One Way

One-Shot de Haruxita

One Way”

Me desperté escuchando golpes en el vidrio. Al principio, creí que venían de la ventana hasta que lo escuché de nuevo viniendo del espejo. Suspiré con desazón, cogí el hoodie y me lo puse a la rápida sobre el pijama, la noche estaba fría y no sabía cuánto tardaría esta vez.

Él reflejo lucía flaco y macilento, pero estaba acostumbrado a verlo de esa manera. Lo que me impresionó fue la actitud desafiante con que, de brazos cruzados, se plantaba frente a mí.

“No viniste” — reclamó, su voz mandona teñida de un tono espectral.

Desvié la mirada y me rasqué la nuca con gesto culpable. Intentar justificar mi ausencia, explicando que la calentura fue más fuerte que la palabra dada, sonaba casi tan grave como la ofensa misma.

—Bill, encontraré la manera… —balbuceé de forma atropellada, apoyando una palma sobre superficie del espejo, deseando que fuera tan simple como romper el cristal.

“Llámame idiota, pero dudo que la respuesta se encuentre entre las piernas de esa zorra”.

El tono imperativo y el ceño fruncido mostraban furia, pero los ojos de mi hermano jamás aprendieron a ocultarme la tristeza ni la decepción.

—Sabes que si pudiera, cambiaría lugares contigo. De haber sabido que esto sucedería, hubiera buscado otra alternativa…

Recordé el miedo y la desesperación de esa noche, Bill, demasiado débil para hablar, apenas conseguía mantener los parpados entreabiertos. Cuando ella extendió su mano, apuntándolo con un dedo huesudo, mi corazón se comprimió y supe que no podía entregárselo, jamás me separaría de Bill mientras pudiera hacer algo evitarlo.

Yo siempre lo había protegido de los bullys, la situación era un poco diferente pero, pese a que estaba cagado de miedo, de alguna manera supe lo que tenía que hacer.

Aun hoy ignoro qué fue lo que sucedió, quizá el temor a perderlo para siempre consiguió que algún ente sobrenatural se apiadara de mí. Las indicaciones de la voz en mi cabeza me permitieron burlar a la muerte, irónicamente pusieron a Bill fuera de mi alcance también.

Él lleva cuatro años tras el espejo de nuestro cuarto, cuatro años en que cada noche —exceptuando la anterior— he probado una tras otra las más inauditas soluciones, terrenales y mágicas, sin obtener más resultados que una trizadura en el cristal que me paralizó el corazón.

Comenzaba a creer que la muerte había encontrado la forma de tomar revancha (Si ella no podía poseerlo, yo tampoco) cuando Bill realizó aquella brutal propuesta.

Rómpelo

Pensé que mis oídos me jugaban una mala pasada, pero el insistió.

Rómpelo”

—¡Estás loco! — Chillé, no podía imaginar mi vida sin él, aunque estuviera reducido a una iracunda presencia del otro lado de un cristal. —Debe haber una forma de sacarte de ahí.

“Si existiera , la habrías encontrado hace mucho —agregó, con tanta tristeza que me hubiera roto el corazón si no lo tuviera destrozado ya — Yo no puedo continuar así, Tomi, no soporto oírte hablar con ella por teléfono cada día, ver cómo te vistes para ella. Es cosa de tiempo para que la traigas a nuestro cuarto, ¡No me pidas que soporte eso!”

—¡Ella no es importante, es sólo otra novia más! — Alegué. No precisé ver su rostro dolido para comprender que había metido la pata. — Terminaré con ella, si es lo que quieres.

“Y luego te conseguirás otra…”

—¡No lo haré! — No me di cuenta cuando empecé a llorar hasta que noté la mirada aguada. No me gustaba el rumbo que eso estaba tomando, Bill parecía haberse dado por vencido.

“…en unos años te casarás y acabaré en el desván. Por favor, Tomi. Rómpelo.”

—¡No!

“Jamás saldré de aquí”.

—Entonces iré contigo. — afirmé con determinación,

“¡No puedes!”

—Nunca antes lo he intentado.

“¡Tomi, no te atrevas! ¡Tú estás vivo!”

— ¿De qué me sirve si no estamos juntos? — inquirí, al ver que el espejo se abría, como hace cuatro años.

&

“Eres un estúpido, Tomi” — aseveró, acurrucado en mis brazos, de donde no se había despegado desde que llegué.

Sólo Bill conseguía que un insulto sonara a declaración de amor.

El espejo es un portal de un solo sentido, ahora ambos estamos atascados en esta dimensión.

Por más que lo pienso, sigo sin encontrarle inconveniente.

F I N

Escritora del Fandom

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