Once in a lifetime 6

«Once in a Lifetime» Fic de lyra

Capítulo 6

Gritó todo lo que pudo, aunque sintiera un dolor insoportable en la garganta. Trató de echar a correr, pero unas manos le cogieron con fuerza y como si de una muñeca de trapo fuera, se vio empujado con violencia.

Perdió el equilibrio, estuvo a punto de caer pero esas mismas manos le sostuvieron sin ninguna delicadeza aplastándole contra un árbol haciendo que se le cortara la respiración.

Empezó a toser y jadear, negando con la cabeza cuando sintió las manos recorrer su cuerpo, como iban directo en busca de unos pechos que no hallaron al no ser esa dama que todos pensaban al principio que eran.

—Oh, que sorpresa—rio el oficial a su espalda—Eres un jovencito, pero no importa. Me gustan más que las zorras escocesas.

Entonces la mano bajó a su entrepierna, y empezó a frotarse contra ella al tiempo que sentía a su espalda como el oficial desabrochaba sus pantalones y se aplastaba contra él, frotándose contra sus nalgas.

Se sentía humillado, nunca antes nadie le había tocado de esa ruda manera, y menos sin su consentimiento. Por más que quisiera impedirlo, el hombre pesaba más que él y tenía más fuerza, le tenía aplastado contra el árbol y le costaba respirar, jadeaba tratando de no pensar en esa mano que colándose bajo su ropa interior le manoseaba al tiempo que gemía en su oído y le echaba su fétido aliento en el.

Cerró los ojos dejando que sus mejillas fueran bañadas por lágrimas amargas, esperando que lo que fuera a pasar lo hiciera con rapidez, y luego pudiera regresar a casa.

Pero antes de que ocurriera nada, escuchó un grito ensordecedor y al momento unas faldas escocesas aparecieron cogiendo al oficial británico por el cuello y lanzándolo bien lejos.

Una vez libre, Bill apenas podía moverse. Estaba paralizado por el miedo, se movía como a cámara lenta tratando de recomponer sus ropas, cubriéndose muerto de la vergüenza.

Gritó sin querer y dio un ligero respingo al notar una pesada mano en su hombro izquierdo.

—Te dije que no te movieras—gruñó Thomas haciéndole girar.

Bill casi se desmayó al verle, le había salvado la vida. Sentía que le temblaban las piernas y si no fuera porque Thomas le sujetaba del hombro con firmeza, estaría en el suelo en esos momentos.

Respiró hondo tratando de recuperar el aliento, y de no pensar en lo que había estado a punto de ocurrir. Si Thomas llega a tardar unos minutos más en aparecer, había sido violado sin piedad.

—Tienes que obedecer mis órdenes si quieres seguir con vida—siguió riñendo Thomas entre jadeos.

Bill lo sabía, escapó por instinto al ver como aparecía la guardia británica y se libraba una batalla. Pensó que quedándose quieto tal y como Thomas le había ordenado sería atacado. Y así había pasado por salir huyendo desesperado…

— ¿Estás bien?—preguntó Thomas en un tono más suave.

Bill asintió con la cabeza, no se había dado cuenta de en qué momento se había abrazado y empezado a balancearse, señal de que estaba conmocionado.

— ¿Te…te ha tocado…?—susurró Thomas tendiendo una mano.

Bill se alejó de su contacto sin poder evitarlo, en esos momentos necesitaría un fuerte abrazo, pero no soportaba ser tocado. Se sentía sucio.

—No te haré daño—dijo Thomas con firmeza—Jamás te lo haría.

Bill lo sabía, con él estaba a salvo. Lo había aprendido de la manera más cruel que había. Cerró los ojos y tomó aire, expulsándolo en un hondo suspiro. Ya había pasado, estaba sano y a salvo y Thomas cuidaría de que no volviera a suceder. Estaba seguro que le protegería con su propio cuerpo si fuera necesario, se le veía de buen corazón.

Abrió los ojos y alzando la mirada la clavó en Thomas, cortándosele la respiración de nuevo. Vio su camisa blanca manchada de sangre, y eso fue lo que le hizo reaccionar. Dejó a un lado el miedo que había pasado y se centró en comprobar que Thomas no estaba gravemente herido.

—Estás cubierto de sangre—murmuró llevándose una mano a la boca.

—No es mía, o al menos no toda—dijo Thomas quitándole importancia.

—Déjame examinarte—pidió Bill dando un paso en su dirección—Comprobar que solo son heridas superficiales.

—No hay tiempo—negó Thomas con firmeza—Estoy bien, de verdad. Tenemos que irnos ya, nos hemos deshecho de la guardia.

— ¿Y qué hay de él?—preguntó Bill señalando al hombre caído con la cabeza.

Thomas dirigió una furiosa mirada al oficial que permanecía inconsciente en el suelo, a unos metros de donde ellos estaban. Le había lanzado con tanta fuerza que tardaría en reponerse, dándoles tiempo a escapar.

—Es el capitán Jost—murmuró Thomas con un odio profundo en su voz—Debería matarlo ahora mismo, pero….está indefenso, y no es mi modo de actuar.

Bill echó un vistazo al tal Jost, no se movía y dudaba que respirara. Thomas le había cogido y lanzado con tal fuerza que había caído como un muñeco y quizás se hubiera roto el cuello.

Debería ir a ver si seguía vivo, era su deber como futuro médico. Pero estaba paralizado por el miedo, sentía que si no reaccionaba entraría en shock y no era eso lo que quería.

—Vámonos, no lo pienses más—dijo Thomas cogiéndole de la mano—Si se muere, no lo lamentaré mucho.

— ¿Le conocías de antes?—interrogó Bill, echando a andar.

—Un viejo conocido, si—murmuró Thomas entre dientes—Solo puedo decirte que le encanta hacer sufrir a la gente, tiene una mente enfermiza que ha heredado de su padre.

Bill quiso seguir con el interrogatorio, pero Thomas tenía mucha prisa por ponerse de nuevo en marcha. Fueron hasta donde había dejado el caballo, que esperaba pacientemente sin moverse. Thomas envainó de nuevo su espada y ayudó a subir primero a Bill, subiendo él después y acomodándose a su espalda.

Le sintió temblar entre sus brazos, ya fuera de frío o por lo ocurrido. Pasó de nuevo su kilt por encima de ellos y le cubrió con el, sintiendo como se aferraba a la tela con fuerza y suspiraba.

— Gracias—susurró Bill.

Se pusieron en marcha, reuniéndose con el resto del grupo que al igual que Thomas estaban cubiertos de sangre por la pelea. Y lo celebraban, para ellos matar al enemigo debía ser el pan de cada día.

—Primo, bebe un poco—dijo Gustav ofreciéndole su petaca.

Thomas la aceptó y echó un trago para luego pasársela a Bill.

—Ten, te ayudará—susurró.

Bill iba a negarse, pero sabía que en ocasiones el alcohol era el mejor tranquilizante que había y lo necesitaba en esos momentos.

Cogió la petaca con temblorosos dedos y bebió un poco, sintiendo como el wiskhy escocés bajaba por su garganta y le quemaba. Tosió un poco tras el primer trago, pero luego echó otro más y le devolvió la petaca a Thomas.

— ¿Mejor?—preguntó Thomas, viéndole asentir con la cabeza—Te calentará por dentro, pronto dejarás de temblar.

Bill sonrió con esfuerzo, no podía evitar temblar por lo ocurrido. Sentía algo de frío y gracias al kilt y a que Thomas le estrechaba en sus brazos empezaba a notar un calor agradable.

El miedo que pudo llegar a sentir a que Thomas le tocara había desaparecido, y en esos momentos se acurrucaba contra su pecho en busca del calor que emanaba. Y de su protección…

—En marcha, pronto estaremos en Lallybroch—ordenó de repente Gustav.

— ¿Lallybroch?—repitió Bill, acomodándose entre los brazos de Thomas.

—Es el nombre de la casa de mi padre—explicó Thomas espoleando su caballo—Te gustará, no es tan majestuosa como el castillo de Leoch de mis tíos, pero es un agradable hogar.

¡Un castillo! A Bill le emocionó escucharlo, sería magnífico verlo en todo su esplendor, y no en las ruinas que estaría en su época, 300 años después.

Siguieron viajando en silencio, apenas pararon a comer y cuando estaba anocheciendo ocurrió algo que nadie pudo prever. De repente, Bill notó como Thomas se inclinaba sobre él dejando caer todo su peso. Le estaba aplastando, pero el caballo giró a su derecha y eso hizo que Thomas se inclinara en esa dirección y liberase a Bill, quien enseguida se dio cuenta de la situación.

— ¡Paren!—gritó a sus compañeros de viaje—Es Thomas… ¡se va a caer!

Nada más decirlo, Thomas cayó con gran estruendo. El caballo paró al notar la caída del guerrero y Bill se bajó como pudo. Corrió a su lado, al igual que Georg y Gustav.

No se lo pensó dos veces y empezó a tirar de la camisa ensangrentada que Thomas llevaba. Toda esa sangre, dijo que no era suya en parte, entonces es que había alguna herida que el muy tozudo se había callado.

La descubrió al momento, una herida de bala justo en su hombro derecho.

— ¡Será estúpido!—murmuró resoplando—Podía haberlo dicho antes, se ha estado desangrando todo el puñetero camino.

—Menudo lenguaje—murmuró Georg carraspeando.

Bill le ignoró y examinó la herida como pudo, la poca luz que tenían era la de la luna.

—Orificio de salida, la bala le ha atravesado el músculo—explicó al resto—No parece grave, pero ha perdido mucha sangre. Necesito….

Antes de que pudiera terminar de hablar Georg ya le había pasado su petaca y una daga. Cogió el instrumental y vertió un poco de alcohol en la herida de Thomas, quien reacción al momento y trató de levantarse mientras maldecía en gaélico.

—Bienvenido—saludó Bill con ironía.

—Estoy bien…solo un poco mareado—murmuró Thomas tratando de nuevo de incorporarse.

Pero Georg se lo impidió poniendo una mano en su hombro sano.

—No estás bien—dijo Bill con firmeza—Has perdido mucha sangre, tienes suerte de estar vivo. ¿Por qué demonios no dijiste nada?

—Es solo un rasguño—insistió Thomas.

Bill resopló y siguió con su trabajo. Cortó otro trozo de tela de su camisón y tras empaparlo en alcohol lo colocó a modo de gasa sobre la herida de Thomas. Cortó otro trozo más largo y lo usó como venda, atándolo con firmeza rodeando el hombro del herido.

—Necesita descansar, que se detenga la hemorragia—le explicó a Georg—Montar a caballo no le hará ningún bien.

—Pararemos lo justo para que deje de sangrar, luego nos pondremos de nuevo en camino—contestó Gustav por todos.

— ¿Es que no me ha oído?—preguntó Bill poniéndose en pie—Puede morir desangrado.

—Todos moriremos si no nos vamos—dijo Gustav tratando de mantener la calma—Te recuerdo que hemos matado un par de soldados británicos, y el resto nos estará buscando.

—Puedo quedarme solo, ya os alcanzaré—intervino Thomas.

— ¿Quieres que tu padre nos mate?—intervino Georg.

—Descansaremos solo unos minutos—repitió Gustav.

—Eso…es es un suicidio—resopló Bill.

Se sentó al lado de Thomas a esperar, quien cogiendo la petaca de Georg echó un trago largo. Al parecer, todo lo arreglaban bebiendo whisky…

Minutos después todos se pusieron en marcha tal y como Gustav había ordenado. Bill intentó de nuevo pedirle más tiempo, había revisado la herida de Thomas y gracias al vendaje la hemorragia había cesado pero no del todo.

—Sube al caballo Thomas—ordenó Gustav ignorando las protestas de Bill.

Thomas se puso en pie con ayuda de Georg y subió al caballo. Bill ocupó de nuevo su sitio junto a él y emprendieron el viaje de nuevo en un tenso silencio.

Perdió la noción del tiempo, pero creía que había pasado una hora hasta que se pararon de nuevo y bajaron de sus caballos.

—Hemos llegado a Lallybroch—explicó Thomas sonriendo.

Su hogar, casi podía oler el rico estofado de la señora Brooks, el ama de llaves de Lallybroch y mejor cocinera de la comarca. Aun recordaba que a pesar de parecer muy estricta, cuando era él niño siempre tenía una amable sonrisa cuando su padre le castigaba por alguna de sus travesuras, y aunque fuera castigado sin comer en ese día, algún trozo de pan aparecía misteriosamente bajo su almohada…

—Vosotros esperad, aquí—dijo Georg sacando a Thomas de sus pensamientos—Yo iré a por Lady Broch Tuarach.

Thomas asintió con la cabeza y dejando las riendas de su caballo a Gustav se sentó en un tronco haciéndole un gesto a Bill para que le acompañara. El resto, se alejaron en la noche dejándolos a solas.

— ¿Quién es Lady Broch Tuarach?—preguntó Bill con mucha curiosidad.

—Mi querida madre—respondió Thomas sonriendo—También conocida como Claire Fraser.

¡Claire Fraser! La dueña del diario que Bill había estado leyendo, y la iba a conocer en persona. Quizás ella supiera lo que había pasado, porqué estaba él en esa época y como llevarlo de vuelta a casa.

Continuará… 

Tanto el nombre de la casa, Lallybroch, y Lady Broch Tuarach están sacados de la serie y novela.
Asi como todo lo contado en el cap, la escena de Bill con el capitan Jost y como Thomas es herido y atendido por Bill

Escritora del fandom

5 Comments

  1. Hola, me acabo de poner al corriente con esta historia y me ha enganchado, me intriga el saber como Bill llego al tiempo de Tom, me alegro que no hubiese sido violado por el cerdo de Jost.
    Nos leemos en el proximo, saludos y bonito finde 😊

    • hola!! gracias por leer, eso lo primero.
      Pronto se resolverán todas sus dudas, el viaje de Bill en el tiempo tiene su explicación pero calculo que no se sabra hasta mucho mas adelante
      Jost siempre tiene que hacer de malo, le pega.
      nos vemos!!

  2. Por momentos estoy tentada a vee la historia original pero mejor no, por ahora no quiero spoilers.
    Jajaja me dio risa lo del lenguaje tan fuera de lugar de Bill, pero en ocasiones solo así entienden xD

    Vaya vaya Jost y honestamente no creo que con ese golpe se hayan librado de él: hierba mala nunca muere.
    Pues ya en territorios de Tom, nueva casa, nueva familia temporal y yo también quiero saber como solucionar lo de Bill.
    Pd ojalá les toque compartir cama ^//^.
    Saludos Lyra!

  3. Ya lei hasta aqui!!! Y estoy enganchadisima con la historia querida Lyra. Esperare la actualización. Muy buen finde. Cariños. Katchen

  4. Si que estoy enganchada por historia a punto de quedarme en pânico cuando el mal nacido lo intento violar -.-
    Y estoy emocionada porque bill conocerá la mujer que sin conocer le encanto :3

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