I would die for you 14

«Fic TOLL de lyra»

Capítulo 14

El gesto de Georg le indicó que estaba en lo cierto. Aún no se creía que pudiera ser verdad, pero solo cabía una posibilidad de que el ADN encontrado en la muestra de semen fuera tan parecido al de Bill. Georg y él compartían el mismo padre, aunque no la madre. Eran hermanos…hermanastros, de hecho…y se habían acostado…

—Georg, ¿cómo has podido?—susurró tragando con esfuerzo.

—No es mi hermano—estalló Georg—No hemos vivido como tal, nuestros caminos solo se juntaron cuando murió el bastardo de mi padre y me enteré de todo. Solo es un chico al que me he follado con una amplia sonrisa en los labios.

Tom le escuchaba sin moverse de donde estaba. Georg se había vuelto loco, había cometido una atrocidad.

—Estás enfermo—murmuró cuando al fin pudo hablar.

—Lo hice por dinero—repitió Georg fuera de sí—Mi padre no me dejó nada, solo deudas que tuve que pagar yo solo mientras que Bill jugaba a ser famoso. Una noche me lo ligué y acabé en su cama, en esa gran casa de la que la mitad es mía. Me lo follé tan bien que conseguí un puesto de trabajo de la noche a la mañana. Poco a poco he ido recuperando todo lo que me debe, y de paso me he divertido un rato.

—Has estado a punto de matar a tu propio hermano—le recordó Tom.

—No tengo ningún remordimiento—confesó Georg sonriendo—No los tengo por haberme acostado con él, así que menos si se muriera ahora mismo.

—Pero le amas—murmuró Tom—Me lo acabas de demostrar, sientes algo por él que no te esperabas, y por eso lloraba.

—Es…Bill es muy especial—susurró Georg derrumbándose—He llegado a odiarle con toda mi alma, pero noche tras noche, sentirle gozar en mis brazos ha logrado que cambie mi manera de pensar…solo le quería asustar…

—Y lo has conseguido, está muerto de miedo—dijo Tom mirándole fijamente—Se asustó tras lo de la serpiente, debiste parar allí la cosa.

—Y lo hice—confesó Georg para su sorpresa—Lo de la sauna no me lo esperaba, se le fue la mano a Andreas…

—¿Andreas?—repitió Tom arrugando la frente.

—El tipo al que contraté…es el mejor en su trabajo y no parará hasta que logre acabar con su objetivo—explicó Georg entre sollozos—Le pagué incluso el doble para que lo dejar, pero se negó. Dijo que terminaría con Bill costase lo que costase…está realmente loco…

—Pues ya sois dos—murmuró Tom resoplando.

Suspiró y viendo que Georg se había derrumbado del todo sollozando en voz baja, entró del todo en la cocina y pasó por su lado. Usaría el teléfono de la cocina para llamar a la policía, pero pasó por la ventana y vio una sombra moverse por el jardín.

—¿Le has dicho donde estabas?—preguntó echando mano a su arma.

Georg alzó la llorosa cara y negó entre lágrimas.

—Pues te ha seguido, idiota—gruñó Tom en voz baja—No te muevas, y como se te ocurra tocar a Bill o a mi familia te mató yo mismo con mis propias manos.

Odiaba esa situación, había puesto en peligro a sus seres más queridos. Sus padres, su hermana…y Bill, durmiendo todos tranquilamente sin saber que había dos locos sueltos por la casa.

—Espera, déjame que hable con él—dijo Georg moviéndose con rapidez.

Antes de que Tom pudiera impedírselo, Georg pasó por su lado como una exhalación y salió de la cocina usando la puerta trasera.

—Georg… ¡espera!—llamó Tom en vano.

Salió corriendo tras él, viéndole ir directamente hacía el hombre que había agazapado tras unos arbustos.

—Andreas, lo saben todo—gritaba Georg como un loco—Para esto de inmediato antes de que muera alguien, Bill no se merece…

No pudo terminar la frase, el tal Andreas iba armado y el eco de un disparó rompió la tranquilidad de la noche. Georg separó los labios, emitiendo un gemido de sorpresa antes de caer al suelo llevándose una mano al pecho, donde empezó a manar la sangre de una herida de bala a la altura del corazón…

Tom se movió con rapidez, fue escuchar el disparo y apuntó al lugar exacto donde vio el fogonazo, alcanzando también en el pecho al tal Andreas. Escuchó un gemido ahogado y el ruido sordo que hizo su cuerpo al caer sobre el jardín de su madre.

Corrió en su dirección sin dejar de apuntar, llegó a su lado y lanzó la pistola de Andreas bien lejos de su inerte cuerpo de una patada. Se inclinó y puso dos dedos bajo su barbilla, comprobando que estaba muerto.

Bajó el arma y se volvió, Georg esta a escasos pasos. Se incorporó y caminó con paso lento en su dirección. Repitió la misma operación que con Andreas, puso dos dedos en su cuello y vio que tampoco tenía pulso.

Alzó la mirada y la fijó en la casa maldiciendo por lo bajo. Todas las luces estaban dadas y de un momento a otro Bill y su familia estarían en el jardín. No lo podía permitir, que vieran dos cadáveres…

Se movió con rapidez y corrió a la cocina, cerrando la puerta tras de sí. Escuchaba sonido de pasos sobre su cabeza y la fuerte voz de su padre ordenando que nadie saliera de su habitación. Pensó que lo primero era avisar a la policía, y guardándose el arma de nuevo en la cintura de su pijama cogió el teléfono y marco el 911 mientras pensaba como iba a darle a Bill esa triste noticia….

&

Se encontraba en la cama, tumbado de lado maldiciendo a Tom por lo bajo. Era un idiota, le tenía acostado al lado ofreciéndole su cuerpo y él pasaba como si nada. Le ofendió y no tuvo más remedio que echarle de la cama, que se fuera a pasar la noche al sofá.

Aunque en el fondo esperaba que recapacitara y cuando hubieran pasado unos minutos le tendría de nuevo bajo sus sábanas. Cerró los ojos con esa idea en mente y sonrió suspirando. Le esperaría con los brazos abiertos, nunca decía que no a un buen polvo.

Pero el tiempo pasaba y Tom no regresaba a la cama. Sentía los párpados pesados y cuando se quiso dar cuenta se había quedado dormido…siendo despertado bruscamente por el sonido de un disparo, seguido de otro.

No se lo pensó dos veces y salió de la cama, echando a correr descalzo. No había llegado a coger el manillar de la puerta cuando esta se abrió sola. Se llevó una mano al pecho y dio un paso atrás asustado, respirando aliviado al ver al padre de Tom.

—Que nadie salga de su habitación—gritó Jörg mirando directamente a Bill.

Le estaba pidiendo que él más que nadie le obedeciera, pero Bill era muy tozudo y negó con la cabeza.

—Tom está abajo—susurró sintiendo que los ojos se le llenaban de lágrimas.

—Lo sé, y sabe cuidarse—dijo Jörg.

Pero eso no convenció a Bill. Cogió aire y salió de la habitación ignorando la maldición que soltó Jörg. Echó a correr por el pasillo, cruzándose con Claire que salía de su habitación con el miedo pintado en la cara.

—Claire, no salgas—ordenó Jörg.

Respiró aliviado al ver que su hija asentía y cerraba de nuevo la puerta. Entonces salió tras Bill, que ya bajaba las escaleras llamando a Tom a gritos por toda la casa.

—¡Tom!—sollozaba.

Fue directo a la cocina, escuchaba el murmullo de una voz llamando a la policía. Entró y nada más ver a Tom se lanzó a sus brazos rompiendo a llorar sin poder evitarlo.

—Tenía tanto miedo—susurró contra su cuello.

Tom suspiró y tras dejar bien colgado el teléfono se apresuró a estrecharle entre sus brazos. En su mente aún resonaba la declaración de Georg, como le confesó que él y Bill eran hermanos y encima se habían acostado.

—Todo terminó—murmuró carraspeando.

—¿Qué?—susurró Bill sin entender.

—Le he matado Bill—contestó Tom suspirando.

Sintió que sus labios se separaban contra su piel, como salía su aliento en forma de un suspiro aliviado. Le sintió alzar la cara y se le quedó mirando sus ojos llenos de lágrimas.

—¿Era el loco que me perseguía?—preguntó Bill con un hilo de voz—¿Logró saber que me habías traído con tu familia?

—Bill…—empezó a decir Tom en voz baja—Bill, Georg estaba detrás de todo.

—¿Georg?—repitió Bill arrugando al frente.

—Me temo que él le contrató, solo para asustarte pero se le fue la mano—explicó Tom.

—No te creo—murmuró Bill soltándose de su agarre—¿Dónde está Georg?

—En el jardín—contestó Tom—Está muerto, Bill.

Le vio negar con la cabeza al tiempo que le caía una lágrima. Dio un paso en su dirección y vio con horror como negaba con la cabeza y pasaba por su lado sin que pudiera sujetarlo. Echó a correr tras él, no quería que viera a Georg en ese estado.

Pero no pudo impedirlo, cuando quiso verle estaba arrodillado en el suelo llevándose una mano a sus temblorosos labios.

—Georg…—susurró Bill extendiendo la otra mano.

La puso sobre la frente de Georg esperando que reaccionara, pero nada. Sus ojos no se abrieron, sus labios no se separaron. Estaba muerto, él le había matado…

—No debí llamarlo—se dijo a sí mismo.

Sintió que unos brazos le cogían con firmeza por la cintura, se dejó llevar y se encontró de nuevo en los brazos de Tom. Enterró la cara en su cuello y rompió a llorar sin consuelo.

—Yo…yo le quería—sollozó con los ojos cerrados.

Tom asintió suspirando. A su espalda, su padre veía la escena con la frente arrugada. Había dos muertos sobre su jardín, se escuchaba la sirena de la policía en la lejanía…

Continúa…

Gracias por la visita.

Escritora del fandom

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