«Once in a Lifetime» Fic de lyra

Capítulo 8

Cuando abrió los ojos de nuevo, la oscuridad le rodeaba. Sentía un ligero dolor en su herida y se llevó una mano a ella suspirando. Se sentía muy a gusto y le daba pereza levantarse, así que cerró los ojos de nuevo y se sumergió en un profundo sueño…del que fue despertado con cierta brusquedad cuando unas cortinas fueron corridas.

— ¿No estás hambriento? Llevas toda la mañana durmiendo.

Bill sonrió al escucharlo, la verdad era que le rugían el estómago pero por nada del mundo quería abandonar la cama, había pasado una mala noche con pesadillas muy reales.

— ¿Has dormido bien?

—La verdad es que no—contestó sin abrir aún los ojos—He tenido un sueño muy extraño, viajaba al pasado, a Escocia ni más ni menos y conocía al clan McKaulitz. Creo que de tanto leer el diario hasta le puse cara al tal Thomas, y era realmente muy guapo…sexy y atrevido…

— ¿Qué dices de mi hijo?

Abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama tapándose hasta el cuello con las sábanas, en un acto de timidez que hizo sonreír a la mujer que le miraba con los brazos en jarras.

— ¿Qué quiere decir sexy?—interrogó Claire.

Bill negó con la cabeza y cerró los ojos resoplando, seguía en Escocia, y acababa de comentarle a la madre de Thomas que su hijo estaba como un tren. Porque no podía negarlo, dejando a un lado sus rudos modales, estaba buenísimo.

— ¿Estás bien?—preguntó asustada Claire.

—Si….yo…lo siento mucho—se disculpó Bill abriendo los ojos con pesadez—Ya le he dicho que he pasado una mala noche y creo que estoy aún algo dormido.

—Pensé que estarías hambriento y por eso he entrado a despertarte—explicó Claire—Te he subido algo para que comas.

—Me conformo con un café y un par de aspirinas—murmuró Bill sin pensar.

— ¿Café? ¿Aspirinas?—repitió Claire alzando una ceja.

Maldijo por lo bajo, debía pensar mucho antes de hablar si no quería ir metiendo la pata a cada minuto.

Suspiró y salió de la cama, ajustándose la camisa blanca a su desnudo cuerpo. Claire le señaló la chimenea, ante ella había una mesita de madera baja donde había dejado un tazón con un líquido humeante parecido a una sopa de verduras que desprendía un agradable aroma.

Su estómago protestó y aunque las verduras nunca fueron de su agrado, se sentó a comer ante el fuego con la amable compañía de Claire.

—Mi marido quiere conocerte—explicó mientras le estiraba las sábanas—Y mis otros hijos también, sobre todo las gemelas.

—Agnes y Moira—murmuró Bill sonriendo.

— ¿Te habló Thomas de ellas?—preguntó Claire extrañada.

—Si, algo me comentó—susurró Bill mientras seguía comiendo.

—Mis hijas adoran a Thomas, es un héroe para ellas—comentó Claire sonriendo—Tienen 12 años, y el poco tiempo que Thomas pasa en casa no se separan de él.

A Bill le gustaba escuchar de sus propios labios la historia de la familia, él lo sabía porque lo había leído en su diario, pero escuchar con que cariño hablaba de sus hijos era hermoso.

— ¿Tú tienes hermanos?—preguntó Claire.

—Oh, no—contestó Bill suspirando—Me temo que soy hijo único.

—Thomas me dijo que viajabas con tu madre, ¿no estará preocupada por tu ausencia?—siguió preguntando Claire— ¿Y tu padre, no viajó con vosotros?

Bill dejó el cuenco sobre la mesa antes de contestar, pensando que en esa época ni su madre ni Gordon habían nacido, así que era como si de verdad…estuvieran muertos, o algo parecido.

—Oh, te has puesto triste—dijo Claire yendo a su lado— ¿He dicho algo inoportuno?

Bill negó con la cabeza, al tiempo que se limpiaba los ojos de lágrimas. Pensar en que era como si su madre estuviera muerta le había puesto muy triste sin poder evitarlo.

—Puedes contarme lo que sea, no se lo diré a nadie—susurró Claire cogiéndole una mano.

¿De verdad podría? ¿Y si le contaba que venía del futuro y había leído su diario? Le llamaría loco, o pensaría que estaría poseído. En esa época se creían en brujas y si no iba con cuidado eran capaz de condenarle a la hoguera.

Cogió aire y lo soltó en un profundo suspiro, tendría que inventarse una buena historia para salir del paso. Incluyendo algunos datos reales, como el paradero de su propio padre…

—Mi padre nos abandonó cuando yo era un bebé—empezó a relatar—Mi madre me sacó adelante como pudo, y cuando cumplí 7 años conoció a Gordon, mi padrastro y se casaron. Es lo más parecido a un padre que conozco, y le aprecio mucho.

Claire sonreía al escucharle, se le notaba en su tono que realmente le apreciaba.

—Nosotros…vivimos en Prusia, pero mi madre tiene aquí parientes y aunque el viaje era muy largo quiso venir a que yo conociera sus raíces—siguió contando Bill—Gordon tuvo que quedarse, y hace unos días….fuimos atacados por unos rufianes que nos quitaron todo. Mi madre quedó malherida y no pude hacer nada por ella…

— ¡Oh Bill, eso es horrible!—exclamó Claire abrazándolo sin dudar.

Bill se estremeció en sus brazos, rompiendo a llorar sin poderlo evitar.

—No debes preocuparte por nada, ya te dije ayer que serás nuestro invitado y si quieres regresar a casa te ayudaremos a conseguir un pasaje—dijo Claire con firmeza—O si quieres quedarte, aquí tienes tu hogar.

Bill lo sabía, pues desde que había puesto un pie en esa gran casa se había sentido como en familia…

Minutos después, Claire le dejaba a solas para que se vistiera. Le había llevado ropa limpia, era de su otro hijo, Duncan. Bill miró con alegría que eran unos pantalones, no se imaginaba llevando un kilt.

También descubrió que no había nada que usaran como ropa interior, así que se los puso tal cual.

Le había llevado también una nueva camisa, de su talla esa vez, y como calzado unas botas de piel que se puso con cuidado, aún tenía doloridos los pies de la caminata de esos días.

Se miró en un pequeño espejo que había sobre una especia de tocador, con esas ropas no destacaría tanto en esa época.

Miró su pelo largo y cogiendo un trozo de cuerda se lo sujetó en una coleta baja, momento en que llamaron a la puerta.

—Adelante por favor, ya estoy listo—dijo terminando de peinarse.

Claire apareció de nuevo por la puerta, sonriendo al ver lo bien que le quedaba la ropa de su hijo. Traía en sus manos una chaqueta también negra y ayudó a Bill a ponérsela.

—Cuando vea a Duncan le daré las gracias por permitirme usar su ropa—prometió Bill.

—Mi hijo apenas se la pone, prefiere el kilt como su padre y hermano—explicó Claire—Pero en ocasiones especiales, le gusta ir bien vestido.

Una vez puesta la chaqueta, salieron de la habitación y recorrieron un largo pasillo iluminado por algunas velas dispuestas aquí y allá.

Pasaron por una puerta entre abierta y Claire le indicó que entrara por ella.

—Thomas aún descansa, quiero ver que no tiene fiebre por su herida—explicó en voz baja.

Bill asintió con la cabeza y entraron en la habitación. Ardía el fuego en una chimenea y gracias a eso no necesitaban más iluminación.

Bill se quedó a un lado viendo como Claire ponía una mano sobre la frente de Thomas, quien descansaba con los ojos cerrados. No pudo evitar fijarse que no vestía una camisa para dormir, destacando la venda blanca que tenía a la altura del hombro herido y que Claire examinaba con mucho cuidado.

Podía estudiar a Thomas desde donde estaba, llevaba su largo pelo suelto caído sobre la almohada, y se notaba que era un gran guerrero y que se cuidaba bien, no había más que admirar su musculoso pecho.

Suspiró sin poder evitarlo, carraspeando cuando Claire se volvió y le hizo una señal para que saliera de la habitación. Así lo hizo, dejando que Claire arropara a su hijo y se reuniera con él en el pasillo.

—Está bien—explicó Claire—Mi hijo es muy tozudo, no entiende que tiene que descansar para que se le cure el hombro. No me ha dejado más remedio que echarle un poco de láudano en el té.

— ¿Láudano?—repitió Bill.

—Es un anestésico suave—explicó Claire—Pero no le digas nada, esta mañana quería ponerse a cortar leña como si nada, y le he tenido que obligar a descansar.

Bill se imaginaba que era una tarea imposible hacer que un guerrero como Thomas se estuviera quieto porque realmente lo necesitaba, y el muy tozudo queriendo hacerse el machito…

Bajaron al salón y ahí conoció al padre de Thomas, Jamie McKaulitz. No podía negarse que era también muy atractivo, era casi tan alto como Thomas y de aspecto rudo. Pero al observarle abrazar a su mujer y besarle dulcemente en la mejilla, su gesto serio cambió y dejó pasó a una persona muy enamorada y cariñosa.

Vestía un kilt a cuadros, una camisa blanca de manga larga, chaleco oscuro y botas hasta las rodillas. Su pelo era rizado y lo llevaba no tan largo como Thomas, y su color era de un rojizo típico de Escocia, junto con sus ojos azules.

—Jamie, te presento a Bill… ¿cuál es tu apellido?—preguntó Claire alzando una ceja.

—Trümper—masculló Bill, sin saber que otro apellido podría usar.

—Bill…. ¿es un diminutivo de William?—preguntó Jamie a su vez.

Bill asintió con la cabeza sin dudarlo, y estrechó la mano que Jamie le tendía, notando la fuerza con la que le apretó la suya.

—Pues, bienvenido a la familia William—dijo Jamie sonriendo.

—Bill no tiene a nadie, le he dicho que considere esta su casa—explicó Claire.

—Por supuesto, no dudes en pedir lo que necesites—apuntó Jamie.

Antes de que pudieran seguir hablando, dos niñas entraron corriendo al salón riendo entre ellas. Se quedaron quietas al ver a Bill, quien pudo comprobar que las niñas tenían los mismo ojos de su padre y color de pelo.

— ¿Eres el extranjero?—preguntó una de ellas.

—Moira, no seas impertinente—riñó Jamie a su hija.

—Solo es curiosa, Jamie—corrigió Claire sonriendo—Además, es Agnes.

Jamie gruñó por lo bajo, le era difícil distinguir a sus propias hijas, no sabía como podía hacerlo su mujer a la primera.

—No pasa nada—intervino Bill sonriendo—Soy el extranjero, si.

—Thomas dijo que estabas en sus tierras, ¿cómo llegaste hasta allí?—preguntó Moira esa vez.

—Niñas, dejadle descansar—interrumpió Claire, sabiendo que era un tema doloroso— ¿Por qué no vais afuera a jugar?

Las niñas hicieron ambas un ligero puchero y obedecieron a su madre, quien las acompañó mientras que su marido charlaba con el invitado.

—Ven, tomemos algo—invitó Jamie.

Bill le siguió, Jamie cogió una botella de licor y sirvió dos copas entregando una de ellas a Bill, quien no pudo evitar arrugar la nariz al oler el wiskhy que le habían servido.

— ¿No te gusta?—preguntó Jamie.

—No estoy acostumbrado—contestó Bill—Soy muy joven para tomar alcohol.

Jamie sonrió y tomó asiento, invitándole a Bill a imitarle. Pasaron los minutos siguientes hablando, Jamie quería escuchar la historia de su origen y Bill repitió la misma historia que le había contado a su mujer, rezando para no olvidarse de nada que hiciera sospechar que estaba mintiendo con todo descaro.

—Siento mucho lo de tu madre, debería tener cristiana sepultura—comentó Jamie.

—Yo….lo intenté, pero fue imposible—murmuró Bill—Ocurrió de noche, mi madre me hizo prométele que lucharía por salvar mi vida aunque tuviera que dejarle atrás. Y lo hice con todo el dolor de mi corazón, cubrí su cuerpo con hojas y ramas secas y tras rezar por ella, huí en busca de ayuda.

No sabía cuando había empezado a llorar, una lagrima llegó a la comisura de su labio y notó su sabor. Carraspeó y tomó un sorbo de wiskhy para calmarse.

—Siento hacerte pasar un mal rato—dijo Jamie poniendo una mano en su hombro—Ve a descansar hasta la hora de la cena, entonces conocerás al resto de la familia.

Bill le dio las gracias en voz baja y se levantó con pesadez. Decidió regresar a la que era ya su habitación, necesitaba un momento de paz.

Recorrió el largo pasillo, no pudiendo evitar echar un vistazo a través de una puerta que vio entre abierta, descubriendo que Thomas se había levantado y pensando que estaba a solas caminaba por la estancia sin llevar nada puesto.

No pudo evitar separar los labios en busca de aliento, si vestido Thomas le parecía muy sexy, desnudo…hacía que se quedara sin respiración…

Continuará…

por lyra

Escritora del fandom

5 comentario en “Once in a lifetime 8”
  1. Pobre Bill pensaba que habia soñado, pero no sigue atrapado en el pasado con sus antepasados, lo bueno es que todos lo han recibido muy bien, vio a Tom desnudo y quien no babearia con semejante especimen😉
    Nos leemos en el proximo, saludos 😊

  2. Dejando de lado la tristeza que debe sentir Bill por mentir sobre Simone y su «muerte», joder Bill! !! Mijo que hasta yo me babeo por la descripción tan acertada que hace lyra sobre Tom!!!!! Menudo espécimen que es Tom y Bill notando que sus músculos, que su pecho firme (que se me vino cierta imagen de Bill «arriba» apoyándose en ese pecho y *derrame nasal*) y, no se si Bill (al menos yo no aguantaría) si Tom se voltea y muestra su hombría al natural ( xD que el hecho de no usar ropa interior «facilita » las cosas. .ejem y Tom usa ropa interior bajo su kilt ?) Ay nanita, te envidio William jajajjajaa! ♥
    Gracias Lyra !♥

  3. Hola!!! Gracias por la actualización estimadisima escritora. Y sumandome a lo escrito por las demás lectoras, tmb me sentiria tan o más angustiada que William por extrañar a mi familia :´( Y contrariando tmb a las lectoras he quedado boquiabierta con las imagenes de Tom en una embarcación con su melena suelta, esos brazos, esos pectorales, ese abdomen musculoso y… esas piernas de pollo. jajajaj.Perdón pero me pueden esas extremidades Kaulitz. 😉
    Besitos afectuosos. Katchen

  4. Y ahora que pasara jijiji xD
    Espero que bill no sea pillado em quanto lo mira…Creo que bill a los pocos esta aceptando que de verdad esta en el pasado…pero como regresa es lo que me pregunto

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