del pelo.

—Los necesito—gruñó Bill negándose a dejarlos.

—Mi hermana te puede dejar el secador, y no hace falta que te maquilles en casa—explicó Tom—No queremos llamar la atención y si nos ven aparecer con 20 maletas mucha gente se hará preguntas.

Resopló resignado y fue al baño a dejar de nuevo el neceser donde estaba y su secador de pelo. Cogió otro neceser pequeño y metió en el su cepillo de dientes y la pasta, pero echó un vistazo por encima de su hombro derecho y tras comprobar que Tom estaba distraído estudiando su vestuario, cogió una cajita de polvos compactos y brillo de labios, metiéndolo en el neceser que acababa de coger.

—¿Terminas?—llamó Tom mirando la hora.

Quería llegar antes de que anocheciera y a ese paso no saldrían nunca. Casi gritó aliviado cuando le vio salir del baño, mirando con la frente arrugada el neceser que llevaba en sus manos.

—Mi cepillo de dientes y pasta dentrífica—explicó Bill resoplando.

Tom asintió y cogiéndoselo de las manos lo metió él mismo en la maleta que permanecía abierta sobre la cama. La cerró y cargó con ella. Salieron de la habitación y bajaron las escaleras, reuniéndose con Georg y Gustav en el recibidor.

—Sigo sin estar de acuerdo—gruñó Georg.

—Me da igual—contestó Tom encogiéndose de hombros—Han tratado de matar a Bill por segunda vez y me lo llevo para que pase unos días de descanso.

—¿Por qué no nos quieres decir dónde vais?—intervino Gustav.

—Por su seguridad—contestó Tom sin cortarse—No me fío de nadie de su equipo y eso os incluye a vosotros y me da igual si lo que os digo os sienta bien o mal. Es lo que hay.

—¿Tú no dices nada?—preguntó Georg mirando a Bill.

—Tom cuidará muy bien de mi—dijo Bill dando la charla por terminada.

Tom asintió y esperó a que se pusiera la cazadora. Entonces se despidió de los ayudantes de Bill con un gesto de la cabeza y abriendo la puerta le dejó ir delante. Tenía el coche aparcado a escasos pasos y su equipaje ya estaba dentro. Dejó la maleta de Bill en el maletero y arrancó el coche ocupando su asiento.

—¿Dónde me llevas?—preguntó Bill acomodándose mejor para mirarlo.

—Ya te lo he dicho, a casa de mis padres—contestó Tom sin apartar los ojos de la carretera.

—Digo…que donde viven—aclaró Bill resoplando.

—Ah, en Leipzig—contestó Tom riendo—Es un pueblo tranquilito, allí podrás descansar y tomar un poco el aire.

—¿Compartiremos habitación?—preguntó Bill alzando una ceja.

No obtuvo ninguna respuesta por su parte, y lo tomó como un rotundo no. Iban a estar en casa de sus padres, era normal que Tom se sintiera cortado, aunque para él no sería ningún problema.

Varias horas después, Tom aparcaba el coche en el camino de acceso al jardín de su madre. Miró a su acompañante, había caído dormido minutos antes y le daba pena despertarlo. Cogió aire y lo soltó en un suspiro al tiempo que levantaba una mano y le acariciaba la mejilla con suavidad.

—Hemos llegado—susurró al verle arrugar la frente.

Le vio asentir con los ojos cerrados y contuvo el aliento al verle estirarse. La camiseta que llevaba se le subió un poco, dejando al aire esa estrella tatuada que rozó con la punta de los dedos aquella vez lejana en la que le hizo el amor.

Carraspeó y salió del coche. Lo rodeó y cogió las maletas, abriendo camino. Había llamado a su madre el día anterior anunciándole su llegada con un…amigo especial, y no obtuvo ninguna pega. Los esperaban a la hora de la cena y a pesar de que tenía un juego de llaves, dejó en el suelo las maletas y tocó el timbre.

—¿Nervioso?—preguntó mirando a Bill.

—¿Debiera estarlo?—preguntó Bill a su vez.

Tom se encogió de hombros al tiempo que se abría la puerta.

—Tom, cariño—saludó Simone Kaulitz.

Esbozó una amplia sonrisa y estrechó a su hijo entre sus brazos, recibiendo un beso suyo en la mejilla.

—Mamá, cada día más guapa—saludó Tom tras besarla.

Simone se echó a reír y le soltó para saludar a su invitado.

—Mamá, él es Bill—presentó Tom.

—Encantado, señora Kaulitz—saludó Bill.

—Llámame Simone, cariño—respondió Simone—Pasad, debéis tener hambre.

Tom asintió y dejó que Bill pasara primero, entrando él las maletas. Las dejó en el suelo del recibidor y siguió a Bill y a su madre hasta la cocina, en donde estaba su padre sacando del horno una bandeja de estofado.

—Bill, él es mi padre—presentó Tom tras abrazar a su padre.

—Jörg—se presentó Jörg Kaulitz.

—¿Y Claire?—preguntó Tom, mirando las escaleras que llevaban al piso superior.

—Tu hermana sabía que venías, pero ya había quedado para estudiar con una amiga—explicó Claire—Se quedará en su casa a dormir, lamenta no estar aquí para saludarte pero promete estar a la hora de comer.

Tom asintió, sabía de lo responsable que era su hermana con los estudios y como le gustaba ayudar a los demás, quedándose siempre hasta tarde cuando una amiga necesitaba de su ayuda.

—¿Comemos?—preguntó Jörg.

Todos asintieron y tomaron sus asientos. Durante la cena Bill pudo comprobar lo mucho que los padres de Tom le habían echado de menos. Simone Kaulitz se preocupó por verle muy delgado y Jörg se interesó por el último caso que estaba llevando.

—Ahora mismo no llevo ninguno—dijo Tom carraspeando—Tenía unos días libres y pensé que…que a Bill os gustaría conoceros.

Bill se quedó con la boca abierta al escucharlo, ¿estaba insinuando delante de sus padres que eran pareja? Miró a Tom y le vio dirigirle una tímida sonrisa, pidiéndole en silencio que le siguiera la mentira.

—Si, Tom no hacía más que hablarme de la vida tranquila que se lleva aquí en Leipzig que cuando dispuso de unos días libres planeamos el viaje—explicó Bill mirando directamente a Simone.

—La verdad es que Tom es muy reservado y nunca antes no había presentado a ningún novio de manera formal—comentó Simone con naturalidad.

—¿Cómo os conocisteis?—intervino Jörg muy interesado.

Bill le miró sin saber como contestar, asombrado aún de que unos padres aceptaran tan bien que su hijo fuera gay. Que diferencia a su padrastro…No pudo evitar ponerse triste, y Tom lo notó. Se apresuró a poner una mano encima de la suya antes de contestar.

—Bill trabaja en el bar donde suelo ir a desayunar—explicó Tom sonriendo—Un día me armé de valor y le pedí salir, y…bueno, ya llevamos un par de meses juntos.

—Se os ve tan enamorados…—comentó Simone suspirando.

Esa vez fue Tom quien miró a su madre sin saber que decir. Si, era verdad que nunca antes había llevado a ningún novio a casa de sus padres porque en el fondo aún no se había aclarado del todo y solo habían sido rollos esporádicos, y se sentía muy mal mintiéndoles. Sus padres cogerían cariño a Bill, porque era imposible no hacerlo, y cuando supieran la verdad los iba a hacer mucho daño.

El sonido de su móvil le sacó de sus pensamientos. Lo cogió y vio que era su superior.

—Ahora vengo—murmuró levantándose.

Salió de la cocina y fue al recibidor a contestar esa llamada. Le había dado tiempo a llamarle para explicarle su plan, alejar a Bill de la vida pública y llevarle al lugar más seguro que conocía. Le pidió que le informara de alguna novedad en el caso, como quien pudo haber dejado encerrado a Bill e la sauna y si habían cogido alguna huella o prueba.

Mientras, en la cocina Simone miró a Bill esbozando una amplia sonrisa.

—Por lo que veo…vais bastante en serio—comentó sin dejar de sonreír.

—Oh…por supuesto—dijo Bill imitándola—Al principio era solo sexo, sexo y sexo por toda la casa y a todas horas del día, pero cuando tuvimos la oportunidad de conocernos mejor conectamos muy bien.

Simone y Jörg se miraron en silencio, no se esperaban una respuesta tan explícita por su parte. No sabían que decir, y se quedaron mirando al joven que cenaba a su lado como si no hubiera pasado nada.

—Perdón, era una llamada importante—se disculpó Tom regresando a la cocina.

Ocupó su asiento al lado de Bill, extrañado por las miradas que le dirigían sus padres.

Siguieron con la cena cambiando de tema de conversación, aprovechando Tom a preguntar a su madre que tal le iba con el jardín, que Simone cuidaba y mimaba con esmero.

Llegada la hora de irse a la cama, Jörg dejó que su mujer les indicara el camino y ayudara con las maletas, dejándoles de paso unas toallas limpias mientras que él retiraba la mesa.

—Si necesitáis alguna más, pedirla—dijo Simone dejando dos juegos de toallas en las manos de Bill.

—Gracias—contestó Bill cogiéndolas.

—Os preparé la habitación de invitados esta tarde—explicó Simone.

—No hacía falta mamá, yo dormiré en mi antigua habitación—dijo Tom.

—Vamos Tom, que no nací ayer—rió Simone—Comparte la cama con Bill, no te cortes.

Se despidió de su hijo con un beso en la mejilla, haciendo lo mismo a Bill, que miraba a Tom con una amplia sonrisa.

—Me cae muy bien tu madre—dijo Bill una vez a solas.

—Estupendo…tu habitación es la primera puerta a la derecha, yo me voy a la mía—murmuró Tom cogiendo un par de toallas.

—Tú te lo pierdes—murmuró Bill a su vez, entrando en la habitación que le había indicado.

En el fondo, esperaba que Tom se escapara y se colara en su cama, terminando haciéndole el amor de una forma desesperada.

Pero cuando llegó el nuevo día, despertó solo en la cama, y malhumorado. ¿Qué se pensaba Tom? ¿Qué podía hacerle una noche el amor y luego olvidarle? De eso nada, era Bill Trümper, una estrella famosa que dejaba una gran estela a su paso, nadie debía poder olvidarle…

Ni ese loco que iba tras él, metiéndole un miedo intenso en el cuerpo las dos veces que había estado a punto de terminar con él. ¿Lo conseguiría una tercera vez? ¿Estaría Tom a su lado para salvarle, o no querría saber nada de él tras lo pasado?

La conversación mantenida entre Bill y los padres de Tom no ha salido de mi cabeza, si no que la vi en una serie (Stargate, cap 15 de la temporada 10) y me gustó y decidí ponerla en este fic.

He hecho un video recogiendo esa conversación y la escena final del cap (que también es de la serie en la que me he basado) y aquí os dejo el enlace para que las podáis ver y haceros mas o menos una idea de las reacciones de los padres de Tom cuando Bill les suelta eso así, sin más…

Continúa…

Gracias por la visita.

por lyra

Escritora del fandom

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