«Once in a Lifetime» Fic de lyra
Capítulo 19
Pasaron la noche en casa de Gustav, Bill comprobó que era la mitad de pequeña que Lallybroch pero igual de acogedora. Ocuparon la habitación de invitados y esa noche por respeto a sus anfitriones decidieron no hacer nada. Solo durmieron abrazados, dedicándose alguna caricia y beso que cortaron cuando sintieron crecer el deseo.
Bill decidió no hablar de sus dudas a Thomas sobre un posible embarazo, quería disfrutar de esos días sin la preocupación de un bebé. Además, era muy pronto aún para saberlo, y no contaba con una prueba de embarazo en esa época, ni se podía hacer ninguna analítica que lo confirmase o descartarse.
Lo mejor era no pensar más en ello, y disfrutar se esa merecida luna de miel.
A la mañana siguiente emprendieron el viaje, Rose les había preparado provisiones para el viaje y se despidieron del matrimonio prometiendo hacerles otra visita después del invierno.
Subieron al caballo, yendo de nuevo Bill tras Thomas fuertemente abrazado a su cintura mientras le hablaba de su época tal y como le había prometido.
— *¿Y vuelan igual que los pájaros?*—preguntó Thomas mirando al cielo.
—*No, las alas de los aviones no se mueven*—explicó Bill entre risas.
— *¿Y tú has viajado en avión?*—siguió preguntando Thomas.
—*Si, un par de veces—contestó Bill—Me encanta volar.*
Suspiró y apoyó la cara en la espalda de Thomas, pensando que en esos momentos prefería más viajar de esa manera que en volar en un avión.
—*Deben volar a mucha altura*—comentó Thomas, siguiendo con el tema de los aviones.
—*A miles de metros—murmuró Bill suspirando—Es increíble, vas viendo como todo se va haciendo cada vez más pequeño hasta casi desaparecer*.
—Me gustaría probarlo alguna vez—murmuró Thomas.
Bill sonrió al escucharlo, pensando que si sería posible volver a su época y llevarse a Thomas con él. Alucinaría con todo, desde los coches hasta los aviones que tan fascinado le habían dejado…
.
Continuaron cabalgando hasta que se hizo de noche, habían llegado a una aldea remota y Thomas se aseguró primero de dejar comida y agua fresca para el caballo antes de dirigirse a la posada donde pagaron por pasar una noche en ella.
Subieron a una pequeña habitación y en ella cenaron ante la chimenea mientras hacían planes para el día siguiente. Hasta que no pudieron reprimirse más y levantándose los dos a la vez se fundieron en un beso mientras se iban desnudando el uno al otro.
Cayeron desnudos sobre la cama y minutos después la habitación se llenó de gemidos y jadeos, que subieron de volumen cuando alcanzaron cada uno su propio orgasmo.
Una vez saciados, se abrazaron entre jadeos y risas.
— ¿Puedo preguntarte algo?—dijo Thomas de repente.
Bill asintió con la cabeza al tiempo que se acomodaba sobre su pecho, acariciando su vientre con una mano.
—*Yo…no quiero insinuar que tienes un amplio conocimiento de los hombres, pero…sabes más que yo de ese tema…*—empezó a decir Thomas.
—Pregunta lo que sea—le animó Bill.
— *¿Es normal…lo que ocurre cuando te toco?—preguntó Thomas cogiendo su mano con la suya—¿Cuando estás conmigo? ¿Eso siempre ocurre entre dos hombres?*
Bill suspiró antes de contestar, sin dejar de acariciar la cintura de Thomas con la mano que tenía libre.
—*Suele ser parecido*—susurró.
Sintió que Thomas gruñía por lo bajo, al tiempo que su cuerpo se arqueaba bajo sus caricias.
—*No, no lo es—rectificó Bill—Esto es diferente*.
Así lo creía, nunca antes había estado con nadie como Thomas. Le hacía sentir cosas nuevas, le tocaba y sentía su cuerpo explotar, y cada vez que le miraba su corazón dejaba de latir unos segundos.
—A mi también me lo parece, sassenach—murmuró Thomas.
Bill sonrió al escucharle, le gustaba que le llamara de esa manera al igual que se lo llamaba su padre a su madre. Lo decía con mucho cariño, no con esa rabia con la que había escuchado pronunciar esa palabra.
Se acomodó mejor sobre Thomas y cerró los ojos sonriendo, estaba viviendo un sueño maravilloso del que no quería despertar jamás…
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Al día siguiente les costó dejar la cama, se encontraban muy cómodos el uno en los brazos del otro, desnudos sintiendo la piel de su contrario. No podían dejar de acariciarse, y una cosa llevó a la otra y antes de que se dieran cuenta Thomas entraba en Bill sin poderse contener.
Sonrió al sentir como alzaba las piernas y las enroscaba alrededor de su cintura, impidiendo que saliera del todo de su cuerpo. Le quería bien dentro, y Thomas así lo hizo.
Empezó a embestirle suavemente hasta que sintió crecer el deseo dentro de él y no se pudo contener.
Bill le abrazó con fuerza la espalda, llegando a dejar clavada en ella sus uñas largas cuando sintió que explotaba contra el estómago de Thomas, quien se derramó en su interior de una fuerte embestida.
Cayeron de nuevo dormidos, despertando solo cuando sus estómagos protestaron del hambre. Se levantaron con pereza y Thomas ayudó a Bill a ponerse su kilt, enseñándole de paso para que con el tiempo se convirtiera en un verdadero escocés.
Una vez vestidos, bajaron a la posada y tomaron asiento para desayunar mientras hablaban de donde les iba a llevar sus pasos.
—Estamos cerca de Inverness—empezó a explicar Thomas—Podíamos visitarlo, es una pequeña ciudad muy encantadora, te gustará.
Bill le escuchaba en silencio, conocía Inverness por haber leído su nombre en los libros de historia de Gordon. Cerca de Inverness estaba el famoso páramo donde tuvo lugar…o tendría la batalla de Culloden, y temía que se iba acercando al fin de esos maravillosos días que estaba viviendo.
— ¿Estás bien?—preguntó Thomas—Te has puesto triste de repente.
Bill sacudió la cabeza, no quería hablarle aún a Thomas de Culloden, quería pasar más tiempo a solas con él y ser felices sin preocupación alguna.
—Estoy bien, de verdad—susurró sonriendo con esfuerzo.
—Pues si has terminado de desayunar, pongámonos en marcha—dijo Thomas levantándose de su asiento—Será un viaje largo, llegaremos de noche a Inverness.
Bill le imitó y salieron de la posada. Fueron al establo y una vez más montaron a caballo, yendo Bill esa vez delante de Thomas, quien por costumbre pasó sobre ellos su kilt para abrigarse.
—Se va notando cada vez más frío—murmuró Thomas abrazando con fuerza a Bill—En unas semanas será navidad, podemos pasarlas en Lallybroch.
—Navidad…—repitió Bill suspirando— *Supongo que no colgareis calcetines en la chimenea.*
— *¿Para qué, para que se sequen?*—preguntó Thomas alzando una ceja.
Bill se echó a reír sin poder evitarlo, había veces que Thomas parecía un niño, queriendo saber el porque de las cosas que no entendía, como lo simple que era colgar unos calcetines en la chimenea por navidad, algo que en esa época no se hacía.
— ¿Te estás riendo de mi, sassenach?—preguntó Thomas haciéndole cosquillas.
Sabía donde las tenía, tras tantas noches compartiendo cama se conocía su cuerpo como la palma de su mano y en los costados Bill era muy sensible. Solo tuvo que llevar su mano a su cintura y apretar con suavidad sobre la ropa haciendo que Bill se retorciera de risa entre sus brazos.
—No por favor…para…—pidió Bill sin aliento.
Thomas así lo hizo, riendo con él.
—Explícame que pasa con los calcetines, creo que me he perdido algo—pidió Thomas.
—Es una tradición navideña—empezó a explicar Bill—Se decora la casa y en la chimenea se cuelgan calcetines para que Santa Claus deje sus regalos.
— ¿Y quién es Santa Claus?—preguntó Thomas intrigado.
Bill cogió aire y le explicó como pudo que un hombre vestido de rojo iba de casa en casa dejando regalos para todos montado en un trineo tirado por renos. Thomas le escuchaba pensando que se lo estaba inventado para reírse de él, pues le parecía muy irreal para creerle.
— ¿Puedes creer que existan aviones que viajen por el cielo y no en Santa Claus?—preguntó Bill alzando una ceja.
—Tendré que creerte, no tengo manera alguna de comprobarlo—dijo Thomas dejando un beso en su mejilla.
Siguieron cabalgando hasta la hora del almuerzo. Buscaron un claro donde acampar y entonces mientras que Bill se encargaba del fuego Thomas fue a cazar un par de conejos que se comieron acompañado de algunas provisiones que compraron en la posada, como un rico bizcocho que la dueña les había regalado al saber que eran unos recién casados.
Se pusieron en marcha una vez saciados sus estómagos y antes de anochecer llegaron a Inverness. Era una ciudad maravillosa, tal y como le había dicho Thomas. Una vez más se alojaron en una posada donde pudieron disfrutar de una buena comida casera.
Les habían dado la mejor de sus habitaciones, y decidieron pasar un día más para conocer Inverness a fondo. También necesitaban descansar un poco, tanto tiempo yendo a caballo le había pasado factura a Bill, que sentía dolorida su espalda.
— ¿Quieres que te de un masaje?—se ofreció Thomas, abrazándole desde atrás.
— ¿Sabes darlos?—preguntó Bill a su vez.
—La verdad es que no—contestó Thomas sonriendo—Solo pensaba en tenerte desnudo bajo mi cuerpo.
—Yo si sé, y te voy a dar uno que no olvidarás jamás—dijo Bill guiñándole un ojo.
Thomas aceptó de inmediato. Le soltó y antes de que Bill dijera nada se empezó a desnudar. Bill sonrió al verlo y se quitó la ropa también, pues sabía que tras el masaje vendría la mejor parte.
—Túmbate boca abajo—pidió mientras rebuscaba en su bolsa.
Se había llevado una buena provisión de aceite de aloe vera, sabiendo que les daría buen uso. Cogió un frasquito y se volvió con el de la mano, viendo que Thomas yacía tumbado desnudo en la cama, dejando a su vista su ancha espalda y sus nalgas.
Carraspeó tratando de no fijarse en ellas y se subió a la cama, sentándose a horcajadas en la cintura de Thomas. Abrió el frasco y vertió un poco de aceite sobre su espalda, sintiendo como se removía a notarlo.
Cerró el frasco y empezó a masajearle, sintiendo como su cuerpo se iba relajando cada vez más bajo su contacto, y como se le escapaban algún que otro gemido de placer.
—Tienes unas manos maravillosas—murmuró Thomas contra la almohada.
—Y tú tienes muchos nudos—murmuró Bill apretando con cuidado su musculosa espalda—No deberías tensarte tanto, relájate un poco.
Thomas lo intentaba, pero sentía a Bill moverse sobre su cuerpo, rozando su piel con su miembro…y como él se iba poniendo duro, deseando poseerle.
Bill lo notó y mordiéndose el labio, se movió bajándose de su cintura.
—Date la vuelta—pidió.
Thomas así lo hizo, quedándose tumbado de espaldas. Bill se colocó entre sus piernas que flexionó. Se echó mas aceite en sus manos, y se dispuso a masajearle. Empezó por sus muslos, bajando por ellos hasta su miembro, sonriendo al escucharle jadear. Se entretuvo unos minutos hasta sentirlo duro entre sus dedos, pero no quería que se derramara aún.
Le soltó y siguió su masaje, bajando hasta sus nalgas. Thomas notó el cambio y se puso tenso sin poder evitarlo, sintiendo sus manos acariciar sus desnudas nalgas hasta hacerle gemir mientras que su cuerpo se iba relajando poco a poco.
Bill siguió con su trabajo, separando esas nalgas y pasando sus lubricadas manos por la entrada de Thomas, que una vez más se puso tenso sin poder remediarlo.
—Relájate, no pasa nada—pidió Bill en voz baja.
— ¿Qué me estás haciendo?—preguntó Thomas con la voz entre cortada.
—Quiero que pruebes algo nuevo, nada más—contestó Bill sin dejar de acariciar su entrada.
Thomas empezó a entenderle, y sintió que se ponía colorado hasta las orejas.
— ¿Quieres…penetrarme?—preguntó en voz baja.
—Solo si tú quieres—contestó Bill—Pero no era esa mi intención ahora mismo.
¿No lo era? ¿Entonces que planeaba Bill hacerle?
Obtuvo su respuesta al momento, cuando sintió que colaba un dedo en su interior. Le dejó sin aire, poniéndole cada vez más tenso. Era la primera vez que… nunca pensó que se cambiarían los papeles, que Bill quisiera probar su cuerpo y siendo su esposo no podía negarse a algo que él le había hecho.
— ¿Me va a doler?—preguntó conteniendo el aliento.
—No, si voy con cuidado—contestó Bill—Procura relajarte, no estés tan tenso.
Thomas resopló como respuesta, y acomodándose mejor en la cama cerró los ojos y se sumergió en esas nuevas sensaciones que estaba sintiendo, una mezcla de dolor y placer.
Sentía el dedo de Bill en su interior, como lo doblaba hacia arriba tocando un punto muy sensible de su cuerpo que no sabía que tenía.
—Esto es la próstata—explicó Bill sin dejar de masajeársela—Cuando estás dentro de mí y me la tocas…me haces ver las estrellas.
—Me gusta lo que estás haciendo—susurró Thomas entre jadeos.
Bill sonrió y siguió con su masaje, mientras que con la otra mano cogió su miembro y comenzó también a masajearlo, haciéndole retorcerse entre gemidos y jadeos.
Le notaba a punto, y metiendo un poco más el dedo con cuidado tocó de nuevo su próstata e hizo que se derramara entre sus dedos, gritando de placer sin poder evitarlo…
Continuará….
Hola hermosa!!! Ya he leido hasta aqui. Thomas casi hiere feo a Billy, eso me aterro (yo no se lo hubiera perdonado y lo hubiera hecho sufrir por agreisivo JUM) Luego entendió que él venia del futuro y lo aceptó. Ahora en su «luna de miel» lo están disfrutando pero me preocupa que aparezca ese tipejo Jost a arruinarlo todo.
Se acerca Navidad, sus angustiados padres lo estaran buscando, no? Y cómo explicara que esta casado y embarazado a su gente si alguna vez regresa a su tienpo
Sigoooo ansiosa de leer otro capi.
Que caliente todo por favor que alguien me de agua jajaja
Ay mi sueño sería un BotTom^//^ vamos Thomas relájate y disfruta esa nueva pose. ..bueno aunque Bill dijo que no lo iba a poseer de momento.
Mw gusta mucho loa momentos íntimos que pasan entre ellos, el que no se detengan para amarse porque me temo que tanta felicidad pronto va a acabar.
Bill debería insinuar algo de lo que va a pasar, cierto que no puede alterar el pasado pero no me gustaría que Thomas muriera.
un BotTom…la verdad es que jamás he escrito uno porque no logro imaginarmelos 😀 para mi Bill siempre será más dulce, sensible,… femenino, y me temo que me veo escribiendo una escena intercambiando los papeles.
Aunque es verdad que casi ocurre y Bill dejó la puerta abierta, pero me temo que yo misma la he cerrado de un portazo 😀
como siempre, muchas gracias por leer!!
Me encanta como se va desarrollando la historia y va creciendo el amor de este par de conejos n.n
Me encanta cuando hay bot-tom *-* ademas este tom es una mezcla perfecta de hombría e inocencia y que bill lo someta lo hace mas atractivo :DD
Par de conejos?? Dentro de poco podrian ser 3 o 4 quién sabe? Feliz de que se complementen tan bien !!
😉😘