Pequeña Súper Estrella: After

Notas:  Este es un extracto que acontece entre el último capítulo y el epílogo de Pequeña Súper Estrella” tendrá sentido si lees el fic antes.

Pequeña Súper Estrella: After

(Fic de Shugaresugaru)

Berlín

—¡Niño! — gritó Tom, bastante ansioso.

Bill, de catorce años, llevaba un rato largo encerrado en su habitación — maldita sea la hora en que jugaste Pokémon Go, Bill — refunfuñó, con la nariz pegada a la puerta cerrada del niño. Odiaba que hiciera eso de encerrarse y no dejarlo pasar. El músico estaba verdaderamente perdido por el chiquillo. Luego de casi tres años de tenerlo enteramente para él, le seguía pareciendo una tortura el tiempo que estaban separados, así fuera solamente por una puerta.

Habían pasado la tarde en las galerías Lafayette, donde Tom le había comprado nueva ropa, incluidos varios pijamas, ya que Bill crecía sin cesar, y a diferencia de la primera vez, ahora el músico revisaba con ojo atento cada cosa que el chico escogía, y lo alentaba, respetando sus extraños y psicodélicos gustos.

Después de las compras, disfrutaron una película en el cine, comieron helados y golosinas y paseaban cuando Bill soltó un chillido de emoción y entró corriendo en una tienda de chucherías que exhibía en sus escaparates un montón de basura china de Pokémon go.

Tras ahogar un suspiro, Tom entró detrás de Bill. Estaba algo cansado y seguramente el mocoso se pasaría dos horas dentro, mirando todo lo que había y pidiéndoselo a Tom, quien sin dudar le daría gusto, aunque al principio dijera que no.

El músico se entretuvo mirando el millón de cochinadas que la tienda vendía, y otro tipo, atractivo a pesar de los años, muy delgado y educado, le dirigió una mirada de tranquila comprensión. Su hija era una gran fan también, y el llevaba ya casi una hora esperándola.

—Niños— murmuró, mirando la cara de mala hostia de Tom, que aguantaba resignadamente a que la pequeña super estrella terminase de escoger.

—Niños— coincidió Tom.

Y como siempre, Bill fue hacia él luego de un rato, con los brazos llenos de cosas de colores que Tom pagó sin rechistar, mirándolo como cuando un ciego ve por primera vez la luz del sol. Le era imposible no darle gusto a Bill, quien por lo general no pedía muchas cosas, solo aquellas que de verdad le apasionaban.

Pero nada más al llegar a casa, Bill, todo emocionado, se había encerrado en su habitación dando un sonoro portazo, aplazando incluso la cena, algo que nunca ocurría.

—No seas ansioso Tom — había respondido el niño. Tom se agitó al escuchar la emoción en su voz. Si al menos hubiera visto lo que le había comprado sabría mas o menos por donde iban los planes de Bill. Se maldijo por idiota.

—Como no salgas ya, tiro la puerta— advirtió, y era muy capaz de hacerlo.

—Pues si lo haces tendrás que comprarme otra.

Tom maldijo por lo bajo, y luego de estampar su frente contra la puerta, decidió molestar al chico.

—Bueno, te daré privacidad, probablemente estás jalándotela…— y sonrió, imaginando el abochornado y conmocionado rostro de Bill.

—¡Por supuesto que no! — le respondió el chico con un grito indignado — eso lo hago cuando tú no estás— dijo como si nada, haciendo que Tom quedara con cara de imbécil. ¿Pero qué diantres?

Y justo en ese momento, se escuchó como era quitado el cerrojo.

—Vaya, ya era hora.

—Primero cierra los ojos — demandó Bill.

—Ni hablar mocoso.

—Entonces no salgo— respondió, haciendo que Tom pusiera los ojos en blanco antes de cerrarlos.

—Ya, están cerrados ¿feliz? — anunció. No sabía que esperar y no quería imaginar nada, su mente se la pasaba colapsada por el deseo, y refrenarlo lo dejaba agotado. Y es que el chico no ayudaba. A los catorce años, Bill era mucho más alto, su rostro más alargado y afilado. Su cuerpo delgado empezaba a marcarse con ligeros músculos que se apreciaban a simple vista, y llevaba el negro cabello más abajo los hombros, algo que enloquecía a Tom, pero el cambio mas notable eran los ojos. Ahora siempre destellaban con alegría, rebosantes de silenciosos secretos y una callada felicidad.

Tom estaba enloqueciendo en el sentido más literal de la palabra.

Escuchó como la puerta rechinaba suavemente sobre sus goznes, y una potente nube cargada con el tibio aroma de Bill le arañó el rostro.

—Bueno — la voz del niño era vacilante — ábrelos.

Al abrir los ojos, la ternura lo impactó como la bola de una grúa de demolición. Bill estaba frente a él, sonriendo con picardía y timidez, metido en un pijama amarillo, la capucha que llevaba puesta tenía las orejas y la cara de un Pokémon.

—Soy pikachu — canturreó, mostrando sus afilados caninos en la enorme sonrisa que le partía el rostro.

El músico lo evaluó seriamente, los brazos cruzados sobre el fornido pecho que debía trabajar horas extras en el gimnasio gracias a que Bill le encantaba comer chatarra y golosinas y no engordaba un gramo.

—Así que pikachu ¿eh? — murmuró Tom haciendo esfuerzos sobre humanos por aguantar la ternura que le derretía cada poro. Una sonrisa traviesa le hacía saltar las comisuras de la boca

—Como te rías te suelto un impactrueno que no te va a dejar cara — replicó un ofendido pikachu.

—Un impac ¿Qué? — resopló el musico, en blanco.

Bill puso los ojos en blanco.

—¿No sabes nada Tom? — refunfuñó, molesto.

—No sé nada de impactruenos ni nada de eso, tú eres el rarito aquí, pero reconozco que eres un bicho completamente adorable.

—Mas bicho serás tú— respondió el chico, enseñándole la lengua.

Tom se derritió sin remedio, y sin contenerse, lo abrazó, envolviéndolo casi por completo, mientras besaba su cabeza cubierta por la sonrisa de pikachu. Los delgados y cálidos brazos de Bill le rodearon con fuerza.

—Te adoro, mi pequeño cuervo.

&   F I N   &

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Gracias por leer

Escritora del Fandom

5 Comments

  1. Que cosa más tierna. Yo que adoro a Bill y a Pikachu, entiendo a Tom al 100%. No existe cosa más adorable en el mundo, que un Bill con gorrito.
    Lo amé y espero con ansias más regalitos de estos dos.
    Muak. Gracias linda por el fic.

    • Vdd que es una cosa totalmente adorable?? *-* tenía tiempo queriendo escribir este drabble, la foto ni recuerdo donde la encontré pero me encantó, muchas gracias por leerlo y tomarte la molestia de publicarlo en tu web Mizu, te mando muchos abrazos <3

  2. ¡Qué ternura! Muchas gracias por recordarme tiempos tan bonitos.

    • Muchas gracias a ti querida Archange por leer y comentar, y sobre todo por recordar aquellos tiempos y la gloria que tuvo este fic.
      Te mando un abrazote

  3. Awn!!! Es absolutamente hermoso!!!

    Es como Halloween y Navidad adelantadas, no me esperaba leer nada nuevo de ellos, muchas gracias. Morí de ternura!!! 💗💗💗

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