Fic TOLL de Sira483
Capítulo 5
—¡Lo siento! En verdad, lo siento. Es que yo.. Bueno.. No, Ehh.. es que.. Tal vez.. Yo creí que.. — la rubia ni siquiera sabía que decir, solo balbuceaba y balbuceaba sin parar. Mire alrededor, las demás personas parecían no haberse dado cuanta del pequeño inconveniente en esta mesa. Excepto una mujer pelirroja, de avanzada edad, que observaba todo, con una cara de preocupación y curiosidad, desde el mostrador del restaurante, al parecer trabajaba aqui. — yo.. Discúlpeme, por favor..
Mire, nuevamente, hacia mi hermano y la muchacha. Yo sabia, en estas instancias, que Bill, realmente, no estaba tan enojado. Si en verdad lo estuviera, haría un gran escándalo.
Bill podrá parecer porcelana, pero o es de esas clases de porcelanas puras, de calidad y súper resistentes o de esas porcelanas endemoniadas, con el mismísimo Lucifer dentro. Y, sinceramente, le voy más a lo segundo.
Y es que cuando Bill se enojaba, realmente, uno tendría que rezarle a todos los santos, dioses y criaturas mágicas (y uno de ellos debería quererte mucho en verdad) para poder librarte de mi hermano. Y lo sé por experiencia propia…
Lastimosamente, mamá (único ser mágico para mi, a una edad temprana y no tan temprana) nunca me protegía de los berrinches y caprichos de Bill…
—Solo trae nuestros pedidos ¿okay? — Bill la volvió a fulminar con la mirada. Y estoy, casi, seguro que la pobre chica rogaba por; que Bill no tuviera poderes escondidos y, realmente, la fulminace.
—Si, esta bien. Y lo siento, en verdad.. — mi pequeño hermanito puso los ojos en blanco. Finalmente la rubia se marchó y vi como la pelirroja del mostrador, la intercepto en el camino.
Bill me observaba con los ojos entre cerrados, esperando algo que, para mi mala suerte, se me escapo de los labios. Una carcajada…
Como recompensa, recibí un golpe duro en la cabeza.
—¡No te rías! No es para nada gracioso — se cruzó de brazos, sentándose aún más firme (si es que se podía) en la silla.
Me estuve riendo, por poco tiempo más, hasta que me pude controlar.
—Ya, Bill, no es tan malo. Fue solo un accidente — él me miró indignado.
—¿Un accidente? Un accidente se le puede llamar a un choque de autos en la calle más transitada de Hamburgo.. — Bill Modo Exagerado: Activado —.. ¡Un accidente es hacerte pis del puro miedo, porque estas viendo una película traída del mismísimo infierno! — fruncí el ceño ¿esto es en serio? — ¡un accidente es despertarse a media noche porque tienes a la mald..— miro hacia a Alice, que jugaba con un peluche rosa que él le había pasado antes de que viniera la mesera, y se contuvo de soltar una maldición.. — «bendita», Torre Eiffel, entre tus piernas! A eso se le puede llamar un accidente.. No a que te confundan con una mujer, y no conformes con eso también como la esposa de tu hermano gemelo.
Esto era ridículo, no puedo creer que Bill haya dicho eso.
No pudo haberlo dicho..
Eso me lastima en los más profundo de mi ser. Tal vez estoy exagerando y siendo un poco infantil pero;
¿Donde quedo yo, en todo esto?
¿Que acaso no me tiene en cuenta?
Me parece obvio que esta mintiendo, exagerando y pasando los límites.
Lo mire, acusasoramente, a lo que él frunció el ceño.
—¿Torre Eiffel? — pregunte indignado, y es que en serio se había pasado.
—¿En serio? ¿Fue lo único que escuchaste?
—¿Torre Eiffel? — lo ignore — que yo recuerde tú no estabas tan beneficiado…— me miró con mala cara, apretando sus labios.
—En primer lugar; tú nunca me has visto desnudo, así que tú no sabes nada. Y en segundo lugar; debería darte vergüenza, Tom. De todo lo que dije fue lo único que te importo..
—Y ¿que hay de cuando nós bañamos juntos? — ignore su último comentario.
—¡Teniamos menos de 7 años! Y mamá aún nós bañaba. Eso ni siquiera cuenta.
—¿Y que hay de cuando fuimos de campamento, cerca de un lago, con Gordon a los 13 años? Tú te metiste al lago con calzoncillos pero saliste sin ellos.. — ¿gane?
—¡Teníamos 13 años! — al parecer no… Bill se pego, ligeramente, frustrado en la cara. — y el estar mucho tiempo en el agua, pues.. Encoge.
—Si, pero…
—¿Podrias dejar de querer averiguar el tamaño de mi amiguito? — me interrumpió — es raro.. Y mas viniendo de ti.
Nos quedamos en silencio, él se giró hacia Alice que aun jugaba con el peluche rosa, y le volvió a secar la saliva que escurría de su boca.
—Asi que «amiguito» no «amigote» ni nada…
—¡Tom, o te callas o te hago tragar este peluche! — reí era demasiado divertido verlo molesto, pero aun más que me amenaze con un peluche en manos, mientras Alice trataba de recuperarlo.
—Bien, bien. — alce las manos en muestra de rendición — pero baja el arma, Bill.
Él sonrió divertido para luego devolverle el peluche a Alice.
—Disculpen. Aquí esta su pedido. — La rubia acompañada de la pelirroja nos sirvieron nuestro desayuno, me extraño que también viniera la segunda mujer. Al terminar de colocar todo en su lugar se quedaron en frente de nosotros, la rubia enrojeció — me llamo Bethany y soy la dueña del restaurante, y ya supe el pequeño incidente. Rouse es nueva y esta un poco nerviosa pero lamenta mucho lo ocurrido.
Era graciosa la cara de Bill, por que las miraba como si le hubiesen dicho que mañana se iniciaría la evacuación total del planeta Tierra por que una gran cantidad de dinosaurios vivos fueron hallados y reclaman el planeta. En otras palabras; Bill no creía en ninguna palabra dicha, por ellas.
—Ajá — fue lo único que dijo Bill, las dos mujeres se miraron, mutuamente.
—Permitanos compensarles el mal rato y darles un 30% de descuento las veces que vengan a comer aquí. — Hablo Bethany, la pelirroja.
—Muchas gracias. — conteste, amablemente, viendo que Bill no diría nada, luego se retiraron.
Mire a Bill que ya comenzaba a comer las frutas cortadas en su plato.
—¿Sabes? Creó que te sacare a comer seguido, si es que siempre consigues descuentos en los lugares. — bromeé.
Él sólo bufó y sonrío, luego miro a Alice.
—Le das tú o yo — pregunto, refiriéndose al puré de manzana que era para Alice.
—Te enseñare — agarre la cucharita del plato, lo llene de cierta cantidad pequeña para que Alice pudiera tragarla sin inconvenientes. Acerqué la cuchara a mi hija, y logre hacerla abrir la boca empujando, levemente, la cuchara en su interior. Le hacia alguna que otra mueca graciosa y le hablaba, imfantilmente, para hacerla reír y luego darle el puré. Mire hacia Bill para saber si prestaba atención, lo encontré mirándome y sonriendo a la vez.
—¿Que pasa? — pregunte extrañado.
—Nada. Es solo que tú.. — parecía pensar en lo que diría, segundos después frunció el ceño — olvídalo. Mejor déjame intentarlo.
En minutos Bill ya le estaba dando de comer, perfectamente, a Alice. Incluso le hablaba y le hacia las muecas graciosas y en más de una ocacion no solo Alice reía, también yo.
Cuando Alice termino con el puré, le toco a Bill poder desayunar. A mi solo me quedaba un poco de café y del pastel. Minutos después vi como Alice hacia muecas, frunciendo el ceño..
Y sabía, perfectamente, lo que significaba. Alice esta en el baño.
—¿Que pasa? — pregunto Bill.
—Alice esta en el baño.
—¿Eh? — miro confundido hacia Alice, que se encontraba un poco roja. — Ohumm.. ¿Quieres que..?
—No, lo haré yo. Tu desayuna. — Bill parecio aliviado.
Espere un poco más y cuando parecía que iba a llorar la levante. Le pregunte a la Señora Bethany donde podía cambiarla y, lastimosamente, solo habia un lugar donde cambiarla.
Baño de Damas.
Tuve que entrar en el baño y las escasas mujeres que entraban se salían, nuevamente, o me miraban con ojos de corazones, suspirando y todo.
Al terminar salí, y volví a colocar a Alice en la silla y colgué de esta el bolso.
—¿Que esconde el baño de damas, Tomita? Espero te hayas acomodado bien el vestido. — lo que me faltaba. Bill jamás olvidaria.
—Nada, interesante, querida esposa. — ¡Bingo! Punto para Tom. Bill rebusco algo en el bolsillo de su chaqueta Pero ¿que? Quito su mano del bolsillo, mostrándome su… Dedo del medio..
¡Ohh! Claro, olvide que estaba con Bill Kaulitz Graduado en las feas artes de las Groserías…
Decidí pasar de largo todo esto, solo porque estábamos en público (y porque una viejita, de la mesa continua, puso mala cara por el acto tan infantil de Bill)
—A todo esto, Bill. Tú dijiste que has tenido novias, en el pasado ¿no habras dejado a una por ahí, para regresar a Alemania o si? — bebí de la taza con café.
—No, la última vez que tuve novia fue hace 6 meses, aproximadamente. — contesto.
—¿Por que terminaron?
—No funcionaba, eramos muy diferentes… Solo por eso. — me costaba verle la cara, ya que no levanto la vista del plato, en ningún momento.
—A tí no te.. — No debería preguntar, que tal si se enoja. Pero ya empecé…
Si, pero se va enojar..
¿Y si no?
—¿Que? — dejo su plato de lado, y bebió de su vaso con jugo dentro.
Negué con la cabeza — Olvídalo.
—Vamos, dilo.
—Pero es que..
—Tom, no me voy a enojar ni nada, si es lo que crees. — Bien, voy a hablar.
—A tí no te.. gustan los chicos ¿o si? — Bill se río. ¿Que dije que haya sido tan gracioso?
—¿Y eso te costaba preguntar? — bebió, nuevamente, del vaso. — y respondiendo a tu pregunta; creó que no… — parecio recordar algo y mientras lo miraba levante mi taza para beberme el café — Digo, yo he tenido un novio en el pasado pero… — escupí de nuevo en la taza, el poco café que había logrado meter en mi boca. ¿¡Novio!? ¿Que no era que creía que no le iban los chicos? —… no funciono, en lo absoluto.
Bill volteo hacia a Alice y le hizo algunas caras graciosas. También hacia hablar al peluche, en un tono de voz agudo. Lo observaba, mientras que mis pensamientos se amontonaban, en mi cabeza.
¿Mi hermanito había tenido un noviO?
Y de repente se me vino a la cabeza, todos esos recuerdos desde que Bill comenzó a maquillarse.
¿Y como olvidar la primera impresión?
La primera vez que lo vi maquillado.
Estaba ayudando a mamá a poner la mesa, porque ese día me tocaba a mi y no a Bill. Cuando habiamos terminado, mamá me había dicho que fuera a por Bill para que podamos almorzar. Subí las escaleras, llegue al cuarto de mi gemelo e intente abrir la puerta. Estaba cerrada, era raro en ese entonces, ya que ni Bill ni yo cerrabamos la puerta con seguro.
—Bill, abre. — dije golpeando la puerta.
—¿Por que? ¿Que quieres? — me había parecido raro que no me abriera.
—Mamá quiere que bajes para almorzar. — confundido, había pegado mi oreja a la puerta, intentando escuchar lo que Bill hacia dentro y solo se escuchaba ruidos como a alguien removiendo algo en un cajón.
—Si, si ya voy. Enseguida bajo.
Me alse de hombros, alejándome de la puerta. Luego le preguntaria que había estado haciendo ahí dentro.
—Dice que; baja enseguida. — le dije a mamá.
—Oh, esta bien, cariño. Ahora ve a lavarte las manos. — fui al baño de la primera planta. Me metí y enjabone mis manos, luego las enjuague y las seque. Me acomede la enorme camiseta, que llevaba puesta, frente al espejo y es que hacia algunos meses, me había dado por vestirme como los chicos que cantaban rap, incluso había convencido a mamá de hacerme rastas y fue difícil ya que ella decía que un niño de apenas 9 años no deberia ponerse eso en la cabeza. Pero con algunos berrinches, caras tristes y una actitud depresiva por algunas semanas, había logrado convencerla
Mire hacia la puerta, cuando escuche como algo se rompía. Salí del baño y fui junto a mamá para saber lo que provocó el ruido.
Abri mis ojos como platos.
Ahí se encontraba Bill, frente a mamá. Pero lucia… Diferente…
Estaba con ropas oscuras y un tanto ajustadas pero lo que más llamaba la atención era que se había teñido el cabello de negro y estaba maquillado..
Recuerdo que en esa ocasión pensé que se veia raro pero, de alguna forma, bonito. Incluso después de algunos días comenzó a gustarme su look. Mamá lo había regañado bastante y más por hacerlo sin permiso. Pero al final del día Bill la había convencido. Lo que a mi me tomaba semanas él lo hacia en horas. Y es que nadie sabia como decirle «no» a Bill.
Luego en la escuela, Bill y yo aprendimos el significado de dos nuevas palabras…
Marica.
Gay..
La primera vez no le dimos importancia, porque no sabíamos que significaban. Y cuando ya lo supimos y la volvimos a escuchar, Bill lloro por primera vez frente a la clase.
Y yo, por primera vez, fui a «Detención»
Había golpeado al niño bravucón del salón, solo porque Bill salió corriendo de ahí por lo que él le había dicho.
Muchos lo tachaban de gay, pero Bill siempre me dijo que no lo era. Que aunque se vistiera de esa forma, no era gay. Solo le gustaba tener su propio estilo… Ser único.
Luego los golpes, insultos y burlas ya se hicieron comunes para los dos. En todo momento yo lo defendía y en otros no hacia falta, él se defendía solo con sagaces palabras y mostrándose fuerte. Bill parecía inmune a todo..
Hasta que el día se hacia noche. Entonces parecía el ser más vulnerable y frágil del planeta… Y yo debía ser todo lo contrario, para poder consolarlo.
Confieso que en algún momento yo creí que a él le atraían los hombres y no lo quería confesar por vergüenza o algo. Entonces pensé;
Si todo el mundo tuviera la razón y ya de por si lo masacraban, ¿para que negarlo?
Y con esa mentalidad me deshice de esas ideas absurdas..Creí en Bill.
—No te habrás traumado ¿o si? — Bill me miraba burlonamente.
—Claro que no, solo estaba pensando… -Bill río.
Al terminar con el desayuno nós dirigimos al mostrador.
Luego de pagar nós marchamos, directo a casa.
Ahora, me tocaba enseñarle a Bill algunas cosas..
Como lo que debe y no, de hacer con Alice. Los cuidados que debe tener en cuenta. Lo que puede y no comer Alice. Debo enseñarle la parte frontal y trasera de un pañal, también a bañarla, ponerle el talco ( sin exagerar), o en todo caso como ponerle la crema anti-irritacion y otras cosas más…
¿Novio?
Continúa…
Gracias por la visita.