«Solo y sin ti» de lyra

Capítulo 10. No llores más, se ha terminado

Ahogando un grito de sorpresa, levantó las manos y las apoyó en el pecho de la persona que le estaba besando. Se empujó ligeramente hacia atrás, logrando soltarse mientras que su acompañante se recobraba de la sorpresa.

— ¿Tom?—repitió el productor.

Maldiciendo por lo bajo, caminó hasta la mesilla y accionó el interruptor, haciendo que la habitación se iluminara y le mostrara quien estaba con él, aunque no hiciera ya falta…

— ¡David! ¿Qué has hecho?—preguntó Bill pasándose una mano por lo labios.

—Eso debería preguntarte yo a ti—contestó David cerrando la puerta— ¿Qué has hecho Bill?

—No sé de qué me hablas—contestó Bill tratando de mantener la calma.

—Has mencionado a Tom—siseó David desesperado.

— ¿Y?—dijo Bill encogiéndose de hombros.

— ¡Mientras nos besábamos!—estalló el productor—Eso da mucho que pensar.

— ¿Por qué me has besado?—preguntó Bill enojado.

—No cambies de tema, Tom y tú…

— ¿Qué? Sigue, no te pares. Dime que es lo que estás pensando—le desafió Bill.

David paseó por la habitación en silencio. Recapacitaba lo que su loco cerebro estaba pensando. Miles de imágenes flotaban en su mente, todas las veces que había observado muy juntos a los hermanos. Sonriéndose, mirándose a los ojos en silencio….dicen que cuando estás enamorado las palabras sobran, y ellos con una mirada se lo decían todo.

Siempre bromeaban diciendo que al ser gemelos había un lazo muy especial entre ellos. ¿Y si era verdad? ¿Y si era “muy” especial?

—David, estoy cansado. Si no tienes nada que decir, sal de mi habitación—pidió Bill frotándose la frente.

Sentía que la cabeza le iba a estallar de un momento a otro. Miles de sentimientos se agolpaban en su pecho. ¿Era correcto lo que sentía por Tom? ¿Llegó a sentir lo mismo por el productor aunque fuera por un solo instante?

Le veía de pie a su lado, tratando de hallar las palabras necesarias para poder explicarle el porqué de su estado, porque mencionó a Tom cuando le estaba besando.

—Yo…había pensado…—empezó a decir el productor retorciéndose las manos.

—No sigas por ahí, por favor—suplicó Bill sin atreverse a mirarle.

Sabía perfectamente lo que le estaba pidiendo. Que le eligiera a él, que se olvidara de esos sentimientos que despertaba en él Tom. No podía hacerlo, desde que tuvo uso de razón supo que estaban predestinados estar juntos.

Y ahora que lo había logrado, no pensaba dejarlo escapar. Había perdido mucho por el camino…

—Pero….es tu hermano—dijo David tratando de que cambiase de opinión.

—Es la persona a la que amo—confesó al final.

¿Para qué seguir negándolo? Sentía mucho si le hacía daño, pero más sentía él cada vez que se separaba del lado de Tom. En esos momentos solo quería acudir a su lado, pasar la noche juntos tal y como le había pedido.

Descansar en sus brazos, ver esa dulce sonrisa que siempre le dedicaba, sentir como le recorría el cuerpo con los labios, llenándole de besos…

—No podéis, sois hermanos—insistió David—Entre los dos hay una línea que nunca deberá ser cruzada. Él no debe tenerte, eres para otra persona.

— ¿Quién? ¿Tú quizás?—se encaró Bill con él—Me trataste muy bien, pero lo que pasó entre nosotros me marcó profundamente. Entre tú y yo no hay una línea, se ha alzado un muro bien alto.

Sentía ser tan duro con él, pero era la verdad. Se sintió muy mal cuando le pidió que se deshiciera de….del hijo de ambos. Se sintió muy solo sin el apoyo de nadie, ni el de su propio hermano, ajeno a todo su sufrimiento.

Pero una vez que lo supo, le recompensó y con creces. Le hizo volver a creer en el amor, a tener de nuevo esperanzas de no pasar solo el resto de su triste vida.

—Esto…no puede seguir así—oyó murmurar al productor.

— ¿Cómo?—preguntó sin entender.

—No puedo verte cada día sabiendo que nunca vas a estar a mi lado—dijo David a punto de llorar.

—Lo siento mucho—se disculpó Bill.

—Mañana llamo a la discográfica, les diré que por motivos personales dimito como productor vuestro—susurró David dando media vuelta.

—David, no es necesario—pidió Bill tratando de pararlo.

—Si lo es, no sabes el daño que me hace saber que eres de él…de tu propio hermano—dijo David con esfuerzo—Pero tranquilo, vuestro secreto está a salvo conmigo. No quiero volver a hacerte sufrir…

Maldijo cuando se le escapó un sollozo. Se había prometido no hacerle ver lo mal que lo estaba pasando, lo solo que sentiría sin el cantante a su lado. Abrió la puerta de la habitación y echó a correr por el pasillo sin volver la mirada, dejando atrás esas ilusiones en las que se veía a los dos formando juntos una familia, sosteniendo en sus brazos a ese hijo tan querido que sin poder remediarlo se fue de su lado.

Le vio partir envuelto en lágrimas. Ya nunca más le iba a volver a ver, si cumplía lo que le había dicho la discográfica les buscaría otro productor que ocuparía el hueco dejado.

Por una parte era lo mejor. Verle cada día solo le recordaría el error que cometió, el hijo que perdió…

En esos momentos se sentía muy solo, necesitaba un abrazo y solo había una persona que podía dárselo. Salió descalzo al pasillo, sin importarle llevar solo puesto el pantalón de su pijama y una camiseta de las suyas que le estaban tan estrechas.

Recorrió con paso lento los escasos metros que separaba su habitación de la de Tom. Se paró ante su puerta y llamó con suavidad, rezando para que no se hubiera dormido, que a pesar de decirle que esa noche no la pasarían juntos le estuviera esperando conservando un rayo de esperanza.

Se le escapó un suspiro al ver que la puerta se abría. Enseguida una sonrisa acudió a sus labios, haciéndose más amplia al ver la que le dedicaba Tom. Al igual que él, también iba descalzo y solo llevaba un pantalón de pijama que le venía ancho.

— ¿Bill?—le llamó con su dulce voz.

Separó los labios dispuesto a contestarle, pero solo le salió un ligero sollozo. Tom lo oyó y corrió a darle ese abrazo tan deseado.

Se dejó abrazar, escondiendo la cara en la curva de su cuello, agarrándose casi sin fuerzas a su pecho…

—Hey…. —solo pudo decir Tom.

Le cogió con más fuerza en sus brazos y le hizo pasar a su habitación, cerrando con el pie la puerta. Caminó con él y le acostó con suavidad en la cama, tumbándose a su lado, sonriendo sin poder evitarlo cuando le sintió acomodarse contra su cuerpo y suspirar echando en su cuello ese cálido aliento que salía de sus labios entre abiertos.

Los sentía contra su piel, temblando de emoción, dejando escapar más sollozos incontrolados.

—Bill, ¿qué ha pasado?— preguntó con miedo.

Se imaginaba que el productor tenía que ver algo. Sentía celos cada vez que le veía cerca de Bill, más al saber que se le había adelantado, y le había hecho mucho daño…

Nadie que se enamorase perdidamente de Bill, podía dejarle marchar fácilmente. Él no podía hacerlo, y seguro que al productor le pasaba lo mismo.

—Tom, no me dejes tú también—le escuchó decir entre sollozos.

Bill se sentía tan solo…pero él no permitiría que lo estuviera. Se pasaría el resto de su vida a su lado, tratando de borrar la sombra del doloroso pasado.

—Jamás me iré de tu lado—prometió Tom bajando la cabeza.

Le rozó el pelo con los labios, pero Bill alzó la cara y al final fue su arrugada frente quien recibió ese beso.

Pero la cosa no se iba a quedar ahí. Sus ojos conectaron, con una mirada se lo dijeron todo. Sabían que el destino estaba en sus manos, que solo tenían que cogerlo con fuerza y no soltarlo.

Poco a poco sus labios se fueron acercando, y sin apartar la mirada se besaron con suavidad primero, hasta que la pasión se desató y dejaron atrás cualquier clase de arrepentimiento, se cogieron fuertemente de las manos y cruzaron esa línea que entre ellos estaba.

Gimiendo contra sus labios, Tom le hizo rodar hasta dejarle debajo de su cuerpo. Metió las manos por su camiseta y se la levantó hasta el pecho. Murmuró un lo siento y comenzó a descender por su cuerpo, dejando a su paso un rastro de húmedos besos.

Le sentía retorcerse bajo él, arquear la espalda pidiendo más…le oyó incluso suspirar…

No podía reprimir sonreír, dejar atrás el pasado que tanto dolor le causó. Solo tenía que mirar al futuro, a esos hijos que algún día tendría con la persona que amaría el resto de su vida.

Cerró los ojos y de nuevo suspiró cuando Tom volvió a apoderarse de sus labios.

Se besaron hasta que cansados de tanta pasión se quedaron dormidos en brazos de su contrario con una sonrisa en los labios…

En los fuertes brazos de su hermano, Bill dormía plácidamente con una sonrisa en los labios. Se acabó el llorar por lo que creyó perdido una vez, solo tenía que cerrar los ojos con fuerza y disfrutar del momento…de esa sonrisa que siempre sería suya…de esos besos que recorrieron su piel desnuda…

F I N

Hice este video en su momento para el fic, usando la cancion de High de James Blunt, pero por culpa del copyright tuve que cambiarla por otra y que mejor una de ellos, 1000 Meere

https://www.youtube.com/watch?v=GzwpPvuI4Q0

por lyra

Escritora del fandom

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!