Fic TOLL de Sira483

Capítulo 11

Los chicos dieron por terminado el juego, asumiendo que ya estaban muy borrachos.
Si bien, a Gustav y a Georg les sorprendió que a pesar de haberles gritado a los gemelos un; ¡Era broma, no tienen que hacerlo! estos continuaron y se besaron. Gustav le echo la culpa al alcohol, pensando que los gemelos habían exagerado al igual que Georg, quien apenas se recordaba en donde estaba parado.

Gustav y Georg se fueron y para suerte del primero, Georg estaba más «sobrio» que la última vez.

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—..Que duermas bien — le dijo Tom a Bill, ambos estaban frente a la puerta de la habitación del menor.

—Si.. Tú, igual.. — éste se mordió el labio inferior, de forma nerviosa.
Ambos se despidieron más ninguno se retiró, permanecieron uno frente al otro sin decir palabra, esperaban que sucediera algo, que uno de ellos se animara a hablar o simplemente que uno tuviera la voluntad suficiente para retirarse. Pero los minutos fueron pasando, los pensamientos acosaban a ambos muchachos y una pequeña pelea interna se desato en ellos.

—Bill, yo…

—Vete a la mierda — Tom se quedo perplejo sin saber que el menor no le estaba hablando a él, si no que estaba mandando a la mierda todos sus pensamientos y junto con ello un impedimento…

Bill se abalanzó hacia Tom, agarrándole el rostro y fundiendo sus labios con el de éste. Al príncipio el de trenzas no supo como reaccionar ¡Pero, vamos! seria bastante tonto si no hubiese correspondido el beso y Tom no tenía ni un pelo de tonto.
Estaba pasando precisamente, lo que ambos querían que pasara:
Besar al otro sin ser rechazado.

Tom metió a Bill dentro de la habitación, empujándolo de una manera un tanto brusca contra la puerta, cerrándola de paso, ambos continuaban el beso sin perder el contacto más de lo necesario, el mayor aprisionaba con todo su cuerpo al de rastas, mientras ambos luchaban por dominar la cavidad bucal del otro, mandando a la mierda toda la ética moral que les había enseñado su madre.

Entre pequeños tropiezos y pasos torpes se dirigieron hacia la cama, Tom deposito a Bill sobre ésta deshaciendose rapidamente de la parte superior de su ropa, dejando ver al menor su figura en la penumbra, en la cual se lograba distinguir la trabajada musculatura del muchacho.

Bill solto un suspiro, imaginandose a su hermano debajo suyo jadeando y gimiendo su nombre en cada estocada que daria dentro de él y con eso en mente invirtio la posicion quedando arriba del de trenzas.

Por otro lado Tom le resto importancia, a la accion de su gemelo, ya que estaba acostumbrado a que las mujeres hicieran maravillas encima suyo, para luego encargarse él mismo de la situación.

Bill, que se encontraba a cuatro patas sobre Tom, bajo la cabeza llevando sus labios al cuello de éste, besando y succionando esa zona, mientras que el mayor con las manos inquietas acariciaba la cintura del chico por sobre la ropa, hasta lograr meterlas por debajo de ésta. Sus manos descendieron de la cintura para abajo tocando el borde del apretado pantalón que usaba el chico que estaba encima de él, de un momento a otro sus dos manos estaban tocando el trasero respingon del muchacho, ese trasero que no paraba de mirar, disimuladamente, cada vez que se encontraban en algún lugar de la casa y el mismo que lo atormentaba en sus sueños.

Bill sentía las caricias que le brindaba su hermano y cuando sintió como le agarraba ambos glúteos y estos eran apretados, fuertemente, no pudo evitar morderle el hombro al chico y restregarse en él soltando un leve quejido, continuo su labor bajando al pecho, depositando pequeños besos y siguio bajando hasta los abdominales bien marcados de éste, jugueteando con el borde de los pantalones de Tom para luego separarse sentándose encima de él, desabrocho sin prisa alguna la prenda, muy contrario a como se encontraba el de trenzas que con tan solo ver lo que hacia su gemelo todo su sistema se aceleraba y de prisa tenía bastante.

La sensación de la lengua y de los labios de Bill recorriendo todo su torzo, había sido mejor que en todos los sueños que había tenido o en todos los pensamientos impropios que solían apoderarse de su mente.

Tom se incorporó levemente y atrajo la cabeza de su gemelo hacia él para poder unir nuevamente sus labios, Bill recorrió la espalada contraria con las manos, olvidando por un momento, su tarea de deshacerse del molesto pantalón de el de trenzas, en cambio Tom le despojo de su remera y esta vez atrajo todo el cuerpo de Bill hacia él, quedando éste sentado justo sobre su miembro aun encerrado dentro del pantalón y del bóxer. Ahora era Tom quien se estaba degustando con la piel expuesta de Bill, le besaba el cuello y mordisqueaba el lóbulo de su oreja, mientras que sus manos, apretando la cintura contraria, no dejaban de atraerlo todo lo que se podía hacia él, ocasionando una leve fricción de su anatomía con la parte trasera del rastudo y en un descuido su cuerpo se movió involuntariamente creando una embestida imaginaria, como si en verdad estuviera penetrando al de cabello bicolor.
A pesar de que el movimiento repentino desconcertó un poco a Bill, éste no pudo evitar que un gemido se escapara de su boca.

Pero de una cosa estaba seguro el chico, él sería quien daría no Tom. Así que esperaba que su hermano no sé emocionara mucho con ello.

El problema era que Tom tenía el mismo pensamiento que Bill, él sería quien daría y en ningún momento se le pasaba por la mente que Bill no tenía intención de ser, lo que comúnmente se llama, el pasivo.

Dió algunos besos entrecortados, para luego empujar a Tom para que se recostara por completo de nuevo sobre la cama. Lo beso varias veces más, mientras que sus manos trabajaban haciendo el intento de quitarle el pantalón al mayor, al no tener éxito se separó del chico y quitandose de encima de él por un segundo, termino quitándole por fin la ropa. Se volvió a montar sobre él poniendo la punta de la lengua bajo el ombligo de Tom, con esta subió haciendo un recorrido recto hasta llegar al mentón de éste, mientras que su mano derecha se dirigía lentamente hacia la entrepierna del muchacho y justo cuando beso los labios de su gemelo su mano llego a su destino apretando débilmente el bulto dentro del bóxer. Tom gruño dentro de la boca de Bill, luego nuevamente el menor se sentó sobre el chico y sus manos fueron hasta su propio cinturón, deshaciéndose de el en un segundo, Tom intervino siendo él quien termino por desabrochar el pantalón de Bill, se deshizo de el en cuanto pudo quedando ambos en las mismas condiciones.

Esta vez fue Tom quien se abalanzó hacia su hermano, cambiando nuenvamente de posición, besó los labios ajenos, sus manos tocaban toda la piel que estuviera a su alcance hasta parar en el cuero cabelludo de Bill, jalo débilmente del cabello de éste dándose paso a la blanca piel debajo del mentón.

Los miembros de ambos se friccionaban entre sí, a cada pequeño movimiento ejercido, provocando que gemidos y jadeos escaparan de sus bocas. Bill volvio a bajar su mano a la entrepierna de su gemelo acariciándolo y de paso, ya que sus cuerpos estaban muy juntos, también a si mismo. Metió la mano dentro del bóxer por fin haciendo un contacto directo con el gran trozo de carne ahí abajo, ante ese tacto Tom se retorció gimiendo y hundiendo su cabeza entre el espacio del cuello y el hombro de Bill.

Las sensaciones eran únicas, y es que cada caricia era más de lo esperado. Era como esa sensación de estar bajo la fría lluvia luego de varias semanas de sequía y con un calor que venía del mismísimo infierno.

Ambos se deshicieron de las últimas prendas que cubrían sus cuerpos, quedando totalmente desnudos. Ninguno pudo evitar que su vista viajara en el cuerpo contrario, admirando y deleitándose con lo que veían.

No tardaron mucho en volver a tocarse de forma frenética, con Bill posicionandose sobre Tom tratando de liderar la situación. Lo beso en los labios creyendo que ya era hora de dar el siguiente paso, sus manos fueron bajando hacía una zona en particular, mientras que otras manos hacían exactamente lo mismo en su cuerpo, Bill para hacerlo de una manera que no asustara a su hermano le acaricio a éste su miembro de forma lenta con una mano mientras que la otra permanecía en la espalda baja de Tom, bajo hacia los testículos oprimiendo levemente y cuando quiso acceder a un lugar (entre las nalgas del mayor, para ser exactos) paró en seco…

Sus ojos se abrieron por completo, ahogo un grito que peleo por salir hasta el final y de repente dejo de respirar.

¿Como no se dio cuenta, cuando las manos de Tom viajaron a su retaguardia? Y no solo eso, si no que el muy descarado había metido de lleno un dedo en «ese» sitio.

En lo único que podía pensar el menor era que; en cuanto pudiera reaccionar mataría a patadas limpias al engendro-malparido-egoista de Tom.

—¿Estas bien? — pregunto el trenzado luego de algunos segundos. Bill se sintió indignado ¿Como se atrevía a hacer semejante pregunta? No respondió, no podía porque si hubiera podido lo hubiera mandado a mierda, lo hubiera traído de vuelta para luego volverlo a mandar unas cincuenta mil veces más.

Maldijo una y otra vez cuando sintio al maldito-dedo-invasor moverse dentro suyo tan lentamente que, a pesar del dolor, este hecho le daba aún más coraje que el que ya estaba sintiendo. Reprimió todas las groserías que querían salir, todas las lagrimitas que querían abandonar sus ojos, sus manos se aferraron al hombro ajeno y en un descuido ya se encontraba debajo del dueño de ese hombro.

Tom, quien no estaba al tanto de todos los pensamientos asesinos de su gemelo, trataba de hacer todo lo posible para que no le doliera mucho a Bill, y cuando sintió, luego de algún par de minutos, que su dedo entraba y salia fácilmente decidió que era tiempo de que otro se uniera al juego y así mismo lo hizo, metió dos dedos ahora, sintiendo como las uñas del menor se enterraban en su piel.

—Hijo de… — Bill ni siquiera pudo terminar la expresión, el dolor le nublo por un momento la mente y cuando se logró recuperar solo se le venía una jodida pregunta en la cabeza:

¿Cuando, mierda, fue que decidieron que él sería el pasivo?

Conforme el tiempo iba pasando, el cuerpo de Bill ya se iba acostumbrando al, ahora, tercer dedo que había ingresado recientemente, pero como el chico era el Rey del Drama, él aún tenía el pensamiento que moriría en cualquier momento y que se llevaria a Tom consigo por ser un maldito hijo de su madre. Pero quitando todo el enfado y el pequeño dolor y escozor en su zona cruelmente profanada (según Bill) él estaba comenzando a sentir algo diferente a todo lo anterior, algo que se comenzaba a extender por todo su cuerpo y que motivaba de gran manera a su amigo. Ese algo que había perdido significado minutos atrás y que ahora volvia de repente y más cuando uno de los dedos choco con algo dentro suyo generando una ola de placer por todo su cuerpo que le obligó a soltar un gemido.
El cual no paso desapercibido para Tom, quien había comenzado a acariciarse a si mismo también, masturbando solo de vez en cuando a Bill (quien pensaba que eso era aún más cruel que el puto-dedo-invasor-de-propiedad-privada) aumento el ritmo de la penetración con los dedos, tocando una y otra vez ese algo dentro de Bill haciéndolo gemir y retorcerse levemente, entonces viendo que éste ya estaba disfrutando creyó conveniente pasar al siguiente nivel. Quito los dedos, ante la mirada de confusión de el de rastas.

—Date la vuelta — Bill obedeció casi automáticamente, y se acostó bocabajo sobre la cama, pero luego se arrepintió al darse cuenta de lo que eso significaba. Giró la cabeza hacia Tom, justo cuando éste se posicionó detrás suyo y entonces se alarmó.

—¡Ni se te ocurra! — Bill no estaba preparado para eso, o bueno el miedo le sometía a no estarlo.

—Tranquilo, Bill. Lo haré despacio.

—Tú no sabes nada de este tema — Bill estaba de los nervios, tanto que estrujaba con todas sus fuerzas las sabanas, mirando el cabezal de la cama como si este le pudiera salvar la vida.

—Confia en mi, Bill.. — el chico sentía que su erección había bajado de plano, que toda la excitación se había ido al carajo y estaba seguro de eso pero con un simple rose del miembro de Tom entre sus nalgas le hizo darse cuenta de lo equivocado que estaba, porque todo su cuerpo seguia alterado y en pie de guerra. Bill no pudo hacer más que maldecir aquello, porque si todo seguia en ese estado de calentación él no podría hacer nada para impedir lo que su gemelo quería hacer y todo por falta de voluntad.

Tom volvió a pasar su miembro por entre las nalgas de Bill, oyendo como éste gemía en voz baja, levanto levemente la cadera del menor volviendo a pasar una y otra vez a su amigo por ese camino en la parte trasera del muchacho. Tomo en mano su propio miembro y lo guió hasta la entrada de Bill, comenzandolo a meter muy lentamente para no hacerle algún daño al chico, éste se quejó, ahogando en la almohada, cualquier sonido que podría salir de su boca, luego la apretó con todas sus fuerzas cuando se sintió completamente lleno e invadido en ese sitio. Deseó salir corriendo y ocultarse en algún lugar y, técnicamente, lo hizo… pero solo en su mente.
Mientras que por otro lado Tom hacia todo lo posible para mantenerse en control y no dejarse guiar por la placentera palpitación en su zona baja.

El tiempo fue pasando en espera de que el cuerpo del chico se adaptase al intruso, y cuando el mismo Bill se movió «solo por probar» y no sintió ningún dolor que no fuera soportable, se dieron cuenta que podrían seguir avanzando, así que Tom se retiró un poco para luego volver a adentrarse por completo en un movimiento lento y pausado.

Al príncipio dolía, no mucho pero dolía, sin embargo, poco a poco Bill se fue acostumbrando y cuando las embestidas de Tom aumentaron en potencia ya no sentía dolor si no que puro placer, los gemidos de ambos salían sin parar, el sudor resbalaba de sus cuerpos y las sensaciones eran incomparables.

El menor levanto su trasero para que una de sus manos pudiera acceder a su entrepierna, se masturbo de forma frenética para luego con la mano que le quedaba libre agarrarse fuertemente de la cabecera dando pequeños jadeos casi involuntarios.. porque ¡mierda! No quería admitirlo del todo que le estaba empezando a gustar eso. Se sentia como si experimentará un doble placer o algo asi…

Tom por su lado cerraba los ojos teniendo solo una cosa en mente.. Su deseo estaba siendo cumplido. Tantas noches teniendo esos sueños que en su momento le parecían malos e inadecuados y que ahora lo estaba viviendo en carne propia, teniendo a su hermano menor debajo suyo gimiendo a viva voz.
Inclinó su cabeza besando la blanquecina piel, casi sin aliento, sintiendo sus fuerzas irse por todas las sensaciones que el estrecho lugar le estaba brindando a su miembro.

De un momento a otro Tom rompió la union, dandole la vuelta a Bill sobre la cama, vio sus ojos completamente dilatados, se mordía el labio inferior y no dudo ni un segundo en posicionarse encima de él para poder besar esos labios que no lo dejaban tranquilo en ningún momento, mientras Bill era besado, nuevamente, sintió la invasión en su entrada y de vuelta se encontraba gimiendo incontrolablemente, esta vez tenía a Tom para sujetarse de él, enredando sus brazos en el cuello de éste. Las embestidas cada vez se intensificaban más y más como si Tom necesitase más a cada segundo y no es que el menor se quejara ¡Todo lo contrario! Pero esa acción solo significaba una cosa: estaban apunto de culminar.
Una de las manos de Tom bajo hasta quedar en el miembro palpitante y chorreante de Bill, esta vez se encargó él mismo de su hermano, pasando su mano de arriba a abajo en todo lo largo del miembro, apretándolo de vez en cuando y también sacudiendolo, los espasmos del chico no tardaron en venir. Todo el lugar pareció comprimirse y un calor aun más sofocante pareció inundar la habitación, el aire parecía demasiado pesado como para respirarlo, las embestidas y la mano en el miembro del menor aumentaron de velocidad, los jadeos se hicieron más intensos y todas las sensaciones se hicieron más fuertes, más intensas y placenteras. Bill estaba sintiendo que bajaba al maldito infierno (si es que existía uno) para luego subir hasta lo más alto del cielo y seguido de eso sintió la dulce y relajante sensación del orgasmo, el cual hizo que se contrajera todo dentro si, incluyendo las paredes internas de su entrada trasera, provocando que el miembro de Tom fuera, placenteramente, oprimido, generando de ese modo la llegada de su hermano mayor. Ambos habían soltado un increíble grito digno del orgasmo del que estaban siendo partícipes.

Tom cayó sobre Bill por el agotamiento para luego, con todo el esfuerzo del mundo, dejarse caer aun costado del chico. Los dos estaban con la respiración más que agitada y entre cortada, sus cuerpos estaban sudorosos y encima de sus vientres había rastros de semen provenientes del menor, el cual fue fregado y retirado pasando una de las sabana sobre el liquido, para luego ser arrojada en algún lugar de la habitación.

—¿Como..? Como.. es.. que sabias que.. hacer? — pregunto Bill aun con la respiración agitada y comenzando a sentir un leve cansancio.
Giró la cabeza en dirección a su gemelo, para poder verlo.

Tom no pudo evitar que una pequeña risa saliera de sus labios, sonrió e imito la acción del menor, fijándose en el rostro de éste — Larga historia, Bill…

En realidad no era una larga historia pero si era bastante vergonzosa como para andar contándola así como así.
Y es que; cuando Tom se encerraba en su despacho no solo se ponía a trabajar en la computadora, si no que «accidentalmente» su mano había ingresado un par de veces «sin querer» a una página con contenido XXX Gay (Pornografía) Y bueno, pues, la mano siempre se andaba mentiendo donde no debía y Tom no podía hacer nada para evitarlo. Mucho menos cuando su imaginación lo traicionaba despiadadamente, cambiando a los protagonistas por su hermano y por él.

Continúa…

Gracias por la visita.

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