Fic TOLL de Sira483

Capítulo 7

¿A quien podría importarle, que Tom subiera las escaleras y se adentrase a la habitación de Bill como si su vida dependiera de ello?

¿A quien podría importarle, que en este momento Tom estuviera lavándose la cara, frente al espejo del baño, de una manera tan desesperada?

¿A quien le importa lo avergonzado, culpable y, terriblemente, frustrado que se sentía el de trenzas?

Precisamente, a él, a Tom, es a quien le importaba.

El pobre chico, con la cara empapada de agua, miraba para nada satisfecho su entrepierna con un leve, pero leve, bulto.

—Esto.. esto debe ser una broma..— el trenzado rió, nerviosamente, y volvió a remojarse el rostro para luego quedarse mirando su reflejo en el espejo — algún ser divino y poderoso debe de odiarme bastante, para hacerme esto…

El muchacho ni siquiera podía creer lo que acababa de pasar, y es que su hermano, 10 minutos menor que él, siempre se sentaba sobre su regazo y a veces era bastante molesto o bastante cariñoso pero; Nunca, ¡jamas! había pasado lo de hace un momento.. Un pequeño tirón en su zona baja.. Eso había pasado.
Y no conforme con eso su depravada y morbosa mente, había elegido el momento menos adecuado para fijarse en los labios de su hermano gemelo y pensar que estos se veían bastantes jugosos y tan besables.

—Esto tiene una explicación y es.. — Tom hablaba con su propio reflejo, tratando de encontrar alguna excusa que él mismo pudiese creer para aligerar la pequeña culpa que sentía —… es.. es.. ¡Culpa de Lauren! — sonrió como si hubiese encontrado un gran tesoro pirata, enterrado hace miles de años en el patio trasero de su casa — He tenido cero acción desde hace meses…y.. y es obvio que… mi «amigo» no supo diferenciar el trasero de…una chica, probablemente, morena y con grandes atributos. Con el…trasero casi inexistente…y.. a simple vista.. estrecho y firme de… Bill… — su voz había bajado, oyendose casi como un susurro, con el simple hecho de imaginarse el trasero del niñero de Alice. Entonces fue como si, realmente, hubiese encontrado el tesoro en el patio de su casa pero justo ayer le había vendido la propiedad a su peor enemigo.. Una verdadera mierda…

—¿Con quien, demonios, estas hablando ahí adentro? — hablando y pensando en el rey de Roma… Éste se asoma — Espero que hayas encontrado Narnia ahí adentro, Tom, por que si no es así te juro que llamo a un loquero.

Tom se apresuró a volver a mojarse la cara y luego secarse con una toalla.

—Solo estaba pensado en voz alta — de algún modo no le estaba mintiendo al chico del otro lado de la puerta — ¡Y Narnia no existe!

Segundos después salió por la puerta, encontradose a su hermano de pie a un metro de esta.

Bill iba a replicar y dar una pequeña esperanza para esas personas que, como él, pensaban que todo era posible y por lo tanto guardaban la esperanza de que Narnia si existiera, pero entonces el pantalón de su hermano mayor le llamo, poderosamente, la atención. Más bien, el bulto dentro del pantalón fue lo que le llamo la atención.
Tom al darse cuenta, a donde se dirigía la mirada de su gemelo, intento cubrir «disimuladamente» la zona con sus dos manos.

—Si quieres te dejo solo.. — el de rastas blancas y negras se rasco la cabeza para intentar mantenerse serio y no romper en una carcajada.

Tom solo enrojeció..

—¡No…! No hace falta que.. te vallas.. Yo.. no.. Ehh.. este.. uhh — Tom dijo lo primero que se le vino a la cabeza. Casi nada.

Bill lo miro extrañado.

—¿Quieres… quieres que me quede a… ver? Es un poco extraño, pero si eso es lo que quieres…

—¿Que? ¡No! Yo me refiero a… a.. Que estoy bien. No quiero.. que.. que tú.. veas.. ¡No va pasar nada de eso!

—¿Y te quedaras asi? ¿Con la carpa tendida? — el menor señaló la entrepierna del trenzado.

— No haré nada.. — fue lo único que dijo Tom.

—¿Okay? — Bill alzo los hombros como si no le interesara — Entonces muevete, que hay muchas cosas que hacer.. — el otro apenas y se movió — ¡Vamos, Tom! ¡No seas holgazán! — Bill lo empujo por detrás hacia las maletas.

—Hey, no olvides que yo soy el jefe aquí..

—Si, pero ahora no. En estos momentos yo soy tu puto amo, así que; a trabajar.

—Que yo recuerde, no te vendí mi alma, Bill.

El susodicho paró en seco dándole la vuelta a Tom para quedar ambos de frente.

—¿Estas seguro de eso?

Bill lo había dicho con tanta seriedad y seguridad que por un segundo Tom pareció dudarlo.

—Ya. Es broma, muevete, Tom.

&

Toda la tarde Tom estuvo apunto de arrancarse las trenzas de cuajo. Y es que como si Bill estuviese confabulando en su contra, no paraba de ponerle el trasero en plena cara a Tom. Y, según él, por poco Bill no se ponía de cuatro patas para él. ¡Oh! Pero si el de rastas blancas y negras, si se había puesto de cuatro patas, pero no, precisamente, para Tom, más bien para alcanzar un zapato que había ido a parar debajo de la cama. Cuando el menor se había agachado para alcanzar el zapato, y había estirado su brazo intentando alcanzarlo, Tom justo salía del armario encontrándose con un Bill con el culo en el aire y emitiendo algunos sonidos de gruñidos y quejidos de frustración que a Tom le sonaban a otra cosa… Así que en menos de un segundo Tom volvió al armario.

Claro que el menor no lo hacia intencionalmente, y Tom exageraba un poquito las cosas. Ya que fue él mismo quien no paraba de mirarle la retaguardia al menor.

Bill tampoco era tan santo como se le pintaba. Porque en toda la tarde él tampoco dejaba de ver a Tom, pero en su delantera. Incluso le parecía, en ocasiones, que el bulto había crecido un poco más… Y no era, precisamente, su imaginación.

Entre miradas discretas y no tan discretas la tarde había pasado con solo una interrupción por parte de Alice, quien solo se había despertado porque tenia hambre y necesitaba un cambio de pañal, al cual Bill fue al rescate.
Al terminar, alrededor de las 7:16pm, Bill fue a darse un baño para deshacerse de todo el sudor y la suciedad, tanto física como mentalmente. Mientras que Tom, después de darse también, un merecido, baño ya se recostaba en el sofá para descansar un rato.

&

—Tooom… psss.. Tom.. — Bill estaba agachado a la altura del sofá, intentando despertar a Tom molestándolo — Hey, Tom.. pssss.. Toooom — el chico mencionaba el nombre de su hermano alargando las «o» y con una voz cantarina. A veces reía porque el trenzado hacia gestos de molestia — Tom.. Toooooom — el trenzado, en la semi-inconsciencia escuchaba risas y sentía que alguien soplaba, levemente, en su oído. Sacudió la cabeza de forma irracional, dando también un quejido.

Luego fue sintiendo como alguien le daba un piquete en el hombro y otro y otro más, hasta que los piquetes fueron bajando hasta su pecho y luego a sus abdominales y, finalmente, subieron y llegaron a su mejilla.
Pero Tom se negaba abrir los ojos, no solo porque estaba un poco cansado si no porque también tenía la certeza de saber quien lo estaba molestando y por alguna razón no quería interrumpir al chico.

—Tom… Kauuliitz.. Toom… — Bill sonrió y se sentó en el piso — soy tu madre… abre los malditos ojos… Eres un mimado ¿lo sabias…? Tooom..

El de rastas se lo quedo mirando, con los labios apretados.

—Despierta… — el chico se puso a susurrarle en el oído — Soy Bill.. Tu hermano.. él más guapo que tú.. El hermano al que le tienes envidia por ser más cool que tú.. Toom — en estos momentos Tom ya sabia que Bill estaba siendo un arrogante de primera. Así que se iba a despertar como si no hubiese escuchado nada, pero entonces sintió un dedo entre sus labios, de costado, sin pasar los dientes. El dedo se comenzó a mover de arriba a bajo.

—Soy Tom, un gran tipo con una mega obsesión por el color rosa, también muy gruñón y no se el significado de esclavitud — Bill hablaba con una voz aguda y le movía los labios a Tom, simulando que él era el que estaba hablando — tengo un hermano gemelo muy guapo y divertido, todo lo contrario a mi, que soy muy feo y aburrido… — risas — hoy se me levanto la manguera.. — más risas — parecía que iba a armar una tienda de acampar para toda la comunidad..

Tom, completamente, despierto estaba que estrangulaba a Bill, pero ni loco se levantaba, porque entonces Bill sabría que lo había estado escuchando y no pararía de reírse de él. Así que se mantuvo, haciéndose el dormido.
Bill continuo moviéndo su dedo dentro de la boca de Tom.

—A los siete años y medio mi mamá dejo de bañarme, al igual que a Bill, porque a mi se me levanto mi amigo… De pequeño era todo un gilipollas, aunque de grande también lo soy…

El de rastas saco su dedo de la boca del mayor, parecía pensar algo, entonces volvió a meter el mismo dedo de nuevo en la boca de Tom pero esta vez pasandolo por los dientes del trenzado.

—Toom.. Tom. Ya abre los ojos que ya te pille que estas fingiendo… — el chico en el sofá no se movió ni un ápice — Toooom.. — Bill sonrió, levemente — adivina donde es que metí ese dedo antes…

Fue entonces que Tom se levantó sobre-exaltado y limpiándose los dientes con su mano. Mientras Bill reía.

—Era broma, no lo metí en ningún lado o bueno ya me bañe así que ya esta limpio — nuevamente, comenzó a reír. Tom solo lo fulminó con la mirada.

&

— … desde el mes pasado le contrate una enfermera particular.

—¿Pero mamá ya fue al médico?

—Si, la lleve junto a uno, pero aun no sé por qué se desmaya y esta tan débil. El doctor le hizo unos exámenes que, probablemente, la próxima semana tenga que retirarlos, hasta entonces lo mejor que pude hacer fue contratarle la enfermera, ya que ella se niega a venir, aquí, conmigo. — Tom le dio un trago a su soda y luego la dejo sobre la mesa ratona de la sala.

Hace algunos, varios, minutos habían traído las pizzas que ordenaron, le pagaron al repartidor y se dispusieron a cenar y ver una película en la TV, pero cuando comenzaron a hablar de cosas, dejaron de prestar atención a la película y pronto la pusieron en silencio.

—Espero y no sea nada grave. — Bill le dio un mordisco, casi automático, al pedazo de pizza en sus manos. Tom asintió mientras también hacia lo mismo.

—¿Puedo hacerte una pregunta sin que te molestes? — pregunto el menor.

—Si, claro — Tom se seco la boca con una servilleta y luego la puso sobre la caja de la pizza, se acomodó en el asiento, dando por finalizado su cena.
Bill lo imitó.

—¿Por que nunca.. te casaste con Lauren?

Tom fruncio, un poco, el ceño.
Suspiro…

—La verdad, es que no estoy muy seguro del «Por qué» — Tom se undio en un mar de recuerdos que lo llevaron al pasado — Era la persona perfecta para mi.. Estába siempre que la necesitaba, me apoyaba, nós dábamos ánimos cada vez que las cosas iban mal.. Era hermosa.. Simplemente, perfecta. Y en más de una ocasión quise dar ese paso.. Pero algo siempre me detenía; tal vez era su sonrisa, su forma de mirarme o de tocarme, tal vez fue todo ese gran amor que juro sentir por mi…

— Sé que las cosas no terminaron bien pero ¿Como podría haberte detenido todo eso? Sonaba tan bonito, tan irreal.

—Ese era el problema, Bill. Que algunas veces todas sus acciones y todas las cosas que me decía; sonaban tan irreal… todo tan falso.

Bill y Tom quedaron en silencio porque de todas las maneras posibles, todo lo que representaba Lauren, sabían que era falso.

—También, quisiera hacerte una pregunta, Bill — Tom decidió cambiar de tema.

—Aja, te escucho.

—¿Que fue lo que.. no funciono entre tú y él? — el menor no supo a que se refería — … Tu novio.

Aunque Bill nunca cambio su expresion por fuera, por dentro era todo lo contrario incluso en su imaginación se dio con la mano abierta un golpe de lleno en la cara.
Pero respiro, y trato de no gritarle a Tom un; ¡Ya superalo, hombre!

—Pues.. Digamos que yo ya estaba listo para pasarme de una buena vez a la otra acera, incluso llegué a pensar que siempre fui un Gay Negado, y.. — el menor no sabia como explicarlo sin dar tantos detalles y aun más tratándose de Tom pero de todas formas lo intento —.. Luego de varias, pero varias citas el chico, Henry, me llevo a su casa y pues luego de ver una película subimos a su habitación y… — en ese punto Tom ya no estaba tan seguro de querer escuchar lo que dijera su hermano — .. y.. ya en la cama, con solo nuestros pantalones de por medio, pues el chico se levanta, abre una maldita caja, de la maldita habitación, y quita unos malditos látigos, unas malditas esposas y unos malditos vibradores de tamaños enormes..— Imaginarse la escena seria raro… Pero Tom ya estuvo actuando raro toda la tarde así que, que más da — y luego que se dirige hacia mi y me dice; ¿Que tal si tú y yo jugamos a algo muy interesante, nene? — Bill imitó una voz retrasada y bobalicona — digamos que eso no era un inicio sexual gay, muy prometedor y alentador… Así que, en cuanto pude empuje al chico y salí corriendo. En verdad fue.. fue traumante..— Bill finalizó, con una expresión de confusión y asco mezclados, negando, levemente, con la cabeza y apretando los labios.

—Ahmh.. Si.. Ehmn..si, seguro lo fue… — Tom no parecía que estuviese presente pero eso Bill ni siquiera lo noto — traumante..

Luego ambos chicos fueron a sus habitaciones a intentar conciliar el sueño, cosa casi imposible para ambos..
Esa tarde/noche dejo muchas cosas en que pensar.

Continúa…

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