“Makes Three” Fic original de Majestrix
Capítulo 31: Parte 3
¿Es el litigio realmente la respuesta?
—Creo que, por un tiempo, he llegado al tope de mi cuota de cenas familiares incómodas —murmuró Bill mientras yacía en su cama. Tom estaba a los pies de la cama con los pies de su gemelo acunados en su regazo mientras los masajeaba suavemente. Andreas estaba en el suelo, boca arriba también, mirando al techo. Sus padres habían sido invitados a cenar, así como Gustav y Georg; todos habían sido sometidos y nadie tenía muchas ganas de hablar. Bill se excusó temprano, antes de que sirvieran el postre, y los chicos lo siguieron para hacerle compañía.
El baterista estaba en esos momentos en la silla del escritorio; se mecía hacia adelante y hacia atrás sin rumbo fijo, mientras tamborileaba sobre sus rodillas. Georg estaba apoyado contra la puerta y Bill finalmente se dio cuenta de que su dormitorio de la infancia era muy pequeño.
—Creo que todos se sienten así —gruñó Georg—. Tío, no creo que tu madre le haya quitado los ojos de encima a Bill en toda la comida —le dio una patada a Andreas.
El rubio rodó los ojos y estuvo de acuerdo—. Ella ha estado tan jodidamente preocupada por ti, Bill. No puede parar de hablar de ti o del bebé —dijo mientras tocaba uno de los zapatos de Bill.
—¿En serio? —a Bill realmente no le importaba, especialmente cuando Tom le estaba quitando la tensión de la planta del pie. El mundo podría derrumbarse y tendría que esperar. Por lo general, cada vez que Tom tenía sus manos sobre Bill, la vida era perfecta.
Tom resopló—. Al menos ella no es tan mala como nuestra madre. Aunque desde que volvimos, mamá ha estado…
—¿Gentil? —Bill abrió los ojos y miró a su gemelo—. Me di cuenta. La abuela debe haber hablado con ella —se encogió de hombros y volvió a tumbarse.
—Tu abuela patea traseros. No puedo creer que le pidiera una cerveza a Gordon —Gustav dejó de mecerse para reírse—. ¿Hace esquí acuático también?
—Vete a la mierda —dijo Tom afablemente. Estaba feliz de tener a todos sus amigos y a Bill en un solo lugar. Se habían dispersado desde que terminó la gira; lástima que esto no haya sucedido en mejores condiciones—. ¿Hey, chicos? Bill y yo queremos decirles algo.
—Oh, Dios, no vas a dejar la banda, ¿verdad? —Preguntó Georg rápidamente, mientras se enderezaba para ponerse de pie. Quería ver la cara de Bill cuando le contara la noticia.
El cantante sólo lo miró extrañado y negó con la cabeza—. No, idiota. Estaba diciendo la verdad cuando dije que no iba a renunciar. Además, ¿dónde encontrarían a alguien tan fabuloso como yo?
—Si no es eso, ¿entonces qué es? —Preguntó Andreas con curiosidad. Recordó aquellos tiempos en los que él habría sabido antes que nadie.
—Nos mudaremos —contestó Tom rápidamente. La habitación se quedó en silencio un momento hasta que Gustav habló.
—¿A dónde se van a mudar? —Preguntó lentamente.
—A Berlín.
—Wow, Berlín… —Georg se rascó la parte posterior del cuello mientras reflexionaba—. Eso no es Magdeburgo —dijo en voz baja.
—No, no es. Veo que Geografía fue tu mejor clase —respondió Tom.
—Viniendo de la persona que no terminó la escuela —contra–atacó el bajista.
—Touché.
—¿En serio? —Andreas tragó el nudo en su garganta mientras trataba de verse apropiadamente emocionado.
—Sí —Bill tenía los ojos cerrados, pero no parecía somnoliento—. Tenemos que encontrar un lugar rápido, antes de que llegue el bebé.
—Porque no podrás mudarte justo después; eso sería un infierno —Gustav asintió y sonrió—. Tu propio piso de soltero; eso sería increíble para ti, Tom.
—¿Hablas jodidamente en serio? ¿Un piso de soltero? No puedes tener un piso de soltero con un niño —Georg le lanzó una mirada al baterista.
—Cierto. Hombre, ese niño va a poner tu vida absolutamente de cabeza —dijo Georg en un bostezo mientras se estiraba.
—Entonces, Andi, ¿qué piensas? Tu hijo estará muy lejos, en Berlín —Georg miró a Andreas, que todavía estaba recostado en el suelo.
Bill pudo sentir a su hermano tensarse en el borde de la cama y abrió los ojos para mirar a su mejor amigo. Andreas se mordió el labio y se encogió de hombros—. Berlín no está tan lejos.
—Eres un buen hombre —el baterista asintió con aprobación y se perdió la mirada oscura que pasó por las facciones de Tom.
—Vamos, Gustav, vamos a llegar tarde a la película —Georg hizo un gesto para que el rubio se levantara.
—¿Ya se van, chicos? —Bill abrió los ojos y frunció el ceño—. Ya no pasamos mucho tiempo con ustedes.
—Porque siempre estás en el hospital —bromeó Georg—. Pero hablando en serio, ¿no estás harto de nosotros? Pasamos una enorme cantidad de horas juntos y apretujados en un autobús.
—Tenemos que hacer algo. Me aseguraré de que venga el hobbit —prometió Gustav mientras empujaba al bajista a través de la puerta—. Buenas noche, chicos.
Los tres adolescentes restantes se despidieron cuando la puerta se cerró detrás de ellos—. Nunca pensé que vería el día —reflexionó Andreas mientras negaba con la cabeza—. ¿Georg y Gustav? Quiero decir, Georg me lo podría imaginar, pero Gustav es más hetero que, qué sé yo.
—Aparentemente no —murmuró Bill mientras reía. Tom se rió y se apoyó contra la pared.
—¿Berlín, eh?
Tom miró a Andreas y asintió—. Sí.
—¿Por qué no Magdeburgo?
—La oficina del doctor está en Berlín. Quiero que Bill pueda llegar allí si tengo que ir a una entrevista o algo así —Tom miró los dedos de los pies de Bill y les hizo cosquillas brevemente antes de recibir una patada en el costado, que terminó con eso.
—Yo podría llevarlo —dijo Andreas en voz baja mientras miraba al adolescente de rastas.
—No quisiera pedirte que hagas eso todo el tiempo —respondió Tom fácilmente. En su cabeza decía la verdad. No quería que hiciera nada por Bill que él mismo debía hacer. Eso incluía las citas con el médico o ser visto en público con él. El mundo entero ya pensaba que era su bebé.
—No me molesta.
—Lo sé.
Andreas cerró los ojos y la bestia de los celos rugió ruidosamente en su mente. Mierda.
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—”Zu Hause Realty”, mi nombre es Rebecca, ¿cómo puedo ayudarle?
—Hola, ¿quería saber cómo hacer para ir a ver sus opciones?
—Bueno, te registras para una cita y luego te llevamos a una reunión con un agente de bienes raíces. De esa forma, podemos evaluar su mejor rango de precios y le permitimos ver algunas fotos preliminares. ¿Le gustaría hacer esto?
—Sí, me gustaría.
—¿Nombre?
—Tom Kaulitz —hubo una pausa al otro lado y la línea se cortó—. ¡La perra me colgó! —dijo Tom incrédulo, mientras Bill se sentaba en la mesa de la cocina y bebía su batido de aumento de peso.
Bill resopló—. Acabas de afirmar que eres una persona famosa.
—Soy una persona famosa —el rubio rodó los ojos y colgó el teléfono—. Siguiente —Bill agarró su mano antes de que pudiera marcar el número al lado de la lista.
—Quizás primero deberíamos ver a esta gente en persona, para que esto no vuelva a suceder.
Tom se sentó y asintió—. Creo que tienes razón —oyeron el nombre de Bill en la tele de la sala y ambos fueron a ver qué estaba pasando. Una mujer furiosa estaba de pie frente a una cámara mientras su hija miraba tristemente detrás de ella.
—Le dije que quitara todos los póster porque Bill Kaulitz no es un buen modelo a seguir. Ya tenemos que competir con todo el sexo y las drogas que existen; el único grupo en el que el líder era un individuo responsable y sensible ¿resulta estar embarazado? No puedo dejar que mi hija piense que eso está bien —dijo como mojigata.
La cámara se acercó a la periodista y ella sonrió—. Ahí lo tienen. Muchos padres están molestos por el reciente escándalo de Tokio Hotel. Han tenido suficiente y están dispuestos a pedirle a la discográfica que despida al grupo.
—¿Qué mierda? —Exclamó Tom mientras caminaba hacia la televisión.
—Oh, Dios, Tomi —Bill gimió y se apoyó contra el respaldo del sofá mientras cubría su rostro.
—Bill, ¿estás bien? No tienes ganas de desmayarte, ¿verdad? —Preguntó frenéticamente Tom mientras acercaba a su hermano para que pudiera sentarse en el sofá. Bill se relajó y negó con la cabeza, mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos.
—¿Cuántas personas se van a sentir así? —Susurró mientras alargaba la mano y agarraba la playera de Tom y se limpiaba con los ojos con ella.
—Bill… todo va a estar bien —dijo Tom mientras se obligaba a dejar que Bill usara su playera como pañuelo desechable—. No todos se sienten así.
—Oh, Dios, voy a arruinar a la banda —Bill esnifó y se reclinó contra el sofá cuando comenzó un comercial tonto.
—No lo harás. Si el olor de Georg no arruinó a la banda, nada lo hará —dijo Tom en serio. Bill lo miró y sonrió.
—Espero que tengas razón, Tomi —dijo mientras se acurrucaba más cerca.
—Por supuesto que tengo razón. Soy mayor que tú, ¿recuerdas? —Susurró Tom mientras apoyaba su barbilla sobre la cabeza de Bill.
—Por diez minutos, tontito —Bill lo golpeó suavemente en el costado—. Pero gracias por tener siempre la razón.
—Sí, no hay problema —Tom miró a la pared y se preguntó si todo estaba a punto de derrumbarse a su alrededor.
& Continuará &
Pobre Tom, aparte de no poder gritarle a los cuatro vientos que él es el padre del bebé, también tiene que verse fuerte para seguir siendo el soporte de Bill. Me pregunto qué hará David y la discográfica ahora. Gracias por la visita y por continuar apoyando la traducción. Besos.
Ay Dios mío, que sucederá con estos y su bebé? Algún día tendrán paz?
No falta quienes estarán en contra y les odiaran por todo y por nada 😕😠
Ojalá Tom tenga razón y no pase a mayores la situación negativa, y puedan tener algo de paz. Ojalá se muden pronto pero Berlín no me parece buen lugar.
Gracias!!!!
Por lo menos tendrán la calma y seguridad de estar ellos soloa. Que no habrá mamá metiche ni «padre de alquiler» que los ponga de mal humor. Son una pequeña familia y como tal deben de empezar a vivir.
Bueno, era un escandaloso así las mentes cerradas iban a reaccionar pero l mejor es no darle mas importancia.
Gracias!
Joder tom 🙁 tiene que sacar guerza de donde sea para apoyar a su beibi 🙁