Once in a lifetime 21

«Once in a Lifetime» Fic de lyra

Capítulo 21

Nada más cruzar la puerta de Lallybroch las gemelas corrieron a su encuentro, cogiendo Thomas a las dos en sus brazos y besándolas en ambas mejillas.

—Bienvenido a la familia—saludó Duncan estrechando la mano de Bill.

—Siento mucho que te hayas perdido la ceremonia—dijo Bill con pesar, pues ni él ni las gemelas habían estado presentes.

—No te preocupes, además mi madre ya estaba hablando de celebrarlo con el resto de la familia en cuanto regresaseis—comentó Duncan.

Bill se sentía abrumado, pronto aparecieron Jamie y Claire y les saludaron con un fuerte abrazo a cada uno. Ya habían cenado pero como los recién llegados venían con hambre pronto la mesa estuvo de nuevo llena de los mejores platos.

Les hablaron de su viaje mientras cenaban, momento que aprovechó Thomas para entregar sus regalos a las gemelas que no se apartaban de su hermano mayor.

— ¡Libros de poesía!—exclamó Agnes ilusionada.

Moira cogió el suyo con un gesto que Bill no pasó por alto. No le había gustado…

—Moira prefiere la pintura a la poesía—explicó Claire—Tiene un don, varios cuadros suyos cuelgan de las paredes de esta casa.

—La poesía también me gusta, pero no tanto—se explicó Moira—Muchas gracias, Thomas.

Thomas acarició la mejilla de su hermana pequeña, sabía que la pintura era su debilidad, pero no había encontrado nada relacionado con ella en el mercadillo.

—Si ya habéis terminado de cenar, será mejor que vayáis a descansar—intervino Jamie poniéndose en pie—Ya es tarde para todos.

—Tenéis la habitación preparada—explicó Claire.

Bill tragó con esfuerzo, sabía que se refería a la habitación de Thomas y que también iba a ser la suya a partir de ese momento. Apenas la había visto, recordaba haber entrado con Claire una sola vez y no podía apartar los ojos de la cama donde descansaba Thomas, y se moría de ganas por verla.

—Gracias madre—intervino Thomas.

—Mañana echaré una mano en el hospital—dijo Bill dirigiéndose a Claire.

—Estarás cansado del viaje, y seguro que querrás acomodarte con Thomas en tu nuevo aposento—negó Claire—Date unos días de descanso, te avisaré si te necesito para algo urgente.

A Bill no le quedó más remedio que aceptar, Thomas le había cogido de la mano y ya tiraba de él. Se despidieron de la familia y echaron a correr escaleras arriba.

.

La habitación de Thomas estaba algo alejada de la del resto de la familia, lo que facilitaba tener algo más de intimidad para una pareja de recién casados. Y con esos muros de piedra, costaría que alguien les oyera cuando hicieran el amor sin poderse contener.

Era más grande de lo que Bill había pensado. Como en todas las demás había una gran chimenea en ella y el fuego ya ardía haciendo confortable la estancia.

Hasta la cama de matrimonio era más grande que las que habían usado esos días, tanto en Leoch como en las posadas donde se habían alojado.

— ¿Estás muy cansado….tanto como para no…?—empezó a preguntar Thomas alzando una ceja.

Bill negó con la cabeza echándose a reír, no había noche que no hicieran el amor antes de dormir y a pesar del largo viaje, sus ganas crecieron cuando vieron como Thomas se iba desnudando dejando caer la ropa al suelo.

Le imitó y una vez sin nada de ropa encima se fundió en un abrazo con él. Sus labios se buscaron hambrientos y empezaron a besarse mientras se movían por la habitación sin dejar de acariciar el cuerpo desnudo de su contrario, temblando porque ambos sabían lo que iba a pasar minutos después…

&

A la mañana siguiente Bill se despertó primero. Se dio la vuelta en la cama sonriendo al ver a Thomas plácidamente dormido a su lado. Su largo pelo estaba suelto por la almohada y cogió un mechón entre sus dedos suspirando.

Tenía que buscar el momento de hablar con él, ya no de su imposible vuelta a su época, pues se negaba a abandonarlo, sino de la inminente batalla que iba a tener lugar dentro de 4 meses exactos. Tenía que avisar a Jamie y a Claire, prevenirlos y pedirles que emprendieran un viaje a Alemania para asegurar su futuro.

Pero…si ellos se iban, ¿quería decir que él y Thomas se quedarían en Lallybroch? No podía hacerlo, Thomas era un guerrero y si sabía de una guerra querría participar en ella. Y no podía consentirlo, podría morir en ella y sin Thomas a su lado, él preferiría morir también a vivir sin su esposo amado.

— ¿Estás bien?

La voz de Thomas le sobresaltó, se le habían llenado los ojos de lágrimas al pensar en que le podía perder para siempre y Thomas se había despertado y era testigo de sus lágrimas.

Bajó la cabeza y acurrucándose contra su cuerpo buscó refugio en sus brazos y rompió a llorar sin poder evitarlo.

—Bill…mo nighean donn—llamó Thomas asustado.

—Abrázame, por favor—pidió Bill entre lágrimas.

Thomas así lo hizo, pensando que tal vez se había despertado por una pesadilla que no le abandonaba. Le estrechó en sus brazos y comenzó a acariciar su desnuda espalda, susurrando palabras de consuelo en gaélico que parecían reconfortarle.

Minutos después el llanto se había transformado en un ligero hipo que sacudía el cuerpo de Bill. Se sentía tonto por haberse
echado a llorar sin motivo alguno ante Thomas, que iba a pensar que era un ser frágil y delicado.

Pero no podía explicar la sensación de tristeza que le había invadido, el solo hecho de pensar en no tenerle a su lado le había dejado destrozado, y solo quería estar entre sus brazos, escuchándole hablarle en gaélico en un tono muy suave.

— ¿Has tenido una pesadilla?—preguntó Thomas besando su frente.

Bill negó con la cabeza suspirando, no quería hablar del tema si no quería volver a romper a llorar.

— ¿Por qué lloras entonces?—preguntó Thomas preocupado.

Bill lo notó en su voz, lo mejor sería contarle una excusa para que se quedase más tranquilo y no siguiera indagando.

—Yo…pensaba en mi madre—murmuró Bill contra su piel.

Tenía la cara apoyada en su pecho, escuchaba su corazón latir con fuerza y puso los labios sobre el, besándolo con suavidad.

—Tu madre no está muerta como nos contaste, ¿verdad?—quiso saber Thomas.

Bill negó con la cabeza, no se acordaba de las mentiras que contó para que nadie supiera que había venido del futuro.

—Háblame de ella—pidió Thomas, pensando que se animaría al hablarle de su familia—De tus padres.

Bill se incorporó y se acomodó mejor en la cama, tumbándose boca abajo con la cabeza apoyada en su mano.

—Mi madre es sanadora, como la tuya—empezó a explicar—Y trabaja en un hospital mucho más grande que el que hay en Lallybroch. Es cirujana, y yo estoy estudiando para seguir sus pasos.

— ¿Y tu padre?—preguntó de nuevo Thomas.

—Gordon es mi padrastro como ya te conté—contestó Bill—Da clases de historia, gracias a él descubrí las raíces escocesas de mi madre. Adoro la historia y si no hubiera seguido los pasos de mi madre, me hubiera dedicado a la historia como mi padrastro.

— ¿Y qué hay de tu verdadero padre?—insistió Thomas.

—Lo que os conté era verdad, nos abandonó siendo yo un bebé—murmuró Bill arrugando la frente—Pero…mi madre no sabe que le he visto en secreto. Un día, tenía yo 14 años, me vino a buscar a la salida de clase. Quería conocerme, fuimos a comer juntos y entonces se dio cuenta que era un chico…raro. Pagó la cuenta y me dejó lo más cerca de casa sin que le viera mi madre. Yo pensaba que iba a querer volver a verme pero se despidió de mi para siempre. Se ve que no le gustó la idea de tener un hijo gay…

— ¿Gay?—repitió Thomas alzando una ceja.

—Así llamamos en nuestra época a los chicos que se sienten atraídos por otros chicos—explicó Bill—Bueno, esa es la manera formal. Hay otras más despectivas, no es la primera vez que me han llamado maricón con desprecio.

—Aquí no usamos ninguna palabra—comentó Thomas—Siento mucho que en tu época la gente sea tan cruel para insultarte de esa manera. Y siento mucho también que tu padre no quiera saber nada de ti.

—Bueno, nunca ha estado a mi lado así que tampoco le voy a echar de menos—dijo Bill encogiéndose de hombros—Me dolió su actitud en ese momento, pero con el tiempo lo he superado y ya no pienso más en él. Es como si nunca hubiera existido, ya que yo no existo para él.

Thomas le escuchaba en silencio, sentía mucha lástima por Bill. Sus padres aceptaron desde el primer momento que le gustaran los chicos y siempre le habían apoyado. En cambio Bill, era todo lo contrario. Suerte de su madre y padrastro, al menos podía contar con ellos.

—Tengo hambre—dijo Bill de repente levantándose—Será mejor que nos levantemos, tu madre va a pensar que nos queremos quedar todo el día en la cama.

—Es la verdad—murmuró Thomas cogiéndole por la cintura.

Tiró de él y le hizo caer de nuevo en la cama. Se puso sobre él y empezó a besarle mientras se frotaba contra su sexo. Bill quiso negarse, era tarde y no quería que nadie pensara que estaban haciendo precisamente eso cuando todos los demás estaban ya echando una mano en la granja.

Pero Thomas era muy persuasivo cuando quería y antes de que Bill diera el beso por finalizado, suspiró entregándose a sus caricias.

Alzó las caderas al encuentro de su miembro, frotándose contra esa dureza que pronto le hizo estar en el mismo estado. Y minutos después ambos se derramaban presos del orgasmo, jadeando y gimiendo contras sus labios…

.

Casi una hora después bajaron a desayunar entre risas. Debía ser muy tarde, Bill calculó que sobre las 12 del medio día. Se sentía hambriento y fueron a la cocina donde tomaron un ligero almuerzo mientras hacían planes para esa tarde. Thomas quería enseñarle todo Lallybroch, que no hubiera un rincón que Bill no conociera.

Pero sus planes se vieron trastocados cuando la puerta principal se abrió de golpe y Thomas se puso en pie de inmediato. Se llevó un dedo a los labios y le pidió a Bill que se mantuviera en silencio.

—No te muevas—susurró mirando fijamente a Bill.

Bill asintió con la cabeza con el miedo brillando en sus ojos, sabía que Thomas le defendería de lo que fuera, con su propio cuerpo tal y como había prometido en su boda. Pero tenía miedo de que le pasara algo. Si así fuera, no querría seguir viviendo.

Thomas desenvainó su daga y se la pasó a Bill, quien la cogió con manos temblorosas. Enseguida su mano aferró con fuerza la empuñadura de su espada y se puso a escuchar con atención. Unos pasos se dirigían a la cocina.

Segundos después suspiró aliviado guardando de nuevo su espada salió al encuentro del recién llegado.

Era Georg, parecía que había venido corriendo todo el camino pues le faltaba el aliento y parecía que se iba a desmayar de un momento a otro.

— ¿Ha pasado algo?—preguntó Thomas yendo al grano.

Georg asintió con la cabeza y saliendo de la cocina Thomas le cogió del brazo y llevó fuera de la casa para no asustar a Bill.

—Es Andrew—explicó Georg en voz baja—No ha aparecido aún, Alice me contó que le había visto destrozado tras tu boda y creemos que ha hecho alguna locura.

Thomas maldijo en voz baja, solo podía pensar que Andrew se había quitado la vida por su culpa.

—Yo también pensé en eso—dijo Georg, leyéndole el pensamiento—Pero no ha sido así. No ha regresado al castillo, pero unos guerreros del clan de los McDouglas pasaron por Leoch y nos comentaron que habían visto a un joven escocés irse con una guardia británica.

— ¿Ha sido arrestado? ¿Por qué?—preguntó Thomas sin entender.

—No lo sabemos, tu tío Simon enseguida ha mandado unos hombres al fuerte Williams a ver si se enteran de algo—explicó Georg—Yo he pensando mejor en venir a verte, sé que te gustaría saberlo y venir a echar una mano.

Thomas se quedó pensando en silencio, aún no le había dicho nada a Bill de lo ocurrido con Andrew, y en esos momentos su vida podía estar en peligro.

—No pasa nada si no quieres venir—apuntó Georg—No estás obligado, ya han salido 10 hombres del clan a por él. Hablarán con el capitán Jost y le traerán de vuelta.

—Gracias por entenderlo, me siento muy mal por como está Andrew pero no puedo hacer nada para remediarlo—murmuró Thomas—Y quizás mi presencia le altere más.

—Lo entiendo, como ya te dije yo solo quise avisarte porque sé que te gustaría saberlo—dijo Georg.

—Quédate en Lallybroch—pidió Thomas—Se te nota cansado, come algo con Bill en la cocina pero no le digas nada. Quiero ser yo quien le cuente lo ocurrido.

Georg asintió y entró de nuevo en la casa, cruzándose con Bill por el camino.

— ¿Ha pasado algo?—preguntó Bill, sosteniendo en sus manos la daga que Thomas el había dado.

Thomas entró también en la casa y sabiendo que tenía que contarle ya lo ocurrido, le hizo una señal a Bill para que se reuniera con él.

Bill así lo hizo y tomando su mano salieron de la casa en busca de un lugar alejado donde poder hablar sin ser molestados.

.

Fueron al establo, Ian trabajaba con uno de los caballos a cierta distancia y no serían molestados.

—Thomas, me estás asustando—dijo Bill cruzándose de brazos.

—No te lo he querido contar para no preocuparte, pero Andrew ha desaparecido de Leoch—empezó a explicar Thomas—No lleva muy bien que me haya casado contigo.

—Es normal, lo entiendo—murmuró Bill mordiéndose el labio—Y lo siento mucho por él.

—Eso no es todo, al parecer ha caído en manos de una guardia británica y le han llevado al fuerte Williams ante el capitán Jost—siguió explicando Thomas—Ya han salido en su ayuda, esperan poder llevarle de nuevo a Leoch sin ningún problema.

—Si quieres ir a ayudar, lo entiendo—dijo Bill.

—Hay hombres de sobra y yo…no quiero volver a poner un pie en el fuerte Williams. Allí fue donde casi matan a mi padre—confesó Thomas en voz baja.

Bill se apresuró a abrazarle, sabía por lo leído en el diario de Claire que Thomas era solo un niño entonces, pero debió quedar marcado.

—Vi la espalda de tu padre, la mañana que salimos de Lallybroch—explicó Bill—Está toda cubierta de cicatrices, no hay un solo trozo de piel libre de ellas. Debió sufrir mucho…

Thomas asintió con la cabeza, casi le perdió de niño y eso fomentó el odio intenso que le tenía al capitán Jost, pues había salido igual de cruel que el padre.

No había más que recordar como quiso abusar de Bill en pleno bosque solo porque se escudaba en que es capitán y podía hacer lo que le diera la gana.

Entonces Bill era solo un desconocido que se había encontrado, pero si llegara a pasar en esos momentos en que tan unido estaba a él…mataría al capitán Jost con sus propias manos.

Nadie saldría impune si le hacía algo a Bill, lo había jurado ante el altar donde se habían casado y aunque le costara su propia vida, la daría por Bill sin dudarlo.

Continuará…

os dejo un video donde sale la escena de los latigazos a Jamie, muy realista la verdad, para que os hagáis una idea de como quedó su espalda tras los latigazos (os aclaro también que en esa escena es la 2ª vez que era azotado, asi que imaginaos…)

(min 0:50)

Escritora del fandom

2 Comments

  1. Rayos! !!! No sé porqué creo que Andrew atrapado por la guardia va a traer consecuencias negativas para nuestra pareja. ¿Qué tal si por él se enteran que Bill no era su prometido sino un forastero? No sé, pero creo que ese chico va a meter la pata quizá por despecho.
    Bill debería contar todo a Tom, no se sabe lo que vaya a pasar y debe de cuidar de su familia, digo porque tantas veces haciendo el amor ya debe de estar embarazado ^//^

    • mis labios estan sellados, querria contarte que puedes que tengas razon, pero no quiero hacer un spoiler 😀 solo digo que aunque no vuelva a mencionarle, no olvideis a Andrew…

      gracias por leer!!

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