Notas de la autora: (Respondiendo la pregunta del título) Ayuda, de verdad que sí.
“Makes Three” Fic original de Majestrix
Capítulo 40: Parte 1
¿Es la ternura realmente la respuesta?
Tom gruñó y tembló cuando Bill se contrajo rítmicamente alrededor de su polla dura. Habían estado haciéndolo durante horas y después de las tres primeras veces, la necesidad que tenían el uno del otro sólo había empeorado. Agarró con fuerza las caderas de Bill y tiró de su gemelo hasta su pene, con golpes cortos y fuertes. El adolescente de pelo negro empuñó grandes porciones del cobertor mientras jadeaba con cada estocada hacia atrás.
Habían dejado de hablar después del segundo orgasmo mutuo; reducidos a gruñidos y gemidos mientras Tom tomaba a Bill por detrás. Era una de sus posiciones favoritas, aunque a Bill no le gustaba, porque no podían verse. Al parecer, no había importado mucho después de que el cantante montó su polla para darse placer a sí mismo. Tom había estado demasiado cautivado para correrse, así que lo giró sobre su estómago y lo empujó hacia atrás con fluidez.
Bill no había luchado y ahora Tom veía blanco de lujuria. Habían estado en esa posición durante casi quince minutos, antes de comenzar a sentir el cosquilleo del inminente orgasmo—. Mierda —logró decir mientras se quitaba los mechones de la cara. Tom se inclinó hacia adelante y lamió una gota de sudor que bajaba por la espalda arqueada de Bill y se inclinó para acariciar suavemente la polla de su gemelo.
Sabía que los toques suaves enloquecían a Bill más que las sensaciones fuertes; fiel a su creencia, Tom tuvo que apretar los dientes por la presión contra su miembro. Tomó la cabeza de la polla de Bill en su mano y apretó la punta; Tom gruñó de sorpresa mientras Bill gritaba roncamente y se empujaba sobre el impulso de Tom y se corría explosivamente.
Tom se estremeció y con un grito se corrió dentro de su hermano. Sintió que todo el mundo le había caído encima y, momentáneamente, olvidó respirar mientras se vaciaba. Cuando Tom volvió en sí, todavía estaba dentro de Bill, y ambos gimieron cuando salió. Le tomó dos intentos antes de que el guitarrista pudiera encontrar su voz—. Santa mierda —dijo sin aliento, mientras colapsaba en la cama. Bill todavía estaba de rodillas, con los ojos cerrados y el cobertor envuelto alrededor de sus manos—. No sé si me puedo mover.
Bill rió sin aliento antes de finalmente caer sobre la cama—. Oh, Dios mío, eso fue increíble. Ugh, lo necesitaba tanto.
—Yo también; mis dedos todavía están hormigueando —respondió Tom, haciendo una mueca y moviendo su cabello atrás de la espalda. Se acomodó contra las sábanas frías y miró el techo—. ¿Estás bien?
—Más que bien. Dios, ¿pasaba algo malo con nosotros?
—Si eso está mal, no quiero estar bien.
—Tan jodidamente cursi —Bill sonrió mientras miraba a Tom.
—Tienes ese aspecto de “recién follado”.
—¿De verdad? Tú pensarías que me acaban de follar —dijo Bill antes de reír. Tom logró levantarse y acercarse a su gemelo. El cantante extendió sus brazos y Tom cayó en ellos con alivio. Cerró los ojos mientras Bill presionaba pequeños besos en su sien y Tom envolvió los brazos alrededor de su delgada cintura—. Prométeme que siempre estaremos así.
—¿Siempre? No sabes lo que estás pidiendo. El sexo de viejos arrugados no es atractivo, no importa lo que diga la abuela.
—Estúpido. Sabes a lo que me refiero.
—Para siempre, Bill. Tal como dije.
Tom abrió los ojos y miró hacia un lado de la cama. Bill no estaba allí y realmente era su culpa. Él había dicho para siempre y olvidó por completo su promesa. Tom se sentó y secó el sudor de su frente mientras pateaba las mantas. De repente, la temperatura gélida del aire acondicionado pareció tan efectiva como un golpe sobre la piel. La excitación residual se desvaneció cuando la melancolía se asentó en él. Respiró hondo y se resignó a no dormir el resto de la noche.
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Tom levantó la vista y sonrió con precaución mientras Bill entraba. Tenía el pelo recogido en una coleta baja y parecía irritado mientras miraba alrededor de la sala—. ¿Qué pasa?
—No puedo encontrar un par de zapatos. Pensé que tenía todos mis zapatos empacados en la misma caja. Acabo de desempacar esa caja y mis botas vaqueras plateadas no estaban allí. ¡Mierda! —Dijo mientras giraba en círculos.
—Tal vez las dejaste en casa de mamá —sugirió Tom cuidadosamente mientras trataba de calmar a su gemelo.
—¡Mierda! Van con mi jodido atuendo. ¿Por qué las habría dejado? No tiene ningún sentido —Bill levantó las manos y sofocó un sollozo. Tom suspiró y se levantó. Esto había durado suficiente.
—Bill, cálmate —dijo mientras se acercaba y ponía sus manos sobre los hombros de su hermanito—. Va a estar bien, ¿okey?
Bill apretó la mandíbula y se obligó a respirar profundamente—. Sí, tienes razón —suspiró y dejó caer la cabeza brevemente—. Yo sólo…
Tom asintió comprensivamente y pasó las manos por los brazos de Bill. Sabía que a Bill no le gustaba no saber dónde estaban sus cosas, Tom era igual—. ¿Quieres que te ayude? —Preguntó con una sonrisa.
Bill negó con la cabeza y palmeó la mano de Tom antes de alejarse—. No, las encontraré. Gracias, Tom —agregó mientras salía de la habitación.
Tom se mordió el labio y trotó detrás de su gemelo; llegó justo cuando Bill puso su pie en el primer escalón—. ¿Bill?
—¿Sí? —giró expectante.
—Sabes que igual puedo ayudarte con las cosas. ¿Lo sabes, verdad?
Bill parpadeó y asintió lentamente—. En teoría.
—¿En teoría? ¿Qué significa eso? —Tom se rascó la cabeza y trató de mantener la irritación fuera de su lenguaje corporal.
—Realmente no quiero hablar de eso ahora mismo. Quiero encontrar mis zapatos.
Tom rodó los ojos, caminó de regreso a la sala y se dejó caer en el sofá. Buscó el control remoto y maldijo.
No tenían televisión.
Joder, Tom se volvería loco sin algo. ¿Cómo se las arregló para no saber eso? Las maletas; así es cómo pasa el tiempo cuando haces algo terriblemente tedioso. No había tenido mucha energía para hacer nada más que compartir algunas comidas con Bill y caer dormido.
Tom suspiró y se frotó la cara brevemente. Odiaba cuando Bill estaba de mal humor. Arruinaba su estado de ánimo y arruinó la maravillosa siesta que había comenzado a sentir. Tenía que admitir que el sofá era cómodo. Nadie podría negar que Bill tenía buen gusto, pero ¿tenía que ser todo de cuero? Que le sirva de lección, si Tom hubiera estado cerca cuando compró los muebles, entonces podría haber dicho algo.
Se levantó, se desperezó y saboreó la forma en que sus articulaciones se estiraron. Tom sintió ganas de ir de compras. Caminó por el pasillo y corrió escaleras arriba; en su puerta, miró hacia atrás y vio la puerta cerrada de Bill. Tom debatió si debía o no preguntarle a Bill si quería ir, pero luego negó con la cabeza. Lo dejaría tranquilo.
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—Sí, ven. La cena suena bien; especialmente si tú vas a traerla —Bill sonrió por el teléfono mientras lo colocaba entre la mejilla y su hombro para que pudiera tener ambas manos libres. Buscar en el refrigerador requería tener sus brazos libres. Recordó que tenía medio sándwich de una tienda de comestibles a la vuelta de la esquina y eso era lo único en el planeta que quería comer en este momento.
Estaba metido en la parte trasera, junto a un frasco de pepinillos y Bill chilló de felicidad—. ¿Qué? Lo siento, Gustav. Encontré lo que estaba buscando. No, estoy bien. Mañana, cena. Sí. Los veo a los dos después.
—¿Quién era ese?
Bill saltó y maldijo cuando terminó la llamada. Giró para ver a Tom y se sonrojó—. Mierda, me asustaste.
—Lo siento. Veo que todavía no has encontrado tus botas —dijo, mientras miraba los pies en calcetas de Bill.
—Sí, bueno, me di por vencido —Bill agarró el sándwich, los pepinillos y cerró la puerta con el pie—. Lamentó haberme puesto pesado contigo. No fue tu culpa y sólo intentabas ayudar.
Tom sabía que, hace apenas unos meses, hubiera renunciado a la disculpa y habría dicho que no era gran cosa, pero lo era—. Gracias; si quieres tus zapatos, aún podría ayudarte.
—Quizás mas tarde. En este momento, todo lo que quiero es este sándwich —contestó Bill justo antes de que lo mordiera por la mitad. Tom giró las llaves alrededor de su dedo y arrugó la nariz ante el entusiasmo con que consumía la comida.
—Compré un par de televisores —dijo Tom casualmente y Bill se atragantó un poco.
—¿Compraste un televisor?
—¿No estabas aburrido?
Bill se detuvo y se encogió de hombros—. En realidad, veía películas en mi laptop.
—Bueno, quería ver algo que no tuviera que descargar.
—¿Un par?
—Sí, uno para la sala, uno para cada una de las habitaciones de invitados y otro para… nuestra habitación —terminó Tom en voz baja.
Bill tragó y exhaló por la nariz—. Um… está bien. ¿Quién va a hacer la instalación?
—Alguien vendrá mañana —Tom quería saltar de alegría; Bill no lo corrigió cuando dijo “nuestra” habitación. El progreso era lento y doloroso.
—Oh, está bien; siempre y cuando no tengas pensando hacer agujeros en mi pared, genial —respondió Bill mientras bebía otro trago y Tom pensó que se veía muy lindo. Aparentemente estaba mirando muy fijamente, porque Bill ladeó la cabeza y tragó de nuevo—. ¿Qué?
—Nada —de repente, Tom se sintió tímido y maldijo el sonrojo que podía sentir subiendo por su cuello—. Entonces, ¿has pensado en algún nombre de bebé últimamente?
—Dios, no hemos hablado de eso en una eternidad. He pensado en unos pocos, pero ninguno realmente me hace sentir que es el correcto, ¿sabes? —Bill suspiró de alivio mientras se sentaba. Había estado tan hambriento que no había querido ni sentarse antes de terminar—. ¿Tienes alguna idea?
—¿Quieres escucharlos?
—Sí —dijo Bill suavemente y sonrió—. ¿Cuáles son?
—Charlotte.
—… No me gusta.
—¿Por qué no?
—Simplemente no me gusta. Nunca me ha gustado. ¿Qué hay de Sarah?
—Suena aburrido.
—Igual que Bill y Tom —replicó Bill mientras su gemelo se encogía de hombros y asentía.
—Cierto, lo que significa que no queremos hacerle eso a nuestra hija, ¿verdad?
—Cierto —Bill rió y negó con la cabeza—. ¿Alguna vez vamos a encontrar un nombre?
—Sólo tienes seis meses. Hallaremos algo antes de la fecha, no te preocupes.
—Si, tienes razón. Oh, antes de que me olvide, los G’s vendrán mañana —Bill sonrió feliz—. Todavía no han visto la casa y yo quería presumirla. Van a traer la cena también.
—¡Estupendo! Creo que tendré que limpiar el resto de esa mierda de la sala, ¿cierto?
—Probablemente —Bill hizo rebotar su pierna y sonrió. Iba a tener invitados que entretener en su nueva casa.
La nueva casa de los dos.
&
Gustav se apoyó contra Georg y miró las estrellas—. Es agradable aquí; un poco silencioso, pero aún se puede ver parte de la ciudad.
—Sí, incluso puede escucharse. Aunque algo amortiguado —dijo Tom mientras tomaba un sorbo de su cerveza. En esos momentos, estaban en el patio trasero, el quieto chapotear del agua contra el costado de la piscina tenía a todos relajados. Tom estaba al lado de Bill, en sillones separados, mientras que Georg y Gustav compartían el último.
—Me encanta. No he estado mucho aquí porque hace calor, pero a veces, cuando se pone el sol, alcanza la temperatura adecuada y me gusta el hecho de que tengo un patio trasero.
—Pero es tan jodidamente aterrador —dijo Georg al tiempo que Tom alzaba una ceja expectante—. Ustedes tienen una propiedad. Es tan adulto.
—Sabemos que tienes la madurez de un niño de dos años, pero ¿de qué estás hablando?
—No puedo imaginar tener mi propia propiedad y estar lejos de mi madre.
—Aww, el hobbit ama a su madre —Tom rió y Bill se rió a su lado.
—No, mi madre sólo me tiene a mí. Está sola y me preocupo suficiente por ella cuando estoy de gira. Le dolería si comprara mi propia casa, incluso si estuviera en Magdeburg. Ella ya sufrió que un hombre la abandonara. No quiero ser el segundo.
—Está bien, Georg. Creo que es genial que quieras cuidar a tu madre —Gustav giró para poder besar al bajista en la boca.
Tom miró su cerveza y supo que Bill también se sentía un poco incómodo. No era que no estuvieran acostumbrados al afecto que sus amigos sentían la necesidad de darse el uno al otro, sino que era la facilidad con la que se veían tan dulces. Tom tragó y se sintió como un idiota cuando la picazón comenzó en el fondo de sus ojos.
—Entonces, ¿cuándo será la fiesta de bienvenida?
Bill levantó la vista y se sintió agradecido por la distracción—. ¿Bienvenida a la casa?
—Sí, para mostrarle a todos tu casa, que te den buenos regalos y esas mierdas. Podrás ser la diva del día, Bill —Bromeó Gustav y Tom se rió sin entusiasmo.
—Realmente no habíamos pensado en eso —respondió.
—Piénsalo. Pero mientras tanto, tenemos que irnos —Gustav levantó a Georg con él y bostezó—. Si no salgo a la carretera, nos aprovecharemos de tu cuarto de invitados.
—Si quieren, pueden hacerlo. En serio —Bill trató de ponerse de pie y casi se dio por vencido antes de que Tom lo tomara de las manos y lo levantara—. Gracias —susurró rápidamente antes de seguir a sus amigos de vuelta a la casa.
—Sí, lo sé, pero quería dormir en mi propia cama —Gustav bostezó de nuevo y sacó las llaves—. Pensándolo bien, es posible que tengas que conducir el primer tramo.
—Lo vi venir cuando veníamos en camino —Georg rodó los ojos y le quitó las llaves en broma—. Nos vemos luego, chicos.
—Adiós —dijo Tom mientras los dejaba salir. Se sintió algo aliviado cuando los G’s se fueron; los quería, por supuesto, pero era agradable tener la casa en silencio otra vez. El adolescente rastudo giró hacia Bill y se encogió de hombros—. ¿Fiesta de bienvenida?
—Me gustan las fiestas. Haremos algo pequeño —Bill ya había comenzado a planear—. Encontraré un proveedor para el catering y decoraremos. Lo haremos afuera; sólo tenemos que asegurarnos de que no llueva.
—Por mi suena bien; hazme saber qué puedo hacer para ayudar —Tom sabía que a Bill le gustaba planear fiestas por su cuenta; él simplemente estaría disponible para lo que fuera necesario.
—Okey, probablemente necesite que me lleves a ver algunos servicios de catering después de buscarlos en línea —por alguna razón, Bill miraba a todos lados menos a Tom, y descubrió que le divertía mientras se acercaba a él.
—Está bien, no hay problema —Bill todavía no lo miraba y Tom se acercó y le tocó el brazo—. ¿Qué pasa?
—Quiero hacer algo estúpido.
—¿Por qué es estúpido?
—Porque lo es —contestó Bill sin poder hacer nada antes de dar un paso adelante y tomar los labios de Tom en los suyos. Tom se sorprendió, pero rápidamente correspondió mientras levantaba su mano para acunar la cabeza de Bill y ajustar el beso. Era tan parecido a los besos que solían compartir, que hizo que el corazón de Tom doliera y, demasiado pronto, Bill se alejó para respirar y cualquier burbuja en la que estaban, estalló—. Mierda, estúpido —se apartó de Tom y salió de la sala.
& Continuará &
Aaawww, Billito también extraña a Tom. Seguro que también ha tenido esos sueños hot, como el que tuvo Tom al inicio del capítulo. En fin, queda otra parte de este capi, así que están todos invitados a seguir leyendo la traducción. Besos. MUAK.
💞💞💞💞
Estan avanzado lentamente pero avanzando.
La fiesta les vendrá bien ya que Tom podrá ayudar a Bill en los preparativos, además no solo será por la casa sino también por la bebé….
Hermoso capitulo!! 🙌🙌🙌
Espero que los sueños humedos de Tom pronto se vuelvan realidad, me alegro que Bill se disculpara por actuar como un idiota con Tom cuando ofrecio su ayduda y el hecho de que no lo corigiera cuando se refirio a la habitación de como la de ambos y no la de Bill, es un gran paso aunque aun duerman sepaarados, Talvez para Bill el beso fue algo estupido pero es un paso en su relación.
Nos leemos en el proximo, saludos 😊
En verdad tengo algo atorado y no sé que es. No sé qué escribir, leí como hacían el amor lleno de pasión y ufff agua. ..pero no sé en verdad que pensar q una extraña sensación como de «casi , casi»…
Miles de gracias Claudia por la traducción
Muakkkk!